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Relacionado con: esposa
„Vosotras mismas, espontáneamente, con esa cálida ternura que distingue a las camaradas de una misma lucha, me habéis dado un nombre de lucha: Evita. Prefiero ser solamente Evita a ser la esposa del Presidente, si ese «Evita» es pronunciado para remediar algo, en cualquier hogar de mi Patria.“
„Bueno, alguna vez fui joven, pero nunca fui muy guapa… mala suerte para mí. No obstante, me conseguí un muy buen esposo, y vaya a saber usted si la mayor de las bellezas puede hacer más que eso.“
„Ya, ya, puede tratarme todo lo mal que quiera -exclamó con su habitual buen humor la señora Jennings-. Me ha sacado a Charlotte de encima, y no puede devolverla. Así es que ahora se desquita conmigo.Charlotte se rió con gran entusiasmo al pensar que su esposo no podía librarse de ella, y alegremente dijo que no le importaba cuán irascible fuera él hacia ella, igual debían vivir juntos. Nadie podía tener tan absoluto buen carácter o estar tan decidido a ser feliz como la señora Palmer.“
„Considero la bendición de una esposa como un tanto acierto se describe enlosdiscretos versos del poeta: » Del cielo el mejor y el último don».“
„Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa.“
„Un hombre con una buena esposa es la criatura más afortunada del mundo, y supongo que el que no la tiene debe ser el más desgraciado.“
„Pedirle a un músico que te deje coger su instrumento es como pedirle a un hombre que te deje besar a su esposa. Eso es algo que solo entiendes si eres músico. Un instrumento es como un compañero y una amante. Los desconocidos suelen pedir a los músicos que les dejen coger sus instrumentos, y eso les fastidia mucho.“
„Sentaos y prestad atención, pues voy a cantaruna historia en tiempos remotos forjaday ya olvidada. La historia de un hombre.El orgulloso Lanre, fuerte como la primavera,como el acero de la espada que empuñaba.Os contaré cómo luchó, cayó y se levantó,para caer de nuevo. Esta vez en las sombras.Lo abatió el amor: el amor a su tierra nataly a su esposa Lyra, cuya llamada dicen algunos que atendió,traspasando las puertas de la muertepara pronunciar su nombre con renacido aliento.“
„[…] Tiene unas manos maravillosas; mi madre las habría llamado manos de mago.Mi padre sonrió.—Las ha heredado de su madre: delicadas pero fuertes. Perfectas para fregar cacharros, ¿verdad, mujer?Mi madre le dio un manotazo; luego le cogió una mano a su esposo y se la abrió para enseñársela a Ben.—Mi hijo tiene las mismas manos que su padre: elegantes y suaves. Perfectas para seducir a las hijas de los nobles. —Mi padre quiso protestar, pero ella no le hizo caso—. Con esos ojos y esas manos, no habrá ni una sola mujer a salvo en el mundo cuando mi hijo empiece a correr detrás de las faldas.—Cuando empiece a cortejar doncellas, querida —la corrigió mi padre.“
„[En cuanto a] todo aquel, pues, que confiese unión conmigo delante de los hombres, yo también confesaré unión con él delante de mi Padre que está en los cielos; 33 pero [en cuanto a] cualquiera que me repudie delante de los hombres, yo también lo repudiaré delante de mi Padre que está en los cielos. 34 No piensen que vine a poner paz en la tierra; no vine a poner paz, sino espada. 35 Porque vine a causar división, y estará el hombre contra su padre, y la hija contra su madre, y la esposa joven contra su suegra. 36 Realmente, los enemigos del hombre serán personas de su propia casa. 37 El que le tiene mayor cariño a padre o a madre que a mí no es digno de mí; y el que le tiene mayor cariño a hijo o a hija que a mí no es digno de mí. 38 Y cualquiera que no acepta su madero de tormento y sigue en pos de mí no es digno de mí. 39 El que halle su alma la perderá, y el que pierda su alma por causa de mí la hallará.“
„A veces la conciencia puede ser más fuerte que el entrenamiento y todas las estupendas razones para la guerra —deber, honor, patria—, y algunos ven la destrucción que causan dondequiera que vayan a combatir, ven a los compañeros desangrándose por una granada enemiga y los cuerpos de civiles atrapados en la contienda, mujeres, niños, ancianos, y se preguntan por qué pelean, qué propósito tiene esa guerra, la ocupación de un país, el sufrimiento de gente igual a uno, y qué pasaría si tropas invasoras entraran con tanques a su barrio, aplastaran sus casas, y los cadáveres pisoteados fueran los de sus hijos y esposas, y también se preguntan por qué se le debe más lealtad a la nación que a Dios o al propio sentido del bien y del mal, y por qué siguen en ese afán de muerte y cómo van a convivir con el monstruo en que se han convertido.“
„Blanca se llevaba bien con su esposo. Las únicas oportunidades en que discutían era cuando ella intentaba averiguar sobre las finanzas familiares. No podía explicarse que Jean se diera el lujo de comprar porcelana y pasear en ese vehículo atigrado, si no le alcanzaba el dinero para pagar la cuenta del chino del almacén ni los sueldos de los numerosos sirvientes.“
„Michael acusó a Turner de andar tras su esposa, Doris. Pero es difícil de creer, porque Doris era catorce años mayor y excepcionalmente fea.“
„Por fortuna no me enamoré del Zorro locamente, como le ocurre a la mayoría de las mujeres al conocerlo; siempre he mantenido la cabeza fría con respecto a él. Me di cuenta a tiempo de que nuestro héroe sólo es capaz de amar a aquellas que no le corresponden, y decidí ser una de ellas. Ha pretendido casarse conmigo cada vez que le falla una de sus novias o se queda viudo —eso ha ocurrido un par de veces—, y me he negado. Tal vez por eso sueña conmigo cuando come pesado. Si yo lo aceptara como marido, muy pronto se sentiría atrapado y yo tendría que morirme para dejarle libre, como hicieron sus dos esposas. Prefiero esperar nuestra vejez con paciencia de beduino. Sé que estaremos juntos cuando él sea un anciano de piernas enclenques y mala cabeza, cuando otros zorros más jóvenes le hayan reemplazado, y en el caso improbable de que alguna dama le abriera su balcón y él no fuera capaz de treparlo. ¡Entonces me vengaré de las penurias que el Zorro me ha hecho pasar!“
„La muerte es lo más fácil del mundo. La gente cree que matar cuesta trabajo. Pero eso es únicamente lo que desean creer. En realidad es lo más sencillo que hay. No hay más que coger el periódico por la mañana, ¿y qué es lo que trae? Maridos que matan a sus esposas. Esposas que matan a sus maridos. Padres que matan a sus hijos. Hijos que se matan entre ellos. Negros que matan a blancos. Blancos que matan a negros. Matamos en secreto, matamos a hurtadillas, matamos en público, matamos con intención, matamos por accidente. Matamos con pistolas, cuchillos, bombas, rifles…, los instrumentos obvios. Pero ¿qué pasa cuando impedimos el envío a Etiopía de un cargamento de grano subvencionado por el gobierno federal? Que estamos matando, igualito que si hubiéramos cogido una pistola y se la hubiéramos puesto en la sien a un niño de vientre hinchado.“
„Si una mujer se vuelve a casar al quedarse viuda, odiaba a su primer marido; si un hombre se casa por segunda vez, adoraba a su primera esposa.“
„Es sobre una chica que deja su hogar para vivir en la ciudad, que está basada en mi esposa.“
„Será complejo, pero valdrá la pena, porque cuando todo parezca ponerse en contra tuya, cuando caigas y te sientas derrotado, sabrás que habrá alguien que te espera con los brazos abiertos, que te ama, que se siente mal por tu tristeza, que estará a tu lado siempre, sin importar los giros de tu fortuna. Y si es tarde y no has llegado a casa, tu esposa estará despierta, mirando el teléfono y asomándose por la ventana cada vez que oiga un auto. Y a mí, cuando los niños me falten al respeto, cuando el trabajo de la casa me agobie, cuando mis planes se deshagan y todo parezca venirse abajo, mi esposo me apoyará, me tomará de la mano y me dará fuerzas, como un amigo sincero en cuyo pecho podré llorar abiertamente, sin vergüenza y sin temor.“
„Dejé el teléfono. Pensé en Sara. Pero Sara y yo no estábamos casados. Un hombre tenía sus derechos. Yo era un escritor. Era un viejo indecente. Las relaciones humanas nunca solían funcionar. Sólo las dos primeras semanas tenían algo electrizante, luego los participantes perdían el interés. Las máscaras caían y la realidad aparecía: dementes, imbéciles, chiflados, rencorosos, sádicos, asesinos. La sociedad moderna había creado su propia especie y la había enfrentado entre sí. Era un duelo a muerte en un cerco sin salida. Lo más que podía uno esperar de una relación, decidí, eran dos años y medio como máximo. El rey Mongut de Siam tenía 9000 esposas y concubinas; el rey Salomón del Antiguo Testamento tenía 700 esposas; Augusto el fuerte de Sajonia tenía 365 mujeres, una para cada día del año. Sanidad en números.“
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