Juegos
Todos los emojis
Citas
Blog
Página de inicio
»
desfile
Relacionado con: desfile
„Me divierto con mi forma de vestir en el escenario; no es un concierto lo que estás viendo, es un desfile de moda.“
„Observa el rebaño que ante ti desfila apacentándose: no sabe lo que es ayer ni lo que es hoy, corre de un lado a otro, come, descansa, hace la digestión, vuelve a correr, y así de la mañana a la noche, día tras día, atado a muy poca distancia con su placer y desplacer a la estaca del momento y, por ello, sin melancolía ni hastío.“
„Los libros están para recordarnos lo tontos y estúpidos que somos. Son la guardia pretoriana de César, susurrando mientras tiene lugar el desfile por la avenida: «Recuerda, César, eres mortal.»“
„Los libros nos recuerdan que somos asnos y tontos. Son la guardia pretoriana del César, que murmura mientras los desfiles pasan ruidosamente por las avenidas «Recuerda, César, que eres mortal“
„Extraño como un pato en el Manzanares,torpe como un suicida sin vocación,absurdo como un belga por soleares,vacío como una isla sin Robinson,oscuro como un túnel sin tren expreso,negro como los ángeles de Machín,febril como la carta de amor de un preso…,Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.Perdido como un quinto en día de permiso,como un santo sin paraíso,como el ojo del maniquí,huraño como un dandy con lamparones,como un barco sin polizones…,así estoy yo, así estoy yo, sin ti.Más triste que un toreroal otro lado del telón de acero.Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.Vencido como un viejo que pierde al tute,lascivo como el beso del coronel,furtivo como el Lute cuando era el Lute,inquieto como un párroco en un burdel,errante como un taxi por el desierto,quemado como el cielo de Chernovil,solo como un poeta en el aeropuerto…,así estoy yo, así estoy yo, sin ti.Inútil como un sello por triplicado,como el semen de los ahorcados,como el libro del porvenir,violento como un niño sin cumpleaños,como el perfume del desengaño…,así estoy yo, así estoy yo, sin ti.Más triste que un toreroal otro lado del telón de acero.Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.Amargo como el vino del exiliado,como el domingo del jubilado,como una boda por lo civil,macabro como el vientre de los misiles,como un pájaro en un desfile…,así estoy yo, así estoy yo, sin ti.Más triste que un toreroal otro lado del telón de acero.Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.“
„Y cigarras sonoras, y piedras calcinadas, se asoman a mis largas siestas, sin que concluya este lento desfile de puntos por mis manos. Y a ratos, en el aire que impregnan los manzanos, van y vienen dos frases: Eres mía. Soy tuya.“
„El abrazo continuó, se hizo pura energía, vasos comunicantes de sentimientos que iban y venían en un flujo armónico aunque intempestivo. Un millón de escenas, imágenes, palabras y momentos desfiló por sus cabezas, resumiendo una vida en común.“
„Entonces, mira, a veces una muchacha parte en bicicleta,la ves de espaldas alejándose por un camino (¿la Gran Vía,King´s Road, la Avenue de Wagran, un senderoentre álamos, un paso entre colinas?), hermosa y joven laves de espaldas yéndose, más pequeña ya, resbalando en latercera dimensión y yéndose,y te preguntas si llegará, si salió para llegar, si salióporque quería llegar, y tienes miedo como siempre hastenido miedo por ti mismo, la ves irse tan frágil yblanca en una bicicleta de humo, te gustaría estar con ella,alcanzarla en algún recodo y apoyar una mano en el/manubrioy decir que también tú has salido, que también tú quieresllegar al sur,y sentirte por fin acompañado porque la estás acompañando,larga será la etapa pero allí en lo alto el aire es limpioy no hay papeles y latas en el suelo, hacia el fondo delvalle se dibujará por la mañana el ojo celeste de un lago.Sí, también eso lo sueñas despierto en tu oficina o enla cárcel, mientras te aplauden en un escenario o unacátedra, bruscamente ves el rumbo posible, ves la chicayéndose en su bicicleta o el marinero con su bolsa alhombro, entonces es cierto, entonces hay gente que seva, que parte para llegar, y es como un azote de palomasque te pasa por la cara, por qué no tú, hay tantasbicicletas, tantas bolsas de viaje, las puertas de laciudad están abiertas todavía,y escondes la cabeza en la almohada, acaso lloras.Porque, son cosas que se saben, la ruta del sur llevaa la muerte,allá, como la vio un poeta, vestida de almirante esperao vestida de sátrapa o de bruja, la muerte coronel ogeneral esperasin apuro, gentil, porque nadie se apura en los aeródromos,no hay cadalsos ni piras, nadie redobla los tamborespara anunciar la pena, nadie venda los ojos de los reosni hay sacerdotes que le den a besar el crucifijo a lamujer atada a la estaca, eso no es ni siquiera Ruán y noes Sing-Sing, no es la Santé,allá la muerte espera disfrazada de nadie, allá nadiees culpable de la muerte, y la violenciaes una vacua acusación de subversivos contra la disciplinay la tranquilidad del reino,allá es tierra de paz, de conferencias internacionales,copas de fútbol, ni siquiera los niños revelarán queel rey marcha desnudo en los desfiles, los diarioshablarán de la muerte cuando la sepan lejos, cuando sepueda hablar de quienes mueren a diez mil kilómetros,entonces sí hablarán, los télex y las fotos hablarán sinmordaza, mostrarán cómo el mundo es una morgue/malolientemientras el trigo y el ganado, mientras la paz del sur,mientras la civilización cristiana.Cosas que acaso sabe la muchacha perdiéndose a lo lejos,ya inasible silueta en el crepúsculo, y quisieras estary preguntarle, estar con ella, estar seguro de que sabe,pero cómo alcanzarla cuando el horizonte es una solalínea roja ante la noche, cuando en cada encrucijadahay múltiples opciones engañosas y ni siquiera unaesfinge para hacerte las preguntas rituales.¿Habrá llegado al sur?¿La alcanzarás un día?Nosotros, ¿llegaremos?(Se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos, una lista de desaparecidos, un viento en el tejado – )¿Llegaremos un día?Ella partió en su bicicleta, la viste a la distancia,no volvió la cabeza, no se apartó del rumbo. Acaso entróen el sur, lo vio sucio y golpeado en cuarteles y callespero sur, esperanza de sur,sur esperanza. ¿Estará sola ahora, estará hablandocon gente como ella, mirarán a lo lejos por si otrasbicicletas apuntaran filosas?( – un grito allá abajo en la calle, esa foto del Newsweek – )¿Llegaremos un día?“
„Observa el rebaño que ante ti desfila apacentándose: no sabe lo que es ayer ni lo que es hoy, corre de un lado a otro, come, descansa, hace la digestión, vuelve a correr, y así de la mañana a la noche, día tras día, atado a muy poca distancia con su placer y desplacer a la estaca del momento y, por ello, sin melancolía ni hastío. Ver esto le resulta duro al hombre porque ante el animal se jacta de su humanidad y, sin embargo, mira envidioso su felicidad — pues lo único que quiere es vivir de igual modo que el animal, sin hastío ni dolores, pero lo quiere en vano porque no lo quiere como el animal.“