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desierto
Relacionado con: desierto
„Dios entrenó a Moisés en un palacio para luego usarlo en el desierto. Entrenó a José en el desierto para luego usarlo en un palacio.“
„En tanto en Cataluña quedase un solo catalán, y piedras en los campos desiertos, hemos de tener enemigos y guerra.“
„Siento haber de dejar deshabitadocuerpo que amante espíritu ha ceñido;desierto un corazón siempre encendido,donde todo el Amor reinó hospedado.“
„Retirado en la paz de estos desiertoscon pocos, pero doctos libros juntos,vivo en conversación con los difuntos,y escucho con mis ojos a los muertos.Si no siempre entendidos, siempre abiertos,o enmiendan, o fecundan mis asuntos;y en músicos callados contrapuntosal sueño de la vida andan despiertos.Las grandes almas que la muerte ausenta,de injurias de los años vengadora,libra, ¡oh gran don Joseph!, docta la imprenta.En fuga irrevocable huye la hora;pero aquella el mejor cálculo cuenta,que en la lección y estudios nos mejora.“
„Retirado en la paz de estos desiertos,con pocos, pero doctos libros juntos,vivo en conversación con los difuntos,y escucho con mis ojos a los muertos.Si no siempre entendidos, siempre abiertos,o enmiendan, o fecundan mis asuntos;y en músicos callados contrapuntosal sueño de la vida hablan despiertos.“
„Veo a Israel como uno de los grandes puestos de avanzada de la democracia (…) como un ejemplo maravilloso de lo que se puede hacer, de cómo el desierto puede convertirse en un oasis de democracia y fraternidad.“
„Cada uno somos un desierto.“
„Baile La Carmen está bailando por las calles de Sevilla. Tiene blancos los cabellos y brillantes las pupilas. ¡Niñas, corred las cortinas! En su cabeza se enrosca una serpiente amarilla, y va soñando en el baile con galanes de otros días. ¡Niñas, corred las cortinas! Las calles están desiertas y en los fondos se adivinan, corazones andaluces buscando viejas espinas. ¡Niñas, corred las cortinas! * * * *“
„Reflexionó unos segundos, mirando a la mujer sentada frente a él y sintiendo que ella podía hacer su desierto menos parecido a un destierro. Se acordó de la otra mujer que trató unos años atrás, pero la borró de su mente con un esfuerzo deliberado. Si alguna vez encontraba otra compañera, tenía que ser una que conociera y comprendiera lo que era el saber, la erudición, y lo que todo ello exigía de una persona.“
„Las ciudades desiertas o desenterradas son incomparablemente más bellas que las vivas.“
„La Guía del autoestopista galáctico tiene varias cosas que decir respecto a las toallas. Dice que una toalla es el objeto de mayor utilidad que puede poseer un autoestopista galáctico. En parte, tiene un gran valor práctico: uno puede envolverse en ella para calentarse mientras viaja por las lunas frías de jaglan Beta; se puede tumbar uno en ella en las refulgentes playas de arena marmórea de Santraginus V, mientras aspira los vapores del mar embriagador; se puede uno tapar con ella mientras duerme bajo las estrellas que arrojan un brillo tan purpúreo sobre el desierto de Kakrafun; se puede usar como vela en una balsa diminuta para navegar por el profundo y lento río Moth; mojada, se puede emplear en la lucha cuerpo a cuerpo; envuelta alrededor de la cabeza, sirve para protegerse de las emanaciones nocivas o para evitar la mirada de la Voraz Bestia Bugblatter de Traal (animal sorprendentemente estúpido, supone que si uno no puede verlo, él tampoco lo ve a uno; es tonto como un cepillo, pero voraz, muy voraz); se puede agitar la toalla en situaciones de peligro como señal de emergencia, y, por supuesto, se puede secar uno con ella si es que aún está lo suficientemente limpia.“
„Si recordamos que Moisés descubrió a Dios en una zarza insignificante que ardía en medio del desierto, si tenemos en cuenta que Buda alcanzó la iluminación durmiendo debajo de una higuera, si no olvidamos que Jesucristo nació en un pesebre… podemos darnos cuenta de la poca importancia que tiene el dónde empiezas en comparación con la grandeza del hacia dónde vas.“
„Es lo habitual en esos lugares; se juzga excéntrico al hombre de verdad, porque las facultades no son más que centros que cuidan de una clase media sin personalidad, de esa clase media que tiene su perfecta expresión en las inmediaciones de las universidades, en esas hileras de casas de gente acomodada, con céspedes y un televisor en cada sala de estar con todo el mundo pensando lo mismo al mismo tiempo, mientras los Japhy del mundo merodean por el yermo, para escuchar la voz que clama en el desierto, para descubrir el éxtasis de las estrellas para dar con el misterioso y sombrío secreto del origen de la crapulosa civilización sin rostro ni fantasía.“
„Donde no está el hombre, la naturaleza es un desierto.“
„Ver pasar el tiempo en un reloj de arena es como beber una copa de desierto.“
„Las calles de la ciudad estaban llenas de gente, pero la extranjera no se habría sentido más sola de haber estado desiertas.“
„No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre.“
„Cerrando los ojos, volviendo la cabeza, escuchando. Oh que viento solitario. México es un país raro. Todo selvas y desiertos y extensiones solitarias y aquí y allí un pueblo pequeño como éste, con unaa pocas luces encendidas que puedes apagar con un castañeo de los dedos.“
„Quisiera recordar – dijo Ylla rompiendo el silencio y mirando a lo lejos, más allá de la figura de su marido, frío, erguido, de mirada amarilla.- ¿Qué quisieras recordar? – preguntó el señor K bebiendo un poco de vino.- Aquella canción – respondió Ylla -, aquella dulce y hermosa canción. Cerró los ojos y tarareó algo, pero no la canción. – La he olvidado y no se por qué. No quisiera olvidarla. Quisiera recordarla siempre.Movió las manos, como si el ritmo pudiera ayudarle a recordar la canción.Luego se recostó en su silla.- No puedo acordarme – dijo, y se echó a llorar.- ¿Por qué lloras? – le preguntó su marido.- No sé, no sé, no puedo contenerme. Estoy triste y no sé por qué. Lloro y no sé por qué.Lloraba con el rostro entre las manos; los hombros sacudidos por los sollozos.- Mañana te sentirás mejor – le dijo su marido.Ylla no lo miró. Miró únicamente el desierto vacío y las brillantísimas estrellas que aparecían ahora en el cielo negro, y a lo lejos se oyó el ruido creciente del viento y de las aguas frías que se agitaban en los largos canales. Cerró los ojos, estremeciéndose.- Sí – dijo -, mañana me sentiré mejor…“
„Canibalismo. Imagínenlo: Comerse a otro ser humano. Tendrías que ser un maniático de la carne, amigo. Tendrías que estar muy putamente hambriento. Pero pasa, ¿no? Sigue pasando hoy en día. Un montón de gente varada en el desierto ya sin reservas de pop tarts, deben comer algo. Y por cierto, ¿cómo deciden a quien se van a comer primero? ¿cómo deciden quien será el primero en ir a la parilla? Como decidirse entre el tipo pequeño que es flaco y no dará lucha, o abalanzarse todos encima del tipo que va al gimnasio porque tiene un montón de filetes y chuletas.“
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