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Relacionado con: manos
„Lamento la agonía de Rusia, pero los rusos mismos han tejido su destino dejando las manos libres a Hitler en Polonia. También ellos mismos se han privado de un segundo frente, dejando destruir al Ejército francés. Si nosotros hubiéramos sido destruidos en agosto de 1940 ellos se habrían quedado más que indiferentes.“
„En el campo de las creencias religiosas la Reforma introdujo cambios profundos. La Biblia adquirió entonces una autoridad nueva y de mayor alcance. La generación anterior consideraba que las Sagradas Escrituras eran peligrosas en manos de personas iletradas y debieran ser leídas sólo por sacerdotes.“
„La ignorancia no discierne, busca un tribuno y toma un tirano. La miseria no delibera, se vende. Alejar el sufragio de manos de la ignorancia y de la indigencia es asegurar la pureza y acierto de su ejercicio. Algunos dirán que es antidemocrático pero la democracia, tal como ha sido ejercida hasta ahora nos ha llevado a este triste destino.“
„Lagrimas que anuncian conclusiones, manos que no dan sin recibir“
„Cierra la puerta, ven y siéntate cerca que tus ojos me cuentan que te han visto llorar, llena dos copas de recuerdos de historias que tus manos aún tiemblan si me escuchan hablar“
„Quiero sentir algo y no sé por donde empezar, quiero que mi mundo deje de girar, quiero que mis manos tengan fuerza para dar, quiero asustarme si no estás“
„El Estado y la tierra hoy están en manos de las mafias.“
„Volar sola no es un hecho singular, sino plural. No es una tragedia, no es un estigma, no es un hecho digno de compasión ni un problema, porque una mujer sola nunca está sola, se tiene a sí misma, tiene su mundo interior, sus afueras, sus manos, su boca y su equipaje de mano bien nutrido para viajar por la vida sin necesidad de dar explicaciones a nadie“
„No había nada que deseara más que meterse en la cama junto a ella, trazar el contorno de su rostro con los dedos: amplios pómulos, barbilla puntiaguda, ojos medio cerrados, pestañas como encaje contra la yema de los dedos. Su cuerpo y su mente estaban más que agotados, demasiado exhaustos para sentir deseo, pero el anhelo de proximidad y compañerismo permanecía. El tacto de las manos de [ella], su piel, era un alivio que nada más podía, proporcionarle.(…)Habían dormido uno junto al otro muchísimas veces, pero nunca se había dado cuenta de lo diferente que resultaba cuando podías acomodar la forma de otra persona entre tus brazos. Unir tu respiración a la de ella.“
„cuando respire, pensaré en ti, porque sin ti hace años que estaría muerto. Cuando me despierte y cuando duerma, cuando alce las manos para defenderme o cuando yazca para morir, tú estarás conmigo. Dices que nacemos una y otra vez. Yo digo que es un río lo que separa a los muertos de los vivos. Lo que sé es que si nacemos de nuevo, te encontraré en esa otra vida, y que si hay un río, me esperaras en la orilla a que llegue a ti, para que podamos cruzarlo juntos.“
„¿Cuándo —dijo—, te volviste tan cuidadosa?—No soy cuidadosa —dijo mientras él tocaba su sien con sus labios. Su cálido aliento agitaba los rizos en su oído—. Simplemente no soy tú.Lo sintió reír. Sus manos se deslizaron por sus costados, la agarró por la cintura.—Eso, definitivamente no eres. Eres mucho más bonita.—Debes amarme —dijo ella, respirando lentamente, mientras los labios de él se movían insoportablemente lento a lo largo de su mandíbula—. Nunca pensé que admitirías que alguien es más guapo que tú.“
„Simon sacó las manos de sus bolsillos. Un intenso rubor le cubría sus mejillas. Jace habría intentado hacerse el interesante; Simon ni siquiera lo probó. [pp. 93]“
„La primera conversación telefónica, la que hizo Pelletier, empezó de manera difícil, aunque Espinoza esperaba esa llamada, como si a ambos les costara decirse lo que tarde o temprano iban a tener que decirse. Los veinte minutos iniciales tuvieron un tono trágico en donde la palabra destino se empleó diez veces y la palabra amistad veinticuatro. El nombre de Liz Norton se pronunció cincuenta veces, nueve de ellas en vano. La palabra París se dijo en siete ocasiones. Madrid, en ocho. La palabra amor se pronunció dos veces, una cada uno. La palabra horror se pronunció en seis ocasiones y la palabra felicidad en una (la empleó Espinoza). La palabra resolución se dijo en doce ocasiones. La palabra solipsismo en siete. La palabra eufemismo en diez. La palabra categoría, en singular y en plural, en nueve. La palabra estructuralismo en una (Pelletier). El término literatura norteamericana en tres. Las palabras cena y cenamos y desayuno y sándwich en diecinueve. La palabra ojos y manos y cabellera en catorce.“
„EL FANTASMA DE EDNA LIEBERMANTe visitan en la hora más oscuratodos tus amores perdidos.El camino de tierra que conducía al manicomiose despliega otra vez como los ojosde Edna Lieberman,como sólo podían sus ojoselevarse por encima de las ciudadesy brillar.Y brillan nuevamente para tilos ojos de Ednadetrás del aro de fuegoque antes era el camino de tierra,la senda que recorriste de noche,ida y vuelta,una y otra vez,buscándola o acasobuscando tu sombra.Y despiertas silenciosamentey los ojos de Ednaestán allí.Entre la luna y el aro de fuego,leyendo a sus poetas mexicanosfavoritos.¿ y a Gilberto Owen,lo has leído?,dicen tus labios sin sonido,dice tu respiracióny tu sangre que circulacomo la luz de un faro.Pero son sus ojos el faroque atraviesa tu silencio.Sus ojos que son como el librode geografía ideal:los mapas de la pesadilla pura.Y tu sangre iluminalos estantes con libros, las sillascon libros, el suelolleno de libros apilados.Pero los ojos de Ednasólo te buscan a ti.Sus ojos son el libromás buscado.Demasiado tardelo has entendido, perono importa.En el sueño vuelvesa estrechar sus manos,y ya no pides nada.“
„Adiós, mis queridos amigos. No me atrevo a deciros que me imitéis, porque sería inmodestia; pero si sois jóvenes, si os halláis postergados por la fortuna, si encontráis ante vuestros ojos montañas escarpadas, inaccesibles alturas, y no tenéis escalas ni cuerdas, pero sí manos vigorosas; si os halláis imposibilitados para realizar en el mundo los generosos impulsos del pensamiento y las leyes del corazón, acordaos de Gabriel Araceli, que nació sin nada y lo tuvo todo.»La Batalla de los Arapiles, último libro de la primera serie de los Episodios Nacionales.“
„Cuando sobre tu pecho mi alma fue apaciguada, y la dulce criatura, tuya y mía, deseada, yo puse entre tus manos toda mi fantasía.“
„Seré en tus manos una copa fina pronta a sonar cuando vibrarla quieras… Destilarán en ella primaveras, reflejará la luz que te ilumina. Seré en tus manos una copa fina.“
„Tus manos, heridas de intrincados caminos, son la historia de una raza de amadores.“
„Y cigarras sonoras, y piedras calcinadas, se asoman a mis largas siestas, sin que concluya este lento desfile de puntos por mis manos. Y a ratos, en el aire que impregnan los manzanos, van y vienen dos frases: Eres mía. Soy tuya.“
„Se hacen tus ojos demasiado azules, cubren tus manos impalpables tules y algo divino te levanta en vuelo.“
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