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Relacionado con: decir
„Al Ejército de los Andes queda la gloria de decir: en 24 días hicimos la campaña, pasamos las cordilleras más elevadas, concluimos con los tiranos y dimos libertad a Chile.“
„Aunque siempre estaba triste. Incluso cuando era feliz, parecía triste. Como si algo no fuera bien en su corazón. La diosa Chara solía decir que era porque hacía mucho tiempo ellos le quitaron algo a ella que no debieron quitarle.“
„Lo quiero.-¿Cómo puedes decir eso?- Meneó la cabeza-. Ni siquiera conoces el significado de esa palabra. El amor no es avergonzarse de que te vean con la persona a la que quieres. No es castigarlo ni hacerle daño.-Compadeciéndose de la diosa, la soltó-. El amor es lo que te da la fuerza para enfrentarte a cualquier cosa, sin importar lo brutal o aterradora que sea. Es lo que le dio fuerzas a Ash para dejarse dar una paliza en vez de contarle a su padre la verdad sobre vuestra relación. Es lo que le dio fuerzas para dejar que lo destriparan en el suelo a tus pies antes de avergonzarte en público. Y tú le escupiste a la cara por ese amor y lo destrozaste. Para ser una diosa das pena. (Tory)“
„Es algo que mi padre solía decir cuando yo era un niño. Hacia el infinito, significa que ves algo sin final.Nick no lo entendió. ―El infinito es interminable.―Eso es correcto, lo que significa que seguirás adelante y adelante sin importar lo que ocurra o los obstáculos que encuentres. Por encima, por debajo, alrededor o a través. Siempre hay un camino. Y si tienes que perseguir algo hasta el infinito, ponte tus pantalones de chico mayor, calzate tus botas y en marcha.“
„[…] No creo que sea de la incumbencia de mis pacientes si soy o no la reencarnación de la Virgen. Y con respecto a la Era de la Electrónica, no quiero tener una relación con algo que funciona a pilas y viene acompañado de una etiqueta con advertencias.Selena soltó un bufido.—Ya, bueno, pues déjame decirte una cosa: la mayoría de los hombres tendrían que venir acompañados de una etiqueta con advertencias. —Alzó las manos para enmarcar la siguiente afirmación—: «Atención, por favor, Alerta Psicótica. Yo, macho-man, soy propenso a sufrir horribles cambios de humor y a poner caras largas; además, poseo la habilidad de decir la verdad a una mujer sobre su peso sin previo aviso».“
„Lloraba en silencio por ella misma, porque había algo profundamente herido en su interior. Yo ignoraba qué era, ni me atrevía a preguntárselo. Me limitaba a decir lo que podía para calmar su dolor y la ayudaba a cerrar los ojos para rehuir la realidad.“
„[…] ¿Están las cosas tan mal como parece? ¿O me he vuelto viejo, como mi padre, y a todo le encuentro un sabor amargo comparado con cuando era niño?Kote se entretuvo frotando la barra, como si se resistiera a hablar.—Creo que las cosas siempre van mal de un modo u otro —declaró—. Quizá sea que solo nosotros, los mayores, nos damos cuenta.Graham fue a asentir, pero frunció el entrecejo.—Pero tú no eres mayor, ¿no? Siempre se me olvida. —Miró de arriba abajo al pelirrojo—. Es decir, te mueves como un viejo y hablas como un viejo, pero no lo eres, ¿verdad? Calculo que tendrás la mitad de mis años. —Lo miró entornando los ojos—. ¿Qué edad tienes, por cierto?—La suficiente para sentirme viejo —contestó el posadero con una sonrisa que denotaba cansancio.“
„Nunca he contado esta historia, y dudo mucho que vuelva a contarla. —Se inclinó hacia delante—. Antes de empezar, debes recordar que soy del Edena Ruh. Nosotros ya contábamos historias antes de que ardiera Caluptena. Antes de que hubiera libros donde escribir. Antes de que hubiera música que tocar. Cuando prendió el primer fuego, nosotros, los Ruh, estábamos allí contando historias en el círculo de su parpadeante luz.Kvothe miró al escribano, asintió y prosiguió:—Conozco tu reputación de gran coleccionista de historias y cronista de sucesos. —La mirada de Kvothe se endureció, se volvió dura como el pedernal y afilada como un trozo de cristal roto—. Ahora bien, ni se te ocurra cambiar ni una sola palabra de lo que voy a decir. Si te parece que me voy por las ramas, si te parece que divago, recuerda que las historias reales pocas veces toman el camino más recto.“
„Illien. Me gusta esa idea —dijo mi madre—. Vendrían reyes de muy lejos a oír tocar a mi pequeño Kvothe.—Su música pararía las riñas de taberna y las guerras de fronteras —dijo Ben sonriendo.—Mujeres salvajes —añadió mi padre, entusiasmado— posarían los pechos en su cabeza.Hubo un silencio atónito. Entonces mi madre dijo, despacio y con tono amenazante:—Querrás decir «Bestias salvajes posarían la cabeza en su regazo».—Ah, ¿sí?“
„La miré con intención de decir algo ingenioso, alguna de todas aquellas frases que había pensado la noche anterior. Pero cuando vi sus ojos, las palabras me abandonaron. Me quedé maravillado, no sé cuánto rato. Durante un largo momento fui completamente suyo…“
„Pero creo que no me amaba, porque me atrapó con una sonrisa adorable y luego desapareció sin decir palabra. Como el rocío bajo la débil luz del amanecer.-Como un sueño al despertar -añadió Denna con una sonrisa.-Como una doncella feérica deslizándose entre los árboles.“
„Luego toqué la canción que se esconde en el centro de mí. Esa música sin letra que recorre los rincones secretos de mi corazón. La toqué con cuidado, desgranando las notas lenta y suvamente en el oscuro silencio nocturno. Me gustaría poder decir que es una canción alegre, que es dulce y animada, pero no lo es.“
„Estuviera donde estuviese, siempre era el centro de todas las miradas, -Kvothe frunció el seño-. No me interpretéis mal. No quiero decir que fuera llamativa, ni vanidosa. Si miramos el fuego es porque parpadea, porque resplandece. Lo que hace que un hombre se acerque al fuego no tiene nada que ver con su resplandor. Lo que te atrae del fuego es el calor que sientes cuando te acercas a él. Con Denna pasaba lo mismo.“
„La diferencia consiste en decirle algo a una persona y decir algo sobre una persona. Lo primero puede ser una grosería, pero lo segundo es, siempre un chisme.“
„Te mentiría. Vale la pena mentir por ti. Pero no te mentiría. También vale la pena decir la verdad por ti.“
„Me fijé en que Fela giraba la cabeza y miraba a Simmon como si le sorprendiera verlo allí sentado.O mejor dicho: fue como si hasta ese momento Simmon únicamente hubiera ocupado espacio alrededor de Fela, como un mueble. Pero esa vez, cuando ella lo miró, lo captó por entero. El cabello rubio rojizo, la línea de su mandíbula, la amplitud de los hombros bajo la camisa. Esa vez, cuándo lo miró, lo vio de verdad.Dejadme decir una cosa. Todas las horas que pasamos buscando en el Archivo, todo el fastidio y el cansancio valieron la pena solo para presenciar aquel momento. Valió la pena sangre y temer a la muerte por verla enamorarse de Sim. Solo un poco. Solo el primer hálito débil del amor, tan leve que seguramente ni siquiera ella lo percibió. No fue espectacular, como un rayo seguido del estruendo de un trueno. Fue más bien como cuando golpeas pedernal contra acero y salta una chispa que se desvanece tan deprisa que casi no la ves. Pero sabes que está allí, donde no puedes verla, prendiendo.“
„Cuando pido Greysdale en Anker’s, saben perfectamente lo que quiero decir —expliqué—. Si pidiera algo que no existiera, alguien podría descubrir el juego.—Y tú ¿cómo lo sabes? —le pregunto Sim a Manet.—Más sabe el diablo por viejo que por diablo —contestó.“
„Levántate. Tengo tres cosas para ti. Es lo justo.Me puse en pie y Auri me tendió una cosa envuelta en un trozo de tela. Era una vela gruesa que olía a lavanda.—¿Qué hay dentro? —pregunté.—Sueños felices. Los he puesto ahí para ti.Di vueltas a la vela en mis manos, y una sospecha empezó a formarse en mi mente.—¿La has hecho tú misma?Auri asintió con la cabeza y sonrió feliz.—Sí. Soy tremendamente lista.Me guardé la vela con cuidado en uno de los bolsillos de la capa.—Gracias, Auri.—Ahora —dijo ella poniéndose seria— cierra los ojos y agáchate para que pueda darte tu segundo regalo.Cerré los ojos, desconcertado, y me doblé por la cintura preguntándome si también me habría hecho un sombrero.Noté las manos de Auri a ambos lados de mi cara, y entonces me dio un beso suave y delicado en la frente.Abrí los ojos, sorprendido. Pero Auri ya se había apartado varios pasos, y, nerviosa, se cogía las manos detrás de la espalda. No se me ocurrió nada que decir.Auri dio un paso adelante.—Eres especial para mí —dijo con seriedad y con gesto grave—. Quiero que sepas que siempre cuidaré de ti. —Estiró un brazo, vacilante, y me secó las mejillas—. No, nada de eso esta noche.»Este es tu tercer regalo. Si te van mal las cosas, puedes quedarte conmigo en la Subrealidad. Es un sitio agradable, y allí estarás a salvo.—Gracias, Auri —dije en cuanto pude—. Tú también eres especial para mí.—Claro —dijo ella con naturalidad—. Soy adorable como la luna.“
„Adelante, pues. Música y magia. Triunfo y delirio. Pensad. ¿Qué necesita nuestra historia? ¿Qué elemento vital le falta?—Mujeres, Reshi —saltó Bast—. Hay una escasez tremenda de mujeres.Kvothe sonrió.—«Mujeres» no, Bast. Una mujer. La mujer. —Kvothe miró a Cronista—. Has oído cosas sueltas, no lo dudo. Yo te contaré la verdad sobre ella. Aunque temo no estar a la altura del reto.Cronista cogió la pluma, pero antes de que la mojara en el tintero, Kvothe levantó una mano.—Antes de empezar, dejadme decir una cosa. He relatado historias en el pasado, he pintado imágenes con palabras, he contado grandes mentiras y verdades aún más duras. Una vez le canté los colores a un ciego. Toqué durante siete horas, pero al final me dijo que los veía: verde, rojo y dorado. Creo que eso fue más fácil que lo que intento hacer ahora. Tratar de que la entendáis describiéndola solo con palabras. Vosotros nunca la habéis visto ni habéis oído su voz. No podéis entenderlo.Kvothe le hizo una seña a Cronista para que cogiera la pluma.—Aun así, lo intentaré. Ella está ahora en los bastidores, a punto de salir a escena. Preparemos el escenario para su entrada…“
„Tocaba despacio, casi con majestuosidad. Mucha gente cree que la velocidad es lo que distingue a un buen músico. Es comprensible. Lo que Marie había hecho en el Eolio era asombroso. Pero la velocidad a la que puedas marcar la digitación de las notas no es lo más importante de la música. La verdadera clave es el ritmo.Es como contar un chiste. Cualquiera puede recordar las palabras. Cualquiera puede repetirlo. Pero para hacer reír necesitas algo más. Contar un chiste más deprisa no lo hace más gracioso. Como ocurre con muchas cosas, es mejor vacilar que precipitarse.Por eso hay tan pocos músicos buenos de verdad. Mucha gente sabe cantar o arrancarle una canción a un violín. Una caja de música puede tocar una canción impecablemente, una y otra vez. Pero no basta con saber las notas. Tienes que saber cómo tocarlas. La velocidad se adquiere con el tiempo y la práctica, pero el ritmo es algo con lo que se nace. Lo tienes o no lo tienes.Denna lo tenía. Hacía avanzar la canción despacio, pero no pesadamente. La tocaba con la lentitud de un beso lujurioso. Y no es que en esa época de mi vida yo supiera mucho de besos. Pero viéndola allí de pie, con los brazos alrededor del arpa, concentrada, con los ojos entrecerrados y los labios ligeramente fruncidos, supe que quería que algún día me besaran con ese cuidado lento y deliberado.Además, Denna era hermosa. Supongo que a nadie le extrañará que sienta debilidad por las mujeres por cuyas venas corre la música. Pero mientras Denna tocaba, la vi por primera vez ese día. Hasta entonces me habían distraído su peinado, diferente, y el corte de su vestido. Pero viéndola tocar, todo eso desapareció de mi vista.Me estoy yendo por las ramas. Baste decir que Denna tocaba de forma admirable, aunque era evidente que todavía tenía mucho que aprender. Le fallaron algunas notas, pero no las rechazó ni se estremeció. Como dicen, un joyero sabe reconocer la gema en bruto. Y yo lo soy. Y ella lo era. Bueno.“
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