„«Ahora me doy cuenta de que el verdadero encanto de la vida intelectual —la vida consagrada a la erudición, a las investigaciones científicas, a la filosofía, a la estética, a la crítica— es su facilidad. Es la sustitución de las complejidades de la realidad por simples esquemas intelectuales, o de los desconcertantes movimientos de la vida por la muerte formal y tranquila. Es incomparablemente más fácil saber muchas cosas, por ejemplo, acerca de la historia del arte y tener ideas profundas acerca de la metafísica y de la sociología, que saber intuitiva y personalmente algo acerca de nuestros semejantes, y llevar relaciones satisfactorias con nuestros amigos y nuestras amantes, nuestra mujer y nuestros hijos. Vivir es mucho más difícil que el sánscrito, la química o la economía política. La vida intelectual es un juego de niños; lo cual explica el que los intelectuales tiendan a convertirse en niños, y luego en imbéciles, y finalmente, como claramente de muestra la historia política e industrial de los últimos siglos, en lunáticos homicidas y bestias salvajes. Las funciones reprimidas no mueren; se deterioran, degeneran, retrogradan al estado primitivo. Pero, entretanto, es mucho más fácil ser un niño intelectual, o un lunático, o una bestia, que un hombre adulto y armonioso. He ahí por qué, entre otras razones, existe tanta demanda de educación superior. Las gentes se abalanzan hacia los libros y las universidades como hacia los cafés. Quieren ahogar su conciencia de las dificultades que presenta el vivir adecuadamente en este grotesco mundo contemporáneo: quieren olvidar su deplorable insuficiencia en el arte de la vida. Algunos ahogan sus penas en alcohol, mientras que otros, todavía más numerosos, las ahogan en los libros y en el diletantismo artístico; algunos tratan de olvidarse a sí mismos por medio de la fornicación, el baile, el cinematógrafo, la radiotelefonía; otros, por medio de conferencias y ocupaciones científicas. Los libros y las conferencias son mejores para ahogar las penas que la bebida y la fornicación: no dejan dolor de cabeza, ni aquella desesperante sensación del post coitum triste.»“
„Quiero decir esto a cada hombre que tenga una mente, a todas las formas de vida inteligentes que existen en este planeta Tierra. Me gustaría que los británicos dijeran esto a los ritos escoceses y a los masones y a todas las personas con mentes que tienen grados de conocimiento y que conocen los tribunales, las leyes, las Naciones Unidas y los gobiernos.En los años 40, tuvimos una guerra, y todas nuestras economías se dirigieron hacia este esfuerzo de guerra. La guerra terminó en un nivel, pero no dejamos que terminara en los otros niveles. Seguimos comprando y vendiendo esta guerra. No estoy encerrado en la penitenciaría por delitos, estoy encerrado en la Segunda Guerra Mundial. Estoy encerrado en la Segunda Guerra Mundial con esta decisión de traer a la Corte Mundial: debe haber una Corte Mundial Única, o todos seremos devorados por el crimen.El crimen, y la definición de crimen proviene de Nuremberg, cuando los jueces decidieron que querían llamar crimen a la Segunda Guerra Mundial. El honor y la guerra no son un crimen. El crimen es malo. Cuando vas a la guerra y eres un soldado, y luchas por tu Dios y tu país, eso no es criminal. Eso es honorable Eso es lo que debes hacer para ser un hombre. Si no luchas por tu Dios y tu país, no vales nada. Si no tienes honor, entonces no valdrás los cerdos mezquinos.La verdad es que tenemos que anular esta decisión que tomó en la Segunda Guerra Mundial, o la Segunda Guerra Mundial nunca terminará. Los grados de la guerra se escribieron en Suiza, en Ginebra, en las conferencias que hicieron los hombres en las mesas, establecieron claramente que a cualquier uniformado se le daría el respeto de su rango y sus uniformes. Luego, cuando Estados Unidos y todos los alemanes estaban esposados, comenzaron a romper sus propias reglas. Y han estado rompiendo sus propias reglas desde entonces. La guerra no es un crimen, pero si juzga la guerra como un crimen en una sala de la corte, entonces gire: Si 2 + 3 = 5, y 3 + 2 = 5; Si dices que la guerra es un crimen, entonces el crimen se convierte en tu guerra. Soy, en todos los aspectos, un prisionero de guerra.He sido prisionero de guerra desde 1944 en Juvenile Hall, por incendiar un edificio escolar en Indianápolis, Indiana. He estado encerrado 45 años tratando de averiguar por qué tengo que ser un criminal. No importa si quiero ser; tienes que mantener a los criminales para continuar la guerra porque esa es tu economía, toda tu economía se basa en la guerra. Tienes que sacar tus billetes de dólar de la guerra, tienes tu mercado de plata esterlina fuera de la guerra, tienes que sacar tu oro y tus diamantes de la guerra – Tienes que anular esa decisión , que colgaban 6000 hombres por el cuello.Mataste a 6000 soldados por obedecer órdenes. Está incorrecto. Y el mundo tiene que aceptar que está mal. Cuando aceptes que estás equivocado, y dices que te arrepientes de todas las cosas que has hecho, esa será una nota en esa cancha y ahora tendremos algo de armonía en este planeta Tierra.“
„Entonces, mira, a veces una muchacha parte en bicicleta,la ves de espaldas alejándose por un camino (¿la Gran Vía,King´s Road, la Avenue de Wagran, un senderoentre álamos, un paso entre colinas?), hermosa y joven laves de espaldas yéndose, más pequeña ya, resbalando en latercera dimensión y yéndose,y te preguntas si llegará, si salió para llegar, si salióporque quería llegar, y tienes miedo como siempre hastenido miedo por ti mismo, la ves irse tan frágil yblanca en una bicicleta de humo, te gustaría estar con ella,alcanzarla en algún recodo y apoyar una mano en el/manubrioy decir que también tú has salido, que también tú quieresllegar al sur,y sentirte por fin acompañado porque la estás acompañando,larga será la etapa pero allí en lo alto el aire es limpioy no hay papeles y latas en el suelo, hacia el fondo delvalle se dibujará por la mañana el ojo celeste de un lago.Sí, también eso lo sueñas despierto en tu oficina o enla cárcel, mientras te aplauden en un escenario o unacátedra, bruscamente ves el rumbo posible, ves la chicayéndose en su bicicleta o el marinero con su bolsa alhombro, entonces es cierto, entonces hay gente que seva, que parte para llegar, y es como un azote de palomasque te pasa por la cara, por qué no tú, hay tantasbicicletas, tantas bolsas de viaje, las puertas de laciudad están abiertas todavía,y escondes la cabeza en la almohada, acaso lloras.Porque, son cosas que se saben, la ruta del sur llevaa la muerte,allá, como la vio un poeta, vestida de almirante esperao vestida de sátrapa o de bruja, la muerte coronel ogeneral esperasin apuro, gentil, porque nadie se apura en los aeródromos,no hay cadalsos ni piras, nadie redobla los tamborespara anunciar la pena, nadie venda los ojos de los reosni hay sacerdotes que le den a besar el crucifijo a lamujer atada a la estaca, eso no es ni siquiera Ruán y noes Sing-Sing, no es la Santé,allá la muerte espera disfrazada de nadie, allá nadiees culpable de la muerte, y la violenciaes una vacua acusación de subversivos contra la disciplinay la tranquilidad del reino,allá es tierra de paz, de conferencias internacionales,copas de fútbol, ni siquiera los niños revelarán queel rey marcha desnudo en los desfiles, los diarioshablarán de la muerte cuando la sepan lejos, cuando sepueda hablar de quienes mueren a diez mil kilómetros,entonces sí hablarán, los télex y las fotos hablarán sinmordaza, mostrarán cómo el mundo es una morgue/malolientemientras el trigo y el ganado, mientras la paz del sur,mientras la civilización cristiana.Cosas que acaso sabe la muchacha perdiéndose a lo lejos,ya inasible silueta en el crepúsculo, y quisieras estary preguntarle, estar con ella, estar seguro de que sabe,pero cómo alcanzarla cuando el horizonte es una solalínea roja ante la noche, cuando en cada encrucijadahay múltiples opciones engañosas y ni siquiera unaesfinge para hacerte las preguntas rituales.¿Habrá llegado al sur?¿La alcanzarás un día?Nosotros, ¿llegaremos?(Se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos, una lista de desaparecidos, un viento en el tejado – )¿Llegaremos un día?Ella partió en su bicicleta, la viste a la distancia,no volvió la cabeza, no se apartó del rumbo. Acaso entróen el sur, lo vio sucio y golpeado en cuarteles y callespero sur, esperanza de sur,sur esperanza. ¿Estará sola ahora, estará hablandocon gente como ella, mirarán a lo lejos por si otrasbicicletas apuntaran filosas?( – un grito allá abajo en la calle, esa foto del Newsweek – )¿Llegaremos un día?“