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Relacionado con: fama
„No hay nada peor que la fama, y la realidad tiene esa fama con creces.“
„Exceso de fama: difamación.“
„Yo nunca quise estar entre los grandes, nunca quise envidia, nunca quise fama, solo los borrachos y los niños dicen la verdad, y yo soy el borracho medio niño que te jode con su clap.“
„Ya hice muchas letras ayer, y no me curé, jamás pisé firme, hoy solo intento divertirme y dejar brillante fama antes de irme.“
„Honestidad es el reconocimiento del hecho de que lo irreal es irreal, y que por lo tanto no tiene valor, que ni el amor, ni la fama ni el dinero son valores si se han obtenido mediante fraude-que intentar ganar un valor engañando a los demás es un acto en el cual pones a tus víctimas en una posición más alta que la realidad, donde te conviertes en un peón de su ceguera, un esclavo de su falta de pensamiento y sus evasiones, mientras que su inteligencia, su racionalidad y su percepción se convierten en enemigos a los que tienes que temer y de los que tienes que huir-que no te importa vivir como un parásito, ni siquiera como un parásito de le estupidez de otros, o como un necio, cuya fuente de valores viene de los necios a los que consigas engañar- que la honestidad no es una virtud social ni un sacrificio por los demás, sino la más profundamente egoísta virtud que el hombre pueda practicar: Su negativa a sacrificar la realidad de su propia existencia a la conciencia engañada de los demás.“
„Lo he observado, a lo que queda de él, y me ayudó a comprender. Está pagando un precio sin saber cuál ha sido su pecado, y se dice a sí mismo que ha sido demasiado egoísta. ¿En qué acto o en qué pensamiento suyo ha habido ego? ¿Cuál fue su objetivo en la vida? Grandeza, a los ojos de los demás. Fama, admiración, envidia; todo lo que procede de los demás. Los demás le dictaron sus convicciones, pues él carecía de ellas pero estaba satisfecho de que los demás creyesen que las tenía. Los demás fueron su fuerza motriz y su principal preocupación. No quería ser grande, sino que se le creyera grande. No quería ser arquitecto, sino que lo admirasen como tal. Tomó prestado de otros para impresionar a otros. Ahí está tu verdadero altruismo. Él traicionó y entregó su ego. Pero todos lo llaman egoísta.“
„La vida empezó a hacerse dura para Marius. Comerse la ropa y el reloj no significaba nada. Se vio reducido a esa situación inexplicable que se llama comerse los codos, algo terrible que se traduce en días sin pan, noches sin sueños y sin luz, hogar sin fuego, semanas sin trabajo, porvenir sin esperanza; la levita rota en los codos, el sombrero viejo y raído, que hace reír a las jóvenes; la puerta cerrada de noche, porque no se paga a la patrona; la insolencia del portero y del bodegonero, la burla de los vecinos, las humillaciones, la dignidad ultrajada; el trabajo de cualquier clase, aceptado; los disgustos, la amargura, el abatimiento. Marius aprendió a devorarlo todo, y a no tener para devorar más que estas cosas. En ese momento de la existencia en que el hombre tiene necesidad de orgullo, porque tiene necesidad de amor, se vio despreciado, porque iba mal vestido, y se sintió ridículo, porque era pobre. A la edad en que la juventud hincha el corazón con imperial altivez, posó más de una vez los ojos en las botas agujereadas y conoció las injustas afrentas, el punzante bochorno de la miseria. Admirable y terrible prueba, de la cual los débiles salen infames y los fuertes, sublimes. Crisol donde el destino arroja a un hombre muchas veces, cuando quiere hacer de él un ser despreciable o un semidiós.Porque hay muchas acciones grandes en estas pequeñas luchas. El valor tenaz e ignorado, que se defiende palmo a palmo en la sombra, contra la fatal invasión de las necesidades y de la ignominia. Nobles y misteriosos triunfos que ninguna mirada ve, que ninguna fama recompensa, que ningún aplauso saluda. La vida, la desgracia, el aislamiento, el abandono, y la pobreza son campos de batalla que tienen sus héroes, héroes oscuros, es verdad, pero a veces más grandes que los héroes ilustres.Hay naturalezas firmes y raras, que han sido creadas así; la miseria, casi siempre madrastra, es algunas veces madre, la desnudez engendra en ocasiones el vigor del alma y del corazón; la miseria suele ser nodriza de la grandeza; la desgracia es una buena leche para los magnánimos.“
„Buscó el mismísimo Alejandro Magno a Diógenes, de enorme fama, del cual se reían por su rechazo a vida material alguna. Cuando le encontró desnudo y tumbado a orillas de un río, Alejandro Magno a lomos de su enorme caballo, le hizo la siguiente proposición;»Tú, Diógenes el Cínico, pídeme cualquier cosa, ya sean riquezas o monumentos, y yo te lo concederé».A lo que Diógenes contestó: «Apártate, que me tapas el sol».Aquellos que iban con Alejandro Magno empezaron a reírse de Diógenes y a decirle que cómo no se daba cuenta de quién estaba delante de él. Alejandro hizo acallar las voces burlonas cuando dijo que «si no fuera Alejandro quisiera ser Diógenes.“
„Señal de tener gastada la fama propia es cuidar de la infamia ajena.“
„Hasta ese momento Archimboldi nunca había pensado en la fama. Hitler era famoso. Goering era famoso. La gente que él amaba o que recordaba con nostalgia no era famosa, sino que cubría ciertas necesidades. Döblin era su consuelo. Ansky era su fuerza. Ingeborg era su alegría. El desaparecido Hugo Halder era la levedad de su vida. Su hermana, de la que no sabía nada, era su propia inocencia. Por supuesto, también eran otras cosas. Incluso, a veces, eran todas las cosas juntas, pero no la fama, que cuando no se cimentaba en el arribismo, lo hacía en el equívoco y en la mentira. Además, la fama era reductora. Todo lo que iba a parar en la fama y todo lo que procedía de la fama inevitablemente se reducía. Los mensajes de la fama eran primarios. La fama y la literatura eran enemigas irreconciliables.“
„Todo es absurdo. Éste empeña su vida en ganar un dinero que guarda, y no tiene hijos a quien dejárselo ni esperanza de que el cielo le reserve alguna transcendencia por ese dinero. Aquél empeña su esfuerzo en adquirir una fama para después de muerto, y no cree en la supervivencia que le permita conocer su fama.“
„Antes que el amor, el dinero, la fe, la fama y la justicia, dadme la verdad”.“
„rey del antiguo Israel, declaró: «De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama más que la plata y el oro».2 Pero la buena reputación es el reflejo del carácter de la persona. Si la reputación es como el oro, entonces tener integridad es como ser dueño de la mina. Preocúpese menos por lo que otros piensan y préstele atención a su carácter interno.“
„Mi principal motivación está en la tinta, la fama no me cambió, ¡Eres tú quien mira de forma distinta!“
„Los problemas crecen para los famosos y no pasa nada, bañaran su culo en salsa rosa para ganar fama.“
„¿Qué tendrá la fama que todos queréis probarla? Amarga o dulce sé que siempre seduce al tragarla.“
„Bernard ansiaba ser siempre el que hace las preguntas y no el que tiene que responderlas. La fama le corresponde siempre al que responde, no al que pregunta. La cara del que responde está iluminada por los reflectores, mientras que el que pregunta es filmado desde atrás.“
„Ansia la fuerza del cazador que caza un tigre y no la fama del tigre admirado por aquellos que van a utilizarlo como alfombra a los pies de su cama.“
„Es fama entre los etíopes que los monos deliberadamente no hablan para que no los obliguen a trabajar“
„La fama es una señora muy gorda que no duerme con uno, pero cuando uno despierta está siempre mirándonos frente a la cama.“
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