„Sin embargo, parece que la oposición entre naturaleza y cultura no es el mejor marco dentro del cual inscribir los dilemas actuales de la encrucijada sexo/género. La verdadera discusión es hasta qué punto los diversos tipos de inclinaciones/preferencias/identidades sexuales son flexibles, alterables y dependientes de la elección del sujeto. Pero las oposiciones entre naturaleza y cultura y entre “es un tema de elección” y “los seres humanos no pueden evitarlo ni hacer nada al respecto”, ya no se superponen como lo hicieron durante la mayor parte de la historia moderna y hasta no hace mucho tiempo. En el discurso popular, cultura significa cada vez más esa parte heredada de la identidad que no puede ni debe ser molestada (sin riesgo para quien se meta con ella), mientras que los rasgos y atributos tradicionalmente clasificados como “naturales” (hereditarios, genéticamente transmitidos) suelen ser considerados como dóciles a la manipulación humana y, por lo tanto, de libre elección, una elección de la cual, como sucede con toda elección, la persona se deberá sentir responsable y así lo será ante los ojos de los demás. En consecuencia, no importa tanto si las preferencias sexuales (articuladas como “identidad sexual”) son “atributos naturales” o “constructos culturales”. Lo que importa es saber si depende del homo sexualis determinar (descubrir o inventar) cuál (o cuáles) de esa multitud de identidades sexuales posibles le resulta mejor, o si, como el homo sapiens frente a su “comunidad de nacimiento”, él o ella están constreñidos a aceptar ese destino y vivir sus vidas de manera tal de poder convertir a ese destino inalterable en una vocación personal.“
„Relato recibido de Rhonda y Bob Baines De: Rhonda y Bob Baines Para: T. Harv Eker Asunto: ¡Nos sentimos libres! Fuimos al Mente Millonaria Intensivo sin saber realmente lo que podíamos esperar. Quedamos muy impresionados con los resultados. Antes de asistir al seminario estábamos teniendo muchos problemas de dinero. Parecía que nunca progresábamos. Continuamente estábamos endeudados y no sabíamos por qué. Liquidábamos los gastos de nuestras tarjetas de crédito (por lo general, con el dinero de una bonificación grande obtenida en el trabajo) sólo para volver a endeudarnos al cabo de seis meses. No importaba cuánto dinero ganásemos. Estábamos muy frustrados y discutíamos mucho. Entonces asistimos al Mente Millonaria. Mientras te escuchábamos, mi marido y yo no dejábamos de apretarnos mutuamente la pierna y de sonreír y mirarnos. Oímos una gran cantidad de información que nos hacía decir: «No me extraña», «Ah, es por eso», «Ahora todo tiene sentido». Estábamos muy emocionados. Aprendimos lo distinto que pensamos él y yo en lo referente al dinero; él gastaba y yo ahorraba: ¡qué horrible combinación! Después de oír la información, dejamos de culparnos uno al otro, empezamos a comprendernos mutuamente y, a la larga, comenzamos a apreciarnos y amarnos más. Ha pasado casi un año y seguimos sin discutir por el dinero: sólo hablamos de lo que aprendimos. Ya no estamos endeudados; de hecho, tenemos dinero ahorrado, por primera vez en dieciséis años: ¡sí! Ahora no sólo tenemos dinero para nuestro futuro, sino que también tenemos el suficiente para nuestros gastos normales de cada día, para juegos, educación, ahorros a largo plazo para una casa, e incluso para compartir y dar. Es una sensación maravillosa saber que podemos emplear dinero en esas áreas y no sentirnos culpables por haberlo destinado y dedicado a esos fines. Nos sentimos libres. Muchas gracias, Harv.“