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Relacionado con: fortuna
„Librarse de todo lo desagradable en lugar de aprender a soportarlo. Si es más noble soportar en el alma las pedradas o las flechas de la mala fortuna, o bien alzarse en armas contra un piélago de pesares y acabar con ellos enfrentándose a los mismos… Pero ustedes no hacen ni una cosa ni otra. Ni soportan ni resisten. Se limitan a abolir las pedradas y las flechas. Es demasiado fácil.“
„En las fortunas modestas, los peligros son menores.“
„Cuando la fortuna viene, tómala a mansalva y por delante, pues por detrás es calva.“
„La ciencia de adquirir riquezas está en encontrar cierta cantidad de hambrientos, pagarles tres monedas, hacerles producir por diez, amontonar una fortuna y acrecentarla de inmediato mediante algún golpe de mano con ayuda del Estado.“
„Nosotros somos nacionalistas, preocupados por el destino de España; y creemos que corresponde sólo al pueblo laborioso la defensa y la exaltación de España, no a grupos oligárquicos de privilegiados de la fortuna heredada… Nosotros somos antimarxistas y revolucionarios por creer precisamente al marxismo en una posición fracasada que escamotea la revolución nacional española.“
„Si no temo perder lo que poseo, ni deseo tener lo que no gozo, poco de la fortuna en mí el destrozo valdrá, cuando me elija actor o reo. …“
„La valentía que no se funda sobre la base de la prudencia se llama temeridad, y las hazañas del temerario más se atribuyen a la buena fortuna que a su ánimo.“
„Cada cual se fabrica su destino, no tiene aquí fortuna parte alguna.“
„La baja fortuna jamás se enmendó con la ociosidad ni con la pereza“
„Esta que llaman fortuna, es una mujer borracha y antojadiza, y sobre todo, ciega, y así no ve lo que hace, ni sabe a quien derriba.“
„Los que llegan a ser príncipe por la fortuna, les resulta fácil ascender, pero muy difícil mantenerse en el poder.“
„De la fortuna depende la mitad de nuestras acciones, pero nos deja dirigir la otra mitad o algo menos.“
„La fortuna es mujer y, si se quiere dominarla, hay que maltratarla y tenerla a freno.“
„En nuestro país, a causa de la escasa experiencia en tentativas de transformar la historia en novela, se exige todavía a los libros que sean legibles y sobre todo que se entiendan. Es decir, que estén al nivel mental de quienes los lean, lo que nos lleva a que se jaleen, con alegría irresponsable, obras de escritores poco exigentes, aunque ese vergonzoso jaleo, por fortuna, no todo el mundo lo acepta, o mejor dicho, llega a entenderlo“
„Nadie está contento de su fortuna ni descontento de su inteligencia“
„Bajo el sistema federativo, los funcionarios públicos, no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad. No pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes. No pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir, en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley les señala.“
„No a todos les es dado tomar un baño de multitud; gozar de la muchedumbre es un arte; y sólo puede darse a expensas del género humano un atracón de vitalidad aquél a quien un hada insufló en la cuna el gusto del disfraz y la careta, el odio del domicilio y la pasión del viaje.Multitud, soledad: términos iguales y convertibles para el poeta activo y fecundo. El que no sabe poblar su soledad, tampoco sabe estar solo en una muchedumbre atareada.Goza el poeta del incomparable privilegio de poder a su guisa ser él y ser otros. Como las almas errantes en busca de cuerpo, entra cuando quiere en la persona de cada cual. Sólo para él está todo vacante; y si ciertos lugares parecen cerrársele, será que a sus ojos no valen la pena de una visita.El paseante solitario y pensativo saca una embriaguez singular de esta universal comunión. El que fácilmente se desposa con la muchedumbre, conoce placeres febriles, de que estarán eternamente privados el egoísta, cerrado como un cofre, y el perezoso, interno como un molusco. Adopta por suyas todas las profesiones, todas las alegrías y todas las miserias que las circunstancias le ofrecen.Lo que llaman amor los hombres es sobrado pequeño, sobrado restringido y débil, comparado con esta inefable orgía, con esta santa prostitución del alma, que se da toda ella, poesía y caridad, a lo imprevisto que se revela, a lo desconocido que pasa.Bueno es decir alguna vez a los venturosos de este mundo, aunque sólo sea para humillar un instante su orgullo necio, que hay venturas superiores a la suya, más vastas y más refinadas. Los fundadores de colonias, los pastores de pueblos, los sacerdotes misioneros, desterrados en la externidad del mundo, conocen, sin duda, algo de estas misteriosas embriagueces; y en el seno de la vasta familia que su genio se formó, alguna vez han de reírse de los que les compadecen por su fortuna, tan agitada, y por su vida, tan casta.“
„La fortuna quiere que tenga yo mayor libertad para filosofar.“
„Su antepasado Sebastián d’Anconia había salido de España varios siglos atrás, en una época en que aquél era el país más poderoso del mundo, y aquel hombre era uno de sus personajes más orgullosos. Había tenido que marcharse cuando un alto funcionario de la Inquisición le había sugerido ciertos cambios en su manera de actuar durante una cena en la corte, y Sebastián d’Anconia le había arrojado un vaso de vino a la cara. Había logrado escapar, dejando atrás su fortuna, sus fincas, su palacio de mármol y la mujer a la que amaba, y había partido hacia un nuevo mundo. Su primera propiedad en la Argentina fue una cabaña de madera a los pies de los Andes. El sol resplandecía como un faro sobre el escudo de plata de los d’Anconia, clavado sobre la puerta, mientras Sebastián d’Anconia excavaba la tierra en busca de cobre en su primera mina. Pasó varios años, pico en mano, rompiendo rocas desde el amanecer hasta la puesta del sol, con ayuda de unos cuantos aventureros, desertores del ejército español, convictos fugados e indígenas hambrientos. Quince años después de haber salido de España, Sebastián d’Anconia mandó buscar a la mujer que amaba y que lo estaba esperando. Al llegar, ella encontró el escudo de plata sobre la entrada de un palacio de mármol, en medio de un inmenso jardín, y, más lejos, las montañas estriadas por las rojas vetas del metal. La tomó en sus brazos para cruzar el umbral y a ella le pareció más joven que cuando lo había visto por última vez.“
„No quieren adueñarse de tu fortuna; quieren que tú la pierdas; no quieren triunfar, quieren que tú fracases; no quieren vivir, quieren que tú mueras; no quieren nada; odian la existencia y continúan escapando, cada uno tratando de ignorar que el objeto de su odio es él mismo.“
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