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Relacionado con: desgracia
„Continué viéndola y aún la recuerdo así: soberbia y mendicante, inclinada hacia el brazo que sostenía la valija, no paciente, sino desprovista de la comprensión de la paciencia, con los ojos bajos, generando con su sonrisa el apetito suficiente para seguir viviendo, para contar a cualquiera, con un parpadeo, con un movimiento de la cabeza, que esta desgracia no importaba, que las desgracias sólo servían para marcar fechas, para separar y hacer inteligibles los principios y los finales de las numerosas vidas que atravesamos y existimos“
„Las desgracias y las tragedias despiertan en nosotros por lo general una curiosidad un tanto desagradable. Nos paramos cuando vemos que ha habido un accidente de coche. Miramos de reojo al pasar al lado del coche siniestrado. Si viene una ambulancia por la calle, mucha gente se para hasta que las sirenas dejan de sonar y el vehículo se detiene ante un edificio. Los más curiosos esperan hasta que sacan a la víctima en la camilla. Nos paramos porque queremos asegurarnos de que no somos nosotros los que vamos en esa camilla.“
„Tengo miedo de una cosaque vive y que no se ve.Tengo miedo a la desgracia traidoraque viene, y que nunca se sabe dónde viene. Adrianie, donde estas.“
„Es una desgracia que no se pueda confiar en los hombres, a menos que se les esté vigilando.“
„Eso es lo que yo hago en televisión le cuento al país sus propias desgracias“
„Juro a vuestras mercedes que no lograba odiarla. Por el contrario, la certeza de que tenía parte en mi desgracia dejábame un regusto agridulce, que intensificaba el hechizo de su recuerdo. Era malvada –y aún lo fue más con el tiempo, voto a Cristo– pero era bellísima. Y justo esa connivencia de maldad y de belleza, tan ligadas una a otra, me causaba una fascinación intensa, un doloroso placer al sufrir trabajos y penar por su causa.“
„Es a la física y a la experiencia a las que debe recurrir el hombre. A ellas debe consultar en su religión y en su moral, en sus leyes y en su gobierno político, en las ciencias y en las artes, en los placeres y en las desgracias. Barón Holbach. Sistema de la naturaleza“
„Todas las guerras son malas, pero la guerra civil es la peor de todas, pues enfrenta al amigo con el amigo, al vecino con el vecino, al hermano contra el hermano. Hace casi 80 años, entre 1936 y 1939, en tiempos de nuestros abuelos y bisabuelos, una espantosa guerra civil tuvo lugar en España. Causó miles de muertos, destruyó hogares, arruinó el país y llevó a mucha gente al exilio. Para evitar que tan desoladora tragedia vuelva a repetirse nunca es conveniente recordar cómo ocurrió. Así, de aquella desgracia podrán extraerse conclusiones útiles sobre la paz y la convivencia que jamás se deben perder. Lecciones terribles que jamás debemos olvidar.“
„Feminismo y feminidad no se excluyen mutuamente. Es misógino sugerir lo contrario. Por desgracia, las mujeres han aprendido a avergonzarse y disculparse de los intereses que tradicionalmente se consideran femeninos, tales como la moda y el maquillaje. Pero nuestra sociedad no espera que los hombres se avergüencen de los intereses que tradicionalmente se consideran masculinos: los coches deportivos, ciertos deportes profesionales. De igual modo, el cuidado personal masculino no despierta las mismas sospechas que el femenino: a un hombre bien vestido no le preocupa que, por el hecho de vestir elegante, se deriven determinadas presunciones sobre su inteligencia, capacidad o seriedad. Una mujer, por otro lado, siempre es consciente de cómo un pintalabios llamativo o un conjunto de ropa meditado puede inducir a que la consideren frívola.“
„Una gran desgracia, en cualquier caso, para la vida interior de la vida y también para todos aquellos que aún desean utilizar subjetivamente la palabra, tensarla y estirarla hacia miles de conexiones de luz que quedan por restablecer en la gran oscuridad del mundo.“
„Todos los géneros de felicidad se asemejan, pero cada desgracia tiene su carácter peculiar.“
„En la vida sólo hay dos verdaderas desgracias: el remordimiento de conciencia y la enfermedad. Y la felicidad es sólamente la ausencia de estos dos males.“
„En las historias de amor la felicidad es siempre igual, en cambio, cada desgracia tiene su fisonomía.“
„A ese sabio no le sorprendía sobremanera que seres tan miserables, simples juguetes de las fuerzas naturales, se encontrasen tan a menudo envueltos en situaciones tan absurdas como terribles; pero para desgracia suya, solía creer que los revolucionarios eran todavía más necios que el resto de los hombres, y eso era ya puro prejuicio ideológico. Por lo demás, no era nada pesimista, y no consideraba que la vida fuese tan nefasta. Admiraba, entre otras cosas que la naturaleza tiene, la mecánica celeste y el amor físico, acomodándose perfectamente al insidioso trabajo cotidiano mientras llegaba ese día que nos liberaría del deseo y del miedo que impera en todo ser viviente.“
„«¡La desgracia grande de no poder estar solo!…» -dice en algún lado La Bruyère, como para avergonzar a todos los que corren a olvidarse entre la muchedumbre, temerosos, sin duda, de no poder soportarse a sí mismos.“
„Geografía social: Todos los hombres nacemos iguales. Pero por desgracia en paises distintos.“
„La vida, la desgracia, el aislamiento, el abandono, la pobreza, son campos de batalla que tienen sus héroes; héroes oscuros, pero más grandes a veces que los héroes ilustres.“
„¡Dichoso, aún en medio del dolor, aquél que a Dios ha dado un alma digna del amor y de la desgracia! El que no ha visto las cosas de este mundo y el corazón de los hombres a esta doble luz, no ha visto nada verdadero, ni sabe nada.El alma que ama y padece se encuentra en un estado sublime.“
„Por desgracia Dios les da aire a los hombres, pero la ley de lo vende. No acuso a la ley pero bendigo a Dios“
„La vida empezó a hacerse dura para Marius. Comerse la ropa y el reloj no significaba nada. Se vio reducido a esa situación inexplicable que se llama comerse los codos, algo terrible que se traduce en días sin pan, noches sin sueños y sin luz, hogar sin fuego, semanas sin trabajo, porvenir sin esperanza; la levita rota en los codos, el sombrero viejo y raído, que hace reír a las jóvenes; la puerta cerrada de noche, porque no se paga a la patrona; la insolencia del portero y del bodegonero, la burla de los vecinos, las humillaciones, la dignidad ultrajada; el trabajo de cualquier clase, aceptado; los disgustos, la amargura, el abatimiento. Marius aprendió a devorarlo todo, y a no tener para devorar más que estas cosas. En ese momento de la existencia en que el hombre tiene necesidad de orgullo, porque tiene necesidad de amor, se vio despreciado, porque iba mal vestido, y se sintió ridículo, porque era pobre. A la edad en que la juventud hincha el corazón con imperial altivez, posó más de una vez los ojos en las botas agujereadas y conoció las injustas afrentas, el punzante bochorno de la miseria. Admirable y terrible prueba, de la cual los débiles salen infames y los fuertes, sublimes. Crisol donde el destino arroja a un hombre muchas veces, cuando quiere hacer de él un ser despreciable o un semidiós.Porque hay muchas acciones grandes en estas pequeñas luchas. El valor tenaz e ignorado, que se defiende palmo a palmo en la sombra, contra la fatal invasión de las necesidades y de la ignominia. Nobles y misteriosos triunfos que ninguna mirada ve, que ninguna fama recompensa, que ningún aplauso saluda. La vida, la desgracia, el aislamiento, el abandono, y la pobreza son campos de batalla que tienen sus héroes, héroes oscuros, es verdad, pero a veces más grandes que los héroes ilustres.Hay naturalezas firmes y raras, que han sido creadas así; la miseria, casi siempre madrastra, es algunas veces madre, la desnudez engendra en ocasiones el vigor del alma y del corazón; la miseria suele ser nodriza de la grandeza; la desgracia es una buena leche para los magnánimos.“
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