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Relacionado con: consejo
„Si me distraigo, la Eucaristía me ayuda a recogerme. Si se ofrecen cada día oportunidades para ofender a mi Dios, me armo cada día para el combate con la recepción de la Eucaristía. Si necesito una luz especial y prudencia para desempeñar mis pesadas obligaciones, me acerco a mi Señor y busco Su consejo y luz.“
„Toma consejo en el vino, pero decide con agua después.“
„Ahora sé que lo que hace a un tonto es la incapacidad de tomar incluso sus propios buenos consejos.“
„Fue hombre sabio y prudente en sus palabras, en sus propuestas y consejos, en las obras y en las razones para avanzar en la imitación de Cristo y en la obediencia a la voluntad de Dios.“
„Cuando yo era más joven y más vulnerable, mi padre me dio un consejo en el que no he dejado de pensar desde entonces. «Antes de criticar a nadie», me dijo, «recuerda que no todo el mundo ha tenido las ventajas que has tenido tú».“
„Entre más nos acerquemos a Dios, más nos aproximaremos a nuestro talento natural de proteger a nuestros hermanos.* Entre más alineados estemos con el amor de Dios, podremos ser amigos más sinceros. Sabremos cómo estar allí, cómo decir la palabra correcta, cómo dar un consejo a las personas que amamos.“
„Es la hora en que brillan las luces de los burdeles y las cantinas. La casa de Caifás está llena de gente. Las luces del palacio de Somoza están prendidas. Es la hora en que se reúnen los Consejos de Guerra y los técnicos en torturas bajan a las prisiones. La hora de los policías secretos y de los espías, cuando los ladrones y los adúlteros rondan las casas y se ocultan los cadáveres. Un bulto cae al agua.“
„Divide y manda: ¡sabio consejo!; une y guía: ¡otro lema mucho mejor!“
„Aunque dos personas de la clase alta no se conocieran, podían pasarse media tarde enhebrando nombres de amigos comunes, parientes, concuñados y compañeros de colegio o de consejo de administración, cosa que venía a ser lo mismo, porque las relaciones empezaban en el parvulario y terminaban en la cúpula de las grandes empresas. Y así iba transmitiéndose el poder real de una generación a otra de primos y tíos verdaderos o falsos, mientras los demás mortales no pertenecientes a la familia daban vueltas como cometas por los confines”.“
„Yo siempre traspaso los buenos consejos que me dan. Es para lo único que sirven.“
„He aquí algo sobre el honor de los poetas. Yo tenía diecisiete años y unos deseos irrefrenables de ser escritor. Me preparé. Pero no me quedé quieto mientras me preparaba, pues comprendí que si así lo hacía no triunfaría jamás. Disciplina y un cierto encanto dúctil, ésas son las claves para llegar a donde uno se proponga. Disciplina: escribir cada mañana no menos de seis horas. Escribir cada mañana y corregir por las tardes y leer como un poseso por las noches. Encanto, o encanto dúctil: visitar a los escritores en sus residencias o abordarlos en las presentaciones de libros y decirles a cada uno justo aquello que quiere oír. Aquello que quiere oír desesperadamente. Y tener paciencia, pues no siempre funciona. Hay cabrones que te dan una palmadita en la espalda y luego si te he visto no me acuerdo. Hay cabrones duros y crueles y mezquinos. Pero no todos son así. Es necesario tener paciencia y buscar. Los mejores son los homosexuales, pero, ojo, es necesario saber en qué momento detenerse, es necesario saber con precisión qué es lo que no uno quiere, de lo contrario puedes acabar enculado de balde por cualquier viejo maricón de izquierda. Con las mujeres ocurre tres cuartas partes de lo mismo: las escritoras españolas que pueden echarte un cable suelen ser mayores y feas y el sacrificio a veces no vale la pena. Los mejores son los heterosexuales ya entrados en la cincuentena o en el umbral de la ancianidad. En cualquier caso: es ineludible acercarse a ellos. Es ineludible cultivar un huerto a la sombra de sus rencores y resentimientos. Por supuesto, hay que empollar sus obras completas. Hay que citarlos dos o tres veces en cada conversación. ¡Hay que citarlos sin descanso! Un consejo: no criticar nunca a los amigos del maestro. Los amigos del maestro son sagrados y una observación a destiempo puede torcer el rumbo del destino. Un consejo: es preceptivo abominar y despacharse a gusto contra los novelistas extranjeros, sobre todo si son norteamericanos, franceses o ingleses. Los escritores españoles odian a sus contemporáneos de otras lenguas y publicar una reseña negativa de uno de ellos será siempre bien recibida. Y callar y estar al acecho. Y delimitar las áreas de trabajo. Por la mañana escribir, por la tarde corregir, por las noches leer y en las horas muertas ejercer la diplomacia, el disimulo, el encanto dúctil. A los diecisiete años quería ser escritor. A los veinte publiqué mi primer libro. Ahora tengo veinticuatro y en ocasiones, cuando miro hacia atrás, algo semejante al vértigo se instala en mi cerebro. He recorrido un largo camino, he publicado cuatro libros y vivo holgadamente de la literatura (aunque si he de ser sincero, nunca necesité mucho para vivir, sólo una mesa, un ordenador y libros). Tengo una colaboración semanal con un periódico de derechas de Madrid. Ahora pontifico y suelto tacos y le enmiendo la plana (pero sin pasarme) a algunos políticos. Los jóvenes que quieren hacer una carrera como escritor ven en mí un ejemplo a seguir. Algunos dicen que soy la versión mejorada de Aurelio Baca. No lo sé. (A los dos nos duele España, aunque creo que por el momento a él le duele más que a mí). Puede que lo digan sinceramente, pero puede que lo digan para que me confíe y afloje. Si es por esto último no les voy a dar el gusto: sigo trabajando con el mismo tesón que antes, sigo produciendo, sigo cuidando con mimo mis amistades. Aún no he cumplido los treinta y el futuro se abre como una rosa, una rosa perfecta, perfumada, única. Lo que empieza como comedia acaba como marcha triunfal, ¿no?“
„Le daría el consejo que nos dábamos los jóvenes infrarrealistas en México. Cuando teníamos 20, 21 años, teníamos un grupo poético, y éramos jóvenes, mal educados y valientes. Nos decíamos: vivir mucho, leer mucho y follar mucho”.“
„Consejo: nunca dejen que cosas sin sentido o cosas que no se pueden arreglar les ocupen porcentaje de materia gris.“
„Tres consejos para parecer más joven: come bien, haz ejercicio y miente sobre tu edad.“
„Un padre que da consejos más que padre es un amigo; así, como tal les digo que vivan con precaución; nadie sabe en que rincón se oculta el que es su enemigo.“
„Hoy, el Poder público viene a ser, pura y simplemente, el Consejo de administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa.“
„Si las nacionalidades tienen igualdad de derechos, si tienen su idioma, su modo de vida, sus usos y y sus costumbres, si estas nacionalidades han creado sus intituciones estatales – su Comité Ejecutivo Central, su Consejo de Comisarios del Pueblo-, ¿no está claro, acaso, que todas estas entidades nacionales son uniones estatales.“
„No tienen que dar las noticias, sino educar a las masas (Consejo a los periodistas).“
„¿Quería de veras un consejo, piensa, sabía que estabas enamorado de ella y quería saber si te atreverías a decírselo? Qué habría dicho si yo, piensa, qué habría yo si ella. Piensa: ay, Zavalita.“
„Los padres sólo pueden dar buenos consejos o ponerlos en el camino del bien, pero la formación del carácter de una persona reside en ella misma.“
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