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„Ningún hombre siguió a su genio hasta que lo confundió.“
„Cualquier hombre que tenga más razón que sus prójimos ya constituye una mayoría de uno.“
„El hombre es rico en proporción a la cantidad de cosas de las que puede prescindir.“
„Hay más religión en la ciencia del hombre que ciencia en su religión.“
„¿Es la democracia, tal como la conocemos, el último logro posible en materia de gobierno? ¿No es posible dar un paso más hacia el reconocimiento y organización de los derechos del hombre? Nunca podrá haber un Estado realmente libre e iluminado hasta que no reconozca al individuo como poder superior independiente del que derivan el que a él le cabe y su autoridad, y, en consecuencia, le dé el tratamiento correspondiente.“
„Toda votación es un juego, como el de damas o el ajedrez, pero con un leve tinte moral, un quehacer festivo con el Bien y el Mal, con resonancias morales; y el envite, naturalmente, es inherente a él. No se apuesta sobre el carácter de los votantes. Yo deposito mi voto, quizá, por lo que estimo correcto; pero no me siento vitalmente interesado en que prevalezca. Estoy dispuesto a dejarlo en manos de la mayoría. Su obligación, por tanto, jamás pasa del grado de lo conveniente. Incluso votar por lo justo es no hacer nada por ello. Apenas significa otra cosa que exponer débilmente a los hombres el deseo de que fuera así. El hombre prudente no dejará lo justo a merced del azar ni deseará que prevalezca gracias al poder de la mayoría. Poca es la virtud que encierra la masa. Cuando la mayoría vote, por fin, por la abolición de la esclavitud será porque es indiferente a ella o porque queda ya muy poca que abolir mediante su voto. Serán ellos, entonces, los únicos esclavos. Sólo el voto de aquél que afirma con él su propia libertad puede acelerar la abolición de la esclavitud.“
„La mayoría de los hombres, incluso en este país relativamente libre, se afanan tanto por los puros artificios e innecesarias labores de la vida, que no les queda tiempo para cosechar sus mejores frutos.“
„La mayor parte de los hombres, incluso en este país relativamente libre, se afanan tanto en innecesarios artificios y labores absurdamente mediocres, que no les queda tiempo para recoger los mejores frutos de la vida.“
„No es tan importante que muchos sean igual de buenos que tú como el que exista alguna medida de bondad absoluta en algún lugar; pues esto haría fermentar toda la masa. Son miles los que por opinión se oponen a la esclavitud y a la guerra y que, sin embargo, no hacen nada para ponerle fin; que, estimándose hijos de Washington y de Franklin, siguen sentados con sus manos en los bolsillos y dicen que no saben qué hacer, por lo que no hacen nada; quienes posponen incluso la cuestión de la libertad a la del libre comercio, y que tranquilamente se informan de los precios actuales del mercado junto con las últimas noticias de México, después de comer, y hasta que puede que terminen por dormirse en el empeño. ¿Qué precio alcanza hoy un hombre honesto y patriota? Dudan, vacilan, se lamentan, y en ocasiones, piden; pero no hacen nada seriamente y de efecto. Esperarán, con la mejor disposición, a que sean otros quienes remedien la maldad para que ellos no tengan que seguir lamentándose de su existencia. A lo más darán su voto con descuido y una salutación de adiós al justo, cuando éste pase por su lado. Hay novecientos noventa y nueve paladines de la virtud por cada hombre virtuoso; pero es mucho más fácil tratar con el poseedor real de algo que con su guardián temporal.“
„No; sed Colones de los continentes y mundos enteramente nuevos de vuestro interior y abrid nuevas vías, no para el comercio, sino para las ideas.Todo hombre es dueño y señor de un reino junto al cual el imperio terrestre del zar no es sino una nimiedad, un rimerillo dejado por el hielo. Sin embargo, algunos que no se tienen respeto a sí mismos pueden pasar por patriotas y sacrificar lo más grande a lo más vano. Aman el suelo que conformará su tumba, pero no sienten simpatía alguna por el espíritu que anima aún su propio barro.“
„La mayoría de los hombres me parecen, a pesar de sus artes, inferiores a los animales.“
„¡La laguna de Flint! Nuestra nomenclatura es pobre. ¿Qué derecho tenía el sucio y estúpido granjero, cuya granja lindaba con esta agua celestial, a darle su nombre tras haber desnudado sin piedad sus riberas? No es para mi el nombre de un avaro que prefería la resplandeciente superficie de un dólar o de un centavo nuevo, en la que podía ver su propia cara dura; que consideraba intrusos a los mismos patos salvajes que anidaban allí y cuyos dedos habían crecido hasta convertirse en garras curvas y callosas por el hábito de agarrar las cosas como una arpía. No voy allí a ver ni a oír hablar de alguien que nunca ha ‘visto’ (palabra enfatizada en cursiva) la laguna, ni se ha bañado en ella, ni la ha amado, ni protegido, ni pronunciado una palabra a su favor, ni agradecido a Dios que la creara. Démosle más bien el nombre de los peces que nadan en ella, de las aves salvajes o los cuadrúpedos que la frecuentan, de las flores silvestres que crecen en sus orillas o de algún hombre o niño salvaje cuya historia se haya entretejido con la de la laguna, no el de aquel que no podría mostrar otro título que el hecho de que otro vecino de mentalidad semejante o la cámara legislativa se lo hayan otorgado a él, que sólo pensaba en su valor monetario y cuya presencia ha sido nefasta para la orilla, que esquilmó la tierra a su alrededor y habría agotado el agua, que lamentaba que no fuera una pradera de heno inglés o de arándanos. A su parecer, nada había que salvar en la laguna y la habría drenado y venido por el légamo del fondo. La laguna no movía su molino ni era, para él, un privilegio contemplarla. No respeto su trabajo ni su granja, donde todo está tasado. Ese hombre sería capaz de llevar el paisaje y a su Dios y al mercado si pudiera obtener algo a cambio; su Dios es el mercado, por eso va allí; nada crece libremente en su granja: sus campos no dan cosechas, sus prados no dan flores, sus árboles no dan fruto, sino dólares. No ama la belleza de sus frutos; sus frutos no están maduros para él hasta que se convierten en dólares.“
„Así pues el Estado no se enfrenta nunca intencionalmente contra el sentido del hombre, intelectual y moral, sino contra su cuerpo, sus sentidos. No se arma de honestidad o de ingenio superior sino de mayor fuerza física. Pero yo no he nacido para ser violentado. Y respiraré a mi aire; veremos quién es el más fuerte. ¿Qué fuerza tiene la multitud? Sólo pueden forzarme a algo aquellos que obedecen a una ley superior a la mía. Me obligan a ser como ellos. ¿Qué vida sería ésta? Cuando doy con un gobierno que me dice: ‘tu dinero o tu vida’. ¿Por qué he de apresurarme a darle mi dinero?.“
„Mientras que la civilización ha ido mejorando nuestro habitat, no ha hecho igual con los hombres que han de poblarlo. Ha creado palacios, pero no era tan fácil crear nobles y reyes. Y si los objetivos que persigue el hombre civilizado no tienen más valor que los del salvaje, si empeña la mayor parte de su vida en la satisfacción de necesidades no imprescindibles y de meras comodidades, ¿por qué ha de tener una morada mejor que la de aquél?“
„La ley nunca hará a los hombres libres; son los hombres los que tienen que hacer la ley libre.“
„Un hombre es rico en proporción a las cosas que puede desechar.“
„Bajo un gobierno que encarcela a cualquiera injustamente, el lugar apropiado para el justo es también la prisión. Y hoy, el sitio adecuado, el único que Massachusetts ha proporcionado para sus espíritus más libres y menos desalentables está en sus prisiones, donde han de ser separados y enajenados del Estado, por acción de este, dado que ellos ya lo han hecho por sus principios. Allí es donde debieran dar con ellos el esclavo fugitivo y el prisionero mejicano en libertad condicional, y el indio venido a denunciar las injusticias hechas a su raza; en este terreno de exclusión, pero más libre y honorable, donde el Estado coloca a aquellos que no están con él sino contra él, el único hábitat donde, en un Estado esclavizador, el hombre puede vivir con honor.“
„Si la alternativa es: mantener a los justos en prisión o renunciar a la guerra y a la esclavitud, el Estado no dudará al elegir. Si un millar de personas rehusaran satisfacer sus impuestos este año, la medida no sería ni sangrienta ni violenta, como sí, en cambio, el proceder contrario, que le permitiría al Estado continuar perpetrando acciones violentas con derramamiento de sangre inocente. Y esa es, de hecho, la definición de la revolución pacífica, si tal es posible. Si el recaudador de impuestos o cualquier otro funcionario público me pregunta, cómo así ha ocurrido ya, ‘pero ¿qué he de hacer yo?’, mi respuesta es: ‘si en verdad deseas colaborar, renuncia al cargo’. Cuando el súbdito niegue su lealtad y el funcionario sus oficios, la revolución se habrá conseguido. Suponed, no obstante, que corra la sangre. ¿Acaso no se vierte ésta cuando es herida la conciencia? La auténtica virilidad e inmortalidad del hombre se pierden por esa herida, y aquél se desangra hasta la muerte eterna. Y yo veo correr ahora esos ríos de sangre.“
„Los existencialistas no piensan en el hombre como especie, sino en su absoluta singularidad. En“
„dos factores que hacen difícil que las empresas sean éticas: el primero es que no se plantean la pregunta por el ser humano, por la condición humana, sino que simplemente ven al hombre bajo la categoría de recurso humano; el segundo, y retomando su definición del papel del empresario en la sociedad —aquel que satisface las necesidades humanas—, es que para expandir su capital y sus espacios de trabajo, el empresario ha creado necesidades ficticias, irreales, que en lugar de beneficiar a la sociedad le aumentan sus niveles de insatisfacción.“
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