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Relacionado con: habitación
„Estoy seguro de que en el transcurso de vuestra vida os habréis dado cuenta de que las habitaciones de las personas reflejan su personalidad. En mi habitación, por ejemplo, he reunido una colección de objetos que son importantes para mí, y que incluyen un polvoriento acordeón en el que puedo tocar algunas canciones tristes, un legajo de notas sobre las actividades de los huérfanos Baudelaire y una fotografía borrosa, hecha hace mucho tiempo, de una mujer llamada Beatrice. Son objetos muy valiosos e importantes para mí.“
„Pasamos por delante de la catedral. La niebla cubre otra vez la ciudad y todo parece una película de terror. Me imagino que Marianne está esperándome en algún rincón con un puñal, como en los tiempos en que Ginebra era una ciudad medieval, en constante lucha con los franceses. Ni el frío ni la caminata me calman. Cogemos el coche y, al llegar a casa, me voy directamente a la habitación y me trago dos pastillas de Valium, mientras mi marido le paga a la niñera y mete a los niños en la cama. Duermo diez horas seguidas. Al día siguiente, cuando me levanto para seguir la rutina matinal, empiezo a pensar que mi marido está un poco menos cariñoso. Es un cambio casi imperceptible, pero hay algo que ayer lo hizo sentirse incómodo. No sé muy bien qué hacer, nunca me había tomado dos tranquilizantes a la vez. Estoy en una especie de letargo que no se parece en nada al que“
„Abrí la ventana y el corazón. El sol inundó mi habitación y el amor inundó mi alma.“
„Salió de la habitación, pensando que de nuevo había tenido un acceso de mal genio. No había sido grave, sólo lo suficiente para sentirse mal y asustado. Con una copa se le pasaría.“
„Se empieza así: poniendo el escritorio en una esquina y, a la hora de sentarse a escribir, recordando el motivo de que no esté en medio de la habitación. La vida no está al servicio del arte sino al revés.“
„Rostros. Voces. Habitaciones. Escenas. Libros. El terror de este momento, pensando VOY A MORIR…“
„¿Qué ha sido esa vergonzosa exhibición? —me preguntó Wilem cuando Marea se hubo marchado.—¿Cómo dices?—¿Cómo dices? —repitió imitando mi tono de voz—. ¿Cómo te atreves a fingir siquiera que eres tan imbécil? Si una chica tan guapa como esa me mirara con un solo ojo de la forma en que te ha mirado a ti con los dos… Ya habríamos encontrado una habitación, por expresarlo de forma educada.—Ha sido simpática —protesté—. Y hemos hablado un rato. Me ha preguntado si querría enseñarle algunos acordes de arpa, pero hace mucho tiempo que no toco el arpa.—Pues si sigues pasando por alto insinuaciones como esa, seguirás sin tocarla mucho tiempo —repuso Wilem con franqueza—. Lo único que ha faltado ha sido que se desabrochara otro botón.Sim se inclinó hacia mí y apoyó una mano en mi hombro; era la viva imagen del amigo preocupado.—Kvothe, hace tiempo que quiero hablar contigo de este problema. Si de verdad no te has dado cuenta de que esa chica se interesaba por ti, quizá tengas que admitir la posibilidad de que seas absolutamente inepto en lo relativo a las mujeres. Quizá debas plantearte el sacerdocio.—Estáis borrachos —dije para disimular mi rubor—. ¿Os habéis quedado con que es la hija de un concejal?—¿Te has quedado —replicó Wil en el mismo tono— con cómo te miraba?Yo sabía que era deplorablemente inexperto con las mujeres, pero no tenía por qué reconocerlo. Así que descarté sus comentarios con un ademán y bajé del taburete.—No sé, pero dudo que un revolcón detrás de la barra fuera en lo que estaba pensando esa chica. —Bebí un sorbo de agua y me alisé la capa—. Bueno, tengo que encontrar a mi Aloine y darle las gracias. ¿Qué aspecto tengo?—¿Qué más da? —dijo Wilem.Simmon le tocó el codo a Wilem.—¿No lo ves? Va detrás de una presa más peligrosa que la escotada hija de un concejal.“
„Cuando Bast volvió a la habitación, con una vaina negra colgando de la mano, sobre la barra había un montón de botellas relucientes y Kote estaba de pie en el mostrador, ahora vacío, montado entre los dos pesados barriles de roble.Kote, que estaba colocando el tablero sobre uno de los barriles, se quedó quieto y gritó, consternado:—¡Ten cuidado, Bast! Eso que llevas en la mano es una dama, no una moza de esas con las que bailas en las fiestas de pueblo.“
„[…]Dejé de prestarle atención. Wil y Sim tenían razón: el tipo estaba mal de la cabeza. ¿Qué pasaría si yo salía corriendo de la habitación, desatrancaba la puerta y la cerraba? ¿Me lo agradecerían los otros maestros?“
„Mis habitaciones eran tan agradables que tardé casi un día entero en darme cuenta de cuánto las odiaba.“
„Sintiendo frío, cerré la ventana y recorrí con la mirada la diminuta habitación con su techo inclinado y su estrecha cama. Sorprendido, comprobé que no habría querido estar en ningún otro sitio de los cuatro rincones. Casi me sentía en casa.Quizá a vosotros no os parezca extraño, pero para mí sí lo era. Había crecido entre los Edena Ruh, y para mí, el hogar nunca había sido un lugar. El hogar era un grupo de carromatos y canciones alrededor de una hoguera. Cuando mataron a mi troupe, perdí algo más que a mi familia y a mis amigos de la infancia. Fue como si todo mi mundo hubiera ardido hasta los cimientos.Tras casi un año en la Universidad, empezaba a sentir que pertenecía a ese lugar. Era una sensación extraña, ese cariño a un sitio. En cierto modo era reconfortante, pero el Ruh que llevaba dentro estaba inquieto, pues se rebelaba contra la idea de echar raíces como una planta.Me quedé dormido preguntándome qué habría pensado mi padre de mí.“
„En el último mes había librado a una mujer de un feroz incendio. Había invocado al fuego y al rayo para librarme de unos asesinos. Había matado a una bestia que podía ser un dragón o un demonio, dependiendo de tu punto de vista. Pero allí, en esa habitación, fue la primera vez que me sentí de verdad como una especie de héroe. Si buscáis una razón que explique por qué me convertí en lo que me convertí, si buscáis un principio, ahí es donde debéis mirar.“
„Volvía a ser de noche. En la posada Roca de Guía reinaba el silencio, un silencio triple.El primer silencio era una calma hueca y resonante, constituida por las cosas que faltaban. Si hubiera habido caballos en los establos, estos habrían piafado y mascado y lo habrían hecho pedazos. Si hubiera habido gente en la posada, aunque solo fuera un puñado de huéspedes que pasaran allí la noche, su agitada respiración y sus ronquidos habrían derretido el silencio como una cálida brisa primaveral. Si hubiera habido música… pero no, claro que no había música. De hecho, no había ninguna de esas cosas, y por eso persistía el silencio.En la posada Roca de Guía, un hombre yacía acurrucado en su mullida y aromática cama. Esperaba el sueño con los ojos abiertos en la oscuridad, inmóvil. Eso añadía un pequeño y asustado silencio al otro silencio, hueco y mayor. Componían una especie de aleación, una segunda voz.El tercer silencio no era fácil reconocerlo. Si pasabas una hora escuchando, quizá empezaras a notarlo en las gruesas paredes de piedra de la vacía taberna y en el metal, gris y mate, de la espada que colgaba detrás de la barra. Estaba en la débil luz de la vela que alumbraba una habitación del piso de arriba con sombras danzarinas. Estaba en el desorden de unas hojas arrugadas que se habían quedado encima de un escritorio. Y estaba en las manos del hombre allí sentado, ignorando deliberadamente las hojas que había escrito y que había tirado mucho tiempo atrás.El hombre tenía el pelo rojo como el fuego. Sus ojos eran oscuros y distantes, y se movía con la sutil certeza de quienes saben muchas cosas.La posada Roca de Guía era suya, y también era suyo el tercer silencio. Así debía ser, pues ese era el mayor de los tres silencios, y envolvía a los otros dos. Era profundo y ancho como el final del otoño. Era grande y pesado como una gran roca alisada por la erosión de las aguas de un río. Era un sonido paciente e impasible como el de las flores cortadas; el silencio de un hombre que espera la muerte.“
„La habitación de pepe, pero que pintura es esa si se os escapan las mejoras, esa cama esta vicia… vicia pa la derecha, calzala de abajo, gástate los cuartos“
„En cada ocasión debía acomodar su estado de ánimo a las exigencias del momento, pero al terminar la jornada, en el silencio de su habitación, pasaba revista a los acontecimientos y concluía que en medio del diario desafío lo más conveniente era no pensar demasiado para evitar que el miedo o la ira lo paralizaran.“
„Se encerraba en su habitación a escuchar sus sinfonías predilectas y deleitarse en su propia tristeza“
„Una habitación sin libros es como un cuerpo sin alma.“
„Los amantes y los locos tienen desbocado el seso, y son dados a forjar fantasías que abarcan más de lo que la razon alcanza a comprender.El lunático, el amante y el poeta, nada son sino imaginación. El uno ve más diablos que lo que el vasto infierno puede contener: ése es el loco. El amante, con parejo frenesí, ve la belleza de Helena en una ceja de gitana. El ojo del poeta, inmerso en su furor divino, Pasea la mirada del cielo a la tierra, y de la tierra al cielo, y cuando la imaginación da cuerpo a cosas desconocidas, su pluma las convierte en formas, y de la nada aérea sale un lugar de habitación y hasta un nombre.Son tantas las trampas que pone la imaginación febril que si llegare a suponer una alegría imaginará una fuente para dicha alegría; o si en la noche temiere algún daño, la primera zarza le parecerá un oso.“
„No hay forma de que Michael Jackson o quien sea que Jackson tenga un millón mil droople mil millones de dólares y luego haya gente hambrienta. ¡No hay forma! No hay forma de que estas personas posean aviones y que las personas no tengan casas. Apartamentos. Chozas Cajones. ¡Pantalones! Sé que eres rico. Sé que tienes 40 mil millones de dólares, pero ¿puedes guardarlo en una casa? Solo necesitas UNA casa. Y si solo tienes dos hijos, ¿puedes mantenerlo en dos habitaciones? Quiero decir, ¿por qué tienen 52 habitaciones y sabes que hay alguien sin habitación? Simplemente no tiene sentido para mí. No lo hace“
„vida es una cuestión de nervios, de fibras, y de células lentamente elaboradas en las que el pensamiento se esconde y la pasión tiene sus sueños. Quizá te imaginas que estás a salvo y crees que eres fuerte. Pero un cambio casual de color en una habitación o en el color del cielo matutino, un determinado perfume que te gustó en una ocasión y que te trae recuerdos sutiles, un verso de un poema olvidado con el que te tropiezas de nuevo, una cadencia de una composición musical que has dejado de tocar… Te aseguro, Dorian, que la vida depende de cosas como ésas.“
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