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Relacionado con: freno
„La guerra no es la anomalía, nos comportamos en la guerra como en la paz. Sólo que en la guerra no funcionan los frenos que la sociedad te pone. Pero si a la sociedad en la que estamos le quitas los mecanismos de control, todo es igual que en la guerra.“
„Cuando la cólera sale de madre, no tiene la lengua padre, ayo ni freno que la corrija.“
„La fortuna es mujer y, si se quiere dominarla, hay que maltratarla y tenerla a freno.“
„¡Hay tantas cosas que hacer, tantas cosas que escribir! Cuánto se necesita, incluso para empezar a dar cuenta de todo sin los frenos distorsionadores y los cuelgues como esas inhibiciones literarias y los miedos gramaticales…“
„Madre de los juegos latinos y los deleites griegos,Lesbos, donde los besos, lánguidos o gozosos,cálidos como soles, frescos como las sandías,son el adorno de noches y días gloriosos;madre de los juegos latinos y los deleites griegos.Lesbos, donde los besos son como cascadasque se arrojan sin miedo en las simas sin fondo,y fluyen, entrecortados de sollozos y risas,tormentosos y secretos, hormigueantes y profundos;¡Lesbos, donde los besos son como las cascadas!Lesbos, donde las Frinés se atraen entre sí,donde nunca un suspiro dejó de hallar un eco,las estrellas te admiran tanto como a Pafos,¡y Venus con razón puede envidiar a Safo!Lesbos, donde las Frinés se atraen entre sí,Lesbos, tierra de noches cálidas y lánguidas,que hacen que en sus espejos, ¡infecundo deleite!las niñas de ojos hundidos, enamoradas de sus cuerpos,acaricien los frutos ya maduros de su nubilidad;Lesbos, tierra de noches cálidas y lánguidas,deja al viejo Platón fruncir su ceño austero;obtienes tu perdón del exceso de besos,reina del dulce imperio, tierra noble y amable,y de refinamientos siempre sin agotar,deja al viejo Platón fruncir su ceño austero.Obtienes tu perdón del eterno martirio,infligido sin tregua a los corazones ambiciosos,que atrae lejos de nosotros la radiante sonrisa,¡vagamente entrevista al borde de otros cielos!¡Obtienes tu perdón del eterno martirio!¿Qué Dios se atreverá a ser tu juez, oh Lesbos?,y a condenar tu frente pálida por penosas labores,si sus balanzas de oro no han pesado el diluvio,de lágrimas que en el mar vertieron tus arroyos?¿Qué Dios se atreverá a ser tu juez, oh Lesbos?¿Qué quieren de nosotros las leyes de lo justo y lo injusto?Vírgenes de corazón sublime, honra del Archipiélago,vuestra religión es augusta como cualquiera,¡y el amor se reirá del Infierno y del Cielo!¿Qué quieren de nosotros las leyes de lo justo y lo injusto?Pues Lesbos me ha elegido en la tierra entre todos,para cantar el secreto de sus floridas vírgenes,y desde la infancia que inicié en el negro misterio,de las risas sin freno mezcladas con los llantos sombríos;pues Lesbos me ha elegido en la tierra entre todosy desde entonces velo en la cumbre del Léucato,igual que un centinela de mirada segura y penetrante,que vigila noche y día,, tartana o fragata,cuyas formas a lo lejos se agitan en el azul;y desde entonces velo en la cumbre del Léucato,para saber si el mar es indulgente y bueno,y si entre los sollozos que en la roca resuenan,un día llevará a Lesbos, que perdona,el cadáver adorado de Safo, que partió,¡para saber si el mar es indulgente y bueno!De Safo la viril, la amante y la poetisa,¡por su palidez triste más hermosa que Venus!—Al ojo azul venció el negro que mancillael tenebroso círculo trazado por las penas¡de Safo la viril, la amante y la poetisa!Presentándose al mundo más hermosa que Venusy vertiendo el tesoro de su serenidady el brillo de su rubia juventud,sobre el viejo Océano prendado de su hija;¡presentándose al mundo más hermosa que Venus!—De Safo, que murió el día de su blasfemia,cuando, insultando el rito y el culto establecido,convirtió su hermoso cuerpo en pasto supremode un bruto cuyo el orgullo castigó la impiedadde aquella que murió el día de su blasfemia,y desde entonces Lesbos lanza lamentaciones,y, pese a los honores que le tributa el mundo,cada noche le embriaga la voz de la tormenta,¡que elevan hacia el cielo sus orillas desiertas!¡y desde entonces Lesbos lanza lamentaciones!“
„El respeto a sí mismo es, después de la religión, el mejor freno de todos los vicios.“
„Pero soy lento en el pensar, estoy lleno de normas interiores que actuan como frenos sobre mis deseos“
„Deliberadamente, había introducido un cambio en nuestras relaciones y, por un momento, pensé que la amaba. Pero soy de pensamiento lento y estoy lleno de reglas internas que actúan como frenos sobre mis deseos. Sabía que lo primero que tenia que hacer era salir definitivamente del lío que tenía allá en mi casa. Todas las semanas había estado escribiendo cartas firmadas «con todo cariño, Nick», y todo lo que podía evocar era que, cuando cierta muchacha jugaba al tenis, en su labio superior se formaba un ligero vello de sudor. de todas maneras, existía un vago compromiso que tenía que romper con tacto antes de recobrar mi libertad.Todos creemos que, como mínimo, poseemos una virtud importante; la mía es ésta: soy una de las pocas personas honradas que conocí.“
„La vida es solo un suspiro, hay que reír hasta que duela, soñar sin limites, perdonar rápido, besar despacio, amar sin frenos, dejar huella. Mira que bella es la vida, te sorprende cuando menos crees.“
„La sabiduría sirve de freno a la juventud, de consuelo a los viejos, de riqueza a los pobres y de adorno a los ricos.“
„Los hombres no tienen más que dos frenos: la vergüenza y la fuerza.“
„Cuando la cólera sale de madre no hay lengua de padre ni freno que la corrija.“
„Es muy veleidosa la probidad de los hombres, sólo el freno de la constitución puede afirmarla.“
„Ambos iniciamos el impulso para levantarnos de la mesa y echarnos al medio de la calle, cuando la voz impasible de Germán Vargas nos frenó en seco con una lección para siempre: —El que se levante primero ya perdió.“
„Ella se consideraba a sí misma como un cometa navegando en el viento y, asustada de su propio motín interior, cedía a veces a la tentación de pensar en alguien que pusiera freno a sus impulsos; pero esos estados de ánimo le duraban poco. Cuando meditaba en su futuro se tornaba melancólica, por eso prefería vivir desaforada mientras le fuera posible.“
„La naturaleza que ultraja su origen no tiene en sí freno que la sujete.“
„Se me está poniendo el rabo como un freno de mano.“