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Relacionado con: larga
„Una vida sin regocijo es un largo camino sin una posada.“
„El día es excesivamente largo para quien no lo sabe apreciar y emplear.“
„La identidad de cada cual es algo fugitivo y casual y cambiante, de modo que, si dejas de mirar a alguien durante un tiempo largo, puedes perderlo para siempre, igual que si estás siguiendo con la vista a un pececillo en un inmenso acuario y de repente te distraes, y cuando vuelves a mirar ya no hay quien lo distinga de entre todos los otros de su especie.“
„Puse el papel ante Stalin, a quien ya se le había entregado la traducción. Hubo un instante de espera. Después tomó su lápiz azul, escribió con grueso trazo su señal de aprobación y me lo devolvió. Todo quedó arreglado en menos tiempo que dura el escribirlo. Se hizo un largo silencio. El papel rayado en azul permanecía en el centro de la mesa. Finalmente, dije yo: ¿No encontrarán un poco cínico que tengamos aspecto de haber arreglado esos problemas, de los que depende la suerte de millones de seres, de una manera tan audaz? Quememos ese papel. -No, guardadlo, repuso Stalin.“
„Y un día verás que este loco de poco se olvida, por mucho que pasen los años de largo en su vida“
„Por primera vez a lo largo de estos cuatro largos años, siento que no estás lejos, estoy llena de ti, es decir de pintura.“
„¿Cuándo —dijo—, te volviste tan cuidadosa?—No soy cuidadosa —dijo mientras él tocaba su sien con sus labios. Su cálido aliento agitaba los rizos en su oído—. Simplemente no soy tú.Lo sintió reír. Sus manos se deslizaron por sus costados, la agarró por la cintura.—Eso, definitivamente no eres. Eres mucho más bonita.—Debes amarme —dijo ella, respirando lentamente, mientras los labios de él se movían insoportablemente lento a lo largo de su mandíbula—. Nunca pensé que admitirías que alguien es más guapo que tú.“
„He aquí algo sobre el honor de los poetas. Yo tenía diecisiete años y unos deseos irrefrenables de ser escritor. Me preparé. Pero no me quedé quieto mientras me preparaba, pues comprendí que si así lo hacía no triunfaría jamás. Disciplina y un cierto encanto dúctil, ésas son las claves para llegar a donde uno se proponga. Disciplina: escribir cada mañana no menos de seis horas. Escribir cada mañana y corregir por las tardes y leer como un poseso por las noches. Encanto, o encanto dúctil: visitar a los escritores en sus residencias o abordarlos en las presentaciones de libros y decirles a cada uno justo aquello que quiere oír. Aquello que quiere oír desesperadamente. Y tener paciencia, pues no siempre funciona. Hay cabrones que te dan una palmadita en la espalda y luego si te he visto no me acuerdo. Hay cabrones duros y crueles y mezquinos. Pero no todos son así. Es necesario tener paciencia y buscar. Los mejores son los homosexuales, pero, ojo, es necesario saber en qué momento detenerse, es necesario saber con precisión qué es lo que no uno quiere, de lo contrario puedes acabar enculado de balde por cualquier viejo maricón de izquierda. Con las mujeres ocurre tres cuartas partes de lo mismo: las escritoras españolas que pueden echarte un cable suelen ser mayores y feas y el sacrificio a veces no vale la pena. Los mejores son los heterosexuales ya entrados en la cincuentena o en el umbral de la ancianidad. En cualquier caso: es ineludible acercarse a ellos. Es ineludible cultivar un huerto a la sombra de sus rencores y resentimientos. Por supuesto, hay que empollar sus obras completas. Hay que citarlos dos o tres veces en cada conversación. ¡Hay que citarlos sin descanso! Un consejo: no criticar nunca a los amigos del maestro. Los amigos del maestro son sagrados y una observación a destiempo puede torcer el rumbo del destino. Un consejo: es preceptivo abominar y despacharse a gusto contra los novelistas extranjeros, sobre todo si son norteamericanos, franceses o ingleses. Los escritores españoles odian a sus contemporáneos de otras lenguas y publicar una reseña negativa de uno de ellos será siempre bien recibida. Y callar y estar al acecho. Y delimitar las áreas de trabajo. Por la mañana escribir, por la tarde corregir, por las noches leer y en las horas muertas ejercer la diplomacia, el disimulo, el encanto dúctil. A los diecisiete años quería ser escritor. A los veinte publiqué mi primer libro. Ahora tengo veinticuatro y en ocasiones, cuando miro hacia atrás, algo semejante al vértigo se instala en mi cerebro. He recorrido un largo camino, he publicado cuatro libros y vivo holgadamente de la literatura (aunque si he de ser sincero, nunca necesité mucho para vivir, sólo una mesa, un ordenador y libros). Tengo una colaboración semanal con un periódico de derechas de Madrid. Ahora pontifico y suelto tacos y le enmiendo la plana (pero sin pasarme) a algunos políticos. Los jóvenes que quieren hacer una carrera como escritor ven en mí un ejemplo a seguir. Algunos dicen que soy la versión mejorada de Aurelio Baca. No lo sé. (A los dos nos duele España, aunque creo que por el momento a él le duele más que a mí). Puede que lo digan sinceramente, pero puede que lo digan para que me confíe y afloje. Si es por esto último no les voy a dar el gusto: sigo trabajando con el mismo tesón que antes, sigo produciendo, sigo cuidando con mimo mis amistades. Aún no he cumplido los treinta y el futuro se abre como una rosa, una rosa perfecta, perfumada, única. Lo que empieza como comedia acaba como marcha triunfal, ¿no?“
„… nuestra larga marcha colectiva en pos de una felicidad que en el fondo sabíamos inexistente, pero que nos servía de pretexto, de escenografía y telón para nuestras heroicidades cotidianas.“
„Al contrario, el esfuerzo físico la llenaba de energía, el agotamiento se convertía en vivacidad y gracia, los días eran largos, lentísimos, y el mundo (percibido como un naufragio interminable) le mostraba su cara más vivaz y la hacía tomar conciencia que la suya, naturalmente, también lo era.“
„Durante el tiempo en que permaneció en su celda Ivánov se hizo amigo de una rata a la que puso el nombre de Nikita.Por las noches, cuando la rata aparecía, Ivánov sostenía largas conversaciones con ella. No hablaban, como pudiera suponerse, de literatura ni mucho menos de política sino de sus respectivas infancias. Ivánov le contaba a la rata cosas de su madre, en la que solía pensar a menudo, y cosas de sus hermanos, pero evitaba hablar de su padre. La rata, en un ruso apenas susurrado, le hablaba a su vez de las alcantarillas de Moscú, del cielo de las alcantarillas en donde, debido al florecimiento de ciertos detritus o a un proceso de fosforescencia inexplicable, siempre hay estrellas. Le hablaba también de la tibieza de su madre, de las travesuras sin sentido de sus hermanas y de la enorme risa que estas travesuras solían provocarle y que aún hoy, en el recuerdo, le dibujaban una sonrisa en su escuálida cara de rata.A veces Ivánov se dejaba llevar por el abatimiento, apoyaba una mejilla en la palma de la mano y le preguntaba a Nikita qué sería de ellos.“
„Y cigarras sonoras, y piedras calcinadas, se asoman a mis largas siestas, sin que concluya este lento desfile de puntos por mis manos. Y a ratos, en el aire que impregnan los manzanos, van y vienen dos frases: Eres mía. Soy tuya.“
„¿Y vendrás tú? Se cubren alegras, mis floreros de madreselvas. Anda por los largos canteros la risa azul del no me olvides y se cargan las vides.“
„Un día habré dormido con un sueño tan largo que ni tus besos puedan avivar el letargo. Un día estaré sola, como está la montaña entre el largo desierto y la mar que la baña.“
„¿Quién en este largo mundo me confesaría haber sido vil una vez?“
„Convalecemos. En general somos gente que no aprende ningún arte u oficio, ni siquiera el de disfrutar de la vida. Reacios a las largas convivencias, en general nos cansan nuestros mejores amigos después de estar media hora con ellos. Sólo queremos verlos cuando no pensamos en verlos y las mejores horas en su compañía son las horas en que soñamos que estamos con ellos. No sé si esto entraña poca amistad. Afortunadamente no es así. Lo cierto es que las cosas que amamos más, o creemos amar más, sólo tienen verdadero valor mientras las soñamos simplemente.“
„Y si he escrito esta carta tan larga, ha sido porque no he tenido tiempo de hacerla más corta.“
„El costo de una cosa es la cantidad de aquello que yo llamo vida, necesaria para adquirirla, ya sea a corto o a largo plazo.“
„Tenía que tomar la primera decisión.Llevar manga larga siempre, hasta en verano, o pasar de todo y dejar que el mundo las viera.También podía ponerse pulseras.Una docena de pulseras y abalorios.“
„(En respuesta a la observación del papa Pablo VI, quien comentó que los judíos, habiendo sido un pueblo tan dócil y pacífico a lo largo de la historia, sea tan firme y decidido desde que tiene su propio país): «Su Santidad, cuando fuimos compasivos y débiles y no tuvimos nuestro propio lugar donde vivir, nos condujeron a las cámaras de gas»“
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