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Relacionado con: jardín
„Dios Todopoderoso primero plantó un jardín. Y de hecho es el más puro de los placeres humanos.“
„El bar bulle de animación, y las incesantes rondas de cócteles atraviesan flotando el jardín, y lo impregnan, y hasta el aire se vivifica con las conversaciones y las risas, y las insinuaciones sin importancia y las presentaciones olvidadas al instante, y los encuentros entusiastas entre mujeres que jamás han sabido el nombre de la otra.“
„A veces la poesía es el vértigo de los cuerpos y el vértigo de la dicha y el vértigo de la muerte;el paseo con los ojos cerrados al borde del despeñadero y la verbena en los jardines submarinos;la risa que incendia los preceptos y los santos mandamientos;el descenso de las palabras paracaidas sobre los arenales de la página;la desesperación que se embarca en un barco de papel y atraviesa,durante cuarenta noches y cuarenta días, el mar de la angustia nocturnay el pedregal de la angustia diurna;la idolatría al yo y la disipación del yo;la degollación de los epítetos, el entierro de los espejos;la recolección de los pronombres acabados de cortar en el jardín de Epicuro y en el de Netzahualcoyotl;el solo de flauta en la terraza de la memoria y el baile de llamas en la cueva del pensamiento;las migraciones de miríadas de verbos, alas y garras, semillas y manos;los substantivos óseos y llenos de raíces, plantados en las ondulaciones del lenguaje;el amor a lo nunca visto y el amor a lo nunca oído y el amor a lo nunca dicho:el amor al amor.“
„Cuando uno barre las hojas muertas del jardín, es el jardín lo que importa.“
„Pero si pudiera hacerme unos pantalones con la hierba de este jardín lo haría“
„… y un viento fuerte, que venía del oeste, se fue a estrellar contra la falda de las montañas del este, levantando polvo y hojas de periódico y cartones tirados en la calle a su paso por Santa Teresa y moviendo la ropa que Rosa había colgado en el jardín trasero, como si el viento, ese viento joven y enérgico y de tan corta vida, se probara las camisas y pantalones de Amalfitano y se metiera dentro de las bragas de su hija y leyera algunas páginas del Testamento geométrico a ver si por allí había algo que le fuera a ser de utilidad, algo que le explicara el paisaje tan curioso de calles y casas a través de las cuales estaba galopando o que lo explicara a él mismo como viento.“
„Tú me quieres alba,Me quieres de espumas,Me quieres de nácar.Que sea azucenaSobre todas, casta.De perfume tenue.Corola cerradaNi un rayo de lunaFiltrado me haya.Ni una margaritaSe diga mi hermana.Tú me quieres nívea,Tú me quieres blanca,Tú me quieres alba.Tú que hubiste todasLas copas a mano,De frutos y mielesLos labios morados.Tú que en el banqueteCubierto de pámpanosDejaste las carnesFestejando a Baco.Tú que en los jardinesNegros del EngañoVestido de rojoCorriste al Estrago.Tú que el esqueletoConservas intactoNo sé todavíaPor cuáles milagros,Me pretendes blanca(Dios te lo perdone),Me pretendes casta(Dios te lo perdone),¡Me pretendes alba!Huye hacia los bosques,Vete a la montaña;Límpiate la boca;Vive en las cabañas;Toca con las manosLa tierra mojada;Alimenta el cuerpoCon raíz amarga;Bebe de las rocas;Duerme sobre escarcha;Renueva tejidosCon salitre y agua;Habla con los pájarosY lévate al alba.Y cuando las carnesTe sean tornadas,Y cuando hayas puestoEn ellas el almaQue por las alcobasSe quedó enredada,Entonces, buen hombre,Preténdeme blanca,Preténdeme nívea,Preténdeme casta.“
„Yo no estoy y estoy siempre en mis versos, viajero, pero puedes hallarme si por el libro avanzas dejando en los umbrales tus fieles y balanzas: requieren mis jardines piedad de jardinero.“
„De Emanuel Swedenborg, al que Kant llamó “visionario”, cuenta Borges que “hablaba con los ángeles por las calles de Londres”. Aunque fue un científico notable (hizo los planos de un avión y un submarino, descubrió el funcionamiento de las glándulas endocrinas, lanzó la hipótesis de la formación nebulosa del Sistema Solar, etcétera…), su verdadera especialidad fue el Mas Allá, la posvida en el Cielo y el Infierno. Explicó que al comienzo los condenados no son conscientes de su muerte y creen que continúan en su esfera cotidiana: les rodean los muebles y utensilios familiares, los paisajes conocidos. Poco a poco, van produciéndose desapariciones —la butaca favorita, el piano, una ventana, las flores del jardín…— y luego surgen en lugar de lo desvanecido formas equivocadas o amenazadoras. Por fin se dan cuenta de que no están en casa sino en el Infierno y empieza su eterna condena.Creo poder confirmar esta tesis de Swedenborg. Hace tiempo que las cosas de mi mundo se van difuminando, pierden sustancia. Los libros siguen presentes y tentadores, pero al abrirlos algo ha drenado su savia hasta dejarlos huecos, exánimes. Las películas nuevas son peores que las antiguas, las antiguas peores de lo que las recordaba: sentado ante el televisor con desasosiego ya no siento la expectativa feliz porque ahora nadie apoya sus pies en mi regazo. Se fue el disfrute… Y los sitios que recorrimos juntos están hoy cubiertos de sudarios, como esas sábanas que tapan las formas incómodas de los muebles en una casa abandonada. Los platos más sabrosos, crujientes, aromáticos… comienzan a deleitarme la boca pero luego adquieren insipidez y amargura de ceniza. Llega el infierno y se revela mi condena, la más atroz: creer que estoy vivo y que es ella la que ha muerto. Hoy hace ya dos años.“
„Llanuras bélicas y páramos de ascetano fue por estos campos el bíblico jardín ;son tierras para el águila, un trozo de planetapor donde cruza errante la sombra de Caín.“
„Me levanté, salí. Al llegar a la verja, me volví. Entonces el jardín me sonrió. Me apoyé en la verja y miré largo rato. La sonrisa de los árboles, de macizo de laurel quería decir algo; aquél era el verdadero secreto de la existencia.“
„¿Quién no piensa en el pasado en un jardín con hombres y mujeres tumbados bajo los árboles? ¿Acaso estos hombres y mujeres, estos fantasmas tumbados bajo los árboles, no son nuestro pasado, todo lo que queda de él…, nuestra felicidad, nuestra realidad?“
„Cuando uno ve estos jóvenes pioneros, hombres y mujeres de magnífico calibre intelectual y moral, rompiendo piedras y construyendo carreteras bajo los abrasadores rayos del sol de Palestina; cuando uno ve florecer los establecimientos agrícolas que brotan del suelo tanto tiempo desértico bajo los intensos esfuerzos de los colonos judíos; cuando uno ve el desarrollo de la fuerza hidráulica y los comienzos de una industria adaptada a las necesidades y posibilidades del país, y sobre todo, cuando uno ve el crecimiento de un sistema pedagógico que va desde los jardines de infancia hasta la universidad en la lengua de la Biblia, ¿qué observador, sea cual sea su origen o su fe, puede dejar de sentirse cautivado por la magia de tan sorprendentes logros y por semejante devoción sobrehumana?“
„Walking AroundSucede que me canso de ser hombre.Sucede que entro en las sastrerías y en los cinesmarchito, impenetrable, como un cisne de fieltronavegando en un agua de origen y ceniza.El olor de las pelquerías me hace llorar a gritos.Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.Sucede que me canso de mis pies y mis uñasy mi pelo y mi sombra.Sucede que me canso de ser hombre.Sin embargo sería deliciosoasustar a un notario con un lirio cortadoo dar muerte a une monja con un golpe de oreja.Sería belloir por las calles con un cuchillo verdey dando gritos hasta morir de frío.No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,vacilante, extendido, tiritando de sueño,hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,absorbiendo y pensando, comiendo cada día.No quiero para mí tantas desgracias.No quiero continuar de raíz y de tumba,de subterráneo solo, de bodega con muertosateridos, muriéndome de pena.Por eso el día lunes arde como el petróleocuando me ve llegar con mi cara de cárcel,y aúlla en su transcurso como una rueda herida,y da pasos de sangre caliente hacia la noche.Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,a hospitales donde los huesos salen por la ventana,a ciertas zapaterías con olor a vinagre,a calles espantosas como grietas.Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinoscolgando de las puertas de las casas que odio,hay dentaduras olvidadas en una cafetera,hay espejosque debieran haber llorado de vergüenza y espanto,hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,con furia, con olvido,paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:calzoncillos, toallas y camisas que lloranlentas lágrimas sucias.“
„No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero el Jardín Botánico siempre ha tenido una agradable propensión a los sueños a que los insectos suban por las piernas y la melancolía baje por los brazos hasta que uno cierra los puños y la atrapa.“
„En el pasado fluye el río, la lluvia balbucea. El ayer es una envoltura de sucesos, de nunca más y todavía. Cuántos puentes habremos cruzado entre el descanso y el cansancio, entre el misterio y la revelación. Dicen que en el pasado crecen las semillas del futuro, pero en qué jardín, en qué cantero, si el futuro es cada vez más corto, más mezquino, más gravamen de rocas imbatibles. Lo pasado, pisado, dicen los pesimistas. Después suspiran y a veces expiran.“
„No podemos escoger más que entre verdades irrespirables y supercherías saludables.Sólo las verdades que nos impiden vivir merecen el nombre de verdades, pues,superiores a las exigencias de los vivos, no condescienden a ser cómplices nuestros. Son verdades «inhumanas», verdades de vértigo que rechazamos porque nadie puede prescindir de apoyos disfrazados de slogans o de dioses. Lo triste es observar que son los iconoclastas, o aquellos que pretenden serlo, quienes en todas las épocas recurren con más frecuencia a la ficción y a la mentira. Muy enfermo debía de estar el mundo antiguo para necesitar un antídoto tan burdo como el que le administró el cristianismo. En la misma situación se encuentra el mundo moderno, a juzgar por los remedios de los que espera milagros. Epicuro, el menos fanático de los sabios, fue entonces y es todavía hoy el gran perdedor. Con asombro y hasta con espanto, oímos hablar a los hombres de liberar al Hombre. ¿Cómo podrían los esclavos liberar al Esclavo? ¿Y cómo creer que la historia -procesión de desatinos- podrá durar aún mucho tiempo? La hora de cierre sonará pronto en los jardines de todo el mundo.“
„Pensé que un hombre puede ser enemigo de otros hombres, de otros momentos de otros hombres, pero no de un país: no de luciérnagas, palabras, jardines, cursos de agua, ponientes.“
„El temor de lo crasamente infinito, del mero espacio, de la mera materia, tocó por un instante a Averroes. Miró el simétrico jardín; se supo envejecido, inútil, irreal.“
„Lo que hace un hombre es como si lo hicieran todos los hombres. Por eso no es injusto que una desobediencia en un jardín contamine al género humano; por eso no es injusto que la crucifixión de un solo judío baste para salvarlo. Acaso Schopenhauer tiene razón: yo soy los otros, cualquier hombre es todos los hombres, Shakespeare es de algún modo el miserable John Vincent Moon.“
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