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Relacionado con: dedo
„Su corazón era como una planta sensible, que se abre por un momento a la luz del sol, pero se encoge y encoge en sí mismo con el menor toque del dedo, o el aliento más ligero del viento.“
„A falta de otra prueba, el dedo pulgar por sí solo me convencería de la existencia de Dios.“
„El frote de dos parcelas de carne no define el fenómeno del amor así como la cuerda rozada por el dedo no explica el milagro infinito de los sonidos.“
„La pared aguantó, mi dedo aguantó, el clavo no entró, ¿usted que martillo me vendió?“
„Cada vez que considero que tu amor es tan ingrato, me meto un dedo en el orto y lo dejo estar un rato.“
„»Cuando era un muchacho, me apasionaban los mapas. Podía pasar horas mirando Sudamérica, África o Australia inmerso en los placeres de la exploración. En aquella época quedaban muchos lugares desconocidos en la tierra, y cuando veía en un mapa alguno que pareciera particularmente atractivo (aunque todos lo parecen), ponía el dedo sobre él y decía: “Cuando sea mayor iré allí”.“
„Ahora, ahora, ahora. Cada «ahora» que señalo con el dedo se va volando lejos para dejar paso a un nuevo «ahora».»¡Vaya! ¿¡esto qué es!?», pensé mientras bajaba las escaleras del puente. Menuda idiotez. A lo mejor es que soy demasiado feliz.“
„En el disco (American Idiot) hay un contraste, habla desde el punto de vista de un individuo, no se señala con el dedo, pero es directo.“
„Cuando el sabio señala a la luna, el necio mira al dedo.“
„Cuando alguien pone el dedo en la llaga, sólo los necios piensan que lo importante es el dedo.“
„La mente rígida vive en un limbo facilista, distorsionado y altamente peligroso, donde la verdad ha sido secuestrada en nombre de alguien o algo. Facilista, porque tapa el Sol con el dedo y se atrinchera en la lógica del dogmatismo, tratando de defender lo indefendible con argumentos simplistas: “Si siempre fue así, por algo es”. Distorsionado, porque los procesos de toma de decisión que producen los sujetos inflexibles están saturados de sesgos y errores cognitivos, de los cuales no suelen estar conscientes. Y peligroso, porque cuando las personas rígidas son confrontadas o “acorraladas” con argumentos sólidos, se vuelven profundamente irascibles, autoritarias e impositivas.“
„Uno puede desayunarse cada mañana viendo en los periódicos y la tele cómo gudaris y otros paladines catalaúnicos, celtas, euskaldunes, andalusíes o de donde sean, incluso cretinos bocazas peinados de través como el coqueto y casposo Iñaki Anasagasti, meten el dedo, removiéndolo, en cuanto ojo encuentran a mano, con tal de joder un poquito más, o se limpian las babas con cualquier bandera que no sea la de su parcelita. Pero que a los demás no se nos ocurra, por Dios, hablar de Historia, ni de España, ni de nada, ni siquiera en términos generales, que no coincida exactamente con lo expuesto en el escaparate de su negocio. Hasta ahí podíamos llegar. (…) Veinticinco siglos de memoria documentada, bibliotecas, viejas piedras y paisajes no tienen la menor importancia frente a la historia local reescrita por mercenarios de pesebre, que es la única que les importa. Mal acostumbrados por gobernantes expertos en succionar entrepiernas a cambio de votos –desde el amigo Aznar al pacífico Zapatero–, a los patriotas de cercanías les sienta fatal que alguien les lleve la contraria a estas alturas del desmadre, cuando gracias a la cobardía, la incultura y la estupidez de la infame clase política española todo parece estar, por fin, al alcance de su mano. Quisieran esos pseudohistoriadores de tebeo que, cada vez que llega una de sus cartas refutando con argumentos de hace tres días lo que gente docta e inteligente tardó siglos en acumular, probar y fijar, yo me levante de la mesa, vaya a mi biblioteca, y ante los veinte mil libros que hay en ella, ante las catedrales, los castillos, los acueductos romanos, las iglesias visigodas y los museos, ante los documentos históricos conservados en los archivos de toda España y de medio mundo, diga: «Mentís como bellacos. Acaba de poneros patas arriba mi primo Astérix con dos recortes de periódico, cuatro cañonazos de Felipe V y las obras completas de Sabino Arana». Encima, oigan, algunos amenazan con no leerme nunca más, o juran que no volverán a hacerlo en el futuro. Para castigarme por españolista, por facha y por cabrón. Y qué quieren que les diga. Que sin lectores así puedo pasarme perfectamente. Que vayan y lean a su puta madre.“
„¿Alguien puede decirme qué diantre es eso?Y señaló hacia el valle con un dedo imperioso e imperial, el que había utilizado para señalar las Pirámides cuando aquello de los cuarenta siglos o -en otro orden de cosas- el catre a María Valewska.“
„Todo lo que digo es paz. No señalamos a nadie con el dedo. Hay tipos buenos y tipos malos. El conflicto está en la mente. Debemos desterrar nuestros propios monstruos y dejar de condenar a la gente. Todos somos Cristo y todos somos Hitler. Intentamos convertir en contemporáneo el mensaje de Cristo. Queremos que Cristo gane!“
„Vivimos aquí desde hace casi un año y nadie, absolutamente nadie, ha movido jamás un dedo para ayudarnos ohacer que nos sintamos bienvenidos. No es una queja, no me malinterpretes. No esperamos nada. La gente ya tiene suficientes problemas en su vida…“
„Ya no, ya no,ya no me sirves, zapato negro,en el cual he vivido como un piedurante treinta años, pobre y blanca,sin atreverme apenas a respirar o hacer achís.Papi: he tenido que matarte.Te moriste antes de que me diera tiempo…Pesado como el mármol, bolsa llena de Dios,lívida estatua con un dedo del pie gris,del tamaño de una foca de San Francisco.Y la cabeza en el Atlántico extravaganteen que se vierte el verde legumbre sobre el azulen aguas del hermoso Nauset.Solía rezar para recuperarte.Ach, du.En la lengua alemana, en la localidad polacaapisonada por el rodillode guerras y más guerras.Pero el nombre del pueblo es corriente.Mi amigo polacodice que hay una o dos docenas.De modo que nunca supe distinguir dóndepusiste tu pie, tus raíces:nunca me pude dirigir a ti.La lengua se me pegaba a la mandíbula.Se me pegaba a un cepo de alambre de púas.Ich, ich, ich, ich,apenas lograba hablar:Creía verte en todos los alemanes.Y el lenguaje obsceno,una locomotora, una locomotoraque me apartaba con desdén, como a un judío.Judío que va hacia Dachau, Auschwitz, Belsen.Empecé a hablar como los judíos.Creo que podría ser judía yo misma.Las nieves del Tirol, la clara cerveza de Viena,no son ni muy puras ni muy auténticas.Con mi abuela gitana y mi suerte raray mis naipes de Tarot, y mis naipes de Tarot,podría ser algo judía.Siempre te tuve miedo,con tu Luftwaffe, tu jerga pomposay tu recortado bigotey tus ojos arios, azul brillante.Hombre-panzer, hombre-panzer: oh Tú…No Dios, sino un esvásticatan negra, que por ella no hay cielo que se abra paso.Cada mujer adora a un fascista,con la bota en la cara; el bruto,el bruto corazón de un bruto como tú.Estás de pie junto a la pizarra, papi,en el retrato tuyo que tengo,un hoyo en la barbilla en lugar de en el pie,pero no por ello menos diablo, no menosel hombre negro queme partió de un mordisco el bonito corazón en dos.Tenía yo diez años cuando te enterraron.A los veinte traté de morirpara volver, volver, volver a ti.Supuse que con los huesos bastaría.Pero me sacaron de la tumba,y me recompusieron con pegamento.Y entonces supe lo que había que hacer.Saqué de ti un modelo,un hombre de negro con aire de Meinkampf,e inclinación al potro y al garrote.Y dije sí quiero, sí quiero.De modo, papi, que por fin he terminado.El teléfono negro está desconectado de raíz,las voces no logran que críe lombrices.Si ya he matado a un hombre, que sean dos:el vampiro que dijo ser túy me estuvo bebiendo la sangre durante un año,siete años, si quieres saberlo.Ya puedes descansar, papi.Hay una estaca en tu negro y grasiento corazón,y a la gente del pueblo nunca le gustaste.Bailan y patalean encima de ti.Siempre supieron que eras tú.Papi, papi, hijo de puta, estoy acabada.“
„Me imagino dejando que pasen las horas sentado en la misma cama. Mirando la televisión sin mover un dedo, sólo por curiosidad de saber qué hace el tiempo con uno cuando uno no hace nada con el tiempo.“
„Cuando el sabio señala a la luna, el necio mira al dedo.“
„Cada instante aparece para traer los siguientes. Me aferro a cada instante con toda el alma; sé que es único, irremplazable, y sin embargo no movería un dedo para impedir su aniquilación.“
„Algo comienza para terminar; la aventura no admite añadiduras; sólo cobra sentido con su muerte. Hacia esta muerte, que acaso sea también la mía, me veo arrastrado irreversiblemente. Cada instante aparece para traer los siguientes. Me aferro a cada instante con toda el alma; sé que es único, irreemplazable, y, sin embargo, no movería un dedo para impedir su aniquilación.“
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