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Relacionado con: fuego
„Las ramas sin fruto pueden parecer poco elegantes. Son, para el cocinero, los medios para hacer su fuego.“
„Lo que los medicamentos no sanan lo cura el hierro; lo que no cura el hierro, el fuego lo cura; lo que no sana el fuego debe considerarse incurable.“
„Si mientras se dicen ministros de uno que resucita muertos y sana enfermos, son ellos quienes (peores que todos los otros a quienes nutre la tierra) estropean a los sanos y matan a los vivos, no tanto con el fuego y con el hierro como con su perniciosa lengua.“
„No pretendas apagar con fuego un incendio, ni remediar con agua una inundación.“
„ha de gritar frente a las cúpulas, ha de gritar loca de fuego, ha de gritar loca de nieve, ha de gritar con la cabeza llena de excremento, ha de gritar como todas las noches juntas, ha de gritar con voz tan desgarrada hasta que las ciudades tiemblen como niñas y rompan las prisiones del aceite y la música, porque queremos el pan nuestro de cada día, flor de aliso y perenne ternura desgranada, porque queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra que da sus frutos para todos.“
„Estas manos que son tuyas,pero que al verte quisieranquebrar las ramas azulesy el murmullo de tus venas.¡Te quiero! ¡Te quiero! ¡Aparta!Que si matarte pudiera,te pondría una mortajacon los filos de violetas.¡Ay, qué lamento, qué fuegome sube por la cabeza!“
„Entonces la Niña de los Peines se levantó como una loca, tronchada igual que una llorona medieval, y se bebió de un trago un gran vaso de cazalla como fuego, y se sentó a cantar, sin voz, sin aliento, sin matices, con la garganta abrasada, pero… con duende. Había logrado matar todo el andamiaje de la canción, para dejar paso a un duende furioso y avasallador, amigo de los vientos cargados de arena, que hacía que los oyentes se rasgaran el traje, casi con el mismo ritmo con que se los rompen los negros antillanos del rito lucumí apelotonados ante la imagen de santa Bárbara.La Niña de los Peines tuvo que desgarrar su voz porque sabía que la estaba oyendo gente exquisita que no pedía formas sino tuétano de formas, música pura con el cuerpo sucinto para poder mantenerse en el aire. Se tuvo que empobrecer de facultades y de seguridades es decir, tuvo que alejar a su musa y quedarse desamparada, que su duende viniera y se dignara luchar a brazo partido. ¡Y cómo cantó! Su voz ya no jugaba, su voz era un chorro de sangre, digna, por su dolor y su sinceridad, de abrirse como una mano de diez dedos por los pies clavados, pero llenos de borrasca, de un Cristo de Juan de Juni.“
„¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: «amor, amor», y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: «¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!». Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía aguapedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: «Cultura». Cultura porque sólo a través de ella se puede resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.Medio pan e un libro. Locución de Federico García Lorca al pueblo de Fuente de Vaqueros (Granada)“
„NOVIA. ¡Porque yo me fui con el otro, me fui! (Con angustia.) Tú también te hubieras ido. Yo era una mujer quemada, llena de llagas por dentro y por fuera, y tu hijo era un poquito de agua de la que yo esperaba hijos, tierra, salud; pero el otro era un río oscuro, lleno de ramas, que acercaba a mí el rumor de sus juncos y su cantar entre dientes. Y yo corría con tu hijo que era como un niñito de agua, frío, y el otro me mandaba cientos de pájaros que me impedían el andar y que dejaban escarcha sobre mis heridas de pobre mujer marchita, de muchacha acariciada por el fuego. Yo no quería, ¡óyelo bien!, yo no quería. ¡Tu hijo era mi fin y yo no lo he engañado, pero el brazo del otro me arrastró como un golpe de mar, como la cabezada de un mulo, y me hubiera arrastrado siempre, siempre, siempre, aun que hubiera sido vieja y todos los hijos de tu hijo me hubiesen agarrado de los cabellos.“
„Tenía frio y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua; pedía libros, es decir horizontes, es decir escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural del cuerpo por hambre sed o frío dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida“
„Las obras de poco sirven sin el fuego interior. No hagas cosas que no deseas hacer para que te den luego palmaditas en la espalda por hacerlas. Nada, si se me permite decirlo, produce un resultado más odioso.“
„Mira los lirios del campo como crecen sin trabajar ni tejer, pero Dios igual los viste; ni siquiera Salomón, lució jamás como ellos, pues si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa al fuego, el Señor la pinta bella, ¿qué no habrá de hacer contigo que fuiste hecho a semejanza de Él?“
„La llama consume el aire y es alimentada por la leña. El aire es la única condición para el crecimiento de los árboles. La leña, cooperando a consumir el aire, mediante el fuego, lucha contra sí misma y contra su propia fuente; y, sin embargo, el oxígeno del aire subsiste y los árboles no cesan de reverdecer.“
„Tuve yo razón. Pero la razón no da fruto.Y estas son mis vestimentas chamuscadas por el fuego.Y estos son mis trebejos de vidente.Y este es mi rostro desfigurado.Un rostro que pudo ser hermoso y no lo supo.“
„Todo hombre tiene miedo en su primera batalla. Si dice que no, es un mentiroso. Algunos hombres son cobardes, pero luchan de la misma manera que los hombres valientes o quedan atónitos al ver pelear a hombres que están tan asustados como ellos. El verdadero héroe es el hombre que lucha a pesar de que tiene miedo. A algunos se les pasa el miedo en un minuto bajo fuego. A algunos les toma una hora. A otros les toma un día. Pero un verdadero hombre nunca dejará que su miedo a la muerte supere su honor, su sentido de deber con su patria y su virilidad innata. El combate es la contienda más mafnifica en la que se puede involucrar un hombre. Trae lo mejor y saca lo peor de él.“
„Aunque mi cuerpo se hiela, me imagino que me quemo; y es que el hielo algunas veces hace la impresión de fuego.“
„Me preocupa más que exista gente que crea que la chingada se va a llevar nada más a un pedazo del país y no a ellos. Me encantaría sentarme con la clase política y prenderles fuego para que hubiera voluntad histórica, no nada más voluntad de robar. A muchos de nosotros nos van a olvidar, pero a ellos, las chingaderas que hacen, los va a recordar la historia.“
„El orden es la servidumbre, embotamiento de la inteligencia, el envilecimiento de la raza humana, mantenido por el hierro, por el látigo y el fuego; es la muerte contínua por el grisú, sepultando a miles de desventurados mineros, destrozados, convertidos en piltrafas por la rapacidad de los patrones o ametrallados, acribillados a bayonetazos, si intentan quejarse de su suerte negra. El orden, en fin, es el lago de sangre en que ahogaron a la Comune de París; es la muerte de treinta mil hombres, mujeres y niños, destrozados por las bombas y la metralla, enterrados con el blanco sudario de cal viva en las calles de París; es el destino de la juventud rusa condenada a pudrirse en las cárceles y a ser sepultada en las nieves de la Siberia, y los mejores, los más enérgicamente puros, los más heroicos, a morir ahorcados por la cuerda del verdugo. ¡He ahí el orden!.“
„Desde entonces, aquél recuerdo de León fue como el centro de su hastío; chisporroteaba en él más fuerte que en una estepa de Rusia, un fuego de viajeros abandonado en la nieve.“
„¡Qué cosa mejor, en efecto, que estar en casa por la noche con un libro junto al fuego, mientras el viento bate los vidrios y la lámpara se consume!“
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