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Relacionado con: grandes
„La sorda rutina, lo mezquino y vil que llena todos los rincones del mundo y como pesado vaho envuelve todo lo grande, se vuelca entorpeciendo, engañando, rebajando y asfixiando en el camino que lo grande ha de recorrer rumbo a la inmortalidad.“
„Cuida que tu reposo y tu contemplación no sean como los del perro delante de una canicería. El miedo no le deja avanzar, el deseo le impide retroceder y abre unos ojos tan grandes como bocas.“
„El idealista es incorregible; si se le arroja de su cielo, se hace del infierno un ideal. Creadle una decepción & veréis que no pone menos ardor en abrazar su decepción del que ponía poco antes en aferrarse a su esperanza. En la medida en que su inclinación pertenece a las grandes tendencias incurables de la naturaleza humana, puede provocar destinos trágicos & convertirse después en objeto de tragedias; en esto afecta a lo que hay de incurable, de inevitable, de irremisible en el destino & en el carácter humanos.“
„No nos engañemos: todos los grandes espíritus son escépticos. Zaratustra lo es.“
„Aquel que dijo «Dios es espíritu» fue l que dio hasta ahora en la tierra el paso y el salto mas grande hacia la incredulidad: ¡no es fácil reparar el mal que esa frase ha hecho en la tierra!“
„El genio está condicionado por un aire seco, por un cielo puro, por un metabolismo rápido, por la capacidad de aprovisionar grandes cantidades de fuerza.“
„El camino a todas las cosas grandes pasa por el silencio.“
„Hay que apartar de nosotros el mal gusto de querer coincidir con muchos. «Bueno» no es ya bueno cuando el veneno toma esa palabra en su boca. ¡Y cómo podría existir un «bien común»! La expresión se contradice así misma: lo que puede ser común tiene siempre poco valor. En última instancia, las cosas tienen que ser tal como son y tal como han sido siempre: las grandes cosas están reservadas a los grandes, los abismos, a los profundos, las delicadezas y estremecimientos, a los sutiles, y, en general, y dicho brevemente, todo lo raro, a los raros.“
„Es como la elegancia, mi María, que está en el buen gusto, y no en el costo. La elegancia del vestido,-la grande y verdadera,-está en la altivez y fortaleza del alma. Un alma honrada, inteligente y libre, da al cuerpo más elegancia, y más poderío a la mujer, que las modas más ricas de las tiendas. Mucha tienda, poca alma. Quien tiene mucho adentro, necesita poco afuera. Quien lleva mucho afuera, tiene poco adentro, y quiere disimular lo poco. Quien siente su belleza, la belleza interior, no busca afuera belleza prestada: se sabe hermosa, y la belleza hecha echa luz.“
„Mátenme al alba. Con cuchillos [ilegible] y con cuchillas oxidadas. Estaré en cuclillas esperando. Salva tu amor. No lo salves. Desafección y mierda violenta que aprendió a expresarse en nuestros días mediante fórmulas atroces como «hacer el amor» y «asumir la responsabilidad» y «negar el pasado» y «el hombre es lo que se hace». No hay más que la memoria, maravilla sin igual, horror sin semejanza. Hace mucho que me entregué a las sombras. Y no me contenta mi destino sombrío, mi destino asombrado. Me han asolado, me han agostado. Libérame de ti pues te amo y no estás. No me hables. No te apostes en mis rincones preferidos. Estás aquí. Me deliras. Me cortas las cintas de colores que me aliaban a las niñas que fui. Me abandonas loca furiosa, comiendo sombras furiosamente, girando convulsa con las manos espantadas, revolcándome en tu huida hasta los atroces orgasmos y gritos de bestia asesinada. Pero te amo. A ti te asumo, ante ti sin pasado ni relojes ni sonidos. Sucia y susurrante, leve, ingrávida, llena de sangre y de sustancias sexuales, húmeda, mojada, reventando de calor, de sangre que pide. Me dañas la columna vertebral, tantos días despeñada sobre tu cuerpo imaginado. Me dañas la cabeza que di contra las paredes porque no sabía qué hacer salvo esto: que debía golpearme y castigarme ya que tú no venías. Con tu sonrisa de paraíso exactamente situado en el tiempo y en el espacio. Con tus ojos que sonríen antes que tus labios. En tus ojos encuentro mi persona súbitamente reconstruida. En tus ojos se acumulan mis fragmentos que se unen apenas me miras. En tus ojos vivo una vida de aire puro, de respiración fiel. En tus ojos no necesito del conocimiento, no necesito del lenguaje. En tus ojos me siento y sonrío y hay una niña azul en el jardín de un castillo. Ahora que no estás me atrae la caída, la mierda, lo abyecto, lo denigrante. Salgo a la calle y siento la suciedad, la ruina. Entro en los bares más siniestros y tomo un vino como sangre coagulada, como menstruación, y me rodean brujas negras, perros sarnosos, viejos mutilados y jóvenes putos de ambos sexos. Yo bebo y me miro en el espejo lleno de mierda de moscas. Después no me veo más. Después hablo en no sé cuál idioma. Hablo con estos desechos que no me echan, ellos me aceptan, me incorporan, me reconocen. Recito poemas. Discuto cuestiones inverosímiles. Acaricio a los perros y me chupo las manos. Sonrío a los mutilados. Me dejo tocar, palpar, manos en mi cuerpo adolescente que tanto te gustaba por ser ceñido y firme y suave. («La lisura de tu vientre, tus caderas de efebo solar, tu cintura hecha a la medida de mis manos cerrándose, tus pechos de niña salvaje que los deja desnudos aun cuando llueve, tu sexo y tus gritos rítmicos, que deshacían la ciudad y me llevaban a una selva musical en donde todo confabulaba para que los cuerpos se reconozcan y se amen con sonidos de leves tambores incesantes. Esas noches en que hacíamos el amor debajo de las grandes palabras que perdían su sentido, porque no había más que nuestros cuerpos rítmicos y esenciales… Y ahora llueve y tengo náuseas y vomito casi todo el día y siempre que hay un olor espantoso en la calle, un olor a paquete olvidado, a muerto olvidado. Y tengo miedo. Eso quería decir: que no estás y tengo miedo.»)“
„Nick, que esa cosa tan grande que está ahi empinada mientras hablas conmigo?-Ah, esto! Es mi barriga!“
„Mi mujer y mis 9 gatos me parecen los más grandes genios de este mundo. Lo son.“
„Hay una soledad en este mundo tan grande que puedes verla en el movimiento lento de las manecillas de un reloj.“
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