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Relacionado con: felicidad/suete
„El cuerpo se cansa con felicidad, pero el espíritu es siempre libre y, algún día, now ayudará a salir de esta rueda infernal que repite los mismos errores generación tras generación.“
„En algunos momentos las personas son incapaces de entender la felicidad.“
„Evita a toda costa a aquellos que sólo están a tu lado en los momentos de tristeza con palabras de consuelo. Porque ésos, en realidad, se están diciendo a sí mismos: «Yo soy más fuerte. Soy más sabio. Yo no habría dado ese paso.» Quédate junto a aquellos que están a tu lado en las horas de alegría. Porque en esas almas no hay celos ni envidia, solamente felicidad por verte feliz. Evita“
„La felicidad es a veces una bendición, pero por lo general es una conquista. El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sueños. Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas desilusiones…, pero todo es pasajero, y no deja marcas. Y en el futuro podemos mirar hacia atrás con orgullo y fe.Pobre del que tiene miedo de correr riesgos. Porque ése quizá no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, ni sufra como los que persiguen un sueño. Pero al mirar hacia atrás —porque siempre miramos hacia atrás— oirá el corazón que le dice: «¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días? ¿Qué hiciste con los talentos que tu Maestro te confió? Los enterraste en el fondo de una cueva, porque tenías miedo de perderlos. Entonces, ésta es tu herencia: la certeza de que has desperdiciado tu vida.»Pobre de quien escucha estas palabras. Porque entonces creerá en milagros, pero los instantes mágicos de su vida ya habrán pasado.“
„La felicidad es algo que se multiplica cuando se divide.“
„La felicidad es a veces una bendición, pero por lo general es una conquista.“
„El alma del mundo se alimenta con la felicidad de las personas“
„Felicidad es no necesitarla.“
„La felicidad que no se modera se destruye a sí misma.“
„En la perfección de nuestra razón consiste toda la felicidad de nuestra vida.“
„Nunca creas feliz a nadie que esté pendiente de la felicidad. Se apoya en una base frágil quien pone su alegría en lo adventicio: el goce que viene de fuera, a fuera se irá. Por el contrario, aquel que hace de uno mismo es fiel y firme, y crece, y nos acompaña hasta el fin.“
„Te diré cómo se conoce la sanidad del alma: si está contenta de sí misma, si confía en sí misma, si sabe que todos los deseos de los mortales no tienen ninguna importancia para la verdadera felicidad.“
„La felicidad no mira dónde nace, sino adónde puede llegar.“
„La verdadera felicidad no consiste en tenerlo todo, sino en no desear nada.“
„¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.“
„El sistema de gobierno más perfecto es aquél que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política.“
„Un buen gobierno no está asegurado por la liberalidad de sus principios, pero sí por la influencia que tiene en la felicidad de los que obedecen.“
„Quiero que siempre lleves la cabeza bien alta y que persigas tus sueños, sean cuáles sean. No le hagas caso a la gente que quiera hacerte daño, no permitas que te hagan llorar. Escucha lo que te dice tu corazón para ser mejor que los otros. Nadie consigue nada hiriendo a los demás. La felicidad siempre proviene del interior. Vive tu vida como tú quieras vivirla y así serás feliz. Siempre. Eso es lo más importante, Torimou. (Theron)“
„me recuerdan lo que ya no tengo. Y aunque no les envidio por su felicidad, hacen que mi soledad sea aún más profunda.“
„Dado que Imre era un refugio para la música y el teatro, quizá penséis que yo pasaba mucho tiempo allí, pero nada podría estar más lejos de la verdad. Solo había estado en Imre una vez. Wilem y Simmon me habían llevado a una posada donde tocaba un trío de hábiles músicos: laúd, flauta y tambor. Pedí una jarra de cerveza pequeña que me costó medio penique y me relajé, dispuesto a disfrutar de una velada con mis amigos…Pero no pude. Apenas unos minutos después de que empezara a sonar la música, casi salí corriendo del local. Dudo mucho que podáis entender por qué, pero supongo que si quiero que esto tenga algún sentido, tendré que explicároslo.No soportaba oír música y no formar parte de ella. Era como ver a la mujer que amas acostándose con otro hombre. No. No es eso. Era como…Era como los consumidores de resina que había visto en Tarbean. La resina de denner era ilegal, por supuesto, pero había partes de la ciudad en que eso no importaba. La resina se vendía envuelta en papel encerado, como los pirulís o los tofes. Mascarla te llenaba de euforia. De felicidad. De satisfacción.Pero pasadas unas horas estabas temblando, dominado por una desesperada necesidad de consumir más, y esa ansia empeoraba cuanto más tiempo llevabas consumiéndola. Una vez, en Tarbean, vi a una joven de no más de dieciséis años con los reveladores ojos hundidos y los dientes exageradamente blancos de los adictos perdidos. Le estaba pidiendo un «caramelo» de resina a un marinero, que lo sostenía fuera de su alcance, burlándose de ella. Le decía a la chica que se lo daría si se desnudaba y bailaba para él allí mismo, en medio de la calle.La chica lo hizo, sin importarle quién pudiera estar mirando, sin importarle que fuera casi el Solsticio de Invierno y que en la calle hubiera diez centímetros de nieve. Se quitó la ropa y bailó desenfrenadamente; le temblaban las pálidas extremidades, y sus movimientos eran patéticos y espasmódicos. Entonces, cuando el marinero rio y negó con la cabeza, ella cayó de rodillas en la nieve, suplicando y sollozando, agarrándose desesperadamente a las piernas del marinero, prometiéndole que haría cualquier cosa que le pidiera, cualquier cosa…Así era como me sentía yo cuando oía tocar a unos músicos. No podía soportarlo. La ausencia diaria de mi música era como un dolor de muelas al que me había acostumbrado. Podía vivir con ello. Pero no soportaba ver cómo agitaban delante de mí el objeto de mi deseo.“
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