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Relacionado con: incendio
„Henri Christophe volvió a pensar en la Ciudadela. Ultima Ratio Regum. Mas aquella fortaleza, única en el mundo, era demasiado vasta para un hombre solo, y el monarca no había pensado nunca que un día pudiese verse solo. La sangre de toros que habían bebido aquellas paredes tan espesas era de recurso infalible contra las armas de blancos. Pero esa sangre jamás había sido dirigida contra los negros, que al gritar, muy cerca ya, delante de los incendios en marcha, invocaban Poderes a los que se hacían sacrificios de sangre.“
„Entra Tom. Va vestido como un marino mercante. Cruza hasta la escalera de incendios, donde se detiene y enciende un cigarrillo. Se dirige el público. TOM: Es cierto, me reservo algunos trucos, me guardo algún as en la manga. Pero soy lo contrario de un mago de la escena. Él ofrece una ilusión con apariencia de verdad, yo os entregaré la verdad con el amable disfraz de la ilusión.“
„EL MALMientras que los gargajos rojos de la metrallasilban surcando el cielo azul, día tras día,y que, escarlata o verdes, cerca del rey que ríese hunden batallones que el fuego incendia en masa;mientras que una locura desenfrenada aplastay convierte en mantillo humeante a mil hombres;¡pobres muertos! sumidos en estío, en la yerba,en tu gozo, Natura, que santa los creaste,existe un Dios que ríe en los adamascadosdel altar, al incienso, a los cálices de oro,que acunado en Hosannas dulcemente se duerme.Pero se sobresalta, cuando madres uncidasa la angustia y que lloran bajo sus cofias negrasle ofrecen un ochavo envuelto en su pañuelo.“
„En esta puta ciudad, todo se incendia y se va, matan a pobres corazones.“
„No pretendas apagar con fuego un incendio, ni remediar con agua una inundación.“
„En Constantinopla y en toda Asia tuvieron lugar muertes y saqueos, y por doquiera se presenciaban escenas de asesinato, robo e incendio, por causa de los dogmas cristianos.“
„El mundo no perece por los bandidos y los incendios, sino por el odio, la hostilidad, y todas estas pequeñas rencillas.“
„En la antigua Roma, dice la Hermana Justiciera, en el Coliseo, el «editor» era el hombre que organizaba los deportes sangrientos que eran la forma principal de mantener a la gente pacificada y unida. De ahí es de donde viene realmente la palabra «editor». Hoy día, nuestro editor planea el menú de asesinatos, violaciones, incendios provocados y asaltos que hay en la portada del periódico del día.“
„Los allí presentes se dieron cuenta de que no querían conocerla mejor. Era hermosa, pero del mismo modo en que lo era un incendio forestal: una belleza para admirar de lejos, no de cerca.“
„A veces la poesía es el vértigo de los cuerpos y el vértigo de la dicha y el vértigo de la muerte;el paseo con los ojos cerrados al borde del despeñadero y la verbena en los jardines submarinos;la risa que incendia los preceptos y los santos mandamientos;el descenso de las palabras paracaidas sobre los arenales de la página;la desesperación que se embarca en un barco de papel y atraviesa,durante cuarenta noches y cuarenta días, el mar de la angustia nocturnay el pedregal de la angustia diurna;la idolatría al yo y la disipación del yo;la degollación de los epítetos, el entierro de los espejos;la recolección de los pronombres acabados de cortar en el jardín de Epicuro y en el de Netzahualcoyotl;el solo de flauta en la terraza de la memoria y el baile de llamas en la cueva del pensamiento;las migraciones de miríadas de verbos, alas y garras, semillas y manos;los substantivos óseos y llenos de raíces, plantados en las ondulaciones del lenguaje;el amor a lo nunca visto y el amor a lo nunca oído y el amor a lo nunca dicho:el amor al amor.“
„se llenó del humo de una máquina que contratamos para darle al asunto una atmósfera de terror. Llegaron los bomberos con sus sirenas a apagar el incendio, pero no, ¡falsa alarma! A cada uno de ellos le di un ejemplar del libro dedicado: «Para el bombero fulano de tal, quien nunca leerá estas páginas». Cosa evidente porque los bomberos no están para leer libros. ¿Y quién los leerá mañana? Ahí está mi ponencia «¿El fin del libro?» para medio contestar.“
„Contra los indios todas las armas se usaron con generosidad: el disparo de carabina, el incendio de sus chozas, y luego, en forma más paternal, se empleó la ley y el alcohol.“
„Miraba los árboles a su alrededor. Sus hojas eran verdes, rojas, amarillas y castañas. Los bosques parecían un incendio. Se dijo que se marchaba unos días y que los bosques ardían, y su vida y sus recuerdos se consumían en aquellas llamas maravillosas y despiadadas. ¿Debía sufrir por no sufrir?. ¿Debía quizás sentir nostalgia por no sentir nostalgía? No sentía nostalgia, pero tampoco tenía ganas de apresurarse.“
„Ésa es también la revolución que yo quiero para España. Mis amigos, que ahora se asustan de un vocablo, prefieren, sin duda, confiar en la política boba de hacerse los distraídos ante la revolución pendiente, como si no pasara nada, o la de querer ahogarla con unos miles de guardias más. Pero ya me darán la razón cuando unos y otros nos encontremos en el otro mundo, adonde entraremos, después de ejecutados en masa, al resplandor de los incendios, si nos empeñamos en sostener un orden injusto forrado de carteles electorales.“
„En un alba sin pájaros el mago vio cernirse contra los muros el incendio concéntrico. Por un instante, pensó refugiarse en las aguas, pero luego comprendió que la muerte venía a coronar su vejez, y a absolverlo de sus trabajos. Caminó contra los jirones de fuego. Estos no mordieron su carne, éstos lo acariciaron y lo inundaron sin calor y sin combustión. Con alivio, con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro estaba soñándolo.“
„Inventamos nuestro incendio, ardemos de dentro afuera, quizá eso sea la elección…“
„La muerte podía estar en una bolsa de cacahuetes, en un trozo de carne que se te atravesara, en el siguiente paquete de cigarrillos. Siempre te andaba rondando, de guardia en todas las estaciones de control entre lo mortal y lo eterno. Agujas infectadas, insectos venenosos, cables mal aislados, incendios forestales. Patines que lanzaban a intrépidos chiquillos a cruces muy transitados. Cada vez que te metes en la bañera para darte una ducha, Oz te acompaña: ducha para dos.Cada vez que subes a un avión, Oz lleva tu misma tarjeta de embarque. Está en el agua que bebes y en la comida que comes. «¿Quién anda ahí?», gritas en la oscuridad cuando estás solo y asustado, y es él quien te responde: Tranquilo, soy yo. Eh, ¿cómo va eso? Tienes un cáncer en el vientre, qué lata, chico, sí que lo siento. ¡Cólera! ¡Septicemia! ¡Leucemia! ¡Arteriosclerosis! ¡Trombosis coronaria! ¡Encefalitis! ¡Osteomielitis! ¡Ajajá, vamos allá!Un chorizo en un portal, con una navaja en la mano. Una llamada telefónica a medianoche. Sangre que hierve con ácido de la batería en una rampa de salida de una autopista de Carolina del Norte. Puñados de píldoras: anda, traga. Ese tono azulado de las uñas que sigue a la muerte por asfixia; en su último esfuerzo por aferrarse a la vida, el cerebro absorbe todo el oxígeno que queda en el cuerpo, incluso el de las células vivas que están debajo de las uñas.Hola, chicos, me llamo Oz el Ggande y Teggible, pero podéis llamarme Oz a secas. Al fin y al cabo, somos viejos amigos. Pasaba por aquí y he entrado un momento para traerte este pequeño infarto, este derrame cerebral, etcétera; lo siento, no puedo quedarme, tengo un parto con hemorragia y, luego, inhalación de humo tóxico en Omaha.Y la vocecita sigue gritando: «¡Te quiero, Tigger, te quiero! ¡Creo en ti, Tigger! ¡Siempre te querré y creeré en ti, y seguiré siendo niña, y el único Oz que habitará en mi corazón será ese simpático impostor de Nebraska! Te quiero…».Vamos patrullando, mi hijo y yo…, porque lo que importa no es el sexo ni la guerra, sino la noble y terrible batalla sin esperanza contra Oz, el Ggande y Teggible.“
„La avaricia es como la llama, cuya violencia aumenta en proporción al incendio que la produce.“
„Me llamo Kvothe, que se pronuncia «cuouz». Los nombres son importantes porque dicen mucho sobre la persona. He tenido más nombres de los que nadie merece.Los Adem me llaman Maedre. Que, según cómo se pronuncie, puede significar la Llama, el Trueno o el Árbol Partido.La Llama es obvio para todo el que me haya visto. Tengo el pelo de color rojo intenso. Si hubiera nacido hace un par de siglos, seguramente me habrían quemado por demonio. Lo llevo corto, pero aun así me cuesta dominarlo. Si lo dejo a su antojo, se me pone de punta y parece que me hayan prendido fuego.El Trueno lo atribuyo a mi potente voz de barítono y a la instrucción teatral que recibí a temprana edad.El Árbol Partido nunca lo he considerado muy importante.Aunque pensándolo bien, supongo que podríamos considerarlo al menos parcialmente profético.Mi primer mentor me llamaba E’lir porque yo era listo y lo sabía. Mi primera amante me llamaba Dulator porque le gustaba cómo sonaba. También me han llamado Shadicar, Dedo de Luz y Seis Cuerdas. Me han llamado Kvothe el Sin Sangre, Kvothe el Arcano y Kvothe el Asesino de Reyes. Todos esos nombres me los he ganado. Los he comprado y he pagado por ellos.Pero crecí siendo Kvothe. Una vez mi padre me dijo que significaba «saber».Me han llamado de muchas otras maneras, por supuesto. La mayoría eran nombres burdos, aunque muy pocos eran inmerecidos.He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.Quizá hayas oído hablar de mí.“
„En el último mes había librado a una mujer de un feroz incendio. Había invocado al fuego y al rayo para librarme de unos asesinos. Había matado a una bestia que podía ser un dragón o un demonio, dependiendo de tu punto de vista. Pero allí, en esa habitación, fue la primera vez que me sentí de verdad como una especie de héroe. Si buscáis una razón que explique por qué me convertí en lo que me convertí, si buscáis un principio, ahí es donde debéis mirar.“
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