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Relacionado con: hombre de negocios
„Yo no aseguro ni puedo asegurar que hay otra vida; no estoy convencido de que la haya; pero no me cabe en la cabeza que un hombre de verdad no sólo se resigne a gozar más que de esta vida, sino que renuncie a la otra, y hasta la rechace.“
„El rey, con el tema de la OTAN, lo mejor que podía hacer era callarse y, en el tema de Maastricht, callarse. Y si no se calla en estos temas, hombre, que le eche una mano a la justicia en el sentido de todo lo que está pasando. Pero yo creo que es mejor que se calle, cumpliendo su papel constitucional.“
„Si mi vida, con las pruebas, tribulaciones y dificultades que he enfrentado para mi pueblo no ha demostrado mi coraje, entonces no hay manera de que pueda convencer más. He vivido en medio de amenazas, intimidación, violencia física e incluso muerte, y sin embargo nunca he huido de la situación. He instado a mi pueblo en todo momento a luchar contra la segregación e incluso a desobedecer las leyes de segregación para excitar y despertar la conciencia de nuestra nación. Voy a seguir haciendo esto, pero lo haré con el espíritu correcto. Nunca permitiré que ningún hombre me arrastre tan bajo que me haga odiarlo; y sobre todo nunca me amargaré.“
„Hemos caído tan bajo que la reformulación de lo obvio es la primera obligación de un hombre inteligente.“
„Creo en el amor cuando estoy triste, cuando estoy contento miro a ciertas mujeres como si fueran mis hermanas, y me agradaría tener el poder de hacerlas felices, aunque no se me oculta que tal pensamiento es un disparate, pues si es imposible que un hombre haga feliz a una sola mujer, menos todavía a todas.“
„Cuando volví a verlo, cuando iniciamos esta segunda amistad que espero no terminará ya nunca, dejé de pensar en toda forma de ataque. Quedó resuelto que no le hablaría jamás de Inés ni del pasado y que, en silencio, yo mantendría todo aquello viviente dentro de mí. Nada más que esto hago, casi todas las tardes, frente a Roberto y las caras familiares del café. Mi odio se conservará cálido y nuevo mientras pueda seguir viviendo y escuchando a Roberto; nadie sabe de mi venganza, pero la vivo, gozosa y enfurecida, un día y otro. Hablo con él, sonrío, fumo, tomo café. Todo el tiempo pensando en Bob, en su pureza, su fe, en la audacia de sus pasados sueños. Pensando en el Bob que amaba la música, en el Bob que planeaba ennoblecer la vida de los hombres construyendo una ciudad de enceguecedora belleza para cinco millones de habitantes, a lo largo de la costa del río; el Bob que no podía mentir nunca; el Bob que proclamaba la lucha de los jóvenes contra los viejos, el Bob dueño del futuro y del mundo. Pensando minucioso y plácido en todo eso frente al hombre de dedos sucios de tabaco llamado Roberto, que lleva una vida grotesca, trabajando en cualquier hedionda oficina, casado con una mujer a quien nombra “mi señora”; el hombre que se pasa estos largos domingos hundido en el asiento del café, examinando diarios y jugando a las carreras por teléfono.Nadie amó a mujer alguna con la fuerza con que yo amo su ruindad, su definitiva manera de estar hundido en la sucia vida de los hombres. Nadie se arrobó de amor como yo lo hago ante sus fugaces sobresaltos, los proyectos sin convicción que un destruido y lejano Bob le dicta algunas veces y que sólo sirven para que mida con exactitud hasta donde está emporcado para siempre.No sé si nunca en el pasado he dado la bienvenida a Inés con tanta alegría y amor como diariamente le doy la bienvenida a Bob al tenebroso y maloliente mundo de los adultos. Es todavía un recién llegado y de vez en cuando sufre sus crisis de nostalgia. Lo he visto lloroso y borracho, insultándose y jurando el inminente regreso a los días de Bob. Puedo asegurar que entonces mi corazón desborda de amor y se hace sensible y cariñoso como el de una madre. En el fondo sé que no se irá nunca porque no tiene sitio donde ir; pero me hago delicado y paciente y trato de conformarlo. Como ese puñado de tierra natal, o esas fotografías de calles y monumentos, o las canciones que gustan traer consigo los inmigrantes, voy construyendo para él planes, creencias y mañanas distintos que tienen luz y el sabor del país de juventud de donde él llegó hace un tiempo. Y él acepta; protesta siempre para que yo redoble mis promesas, pero termina por decir que sí, acaba por muequear una sonrisa creyendo que algún día habrá de regresar al mundo de las horas de Bob y queda en paz en medio de sus treinta años, moviéndose sin disgusto ni tropiezo entre los cadáveres pavorosos de las antiguas ambiciones, las formas repulsivas de los sueños que se fueron gastando bajo la presión distraída y constante de tantos miles de pies inevitables.“
„Phebe y yo creemos que es tanto un derecho como un deber para las mujeres hacer algo con sus vidas, como para los hombres, y no vamos a estar satisfechas con cosas tan frívolas como las que usted nos da.“
„Incluso Dios no propone juzgar a un hombre hasta sus últimos días, ¿por qué tú y yo?“
„Tratar con la gente es, probablemente, el mayor problema que se afronta, especialmente si se es un hombre de negocios.“
„Lo que me gana, siempre lo hace, es cómo un hombre puede ser tan inteligente y, sin embargo, ser un tonto tan perfecto.“
„El hombre solo es dueño de lo que ama, si no lo ama, no le pertenece.“
„El hombre se somete a diversas ideas de grupo y no siempre es bueno.“
„La memoria de cada hombre es su literatura privada.“
„Un fuerte argumento a favor de la religión de Cristo es éste: que los delitos contra la Caridad son prácticamente los únicos que pueden hacer los hombres en sus lechos de muerte, no para entender, sino para sentir, como crimen.“
„Todo hombre tiene miedo en su primera batalla. Si dice que no, es un mentiroso. Algunos hombres son cobardes, pero luchan de la misma manera que los hombres valientes o quedan atónitos al ver pelear a hombres que están tan asustados como ellos. El verdadero héroe es el hombre que lucha a pesar de que tiene miedo. A algunos se les pasa el miedo en un minuto bajo fuego. A algunos les toma una hora. A otros les toma un día. Pero un verdadero hombre nunca dejará que su miedo a la muerte supere su honor, su sentido de deber con su patria y su virilidad innata. El combate es la contienda más mafnifica en la que se puede involucrar un hombre. Trae lo mejor y saca lo peor de él.“
„Lo que más interesante es en la naturaleza existen dos especies, unicamente dos especies que son expansionistas: el hombre y los insectos. Las demás especies son territoriales. El insecto es devorador, expansionista, hasta que se siegue expandiendo y no le importa. Y el hombre es así… las dos especies que van a acabar peleándose por el mundo van a ser insectos y hombres.“
„El siglo XVIII fue llamado la Era de la Razón. Era una época en que los caballeros con tiempo libre se interesaban por los experimentos científicos y en que estaban de moda los experimentos con el fenómeno recientemente explorado de la electricidad. Un objeto llamado la botella de Leiden (porque fue inventado en Leiden, una ciudad de los Países Bajos) podía ser usado para acumular una gran carga de electricidad y todos los hombres de ciencia experimentaban con él.“
„»Debe existir algún tipo de presión; el artista existe porque el mundo no es perfecto. El arte sería inútil si el mundo fuera perfecto, ya que el hombre no buscaría la armonía sino que simplemente viviría en ella. El arte nace de un mundo diseñado enfermizamente».“
„Funda tus ventajas sobre la probidad de un hombre, antes que sobre sus palabras.“
„Feliz el hombre que ha empleado el tiempo.“
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