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Relacionado con: hombro
„Le ruego que dejemos a Dios y a sus ministros a un lado. —Ah, eso quisiera yo. Porque cambiar el signo de los tiempos no es asunto de Dios, sino de los hombres. De“
„Como acaba de leer el señor secretario, se trata de elegir entre nuestros compañeros a dos hombres buenos.“
„Después, con el tiempo, aprendí que, aunque todos los hombres somos capaces de lo bueno y de lo malo, los peores siempre son aquellos que, cuando administran el mal, lo hacen amparándose en la autoridad de otros, en la subordinación o en el pretexto de las órdenes recibidas. Y si terribles son quienes dicen actuar en nombre de una autoridad, una jerarquía o una patria, mucho peores son quienes se estiman justificados por cualquier dios.“
„Para Falcó, palabras como patria, amor o futuro no tenían ningún sentido. Era un hombre del momento, entrenado para serlo. Un lobo en la sombra. Ávido y peligroso. Después“
„El hombre es infeliz porque ignora a la naturaleza. Incapaz de interrogarla de modo científico, no percibe que ésta, desprovista tanto de maldad como de bondad intrínsecas, se limita a seguir leyes inmutables y necesarias… O dicho de otra manera, que no puede actuar de modo distinto al que actúa. Por eso los hombres, en su ignorancia, se someten a hombres iguales que ellos: reyes, hechiceros y sacerdotes, a los que su estupidez los hace considerar dioses sobre la tierra. Y éstos aprovechan para esclavizarlos, corromperlos y volverlos viciosos y miserables.“
„Es a la física y a la experiencia a las que debe recurrir el hombre. A ellas debe consultar en su religión y en su moral, en sus leyes y en su gobierno político, en las ciencias y en las artes, en los placeres y en las desgracias. Barón Holbach. Sistema de la naturaleza“
„Y supo de mujeres capaces de desmontar con minuciosidad de relojero los resortes que mueven a un hombre.“
„Porque la religión es la mayor forma de engaño inventada por el hombre.“
„El capitán, seguro de no resistir mucho rato frente a cinco hombres armados y diestros en el oficio, decidió no andarse con lindezas de esgrima, y en vez de curar su salud procuró desbaratar la de sus enemigos.“
„Fue un hombre con mala suerte, de ésos que nacen con la marca de la derrota y nunca logran quitársela de encima.“
„… La bala retozona del 5.56, esa misma que hace zigzag y en vez de salir por ahí sale por allá o hace estallar el hígado, se comporta así porque un brillante ingeniero, hombre pacífico donde los haya, quizá católico practicante, aficionado a Mozart y a la jardinería, pasó muchas horas estudiando el asunto. Tal vez hasta le dio nombre -Bala Louise, Pequeña Eusebia- porque el día que se le ocurrió el invento era el cumpleños de su mujer o su hija. Después, una vez terminados los planos, con la conciencia tranquila y la satisfacción del deber cumplido, el asesino de manos limpias apagó la luz de la mesa de proyectos y se fue a Disneylandia con la familia.“
„quien mata de lejos lo ignora todo sobre el acto de matar. Quien mata de lejos ninguna lección extrae de la vida ni de la muerte: ni arriesga, ni se mancha las manos de sangre, ni escucha la respiración del adversario, ni lee el espanto, el valor o la indiferencia en sus ojos. Quien mata de lejos no prueba su brazo ni su corazón ni su conciencia, ni crea fantasmas que luego acudirán de noche, puntuales a la cita, durante el resto de su vida. Quien mata de lejos es un bellaco que encomienda a otros la tarea sucia y terrible que le es propia. Quien mata de lejos es peor que los otros hombres, porque ignora la cólera, y el odio, y la venganza, y la pasión terrible de la carne y de la sangre en contacto con el acero; pero también ignora la piedad y el remordimiento. Por eso, quien mata de lejos no sabe lo que pierde.“
„«Cuando Héctor o Aquiles no tienen la suerte de morir en Troya, se convierten en Ulises intentando regresar a Ítaca bajo un cielo sin dioses, y llamándose Nadie para sobrevivir en la cueva del cíclope. Cualquier imbécil puede ser Héctor o Aquiles. Lo difícil es ser Ulises con una Troya ardiendo en la memoria. Ése es el héroe que me interesa, y con él escribo novelas. Quizá porque a mi edad soy más Ulises que Aquiles y yo también tengo sangre en las uñas y alguna Troya ardiendo a las espaldas. En realidad, todas mis novelas hablan sobre lo mismo: sobre ese Ulises, hombre o mujer, moviéndose por territorio hostil. Por territorio enemigo».“
„Hay mujeres admirables, acostumbradas a pensar. Damas inteligentes, libres de espíritu, que se sitúan por encima de los prejuicios y combinan el alma fuerte de los hombres con la sensibilidad de su sexo. —Eso es muy cierto. Quizá por eso, las mujeres de talento aman más tiernamente a sus viejos amigos que a sus jóvenes amantes… Ellas pueden engañar a veces al marido o al amante, pero nunca al amigo.“
„No había piedad en ellos, ni siquiera esos ápices de humanidad que a veces uno vislumbra incluso en los más desalmados. Frailes, juez, escribano y verdugos se comportaban con una frialdad y un distanciamiento tan rigurosos que era precisamente lo que más pavor producía; más, incluso, que el sufrimiento que eran capaces de infligir: la helada determinación de quien se sabe respaldado por leyes divinas y humanas, y en ningún momento pone en duda la licitud de lo que hace. Después, con el tiempo, aprendí que, aunque todos los hombres somos capaces de lo bueno y de lo malo, los peores siempre son aquellos que, cuando administran el mal, lo hacen amparándose en la autoridad de otros, en la subordinación o en el pretexto de las órdenes recibidas. Y si terribles son quienes dicen actuar en nombre de una autoridad, una jerarquía o una patria, mucho peores son quienes se estiman justificados por cualquier dios. Puestos a elegir con quien habérselas a la hora, a veces insoslayable, de tratar con gente que hace el mal, preferí siempre a aquellos capaces de no acogerse más que a su propia responsabilidad. Porque en las cárceles secretas de Toledo pude aprender, casi a costa de mi vida, que nada hay más despreciable, ni peligroso, que un malvado que cada noche se va a dormir con la conciencia tranquila. Muy malo es eso. En especial, cuando viene parejo con la ignorancia, la superstición, la estupidez o el poder; que a menudo se dan juntos. Y aún resulta peor cuando se actúa como exégeta de una sola palabra, sea del Talmud, la Biblia, el Alcorán o cualquier otro escrito o por escribir. No soy amigo de dar consejos –a nadie lo acuchillan en cabeza ajena-, mas ahí va uno de barato: desconfíen siempre vuestras mercedes de quien es lector de un solo libro.“
„El hombre antiguo, y no hablo del hombre de hace dos mil años, hablo de nuestros bisabuelos, sabía que muchos niños morían al nacer, y a veces también sus madres; que había pestes y guerras y virus… El hombre antiguo conocía el sufrimiento, y eso lo hacía mejor. Cosas como la caridad, la compasión, la generosidad, existían porque el hombre que sufre puede ser solidario, sabe que el sufrimiento le puede tocar a cualquiera. Ahora, como creemos que el dolor es para los otros, nadie se preocupa hasta que le toca. Resumiendo: cuando sabes que no hay solución, cuando no te crees eso que dice la gente ahora de «esto no puede ser, esto tiene que terminar…», cuando sabes que el horror puede durar lo que dure, cuando recuerdas que Sarajevo puede durar siete años, que el sida aparece y no hay modo de frenarlo, y que lleva ya muchos años y puede seguir muchísimos más… Cuando compruebas que no hay solución o que si la hay no está al alcance de los hombres, entonces te enfrentas con otro hecho, que la única solución es el consuelo. La `filosofía´. Por eso no nos queda otra que ir a los clásicos, a la Antigüedad, a los viejos maestros, que no solucionan, pero te confortan.“
„El hombre moderno se niega a aceptar las reglas: el mundo es un lugar peligroso, hostil, todo Titanic tiene su iceberg, y nos negamos a verlo. La gente se deja timar por las agencias de viaje que hablan de lugares paradisíacos, pero el mundo es un sitio muy jodido. Es que los barcos se hunden, y los virus te infectan, y las balas te matan… es asombroso que la gente se niegue a aceptar que el mundo es un lugar así, pero los viejos lo sabían y nosotros lo hemos olvidado. Mira el cuadro de Brueghel el Viejo del Prado: esos viejos lo sabían, y con nuestra estupidez lo olvidamos todo y pagamos el precio de ese olvido. Y oímos: “¡Que me saquen de aquí!… ¡Que el gobierno intervenga!…” Pero, gilipollas, ¿por qué te has metido?“
„Hay veces que uno llega a avergonzarse de ser hombre.“
„Sigo creyendo que en el concilio de Trento España se equivocó de camino: mientras la Europa moderna apostaba por un Dios práctico, emprendedor, aquí fuimos rehenes de otro Dios reaccionario y siniestro, que nos hizo caminar en dirección opuesta al futuro mientras sus ministros proponían quemar, fusilar, prohibir, desterrar costumbres, libros, ideas y hombres. Mientras saboteaban constituciones, bendecían a generales carlistas o levantaban el brazo junto a caudillos paseados bajo palio. Y ahí siguen. Mezclando a Dios con las cosas de comer. Disputando arrogantes y pertinaces, a estas alturas de España, cualquier conquista del sentido común, la libertad y la vida.“
„Odio a los cristianos que se han dejado matar en los circos romanos sin pelear. La lucha justifica la existencia del hombre. Un hombre que no lucha no es un hombre. Uno adquiere su dignidad enfrentándose a la enfermedad, al horror, a la soledad, a la estupidez. El hombre tiene la obligación moral de pelear contra todas las cosas negativas con las que la vida le rodea. La vida me ha hecho abandonar muchas cosas salvo el respecto por el valor. Entiendo por valor esa facultad humana de poder decir no, de negarse a rendirse, de luchar hasta el final por las convicciones. Luchar igualmente, sabiendo que en tu fusil ya no quedan cartuchos. La única verdadera virtud es el combate por la dignidad.“
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