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Relacionado con: creencia
„El conocimiento es algo que tú puedes utilizar. La creencia es algo que te utiliza a ti.“
„Cuando una creencia se transforma en algo más que un instrumento, estás perdido. Permanecerás perdido hasta que aprendas para qué es realmente la ‘creencia’.“
„La incredulidad y la creencia están ambas marchando sobre SU camino, mientras ambas dicen: ‘Él es uno y Él no tiene socios’.“
„Alí, hijo del padre del buscadorAlí dijo: “Nadie puede llegar a la Verdad hasta que sea capaz de pensar que el sendero mismo pueda estar equivocado. Esto es así porque aquellos que sólo pueden creer que debe ser correcto no son creyentes, sino gente incapaz de pensar de un modo diferente del que ya piensan. Esta gente no son hombres, en modo alguno. Como animales, deben seguir ciertas creencias, y durante este período no pueden aprender. Y puesto que no pueden llamarse ‘humanidad’, tampoco pueden llegar a la Verdad.“
„La fe puede ser brevemente definida como la creencia ilógica en la ocurrencia de lo improbable.“
„Doble pensar significa el poder de mantener dos creencias contradictorias en la mente simultáneamente, y aceptar ambas.“
„Se preguntó, como ya lo había hecho muchas veces, si no estaría él loco. Quizás un loco era sólo una «minoría de uno». Hubo una época en que fue señal de locura creer que la Tierra giraba en torno al Sol: ahora, era locura creer que el pasado es inalterable. Quizá fuera él el único que sostenía esa creencia, y, siendo el único, estaba loco. Pero la idea de ser un loco no le afectaba mucho. Lo que le horrorizaba era la posibilidad de estar equivocado.“
„Todas mis creencias religiosas están basadas en Star Wars.“
„Cuando volví a verlo, cuando iniciamos esta segunda amistad que espero no terminará ya nunca, dejé de pensar en toda forma de ataque. Quedó resuelto que no le hablaría jamás de Inés ni del pasado y que, en silencio, yo mantendría todo aquello viviente dentro de mí. Nada más que esto hago, casi todas las tardes, frente a Roberto y las caras familiares del café. Mi odio se conservará cálido y nuevo mientras pueda seguir viviendo y escuchando a Roberto; nadie sabe de mi venganza, pero la vivo, gozosa y enfurecida, un día y otro. Hablo con él, sonrío, fumo, tomo café. Todo el tiempo pensando en Bob, en su pureza, su fe, en la audacia de sus pasados sueños. Pensando en el Bob que amaba la música, en el Bob que planeaba ennoblecer la vida de los hombres construyendo una ciudad de enceguecedora belleza para cinco millones de habitantes, a lo largo de la costa del río; el Bob que no podía mentir nunca; el Bob que proclamaba la lucha de los jóvenes contra los viejos, el Bob dueño del futuro y del mundo. Pensando minucioso y plácido en todo eso frente al hombre de dedos sucios de tabaco llamado Roberto, que lleva una vida grotesca, trabajando en cualquier hedionda oficina, casado con una mujer a quien nombra “mi señora”; el hombre que se pasa estos largos domingos hundido en el asiento del café, examinando diarios y jugando a las carreras por teléfono.Nadie amó a mujer alguna con la fuerza con que yo amo su ruindad, su definitiva manera de estar hundido en la sucia vida de los hombres. Nadie se arrobó de amor como yo lo hago ante sus fugaces sobresaltos, los proyectos sin convicción que un destruido y lejano Bob le dicta algunas veces y que sólo sirven para que mida con exactitud hasta donde está emporcado para siempre.No sé si nunca en el pasado he dado la bienvenida a Inés con tanta alegría y amor como diariamente le doy la bienvenida a Bob al tenebroso y maloliente mundo de los adultos. Es todavía un recién llegado y de vez en cuando sufre sus crisis de nostalgia. Lo he visto lloroso y borracho, insultándose y jurando el inminente regreso a los días de Bob. Puedo asegurar que entonces mi corazón desborda de amor y se hace sensible y cariñoso como el de una madre. En el fondo sé que no se irá nunca porque no tiene sitio donde ir; pero me hago delicado y paciente y trato de conformarlo. Como ese puñado de tierra natal, o esas fotografías de calles y monumentos, o las canciones que gustan traer consigo los inmigrantes, voy construyendo para él planes, creencias y mañanas distintos que tienen luz y el sabor del país de juventud de donde él llegó hace un tiempo. Y él acepta; protesta siempre para que yo redoble mis promesas, pero termina por decir que sí, acaba por muequear una sonrisa creyendo que algún día habrá de regresar al mundo de las horas de Bob y queda en paz en medio de sus treinta años, moviéndose sin disgusto ni tropiezo entre los cadáveres pavorosos de las antiguas ambiciones, las formas repulsivas de los sueños que se fueron gastando bajo la presión distraída y constante de tantos miles de pies inevitables.“
„Como la masa del pueblo es inconstante, apasionada e irreflexiva, y se halla además sujeta a deseos desenfrenados, es menester llenarla de temores para mantenerla en orden. Por eso los antiguos hicieron bien en inventar los dioses y la creencia en el castigo después de la muerte. Son más bien los modernos los que deben ser acusados de locura por su pretensión de extirpar tales creencias.“
„Las doctrinas del nazifascismo, el comunismo, el nacionalismo, etc., son manifestaciones idiotas; mas quienes creen en ellas logran caldear enormemente sus corazones a través de estas creencias; y esta excitación inmediata les hace olvidar los desastres a largo plazo que son la consecuencia inevitable de semejantes creencias.“
„¿Y la fe? ¿Existe una fe flexible? Para mí, existe una “buena fe” en la cual el sujeto sabe por dónde transita, conoce sus fortalezas y debilidades, es capaz de escuchar y convivir con otras filosofías y religiones. La “buena fe” no es obsesiva sino que busca el punto medio de la “razón razonable” y la “creencia creíble”, como afirma el teólogo Hans Küng.18 La “buena fe” siempre evita los extremos.“
„La mente flexible mantiene opiniones, tiene creencias y principios, pero está dispuesta al cambio y en pleno contacto con la realidad.“
„Infinidad de personas en el mundo se han quedado atrapadas en nichos emocionales a la espera de que su suerte cambie, sin ver que son ellas mismas quienes deben hacer su revolución afectiva. Cada quien reinventa el amor a su manera y de acuerdo con sus necesidades y creencias básicas, cada quien lo construye o lo destruye, lo disfruta“
„La duda progresista (no retardataria) y bien manejada induce un sentido de modestia y es un buen remedio, si no el mejor, para la testarudez. No ser presuntuoso de las propias creencias, valores o ideología nos exime de la vanidad intelectual y el desgaste que implica querer siempre tener razón.“
„¿Habrá algo más irracional que buscar la certeza absoluta? Si no dudaras nunca, estarías muy cerca del fundamentalismo (“La base de mis creencias es cierta por definición”), del dogmatismo (“Mi verdad es la única”) y del oscurantismo (“El nuevo conocimiento es peligroso”). Vivirías en la zona más tenebrosa de la Edad Media mental. Recuerdo“
„La superstición es una creencia basada en la ignorancia.“
„Sólo cuando la mente está libre de ideas y creencias puede actuar correctamente.“
„Las revoluciones no se hacen solas, sino que requieren y necesitan hombres de temple, hombres revolucionarios. Nuestros grupos tienen que poseer mística revolucionaria, es decir, creencia firme en la capacidad de construcción, que sigue a las masas nacionales cuando éstas imponen y consiguen conquistar revolucionariamente a la Patria.“
„Tenía la creencia de que el amor habría de llegar de golpe, entre grandes destellos y fulgores, a modo de huracán de los cielos que cae sobre la vida, la trastorna, arrasa la voluntad como hoja al viento y arrastra el corazón hasta hundirlo en los abismos.“
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