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Relacionado con: juez
„Hay una razón por la cual la educación APESTA, y es la misma razón por la cual nunca jamás se va arreglar. NO LA QUIEREN MEJORAR. Sé feliz con lo que tienes… debido a que los dueños de este país no quieren eso. Y estoy hablando de los verdaderos dueños. Los grandes y ricos intereses empresariales que controlan las cosas y toman todas las decisiones importantes. Olvídate de los políticos. Los políticos son puestos allí para darle la idea a uno de que tiene libertad de elección. NO LA TENEMOS, NO TENEMOS ELECCIÓN, TENEMOS DUEÑOS, ELLOS NOS POSEEN. Ellos son dueños de todo. Ellos son dueños de toda la tierra. Ellos poseen y controlan las corporaciones. Tienen el Senado, el Congreso, las casas del Estado, los ayuntamientos. Tienen los jueces en sus bolsillos traseros, y poseen todos los grandes medios de comunicación, por lo que controlan casi todas las noticias y la información que llegamos a escuchar. Te tiene agarrado de las pelotas. Se gastan miles de millones de dólares cada año lobbying. Ejercen presión para conseguir lo que quieren. Bueno, ya sabemos lo que quieren. Ellos quieren más para ellos y menos para todos los demás, pero yo voy a decir lo que no quieren. No quieren una población de ciudadanos capaces de pensar con sentido crítico. No quieren personas bien informadas y bien educadas capaces de pensar críticamente. No están interesados en eso. Eso no les ayuda. Eso va en contra de sus intereses.“
„La verdadera razón por la cual no tenemos los diez mandamientos en las cortes: No puedes poner ‘No robarás’, ‘No cometerás adulterio’ y ‘No prestarás falso testimonio’ en un edificio lleno de abogados, jueces y políticos. Crearía un ambiente de trabajo hostil.“
„Cristo, dice, según la carne, es hombre, y por el espíritu es Dios, porque lo que nace del espíritu es espíritu, y el espíritu es Dios… Dios estaba en Cristo de un modo singular… El no era Dios por naturaleza, sino por gracia…, porque Dios puede levantar a un hombre sobre toda sublimidad y colocarle a su diestra… Se le aplica el nombre de Elohim porque el Padre le ha concedido el reino y toda potestad, y es nuestro juez y nuestro monarca… El nombre de Jehová conviene sólo al Padre. Los demás nombres de la divinidad pueden, por excelencia, aplicarse a Cristo, porque Dios puede comunicar a un hombre la plenitud de su divinidad.“
„En lo que parecemos todos tenemos un juez; en lo que somos, nadie nos puede juzgar.“
„Cada día me interesa menos ser juez de las cosas y voy prefiriendo ser su amante.“
„Madre de los juegos latinos y los deleites griegos,Lesbos, donde los besos, lánguidos o gozosos,cálidos como soles, frescos como las sandías,son el adorno de noches y días gloriosos;madre de los juegos latinos y los deleites griegos.Lesbos, donde los besos son como cascadasque se arrojan sin miedo en las simas sin fondo,y fluyen, entrecortados de sollozos y risas,tormentosos y secretos, hormigueantes y profundos;¡Lesbos, donde los besos son como las cascadas!Lesbos, donde las Frinés se atraen entre sí,donde nunca un suspiro dejó de hallar un eco,las estrellas te admiran tanto como a Pafos,¡y Venus con razón puede envidiar a Safo!Lesbos, donde las Frinés se atraen entre sí,Lesbos, tierra de noches cálidas y lánguidas,que hacen que en sus espejos, ¡infecundo deleite!las niñas de ojos hundidos, enamoradas de sus cuerpos,acaricien los frutos ya maduros de su nubilidad;Lesbos, tierra de noches cálidas y lánguidas,deja al viejo Platón fruncir su ceño austero;obtienes tu perdón del exceso de besos,reina del dulce imperio, tierra noble y amable,y de refinamientos siempre sin agotar,deja al viejo Platón fruncir su ceño austero.Obtienes tu perdón del eterno martirio,infligido sin tregua a los corazones ambiciosos,que atrae lejos de nosotros la radiante sonrisa,¡vagamente entrevista al borde de otros cielos!¡Obtienes tu perdón del eterno martirio!¿Qué Dios se atreverá a ser tu juez, oh Lesbos?,y a condenar tu frente pálida por penosas labores,si sus balanzas de oro no han pesado el diluvio,de lágrimas que en el mar vertieron tus arroyos?¿Qué Dios se atreverá a ser tu juez, oh Lesbos?¿Qué quieren de nosotros las leyes de lo justo y lo injusto?Vírgenes de corazón sublime, honra del Archipiélago,vuestra religión es augusta como cualquiera,¡y el amor se reirá del Infierno y del Cielo!¿Qué quieren de nosotros las leyes de lo justo y lo injusto?Pues Lesbos me ha elegido en la tierra entre todos,para cantar el secreto de sus floridas vírgenes,y desde la infancia que inicié en el negro misterio,de las risas sin freno mezcladas con los llantos sombríos;pues Lesbos me ha elegido en la tierra entre todosy desde entonces velo en la cumbre del Léucato,igual que un centinela de mirada segura y penetrante,que vigila noche y día,, tartana o fragata,cuyas formas a lo lejos se agitan en el azul;y desde entonces velo en la cumbre del Léucato,para saber si el mar es indulgente y bueno,y si entre los sollozos que en la roca resuenan,un día llevará a Lesbos, que perdona,el cadáver adorado de Safo, que partió,¡para saber si el mar es indulgente y bueno!De Safo la viril, la amante y la poetisa,¡por su palidez triste más hermosa que Venus!—Al ojo azul venció el negro que mancillael tenebroso círculo trazado por las penas¡de Safo la viril, la amante y la poetisa!Presentándose al mundo más hermosa que Venusy vertiendo el tesoro de su serenidady el brillo de su rubia juventud,sobre el viejo Océano prendado de su hija;¡presentándose al mundo más hermosa que Venus!—De Safo, que murió el día de su blasfemia,cuando, insultando el rito y el culto establecido,convirtió su hermoso cuerpo en pasto supremode un bruto cuyo el orgullo castigó la impiedadde aquella que murió el día de su blasfemia,y desde entonces Lesbos lanza lamentaciones,y, pese a los honores que le tributa el mundo,cada noche le embriaga la voz de la tormenta,¡que elevan hacia el cielo sus orillas desiertas!¡y desde entonces Lesbos lanza lamentaciones!“
„Se irguió como si se hallara ante el estrado de un juez, pensando que, en la oscuridad de aquella noche, otros carteles similares brillaban en todo el país: “Minerales Rearden”, “Carbón Rearden”, “Piedra Caliza Rearden”. Evocó los días que quedaban atrás y se dijo que le hubiera gustado encender un anuncio sobre todos ellos, que dijera: “Vida Rearden”.“
„Para el obispo, la vista de la guillotina fue un golpe terrible del cual tardó mucho tiempo en reponerse. En efecto: el patíbulo, cuando está ante nuestros ojos levantado, derecho, tiene algo que alucina. Se puede sentir cierta indiferencia hacia la pena de muerte, no pronunciarse ni en pro ni en contra, no decir ni sí ni que no mientras no se ha visto una guillotina; pero si se llega a ver una, la sacudida es violenta; es menester decidirse y tomar partido en pro o en contra de ella. Los unos admiran, como De Maistre; los otros execran, como Beccaria. La guillotina es la concreción de la ley: se llama ‘vindicta’; no es indiferente ni os permite que lo seáis tampoco. Quien llega a verla se estremece con el más misterioso de los estremecimientos. Todas las cuestiones sociales alzan sus interrogantes en torno de aquella cuchilla. El cadalso es una visión: no es un tablado ni una máquina, ni un mecanismo frío de madera, de hierro y de cuerdas. Parece que es una especie de ser que tiene no sé qué sombría iniciativa. Se diría que aquellos andamios ven, que aquella madera, aquel hierro y aquellas cuerdas tienen voluntad. En la horrible meditación en que aquella vista sume al alma, el patíbulo aparece terrible y como teniendo conciencia de lo que hace. El patíbulo es el cómplice del verdugo; devora, come carne, bebe sangre. Es una especie de monstruo fabricado por el juez y por el carpintero; un espectro que parece vivir una especie de vida espantosa, hecha con todas las muertes que ha dado.“
„Con dos en una cama; sobran testigos, cura y juez“
„El juez debe tener en la mano el libro de la ley y el entendimiento en el corazón.“
„A los que Crowley no podía soportar era a ésos que se llamaban a sí mismos satánicos. No sólo por lo que hacían, sino por la manía que tenían de achacárselo todo al Infierno. Se les ocurría alguna idea vomitiva que no se le pasaría a un demonio por la cabeza ni en un millón de años, alguna atrocidad oscura y descerebrada que sólo una mente humana hecha y derecha podría concebir, y luego gritaban: «¡El Diablo me empujó a hacerlo!», y se quedaban con los jueces cuando lo cierto es que el Diablo nunca empujaba a nadie a nada. No le hacía falta. Y eso a los humanos les costaba entenderlo. El Infierno no era ningún gran depósito de mal, no más de lo que, según Crowley, el Cielo era una fuente de bien; eran sólo bandos en una gran partida cósmica de ajedrez. Y era en la mente humana donde se hallaba la verdadera fuente de la bondad verdadera y de la verdadera maldad de infarto.“
„Desde el descubrimiento empezó la malicia a perseguir unos hombres que no tuvieron otro delito que haber nacido en unas tierras que la naturaleza enriqueció con opulencia y que prefieren dejar sus pueblos que sujetarse a las opresiones y servicios de sus amos, jueces y curas.“
„Si eres sospechoso de una falta que tus jueces hayan podido cometer, tú eres un hombre perdido.“
„la admiración por el Padre, símbolo de lo cerrado y agresivo, capaz de chingar y abrir, se transparenta en una expresión que empleamos cuando queremos imponer a otro nuestra superioridad: «Yo soy tu padre» […] No es el fundador de un pueblo; no es el patriarca que ejerce la patria protestad; no es rey, juez, jefe de clan. Es el poder, aislado en su misma potencia, sin relación ni compromiso con el mundo exterior. Es la incomunicación pura, la soledad que se devora a sí misma y devora lo que toca. No pertenece a nuestro mundo; no es de nuestra ciudad; no vive en nuestro barrio. Viene de lejos, está lejos siempre. Es el extraño. Es imposible no advertir la semejanza que guarda la figura del «macho» con la del conquistador español. Ése es el modelo –más mítico que real– que rige las representaciones que el pueblo mexicano se ha hecho de los poderosos: caciques, señores feudales, hacendados, políticos, generales, capitanes de industria. Todos ellos son «machos, «chingones».“
„El deber de un juez es hacer justicia“
„La ley solo existe para los pobres; los ricos y los poderosos la desobedecen cuando quieren, y lo hacen sin recibir castigo porque no hay juez en el mundo que no pueda comprarse con dinero.“
„Si todo hombre fuera juez, todos los hombres estarían locos“
„Ni el más fugaz visitante de este planeta que cogiera el periódico, pensé, podría dejar de ver, aun con este testimonio desperdigado, que Inglaterra se hallaba bajo un patriarcado. Nadie en sus cinco sentidos podría dejar de detectar la dominación del profesor. Suyos eran el poder, el dinero y la influencia. Era el propietario del periódico y su director, y su subdirector. Era el ministro de Asuntos Exteriores y el juez. […] Él decidiría si el cabello pegado al hacha era humano; él absolvería o condenaría al asesino, él le colgaría o le dejaría en libertad. Exceptuando la niebla, parecía controlarlo todo. Y, sin embargo, estaba furioso.“
„La mayoría de los hombres son malos jueces de sus propios asuntos.“
„Cuatro características corresponden al juez: escuchar de manera cortés, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente.“
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