Juegos
Todos los emojis
Citas
Blog
Página de inicio
»
manos
»
Página 2
Relacionado con: manos
„¿Ves eso que está en tus manos? no es Versace, nena, es mi corazón.“
„No puedo pensar en ti con otra persona, Eva. La simple idea de que otro hombre te vea como lo hago yo, viéndote así… colocando sus manos sobre ti…“
„Este anciano es un gran aficionado al sake. Un gran bebedor suele ser, en la mayoría de los hogares, un hombre solitario. Decidir si bebe porque es un solitario o si se ha vuelto solitario porque el resto de la familia le ha dado de lado por ser bebedor es tan difícil como dar una palmada y determinar cuál de las dos manos es la que ha sonado…“
„Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento.“
„Todo puede serle arrebatado a un hombre, menos la última de las libertades humanas: el elegir su actitud en una serie dada de circunstancias, de elegir su propio camino. ¿No podemos cambiar la situación? Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento.“
„Yo cuando llegué era un desconocido, casi no hablaba español, pelado… El primer show en Estudiantes; me llevaron a recorrer todo, me trataban como si fuera… no sé, un mago. Y yo era un pobre hijo de puta que había venido acá para dejar de tomar heroína. Les vomité el piso; no por ellos, lo que paso es que me sentía mal. Me acuerdo que se me rompieron los pantalones. ¿Qué Fuckin` rock star argentino hace un show con los pantalones rotos que se le ve el culo? Y yo no lo hacia para demostrar nada; se me rompieron loco. El Anillo del Capitán Beto significa eso? ¿entendés? El rock es el rock, man. Eso del `disco es cultura…` ¿todavía lo ponen?“
„Se repite la historia, otro guapo muere en manos de un cobarde.“
„Estamos llamados a hablar por los débiles, por los que no tienen voz, por las víctimas de nuestro país y por aquellos a los que llama «enemigo», porque ningún documento de manos humanas pueden hacer que estas personas sean «menos» nuestros hermanos […] He tratado en estos últimos minutos de dar una voz a los que no tienen voz en Vietnam y entender los argumentos de los que son llamados «enemigo“
„Lectura instantánea. Cierto famoso fakir afirmaba en el pueblo que podía enseñar a leer a una persona iletrada mediante una técnica relámpago. Nasrudín salió de entre la multitud. “Muy bien, enséñame, ahora.” El fakir tocó la frente del Mulla y dijo: “Ahora ve a casa inmediatamente y lee un libro”. Media hora más tarde, Nasrudín estaba de vuelta en el mercado, llevando un libro en sus manos. El fakir se había marchado. “¿Puedes leer ahora, Mulla?”, le preguntó la gente. “Sí, puedo leer, pero eso no es lo importante. ¿Dónde está ese charlatán?” “Cómo puede ser un charlatán si ha conseguido que leas sin aprender?” “Porque este libro, que es de incuestionable autoridad, dice: ‘Todos los fakires son farsantes.“
„No le des vueltas al asunto de si vas a ponerte o no en las manos de un maestro. Siempre estás en sus manos.“
„Cuando dos mujeres se besan, siempre recuerdan a los boxeadores profesionales cuando se estrechan las manos.“
„La llamada «abolición de la propiedad privada», que ocurrió a mediados de esté siglo, quería decir que la propiedad iba a concentrarse en un número mucho menor de manos que anteriormente, pero con esta diferencia: que los nuevos dueños constituirían un grupo en vez de una masa de individuos.“
„Júpiter ha puesto en manos del juicio la espada y la corona.“
„Que cada hombre y mujer que amen la libertad y el ideal anarquista, lo propague con empeño, con terquedad, sin hacer aprecio de las burlas, sin medir peligro, sin reparar en consecuencias; y manos a la obra camaradas y el porvenir será para nuestro ideal libertario.“
„Amigo, alguien necesita su abrazo el día de hoy. Alguien necesita su amor, alguien necesita sentir su toque. Aunque usted no se haya percatado de ello, hay sanidad en sus manos, hay sanidad en su voz y Dios quiere usarle para traer esperanza, sanidad, amor y victoria a las personas que le rodean. Si se atreve a quitar su mente de sus propios problemas, de sus propias necesidades y a buscar cómo ser de bendición para otras personas“
„Si aquella noche el rostro de Inés se me mostró en las facciones de Bob, si en algún momento el fraternal parecido pudo aprovechar la trampa de un gesto para darme a Inés por Bob, fue aquella, entonces, la última vez que vi a la muchacha. Es cierto que volví a estar con ella dos noches después en la entrevista habitual, y un mediodía en un encuentro impuesto por mi desesperación, inútil, sabiendo de antemano que todo recurso de palabra y presencia sería inútil, que todos mis machacantes ruegos morirían de manera asombrosa, como si no hubieran sido nunca, disueltos en el enorme aire azul de la plaza, bajo el follaje de verde apacible en mitad de la buena estación.Las pequeñas y rápidas partes del rostro de Inés que me había mostrado aquella noche Bob, aunque dirigidas contra mí, unidas a la agresión, participaban del entusiasmo y el candor de la muchacha. Pero cómo hablar a Inés, cómo tocarla, convencerla a través de la repentina mujer apática de las dos últimas entrevistas. Cómo reconocerla o siquiera evocarla mirando a la mujer de largo cuerpo rígido en el sillón de su casa y en el banco de la plaza, de una igual rigidez resuelta y mantenida en las dos distintas horas y los dos parajes; la mujer de cuello tenso, los ojos hacia delante, la boca muerta, las manos plantadas en el regazo. Yo la miraba y era “no”, sabía que era “no” todo el aire que la estaba rodeando.“
„El pan se parte con las manos pero se reparte con el corazón“
„Pienso cuando maduraban los limones. En el viento de febrero que rompía los tallos de los helechos, antes que el abandono los secara; los limones maduros que llenaban con su olor el viejo patio.El viento bajaba de las montañas en las mañanas de febrero. Y las nubes se quedaban allá arriba en espera de que el tiempo bueno las hiciera bajar al valle; mientras tanto dejaban vacío el cielo azul, dejaban que la luz cayera en el juego del viento haciendo círculos sobre la tierra, removiendo el polvo y batiendo las ramas de los naranjos.Y los gorriones reían; picoteaban las hojas que el aire hacía caer, y reían; dejaban sus plumas entre las espinas de las ramas y perseguían a las mariposas y reían. Era esa época.En febrero, cuando las mañanas estaban llenas de viento, de gorriones y de luz azul. Me acuerdo.Mi madre murió entonces.Que yo debía haber gritado: que mis manos tenían que haberse hecho pedazos estrujando su desesperación. Así hubieras tú querido que fuera. ¿Pero acaso no era alegre aquella mañana? Por la puerta abierta entraba el aire, quebrando las guías de la yedra. En mis piernas comenzaba a crecer el vello entre las venas, y mis manos temblaban tibias al tocar mis senos. Los gorriones jugaban. En las lomas se mecían las espigas. Me dio lástima que ella ya no volviera a ver el juego del viento en los jazmines; que cerrara sus ojos a la luz de los días. ¿Pero por qué iba a llorar?“
„No había aire. Tuve que sorber el mismo aire que salía de mi boca, deteniéndolo con las manos antes de que se fuera. Lo sentía ir y venir, cada vez menos; hasta que se hizo tan delgado que se filtró entre mis dedos para siempre“
„Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría; pues ella estaba por morirse y yo en plan de prometerlo todo. «No dejes de ir a visitarlo -me recomendó-. Se llama de otro modo y de este otro. Estoy segura de que le dará gusto conocerte.» Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aun después que a mis manos les costó trabajo zafarse de sus manos muertas.“
Anteriores
1
2
3
…
17
Siguientes