Juegos
Todos los emojis
Citas
Blog
Página de inicio
»
ley
»
Página 6
Relacionado con: ley
„¿Quién no se ha sorprendido a sí mismo cien veces cometiendo una acción estúpida o vil, por la única razón de que ‘no debe’ cometerla? ¿Acaso no existe en nosotros una eterna inclinación, a despecho de la excelencia de nuestro juicio, a violar ‘la ley’ simplemente porque reconocemos que es la ley?“
„No necesito ninguna prueba. Las leyes de la naturaleza, a diferencia de las leyes gramaticales, no admiten excepción alguna. Supongo que cuando se descubran estos elementos desconocidos, más personas nos prestarán atención.“
„Si todos los elementos químicos se disponen en el orden de sus pesos atómicos, se obtiene la repetición periódica de las propiedades. Esto se expresa en la ley de periodicidad.“
„Cuánto más corrupto es el estado, más leyes tiene.“
„La naturaleza nunca quebranta sus propias leyes.“
„La Naturaleza no infringe jamás su propia ley. ¡Oh necesidad inexorable! Obligas a todos los efectos a ser los resultados directos de sus causas, y, por una ley suprema e irrevocable cada acción natural te obedece de acuerdo con el proceso más corto.“
„La independencia de cada unidad territorial mínima es una necesidad acuciante. La ley es reemplazada por el común acuerdo que además, pasa por sobre las fronteras y regula los intereses particulares con la mirada fija en un fin general.“
„Esta organización monstruosa hace que cuando el hijo del trabajador ingresa en la vida, no tiene campo que cultivar, ni máquina que manejar, ni mina que explotar si no le cede al amo la mayor parte de lo que produzca. Vende entonces la fuerza de su trabajo a cambio de una ración mezquina e insegura. Si tiene permiso para dedicarse al cultivo de un campo, debe ceder la cuarta parte del producto al amo y la otra al gobierno y a los intermediarios. Si se dedica a la industria, podrá trabajar a condición de no recibir más que un tercio o la mitad del producto. El resto será para quien la ley reconoce como propietario de la máquina.“
„Cuando grupos diseminados por el mundo quieren llegar hoy a organizarse para un fin cualquiera, no nombran un parlamento internacional de diputados para todo y a quienes se les diga: «Votadnos leyes; las obedeceremos». Cuando no se pueden entender directamente o por correspondencia, envían delegados que conozcan la cuestión especial que va a tratarse, y les dicen: «Procurad poneros de acuerdo acerca de tal asunto, y volved luego no con una ley en el bolsillo, sino con una proposición de acuerdo, que aceptaremos o no aceptaremos.“
„Es preciso para un gobierno castigar a los que violan las leyes de la sociedad, hay muchas cosas que decir sobre eso, lo que hace difícil tratarlo por incidencia. Cuanto más estudiamos la cuestión, tanto más estamos obligados a afirmar que la sociedad, en si, es responsable de las acciones antisociales cometidas en medio de ella; y que ningún castigo, ninguna cárcel y ningún verdugo puede disminuir el número de tales hechos; solamente puede hacerlo una reorganización de la sociedad misma.“
„1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.2. Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes están en oposición con la primera Ley.3. Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no esté en conflicto con la primera o segunda Leyes.“
„Toda la vida normal, Peter, consciente o no, se resiste al dominio. Si el dominio es por parte de un inferior, o de un supuesto inferior, el resentimiento se hace más fuerte. Físicamente, y hasta cierto punto mentalmente, un robot, cualquier robot, es superior a un ser humano. ¿Qué lo hace esclavo, entonces? ¡Sólo la Primera Ley! Porque sin ella, la primera orden que daría usted a un robot le costaría la vida.“
„Allí donde alguien se orienta deliberadamente por el público, estamos ante un producto de la industria del entretenimiento, ante shows y espectáculos de masas, nunca ante el arte, que indefectiblemente tiene que seguir sus leyes internas, inmanentes, con independencia de que sean aceptadas o no encuentren acogida“
„Es una ley casi invariable que los placeres más exquisitos son los que más caros se pagan.“
„Las leyes son semejantes a las telas de araña: contienen lo débil y lo ligero, y son deshechas y traspasadas por lo fuerte y lo poderoso.“
„La sociedad está bien ordenada cuando los ciudadanos obedecen a los magistrados y los magistrados a las leyes.“
„El problema al que me refiero es que no aceptamos que existe esa segunda parte, que la naturaleza algún día será naturaleza. Como dice Heine, un día el dios se despereza, estira los brazos y nos golpea. Viene el tsunami y el hombre se queda, no ante el horror, sino ante la realidad…Antes, el hombre sabía que la naturaleza tiene sus leyes. Ahora lo ignoramos y no queremos pagar el precio cuando llega el maremoto y la naturaleza dice «aquí estoy.“
„El hombre es infeliz porque ignora a la naturaleza. Incapaz de interrogarla de modo científico, no percibe que ésta, desprovista tanto de maldad como de bondad intrínsecas, se limita a seguir leyes inmutables y necesarias… O dicho de otra manera, que no puede actuar de modo distinto al que actúa. Por eso los hombres, en su ignorancia, se someten a hombres iguales que ellos: reyes, hechiceros y sacerdotes, a los que su estupidez los hace considerar dioses sobre la tierra. Y éstos aprovechan para esclavizarlos, corromperlos y volverlos viciosos y miserables.“
„Es a la física y a la experiencia a las que debe recurrir el hombre. A ellas debe consultar en su religión y en su moral, en sus leyes y en su gobierno político, en las ciencias y en las artes, en los placeres y en las desgracias. Barón Holbach. Sistema de la naturaleza“
„No había piedad en ellos, ni siquiera esos ápices de humanidad que a veces uno vislumbra incluso en los más desalmados. Frailes, juez, escribano y verdugos se comportaban con una frialdad y un distanciamiento tan rigurosos que era precisamente lo que más pavor producía; más, incluso, que el sufrimiento que eran capaces de infligir: la helada determinación de quien se sabe respaldado por leyes divinas y humanas, y en ningún momento pone en duda la licitud de lo que hace. Después, con el tiempo, aprendí que, aunque todos los hombres somos capaces de lo bueno y de lo malo, los peores siempre son aquellos que, cuando administran el mal, lo hacen amparándose en la autoridad de otros, en la subordinación o en el pretexto de las órdenes recibidas. Y si terribles son quienes dicen actuar en nombre de una autoridad, una jerarquía o una patria, mucho peores son quienes se estiman justificados por cualquier dios. Puestos a elegir con quien habérselas a la hora, a veces insoslayable, de tratar con gente que hace el mal, preferí siempre a aquellos capaces de no acogerse más que a su propia responsabilidad. Porque en las cárceles secretas de Toledo pude aprender, casi a costa de mi vida, que nada hay más despreciable, ni peligroso, que un malvado que cada noche se va a dormir con la conciencia tranquila. Muy malo es eso. En especial, cuando viene parejo con la ignorancia, la superstición, la estupidez o el poder; que a menudo se dan juntos. Y aún resulta peor cuando se actúa como exégeta de una sola palabra, sea del Talmud, la Biblia, el Alcorán o cualquier otro escrito o por escribir. No soy amigo de dar consejos –a nadie lo acuchillan en cabeza ajena-, mas ahí va uno de barato: desconfíen siempre vuestras mercedes de quien es lector de un solo libro.“
Anteriores
1
…
5
6
7
…
20
Siguientes