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Relacionado con: guardia
„Para vivir una vida de máxima plenitud hay que montar guardia y dejar que entre en tu jardín sólo la información más selecta. No puedes permitirte el lujo de un pensamiento negativo, ni uno solo.“
„había muchas cosas sobre las que escribir. Me encontré con que parece que todo lo que me afectó emocionalmente en los últimos dos años fue intenso. Quiero decir, dolor intenso o intensa alegría o celebración intensa o una intensa montaña rusa. A veces, cuando eres pillado con la guardia baja por sentimientos extremos… muchas veces no dices exactamente lo correcto en ese momento. Y para mí, me alejo de esas situaciones pensando, «Ahora sé lo que debería haber dicho!» Y en ese punto, lo único que se me ocurre para justificar esos momentos es escribir una canción sobre eso.“
„Los reyes no pueden tener guardias más fieles que el afecto de los súbditos.»“
„El guardia se reía de sus contorsiones. Por lo menos ya sabía una cosa, jamás, por ninguna razón del mundo, puede uno desear un aumento de dolor. Del dolor físico sólo se puede desear una cosa: que cese. Nada en el mundo es tan malo como el dolor físico. Ante eso no hay héroes.“
„malditos sean quienes hacen posible que todo eso ocurra, y malditos sean también los alcaldes, los policías municipales y los guardias civiles y todos los demás que lo saben y lo consienten. Y es que hay chusma infame, gentuza sin conciencia, salvajes miserables a quienes sería insultar a los perros llamar hijos de perra.“
„Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial, a los hombres del ejército. Y en concreto, a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles… Hermanos, son de nuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: «No matar». Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios. Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla. Ya es tiempo de que recuperen su conciencia, y que obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado. La Iglesia, defensora de los derechos de Dios, de la Ley de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación. En nombre de Dios, pues, y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión.“
„Los libros están para recordarnos lo tontos y estúpidos que somos. Son la guardia pretoriana de César, susurrando mientras tiene lugar el desfile por la avenida: «Recuerda, César, eres mortal.»“
„Los libros nos recuerdan que somos asnos y tontos. Son la guardia pretoriana del César, que murmura mientras los desfiles pasan ruidosamente por las avenidas «Recuerda, César, que eres mortal“
„Quiero decir, ha sido policía por más tiempo que nadie en la Guardia –explicó Nobby. Uno de los enanos dijo algo en enano. Hubo algunas sonrisas entre los guardias más bajos. –¿Qué quiere decir eso? –preguntó Nobby. –Bueno, en una traducción aproximada –contestó Fuertenelbrazo–: «Mi culo ha sido mi culo durante mucho tiempo, pero no tengo que escuchar nada de lo que diga.“
„¿Sabes cuál es la única obligación que tenemos en esta vida?Pues no ser imbéciles. La palabra «imbécil» es más sustanciosa de lo que parece, no te vayas a creer. Viene del latín baculus quesignifica «bastón»: el imbécil es el que necesita bastón paracaminar. Que no se enfaden con nosotros los cojos ni losancianitos, porque el bastón al que nos referimos no es el que seusa muy legítimamente para ayudar a sostenerse y dar pasitos a un cuerpo quebrantado por algún accidente o por la edad. El imbécil puede ser todo lo ágil que se quiera y dar brincos como una gacela olímpica, no se trata de eso. Si el imbécil cojea no es de los pies, sino del ánimo: es su espíritu el debilucho y cojitranco, aunque su cuerpo pegue unas volteretas de órdago. Hay imbéciles de varios modelos, a elegir:a) El que cree que no quiere nada, elque dice que todo le da igual,el que vive en un perpetuo bostezo o en siesta permanente, aunque tenga los ojos abiertos y no ronque.b) El que cree que lo quiere todo, lo primero que se le presenta ylo contrario de lo que se le presenta: marcharse y quedarse, bailar y estar sentado, masticar ajos y dar besos sublimes, todo a la vez.c) El que no sabe lo que quiere ni se molesta en averiguarlo.Imita los quereres de sus vecinos o les lleva la contraria porque sí,todo lo que hace está dictado por la opinión mayoritaria de los quele rodean: es conformista sin reflexión o rebelde sin causa.d) El que sabe que quiere y sabe lo que quiere y, más o menos,sabe por qué lo quiere pero lo quiere flojito, con miedo o con pocafuerza. A fin de cuentas, termina siempre haciendo lo que no quiere y dejando lo que quiere para mañana, a ver si entonces seencuentra más entonado.e) El que quiere con fuerza y ferocidad, en plan bárbaro, pero seha engañado a sí mismo sobre lo que es la realidad, se despistaenormemente y termina confundiendo la buena vida con aquelloque va a hacerle polvo.Todos estos tipos de imbecilidad necesitan bastón, es decir, necesitan apoyarse en cosas de fuera, ajenas, que no tienen nada que ver con la libertad y la reflexión propias. Siento decirte que losimbéciles suelen acabar bastante mal, crea lo que crea la opiniónvulgar. Cuando digo que «acaban mal» no me refiero a queterminen en la cárcel o fulminados por un rayo (eso sólo suele pasar en las películas), sino que te aviso de que suelen fastidiarse a sí mismos y nunca logran vivir la buena vida esa que tanto nosapetece a ti y a mí. Y todavía siento más tener que informarte quésíntomas de imbecilidad solemos tener casi todos; vamos, por lomenos yo me los encuentro un día sí y otro también, ojalá a ti tevaya mejor en el invento…Conclusión: ¡alerta!, ¡en guardia!, ¡laimbecilidad acecha y no perdona!“
„Ursúa y Castellanos hablaron hasta que la noche azul llena de estrellas cubrió las tierras bajas de la sierra. Todavía a medianoche, cuando en el campamento buena parte de los soldados dormían y sólo los guardias vigilaban en los pasos altos, seguía junto a la fogata el rumor inacabable de ese diálogo, como de dos náufragos que acabaran de llegar otra vez al mundo, porque no hay gran amistad que no comience por un largo intercambio de historias.“
„En eso, estalló la balacera a sus espaldas. Una gritería ensordecedora se levantó alrededor; la gente corría entre los autos, los carros se trepaban a las veredas. Antonio oyó voces histéricas: «¡Ríndanse, carajo!». «¡Están rodeados, pendejos!» Al ver que Juan Tomás, exhausto, se paraba, se paró también a su lado y comenzó a disparar. Lo hacía a ciegas, porque caliés y guardias se escudaban detrás de los Volkswagen, atravesados como parapetos en la pista, interrumpiendo el tráfico. Vio caer a Juan Tomás de rodillas, y lo vio llevarse la pistola a la boca, pero no alcanzó a dispararse porque varios impactos lo tumbaron. A él le habían caído muchas balas ya, pero no estaba muerto. «No estoy muerto, coño, no estoy.» Había disparado todos los tiros de su cargador y, en el suelo, trataba de deslizar la mano al bolsillo para tragarse la estricnina. La maldita mano pendeja no le obedeció. No hacía falta, Antonio. Veía las estrellas brillantes de la noche que empezaba, veía la risueña cara de Tavito y se sentía joven otra vez.“
„No te rindas, aún estás a tiempode alcanzar y comenzar de nuevo,aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,liberar el lastre, retomar el vuelo.No te rindas que la vida es eso,continuar el viaje,perseguir tus sueños,destrabar el tiempo,correr los escombros y destapar el cielo.No te rindas, por favor no cedas,aunque el frío queme,aunque el miedo muerda,aunque el sol se esconda y se calle el viento,aún hay fuego en tu alma,aún hay vida en tus sueños,porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,porque lo has querido y porque te quiero.Porque existe el vino y el amor, es cierto,porque no hay heridas que no cure el tiempo,abrir las puertas, quitar los cerrojos,abandonar las murallas que te protegieron.Vivir la vida y aceptar el reto,recuperar la risa, ensayar el canto,bajar la guardia y extender las manos,desplegar las alas e intentar de nuevo,celebrar la vida y retomar los cielos,No te rindas, por favor no cedas,aunque el frío queme,aunque el miedo muerda,aunque el sol se ponga y se calle el viento,aún hay fuego en tu alma,aún hay vida en tus sueños,porque cada día es un comienzo,porque esta es la hora y el mejor momento,porque no estas sola,porque yo te quiero.“
„Ésa es también la revolución que yo quiero para España. Mis amigos, que ahora se asustan de un vocablo, prefieren, sin duda, confiar en la política boba de hacerse los distraídos ante la revolución pendiente, como si no pasara nada, o la de querer ahogarla con unos miles de guardias más. Pero ya me darán la razón cuando unos y otros nos encontremos en el otro mundo, adonde entraremos, después de ejecutados en masa, al resplandor de los incendios, si nos empeñamos en sostener un orden injusto forrado de carteles electorales.“
„Nos suponen reaccionarios porque tienen la vaga esperanza de que mientras ellos murmuran en los casinos y echan de menos privilegios que en parte se les han venido abajo, nosotros vamos a ser los guardias de asalto de la reacción y vamos a sacarles las castañas del fuego y vamos a esforzarnos en poner sobre sus sillones a quienes cómodamente nos contemplan.“
„Él creía que el ejército seguía siendo siendo básicamente monárquico y yo le señalé el recinto de la Academia y me limité a decirle: Aquí dentro sí. Pero a mí me constaba que ni siquiera Sanjurjo estaba dispuesto a jugar fuerte a favor del rey y eso que disponía de un cargo fundamental para la seguridad de la monarquía: director general de la Guardia Civil. A Sanjurjo no le había gustado el comportamiento del rey con Primo de Rivera y a mí tampoco, pero yo lo asumía disciplinadamente y Sanjurjo era muy suyo.“
„La muerte podía estar en una bolsa de cacahuetes, en un trozo de carne que se te atravesara, en el siguiente paquete de cigarrillos. Siempre te andaba rondando, de guardia en todas las estaciones de control entre lo mortal y lo eterno. Agujas infectadas, insectos venenosos, cables mal aislados, incendios forestales. Patines que lanzaban a intrépidos chiquillos a cruces muy transitados. Cada vez que te metes en la bañera para darte una ducha, Oz te acompaña: ducha para dos.Cada vez que subes a un avión, Oz lleva tu misma tarjeta de embarque. Está en el agua que bebes y en la comida que comes. «¿Quién anda ahí?», gritas en la oscuridad cuando estás solo y asustado, y es él quien te responde: Tranquilo, soy yo. Eh, ¿cómo va eso? Tienes un cáncer en el vientre, qué lata, chico, sí que lo siento. ¡Cólera! ¡Septicemia! ¡Leucemia! ¡Arteriosclerosis! ¡Trombosis coronaria! ¡Encefalitis! ¡Osteomielitis! ¡Ajajá, vamos allá!Un chorizo en un portal, con una navaja en la mano. Una llamada telefónica a medianoche. Sangre que hierve con ácido de la batería en una rampa de salida de una autopista de Carolina del Norte. Puñados de píldoras: anda, traga. Ese tono azulado de las uñas que sigue a la muerte por asfixia; en su último esfuerzo por aferrarse a la vida, el cerebro absorbe todo el oxígeno que queda en el cuerpo, incluso el de las células vivas que están debajo de las uñas.Hola, chicos, me llamo Oz el Ggande y Teggible, pero podéis llamarme Oz a secas. Al fin y al cabo, somos viejos amigos. Pasaba por aquí y he entrado un momento para traerte este pequeño infarto, este derrame cerebral, etcétera; lo siento, no puedo quedarme, tengo un parto con hemorragia y, luego, inhalación de humo tóxico en Omaha.Y la vocecita sigue gritando: «¡Te quiero, Tigger, te quiero! ¡Creo en ti, Tigger! ¡Siempre te querré y creeré en ti, y seguiré siendo niña, y el único Oz que habitará en mi corazón será ese simpático impostor de Nebraska! Te quiero…».Vamos patrullando, mi hijo y yo…, porque lo que importa no es el sexo ni la guerra, sino la noble y terrible batalla sin esperanza contra Oz, el Ggande y Teggible.“
„El nuevo general Jiménez ha marchado ya para el Sur con 1.500 hombres, contra los asesinos de tan ilustre víctima. Añadiré como Catón, el anciano: Este es mi parecer y que se destruya a Cartago. Entienda Ud. por Cartago la guardia de los monstruosos del Cauca. Venguemos a Sucre… Vénguese a Colombia que poseía Sucre, al mundo que lo admiraba, a la gloria del ejército, y a la santa humanidad impíamente ultrajada en el más inocente de los hombres.“
„[…] Carter tuvo suerte, eso es todo. Aunque quedó muy malherido. Le he dado cuarenta y ocho puntos. He gastado casi todo el hilo de tripa que tenía. —Kote cogió su cuenco de estofado y prosiguió—: Si alguien pregunta, diles que mi abuelo era un guardia de caravanas que me enseñó a limpiar y coser heridas. Esta noche estaban todos demasiado conmocionados para hacer preguntas, pero mañana algunos sentirán curiosidad. Y eso no me interesa. —Sopló en el cuenco levantando una nube de vaho que le tapó la cara.“
„La felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos: por lo tanto, Guardia en consecuencia, y cuidar de que se entretienen sin nociones inadecuadas a la virtud y el carácter razonable.“
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