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Relacionado con: dirección
„Al mismo tiempo, y aun prescindiendo por completo del esclavizamiento general que entraña el sistema del trabajo asalariado, la clase obrera no debe exagerar a sus propios ojos el resultado final de estas luchas diarias. No debe olvidar que lucha contra los efectos, pero no contra las causas de estos efectos; que lo que hace es contener el movimiento descendente, pero no cambiar su dirección; que aplica paliativos, pero no cura la enfermedad. No debe, por tanto, entregarse por entero a esta inevitable lucha guerrillera, continuamente provocada por los abusos incesantes del capital o por las fluctuaciones del mercado. Debe comprender que el sistema actual, aun con todas las miserias que vuelca sobre ella, engendra simultáneamente las condiciones materiales y las formas sociales necesarias para la reconstrucción económica de la sociedad. En vez del lema conservador de «¡Un salario justo por una jornada de trabajo justa!», deberá inscribir en su bandera esta consigna revolucionaria: «¡Abolición del sistema del trabajo asalariado!“
„No debo proceder por tierra hacia el Este, como es habitual, sino por una ruta hacia el oeste, en la dirección en la que hasta ahora no tenemos ninguna evidencia segura de que alguien haya ido.“
„El liderazgo es influencia, la habilidad de una persona de influenciar a otros para que sigan su dirección. Los líderes famosos siempre han sabido esto.“
„Es necesario un organismo general de la lucha revolucionaria de toda la democracia rusa, con el suficiente prestigio para fundir en un todo único la democracia de la capital y la de provincias y que pueda convertirse, llegado el momento, de órgano de dirección de la lucha revolucionaria del pueblo en un órgano de Poder revolucionario que movilice todas las fuerzas vivas del pueblo contra las fuerzas de la contrarrevolución. Ese organismo sólo puede ser el Soviet de Diputados Obreros, Soldados y campesinos de toda Rusia.“
„… nuestro Partido, que no comparte ni puede compartir con ningún otro la dirección del Estado. Esto es lo que nosotros llamamos dictadura del proletariado.“
„Determinar la dirección del golpe principal significa decidir de antemano el carácter de las operaciones durante todo el período de la guerra, significa, por consiguiente, decidir de antemano en sus nueve décimas partes la suerte de toda la guerra.“
„La longitud de una barra de metro rígida que se mueve en la dirección de su longitud con una velocidad 𝑣 es √1-𝑣² / 𝑐² de un metro. La barra rígida es más corta cuando está en movimiento que cuando está en reposo, y cuanto más rápido se mueve, más corta es la barra.“
„La experiencia nos enseña que amar no significa en absoluto mirarnos el uno al otro, sino mirar juntos en la misma dirección.“
„El amor no consiste en mirar al otro, sino en mirar juntos en la misma dirección.“
„En cualquier dirección que recorras el alma, nunca tropezarás con sus límites.“
„En realidad, sólo existe la dirección que tomamos, lo que puede haber sido ya no vale“
„Funes discernía continuamente los tranquilos avances de la corrupción, de las caries, de la fatiga. Notaba los progresos de la muerte, de la humedad. Era el solitario y lúcido espectador de un mundo multiforme, instantáneo y casi intolerablemente preciso. Babilonia, Londres y Nueva York han abrumado con feroz esplendor la imaginación de los hombres; nadie, en sus torres populosas o en sus avenidas urgentes, ha sentido el calor y la presión de una realidad tan infatigable como la que día y noche convergía sobre el infeliz Ireneo, en su pobre arrabal sudamericano. Le era muy difícil dormir. Dormir es distraerse del mundo; Funes, de espaldas en el catre, en la sombra, se figuraba cada grieta y cada moldura de las casas precisas que lo rodeaban. (Repito que el menos importante de sus recuerdos era más minucioso y más vivo que nuestra percepción de un goce físico o de un tormento físico.) Hacia el Este, en un trecho no amanzanado, había casas nuevas, desconocidas. Funes las imaginaba negras, compactas, hechas de tiniebla homogénea; en esa dirección volvía la cara para dormir. También solía imaginarse en el fondo del río, mecido y anulado por la corriente.“
„Las personas eran como los títeres o los juguetes de cuerda, tenían todas un resorte oculto que permitía mover sus hilos y hacerlas correr en la dirección que uno deseaba.“
„Gulp –dijeron la sopa y Manuel en estrecha alianza, rota instantáneamente por un ataque de tos que los proyectó en direcciones opuestas.“
„Fue un alto en el tiempo, una línea que cesa de pronto en el ritmo del dibujo antes de recomenzar en otra parte del papel, buscando una nueva dirección.“
„Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos.“
„EL EJERCICIO DE LA SEMILLA Arrodíllese en el suelo. Siéntese después sobre sus talones y doble el cuerpo de manera que su cabeza quede en sus rodillas. Extienda los brazos para atrás. Quedará, así, en una posición fetal. Ahora descanse y olvide todas las tensiones. Respire con calma y profundamente. Poco a poco notará que es una minúscula semilla, rodeada por el bienestar que da la tierra. Todo es cálido y agradable alrededor. Duerme un sueño tranquilo. De repente, un dedo se mueve. El brote no quiere más ser semilla, quiere nacer. Lentamente, empiece a mover los brazos; después, su cuerpo irá irguiéndose hasta que quedará sentado en sus talones. Ahora comience a levantarse y, lentamente, muy lentamente, estará erecto, de rodillas en el suelo. Durante este tiempo, imagínese que es una semilla transformándose en brote y rompiendo poco a poco la tierra. Llegó el momento de romper la tierra por completo. Empiece a levantarse lentamente, colocando un pie en el suelo, después el otro, luchando contra el desequilibrio como un brote lucha para encontrar su espacio. Hasta que quede de pie. Imagine el campo a su alrededor, el sol, el agua, el viento, los pájaros. Es un brote que comienza a crecer. Levante muy despacio los brazos en dirección al cielo. Después, extiéndalos cada vez más, cada vez más, como si quisiera agarrar el inmenso sol que brilla sobre su cabeza y le da fuerzas y le atrae. Su cuerpo empieza a quedar cada vez más rígido, sus músculos se tensan todos, mientras crece y crece y se vuelve inmenso. La tensión aumenta tanto que se hace dolorosa, insoportable. Cuando no aguante más, grite y abra los ojos. Repetir este ejercicio siete días seguidos, siempre a la misma hora.“
„Citaría a Platón, ya que estaría ante un intelectual. Según él, al principio de la creación, los hombres y las mujeres no eran como son hoy; había sólo un ser, que era bajo, con un cuerpo, pero cuya cabeza tenía dos caras, cada una mirando en una dirección. Era como si dos criaturas estuviesen pegadas por la espalda, con dos sexos opuestos, cuatro piernas, cuatro brazos.Los dioses griegos, sin embargo, eran celosos, y vieron que una criatura que tenía cuatro brazos trabajaba más, dos caras opuesta estaban siempre vigilantes y no podían ser atacadas a traición, cuatro piernas no exigiían tanto esfuerzo para permaneces de pie o andar durante largos períodos. Y lo que era más peligroso: la criatura tenía dos sexos diferentes, no necesitaba a nadie más para seguir reproduciéndose en la Tierra.Entonces dijo Zeus, el supremo señor del Olimpo: Tengo un planpara hacer que esos mortales pierdan su fuerza.Y con un rayo, partió a la criatura en dos, y así creo al hombre y a la mujer. Eso aumentó mucho la población del mundo, y al mismo tiempo desorientó y debilitó a los que en él habitaban, porque ahora tenían que buscar su parte perdida, abrazarla de nuevo, y en ese abrazo recuperar la antigua fuerza, la capacidad de evitar la traición, la resistencia para andar largos períodos y soportar el trabajo agotador. A ese abrazo donde los dos cuerpos se confunden de nuevo en uno lo llamamos sexo.“
„«Quién me permitiera ser como el viento, que nadie sabe de dónde viene ni hacia dónde va y cambia de dirección sin tener que darle explicaciones a nadie.»“
„Cuando llega la hora de la verdad, en realidad sólo existen dos tipos de hombres en el mundo —dijo Andy, protegiendo una cerilla con ambas manos ahuecadas y encendiendo un cigarrillo—. Supongamos, Red, que hubiera una casa llena de pinturas y esculturas extrañas y de bellos objetos antiguos. Y supongamos que el propietario de la casa se enterara de que un huracán espantoso avanzaba precisamente en aquella dirección. Uno de los dos tipos de hombres a que me refiero, sencillamente espera que suceda lo mejor. El huracán puede cambiar de curso, se dice a sí mismo. Ningún huracán bien pensante se atrevería jamás a destruir todos esos Rembrandts, mis dos caballos de Degas, mis Grant Wood y mis Benton. Además, Dios no lo permitiría. Y si de todos modos ocurriera lo peor, están asegurados. Ése es un tipo de hombre. El otro sencillamente supone que el huracán arrasará la casa sin más. Si el centro meteorológico anuncia que el huracán ha cambiado de curso, este individuo cree que volverá a cambiar para arrasar su casa. Este segundo tipo de individuo sabe que no existe mal alguno en esperar lo mejor, siempre que estés preparado para lo peor.Yo también encendí un cigarrillo.—¿Me estás diciendo que estás preparado para la eventualidad?—Sí. Estoy preparado para el huracán.“
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