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humedad
Relacionado con: humedad
„El aire de los museos era el mismo en todas partes: una atmósfera meticulosamente filtrada para eliminar todas las partículas y oxidantes y luego humectada con agua ionizada hasta alcanzar el 45% de humedad.“
„Y hoy que los huesos crujen por las humedades, tu sonrisa inolvidable me hizo tanto, tanto bien.“
„Serán días… en los que todos sus difuntos se habrán convertido en humedad pura y hablarán desde sus soledades remotas y salvajes, hablarán tal como lo hace la lluvia en África, y ya no recordarán nada, todo se habrá olvidado. Hasta la lluvia bajo la cual un día todos los muertos se enamoraron habrá quedado borrada. Y también se habrá perdido el recuerdo de la luna bajo la cual un día caminaron vivos como almas en pena en una carretera también olvidada.“
„No tenían ya palabras. Las estrellas empezaban a brillar. ¿Cómo fue que sus labios se encontraron? ¿Cómo es que el pájaro canta, que la nieve se funde, que la rosa se abre? Un beso; eso fue todo. Los dos se estremecieron, y se miraron en la sombra con ojos brillantes. No sentían ni el frío de la noche, ni la frialdad de la piedra, ni la humedad de la tierra, ni la humedad de las hojas; se miraban y tenían el corazón lleno de pensamientos. Se habían cogido de las manos sin saberlo.“
„En la posada del fracaso,donde no hay consuelo ni ascensor,el desamparo y la humedadcomparten colchóny cuando, por la calle,pasa la vida, como un huracán,el hombre del traje grissaca un sucio calendario delbolsillo y grita¿Quién me ha robado el mes de abril?“
„Más allá del crepúsculo sentía el agua, la olía. Cuando la primavera florecía y llovía se olía por todas partes no se notaba tanto otras veces pero cuando llovía el olor comenzaba a entrar en casa con el crepúsculo o porque al atardecer se intensificase la lluvia o por algo que hubiera en la propia luz pero entonces era cuando el olor se tornaba más intenso hasta que ya en la cama yo pensaba cuándo acabará cuándo acabará. La corriente de aire que entraba por la puerta olía a agua, un continuo hálito de humedad. A veces yo conseguía dormirme repitiéndolo una y otra vez hasta que se mezclaba con las madreselvas todo terminó por simbolizar la noche y el desasosiego no me parecía estar despierto ni dormido mirando hacia un largo pasillo de media luz grisácea donde todas las cosas estables se habían convertido en paradójicas sombras todo cuanto yo había hecho sombras todo cuanto yo había sufrido tomando formas visibles grotescas y burlándose con su inherente irrelevancia de la significación que deberían haber afirmado pensando era yo no era yo quién no era no era quién.“
„Enterrado junto al cocotero hallarás más tardeel cuchillo que escodí allí por temor de que me mataras,y ahora repentinamente quisiera oler su acero de cocinaacostumbrado al peso de tu mano y al brillo de tu pie:bajo la humedad de la tierra, entre las sordas raíces,de los lenguajes humanos el pobre sólo sabría tu nombre,y la espesa tierra no comprende tu nombrehecho de impenetrables y substancias divinas.“
„Los recuerdos tristes también lo atan a uno.—¿A qué lo atan? ¿A quedarse en el mismo sitio en el que nació? No entiendo cómo alguien puede hablar de libertad y no liberarse de semejante carga. Es como si el árbol pudiera tener su hogar en un sitio en el que no puede crecer. El hogar del árbol está allí donde encuentra humedad para vivir.“
„Funes discernía continuamente los tranquilos avances de la corrupción, de las caries, de la fatiga. Notaba los progresos de la muerte, de la humedad. Era el solitario y lúcido espectador de un mundo multiforme, instantáneo y casi intolerablemente preciso. Babilonia, Londres y Nueva York han abrumado con feroz esplendor la imaginación de los hombres; nadie, en sus torres populosas o en sus avenidas urgentes, ha sentido el calor y la presión de una realidad tan infatigable como la que día y noche convergía sobre el infeliz Ireneo, en su pobre arrabal sudamericano. Le era muy difícil dormir. Dormir es distraerse del mundo; Funes, de espaldas en el catre, en la sombra, se figuraba cada grieta y cada moldura de las casas precisas que lo rodeaban. (Repito que el menos importante de sus recuerdos era más minucioso y más vivo que nuestra percepción de un goce físico o de un tormento físico.) Hacia el Este, en un trecho no amanzanado, había casas nuevas, desconocidas. Funes las imaginaba negras, compactas, hechas de tiniebla homogénea; en esa dirección volvía la cara para dormir. También solía imaginarse en el fondo del río, mecido y anulado por la corriente.“
„¿Qué clase de paseo va a ser éste si me basta mirarte parasaber que con vos me voy a empapar el alma, que se me va a meter el agua por el pescuezo y que los cafés olerán a humedad y casi seguro habrá una mosca en el vaso de vino?“
„Se lavó la cara, las manos y los pies. Eso ayudó. Se sentó largo rato en su silla perfecta. Se deleitó contemplando su hoja perfecta. Respiró el aire maravillosamente normal. Ya no notaba la piel tensa. Su corazón se tornó mantecoso y cálido. Foxen volvía a brillar efusivamente, casi radiante. Auri fue a Caraván y se cepilló el pelo hasta que la humedad y los enredos desaparecieron por completo. Inspiró y soltó el aire con un suspiro. Notaba la“
„Esteban abrió la puerta y necesitó algunos segundos para ver en la oscuridad. El olor a medicamentos y podredumbre le golpeó la cara un olor dulzón de sudor, humedad, encierro y algo que al principio no identificó, pero que pronto se le adhirió como una peste: el olor de la carne en descomposición.“