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Relacionado con: guerrero
„Una nación no es necesariamente el adunamiento monótono de los mismos, sino la capacidad social y política de asimilar y molturar todo lo que va llegando por vía guerrera o comercial o puramente vivencial.“
„Dicho del ProfetaLuchaEl guerrero santo es aquél que lucha consigo mismo.“
„El mejor guerrero no es el que triunfa siempre, sino el que vuelve sin miedo a la batalla…“
„Vino ajeno y miseria propia. El reposo breve de un guerrero.“
„Creo en varias cosas. Que la mejor puñalada se da en la ingle, de abajo arriba. En guerreros silenciosos y mujeres valientes. Creo en quienes toda su vida procuran pensar como griegos, pelear como troyanos y morir como romanos. Creo en que todos morimos solos y a ciegas. Y que para hacerlo con dignidad se requiere un largo entrenamiento. Creo en las piedras viejas y en los cuadros oscuros y en los atardeceres rojizos sobre el mar. Y en parejas jóvenes que se besan. Y creo en algunas otras cosas que no le contaré nunca.“
„Temíamos caer violentamente en el silencio como en un abismo y nos mirábamos con laconismo como armados guerreros frente a frente.“
„La propia guerra, sin embargo, no necesita ningún motivo especial, sino que parece que está inserta en la naturaleza humana e, incluso, parece estar considerada como algo noble, a lo que el hombre tiende por un impulso de honor desprovisto de egoísmo, de modo que tanto los salvajes americanos como los europeos en la época de la caballería estiman que el coraje guerrero tiene un gran valor natural, no sólo cuando hay guerra -lo cual es razonable- sino que estiman también valioso que haya guerra, y con frecuencia se han comenzado guerras para mostrar simplemente aquel coraje, con lo que le dan a la guerra una dignidad intrínseca, hasta el punto de que algunos filósofos alaban la guerra como un cierto ennoblecimiento de la humanidad, olvidándose del dicho de aquel griego: «lo malo de la guerra es que hace más gente mala que la que se lleva».“
„Estuve como dos meses pensando, sintiendo que me moría, y yo cada día despertaba y decía ‘Ya hoy no la cuento’, por que no me defendí a tiempo, por que no puse una pausa a tiempo cuando todavía tenía fuerza, por que en ese momento yo me sentía ya sin fuerza, y yo me acuerdo que rezaba y decía ‘Dios mío perdóname, por favor perdóname, no me hagas irme ahorita’. Llegamos al hospital y lo único que yo recuerdo es que se me empezó a dormir todo el cuerpo, absolutamente todo el cuerpo, los brazos, las piernas, las encías, absolutamente todo. Y en ese hospital tuve el corazón 8 segundos en los cuales no se sabe que paso conmigo, pero lo primero que vi enfrente de mi fueron a mis padres, y apretando mi mano y diciendo ‘Aquí estamos’ y yo en ese momento dije ‘Estoy viva, estoy viva’ después de estar pensando tanto tiempo que me iba a morir, y a partir de ahí nació una guerrera, te lo juro, una guerrera que ese día dijo ‘Mi vida cambia hoy’.“
„El guerrero tiene control no sobre otros seres humanos, sino sobre sí mismo; controla sus propias emociones. Reprimimos“
„Una mujer sola explota todos sus encantos, brilla por sí misma porque no tiene sombras que cubran su valía, halla placer incluso en las cosas más pequeñas, se beneficia de los vaivenes de los días (y muchos se presentan torcidos y vacíos) y se erige como guerrera, como aquellas mujeres a las que admirábamos en la adolescencia (Lillian Hellman, Anaïs Nin, Virginia Woolf, Carson McCullers, Dorothy Parker, Colette, Georgia O’Keeffe, Sylvia Platt, Dora Carrington, las hermanas Brõnte, Frida Kahlo), que eran unas suicidas, unas aventureras o unas solteronas de pro (sin insultar, naturalmente!“
„Soy un guerrero -Dijo-. Fui educado como un guerrero. Yo no tuve juguetes, yo tuve armas. Yo dormía en una espada de madera hasta que tuve cinco años. Mis primeros libros eran sobre estudios de demonios medievales con las páginas ilustradas. La primera canción que aprendí eran cantos para desterrar demonios. Se lo que me tranquiliza y no son playas o cantos de aves en bosques lluviosos. Quiero un arma en mi mano y una estrategia para ganar.“
„Seas lo que seas físicamente, hombre o mujer, fuerte o débil, enfermo o sano, todo eso no importa tanto como lo que tengas en el corazón. Si posees el alma de un guerrero, eres un guerrero. Todas esas otras cosas son tan sólo el cristal de la lámpara, pero tú eres la luz que brilla en su interior.“
„Y verás el resurgir, poderoso, del guerrero, sin miedo a leyes ni a nostalgias; y caer mil veces más y levantarse de nuevo, sin más bandera que sus güevos.“
„El guerrero es sabio. hace del escenario un santuario. cielo de discípulos, infierno de adversarios“
„Preveo que el hombre se resignará cada día a empresas más atroces; pronto no habrá sino guerreros y bandoleros; les doy este consejo: ´El ejecutor de una empresa atroz debe imaginar que ya la ha cumplido, debe imponerse un porvenir que sea irrevocable como el pasado.“
„Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual éste colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad.“
„Querido hermano: Recibo atónito tu carta y me asombro de los sanos consejos que en ella me das.Tienes formado muy mal concepto de las fuerzas republicanas y excesivamente bueno de las monárquicas y de lo que representa el trono.Siguiendo la monarquía en España, ya conoces el rumbo de la nación. La nobleza, que se considera casta superior, en su mayoría descendientes bastardos de otros nobles, viviendo a costa del país al amparo de la monarquía, con delegaciones regias, negocios dudosos, puestos políticos influyentes, y escarneciendo a las clases inferiores -más morales cuanto más inferiores- con sus desenfrenos de todos conocidos.El alto clero y las congregaciones, que tienen su principal apoyo en la dinastía reinante, asfixiando las libertades públicas con sus demandas y desafueros, llevándose en forma directa o indirecta un buen trozo del presupuesto, mientras el país languidece y la incultura perdura por falta de escuelas y elementos de enseñanza, pues en los presupuestos no queda dinero para tan perentorias atenciones.Los príncipes, infantes y demás parientes más o menos cercanos al trono, hacen truculentos negocios con el amparo que les presta el poder.El ejército, que debiera ser servidor de la nación, hoy sólo sirve al trono y, para proteger a éste, se atreve a ametrallar al pueblo ansioso de recuperar su soberanía, atropellada y escarnecida por la dictadura borbónica.Mientras, el ejército se apropia el oficio de verdugo de la nación, descuida su eficiencia guerrera y es tan sólo una caricatura de lo que debiera ser.En cambio, se lleva la tercera parte de los presupuestos nacionales.La vieja política, desacreditada, dando origen al golpe de Estado del año 23, llegó a aquel punto de descrédito, gobernando, o mejor dicho, desgobernando las clases monárquicas en cooperación con el poder moderador – por no llamarle absoluto – de ese trono que tanto defiendes.En la monarquía no aparecen valores nuevos. Las mismas causas de antaño producirán los mismos efectos.Tras una nueva etapa de desgobierno, funesta, desde luego, vendrá otra etapa de dictadura, que completará la labor de la dictadura anterior, terminando de ahogar todo espíritu liberal y ciudadano y convirtiéndonos en lo que son hoy algunas repúblicas americanas.Los pocos ciudadanos que pueden, para no morir a manos reaccionarias tendrán que emigrar, perdiéndose para España los valores que ellos representan.Los generales -incapaces- que hoy se agrupan en torno del trono para defenderlo, no llevan otras miras que evitar la llegada de un orden nuevo, en el que por su incapacidad no tendrían puesto decoroso; y para salvar su actual posición privilegiada, defienden a su señor con instinto y dote de esclavos, tratando de poner una vez más el ejército enfrente del pueblo.Esto, que sucedió otras veces, ya no lo conseguirán, y el soldado y el oficial se pondrán al lado de aquél para ayudarle a sacudir sus yugos legendarios y hacer justicia, su justicia, la verdadera justicia, la justicia popular.El pueblo paga al ejército y al trono para que le sirvan y no para que lo tiranicen, y cuando se cansa de pagar servidores desleales, está en su legítimo derecho a prescindir de ellos.El trono rompió la constitución, que es el pacto que tenía con el pueblo; roto el pacto, al pueblo, sólo al pueblo, corresponde rehacerlo o elegir el régimen de gobierno que le ofrezca más sólida garantía de progreso y bienestar.Un régimen que por evoluciones parlamentarias y no por revoluciones sangrientas consiga que no sea un mito el significado de las tres palabras «Libertad, Igualdad, Fraternidad».Ese régimen no puede ser ya la monarquía, puesto que ha demostrado cumplidamente que sólo satisface sus egoísmos, sin importarle un ardite las necesidades del país.El mundo en pocos años ha evolucionado rápidamente. Casi todas las naciones de Europa están hoy constituidas en repúblicas, lo están todas las de América. Los que sentimos el culto de la patria, debemos quererla republicana, única forma de que progrese y se coloque al nivel del resto de Europa, respecto al cual vamos atrasados muchos años.Una república moderada sería la solución al actual estado de cosas.Ella atraería a la gobernación del país a las clases privilegiadas sin espantarlas ni ponerles enfrente, como sucedería con el establecimiento de una república radical.Los elementos más radicales la respetarían, porque verían siempre en ella la posibilidad de evolucionar hacia sus ideales, tratando de ganar puestos en los comicios con su conducta, sus programas y una adecuada propaganda.El país se gobernaría en definitiva como quisiera y evitaríamos la llegada de una revolución que camina con pasos de gigante y que cuanto más tarde más violenta ha de ser.Dices en tu carta con un profundo desconocimiento que las izquierdas son averiada mercancía. ¡Mercancía y bien averiada son las derechas! ¡Ya hemos visto cómo se vendían o alquilaban! Lo poco bueno que en ellas quedaban, se ha marchado a la república, por no convivir con tanto profesional de la indignidad y de la falta de decoro. Los partidos monárquicos ¡¡ésos sí que son averiada mercancía!!“
„Un samurái le pidió a su maestro que le explicara la diferencia entre el cielo y el infierno. Sin responderle, el maestro se puso a dirigirle gran cantidad de insultos. Furioso, el samurái desenvaino su sable para decapitarle.-He aquí el infierno- dijo el maestro antes que el samurái pasara a la acción. El guerrero impresionado por la respuesta del maestro se calmo al instante y volvió a enfundar el sable.Al hacer este último gesto, el maestro añadió:-He aquí el cielo.“
„Este ensueño es un silbido más en el viento y un guerrero no detiene jamás su marcha.“
„El guerrero entonces comprende que las experiencias repetidas tienen una única finalidad: enseñarle lo que no quiere aprender.“
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