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Relacionado con: edad
„Al fin y al cabo, no es cosa tan terrible empezar a ser completamente feliz a la edad de veintiséis y dieciocho años, respectivamente, y puesto que estoy convencida de que la tiranía del general, lejos de dañar aquella felicidad, la promovió, permitiendo que Henry y Catherine lograran un más perfecto conocimiento mutuo al mismo tiempo que un mayor desarrollo del afecto que los unía, dejo al criterio de quien por ello se interese decidir si la tendencia de esta obra es recomendar la tiranía paterna o recompensar la desobediencia filial.“
„Después de cierta edad, empezamos“
„A cada edad de un hombre, el hombre se hace mas grande“
„Después de cierta edad, empezamos a utilizar una máscara de seguridad y certeza. Con el tiempo, esa máscara se pega a la cara y ya no se puede quitar.“
„Lo mejor es que no le parezco osco ni reservado. Elaine y yo pasamos mucho tiempo juntos; supongo que si no tuviese una edad tan grotesca, diría que es mi chica. Sin embargo no está mal que sólo sea una amiga especial; a veces es mejor que una novia. Nos ahorramos muchos de los problemas que trae aparejados el noviazgo, y, aunque sé que nadie por debajo de los cincuenta me creerá, en ocasiones las cenizas son mejores que una auténtica fogata. Es extraño, pero cierto.“
„Ya vemos que llegaste a la más avanzada edad a que puede llegar un hombre; pesan sobre ti cien años o más. Pues bien, saca las cuentas de tu existencia; cuenta qué parte de ese tiempo se ha llevado el acreedor, cuál la amiga, cuál el rey, cuál el cliente; cuánto tiempo perdiste peleándote con tu mujer, corrigiendo a tus esclavos, yendo de visita por la ciudad; añade a ello las enfermedades que tú mismo provocaste y el tiempo perdido inútilmente: verás que tienes menos años de los que cuentas.“
„Mi juventud fue sacrificada al servicio de los españoles mi edad mediana al de la patria, creo que me he ganado mi vejez.“
„[…] ¿Están las cosas tan mal como parece? ¿O me he vuelto viejo, como mi padre, y a todo le encuentro un sabor amargo comparado con cuando era niño?Kote se entretuvo frotando la barra, como si se resistiera a hablar.—Creo que las cosas siempre van mal de un modo u otro —declaró—. Quizá sea que solo nosotros, los mayores, nos damos cuenta.Graham fue a asentir, pero frunció el entrecejo.—Pero tú no eres mayor, ¿no? Siempre se me olvida. —Miró de arriba abajo al pelirrojo—. Es decir, te mueves como un viejo y hablas como un viejo, pero no lo eres, ¿verdad? Calculo que tendrás la mitad de mis años. —Lo miró entornando los ojos—. ¿Qué edad tienes, por cierto?—La suficiente para sentirme viejo —contestó el posadero con una sonrisa que denotaba cansancio.“
„Me llamo Kvothe, que se pronuncia «cuouz». Los nombres son importantes porque dicen mucho sobre la persona. He tenido más nombres de los que nadie merece.Los Adem me llaman Maedre. Que, según cómo se pronuncie, puede significar la Llama, el Trueno o el Árbol Partido.La Llama es obvio para todo el que me haya visto. Tengo el pelo de color rojo intenso. Si hubiera nacido hace un par de siglos, seguramente me habrían quemado por demonio. Lo llevo corto, pero aun así me cuesta dominarlo. Si lo dejo a su antojo, se me pone de punta y parece que me hayan prendido fuego.El Trueno lo atribuyo a mi potente voz de barítono y a la instrucción teatral que recibí a temprana edad.El Árbol Partido nunca lo he considerado muy importante.Aunque pensándolo bien, supongo que podríamos considerarlo al menos parcialmente profético.Mi primer mentor me llamaba E’lir porque yo era listo y lo sabía. Mi primera amante me llamaba Dulator porque le gustaba cómo sonaba. También me han llamado Shadicar, Dedo de Luz y Seis Cuerdas. Me han llamado Kvothe el Sin Sangre, Kvothe el Arcano y Kvothe el Asesino de Reyes. Todos esos nombres me los he ganado. Los he comprado y he pagado por ellos.Pero crecí siendo Kvothe. Una vez mi padre me dijo que significaba «saber».Me han llamado de muchas otras maneras, por supuesto. La mayoría eran nombres burdos, aunque muy pocos eran inmerecidos.He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.Quizá hayas oído hablar de mí.“
„Me llamo Kvothe, que se pronuncia «cuouz».Los nombres son importantes porque dicen mucho sobre la persona.He tenido más nombres de los que nadie merece.Los Adem me llaman Maedre. Que, según como se pronuncie,puede significar la Llama, el Trueno o el Árbol PartidoMi primer mentor me llamaba E’lir porque yo era listo y lo sabía.Mi primera amante me llamaba Dulator porque le gustaba cómo sonaba. Me han llamado Kvothe el Sin Sangre, Kvothe el Arcano y Kvothe el Asesino de Reyes. Todos esos nombres me los he ganado.Los he comprado y he pagado por ellos.Pero crecí siendo Kvothe. Una vez mi padre me dijo que significaba «saber».He robado princesas a reyes agónicos.Incendié la ciudad de Trebon.He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo.Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar.He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día.He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.Quizá hayas oído hablar de mí.“
„Con la edad se deterioran muchas cosas. Las manos y la espalda cobran rigidez. La visión empeora. La piel se vuelve áspera y la belleza se apaga.“
„…: el silencio que los jóvenes han de guardar ante personas de más edad; cómo han de hacer que se sienten y levantarse ellos en su presencia; el respeto de los propios padres; y también el modo de cortarse el pelo, de vestir y calzar, el pergeño general del cuerpo y, en fin, todo cuanto hay de semejante a esto. ¿No te parece?“
„Blanca, en cambio, se había acostumbrado a vivir sola. Terminó por encontrar pazen sus quehaceres de la gran casa, en su taller de cerámica y en sus Nacimientos deanimales inventados, donde lo único que correspondía a las leyes de la biología era laSagrada Familia perdida en una multitud de monstruos. El único hombre de su vida eraPedro Tercero, pues tenía vocación para un solo amor. La fuerza de eseinconmovible sentimiento la salvó de la mediocridad y de la tristeza de su destino.Permanecía fiel aun en los momentos en que él se perdía detrás de algunas ninfas depelo lacio y huesos largos, sin amarlo menos por ello. Al principio creía morir cada vezque se alejaba, pero pronto se dio cuenta de que sus ausencias duraban lo que unsuspiro y que invariablemente regresaba más enamorado y más dulce. Blanca preferíaesos encuentros furtivos con su amante en hoteles de cita, a la rutina de una vida encomún, al cansancio de un matrimonio y a la pesadumbre de envejecer juntoscompartiendo las penurias de fin de mes, el mal olor en la boca al despertar, el tediode los domingos y los achaques de la edad. Era una romántica incurable. Alguna veztuvo la tentación de tomar su maleta de payaso y lo que quedaba de las joyas delcalcetín, e irse con su hija a vivir con él, pero siempre se acobardaba. Tal vez temíaque ese grandioso amor, que había resistido tantas pruebas, no pudiera sobrevivir a lamás terrible de todas: la convivencia. Alba estaba creciendo muy rápido y comprendíaque no le iba a durar mucho el buen pretexto de velar por su hija para postergar lasexigencias de su amante, pero prefería siempre dejar la decisión para más adelante.En realidad, tanto como temía la rutina, la horrorizaba el estilo de vida de PedroTercero, su modesta casita de tablas y calaminas en una población obrera, entrecientos de otras tan pobres como la suya, con piso de tierra apisonada, sin agua y conun solo bombillo colgando del techo. Por ella, él salió de la población y se mudó a undepartamento en el centro, ascendiendo así, sin proponérselo, a una clase media a lacual nunca tuvo aspiración de pertenecer. Pero tampoco eso fue suficiente para Blanca.El departamento le pareció sórdido, oscuro, estrecho y el edificio promiscuo. Decía queno podía permitir que Alba creciera allí, jugando con otros niños en la calle y en lasescaleras, educándose en una escuela pública. Así se le pasó la juventud y entró en lamadurez, resignada a que los únicos momentos de placer eran cuando salíadisimuladamente con su mejor ropa, su perfume y las enaguas de mujerzuela que aPedro Tercero cautivaban y que ella escondía, arrebolada de vergüenza, en lo mássecreto de su ropero, pensando en las explicaciones que tendría que dar si alguien lasdescubría. Esa mujer práctica y terrenal para todos los aspectos de la existencia,sublimó su pasión de infancia, viviéndola trágicamente. La alimentó de fantasías, la idealizó, la defendió con fiereza, la depuró de las verdades prosaicas y pudo convertirlaen un amor de novela.“
„(…) estábamos en la edad en la que la pobreza es de buen tono.“
„… ya que todo pariente o amigo de la familia con edad suficiente para llevar el titulo con cierta dignidad, pasa automáticamente a llamarse tío o tía“
„«Hay diferencia entre vejez y ancianidad. No es cosa de edad, sino de estado de salud física y mental —le explicó Cathy—. Los viejos pueden mantener su independencia, pero los ancianos necesitan asistencia y vigilancia hasta que llega un momento en que son como niños.»“
„La edad no lo había hecho más sabio ni más manso, sólo más rebelde.“
„La teoría de que la infancia debe ser un período de inocencia plácida no existía entonces, ése fue un invento posterior de los norteamericanos, antes se esperaba que la vida fuera dura y para eso nos templaban los nervios. Los métodos didácticos se fundamentaban en la resistencia: mientras más pruebas inhumanas superaba un crío, mejor preparado estaba para los albures de la edad adulta.“
„… Pude comprobar que el tiempo y el terremoto hicieron estragos en mi virilidad y que ya no tenía fuerzas para rodear la cintura de una robusta muchacha y alzarla sobre la grupa de mi caballo, y, mucho menos, quitarle la ropa a zarpazos y penetrarla contra su voluntad. Estaba en la edad en que se necesita ayuda y ternura para hacer el amor. Me había puesto viejo, carajo.“
„Blanca sostenía que había que dosificar lalectura, porque había cosas que no eran apropiadas para su edad, pero su tío Jaimeopinaba que la gente no lee lo que no le interesa, y si le interesa es que ya tienemadurez para hacerlo. Tenía la misma teoría para el baño y la comida. Decía que si laniña no tenía ganas de bañarse, era porque no lo necesitaba y que había que darle decomer lo que quisiera a las horas que tuviera hambre, porque el organismo conocemejor que nadie sus propias urgencias.“
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