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Relacionado con: masa
„No queda otra cosa que una gran masa analfabeta creada deliberadamente por el Poder, una especie de muchedumbre amorfa que nos ha hundido a todos en una mediocridad general.“
„Importa, pues, mucho conocer a fondo a este hombre-masa, que es pura potencia del mayor bien, y del mayor mal.“
„El humanista, por ejemplo, puede concebir la élite no como un plano o categoría social, sino como el conjunto de los individuos dispersos que intentan superarse a sí mismos y que, en consecuencia, son más nobles, más eficientes, como hechos de mejor clase. No importa que sean pobres o ricos, que ocupen altas o bajas posiciones, que sean aclamados o despreciados: son élite por la clase de individuos que son. El resto de la población es masa, la cual, según esta concepción, yace indolente en una incómoda mediocridad.“
„«El conocimiento es poder, el poder es energía, la energía es materia, la materia es masa y la masa altera el tiempo y el espacio».“
„La masa es descartable, hombres grises.“
„Ellos parecen una verdadero chiste. Con ellos veo una masa de gente de clase media aplaudiendo a un grupo de tipos que actúan como estúpidos y escriben música realmente primitiva. Luego la gente dice que ellos hacen un trabajo muy ‘honesto’.“
„En una reacción química ordinaria la masa permanece constante, es decir, la masa consumida de los reactivos es igual a la masa obtenida de los productos.“
„La masa no quiere ni la libertad ni la razón. Prefiere siempre sus experiencias ficticias: la utopía y la religión.“
„Este partido está pudriéndose por la inmensa gusanera de caciques y caciquillos. Tienen más que los monárquicos. En cada capital hay cincuenta que quieren imponer los caprichos de su vanidad y de su ambición a todos sus correligionarios… Y si nada más hubiera esos cincuenta, menos mal. Luego vienen los caciques de distrito y los de barrio… ¡Oh!! Esos vejestorios endiosados de Comité local y de barriada! ¡Papas rojos, que se creen infalibles e indiscutibles!Para hacer la revolución, lo primero, lo indispensable, sería degollarlos a todos. Si éstos trajeran la República, estaríamos peor que ahora. Sería cosa de emigrar. Suerte que no hay miedo a que la traigan. ¡Hay cada revolucionario que tiene un miedo feroz a la revolución!… Hubiera usted visto a algunos de ellos cuando la semana roja de Barcelona, cuando aquí se dijo que iba a estallar la huelga general, irse huyendo de Madrid como ratas… No sé qué diablos ocurría entonces, que a todos les salían negocios en provincias, o tenían por esas tierras de dios parientes enfermos de gravedad, que los llamaban… ¡Y para ver este espectáculo me vine yo de Santander e interrumpí mi veraneo!… Luego, son muchos los republicanos que no quieren que venga la República, porque no les conviene; van muy bien en el machito, haciendo la farsa de la oposición, sirviendo de comparsas en esta política repugnante, representando su papel de diputados o de concejales, u otros papeles peores.En este partido son muy pocos los directores que trabajan desinteresadamente por el ideal; la desorganización es indescriptible, no se puede imaginar; no hay espíritu de disciplina, ni siquiera instinto de conservación… Si no fuera porque veo esos caciquitos ir a su avío, sin saber disimularlo, creería que estaban locos. No se puede hacerlo peor para facilitar la victoria al adversario e imposibilitar la propia… Estoy harto de luchar sin esperanza de salvación entre tanta miseria. Así están disgregando la masa republicana, infiltrando el escepticismo entre los soldados de fila… ¡Oh! Usted no puede darse idea de lo que aquí se persiguen unos odios a otros y unas vanidades a otras… ¡Con qué ensañamiento, con qué perfidia, empleando todos los medios, hasta la difamación y la calumnia!Ha habido día que pensé meterme en casa y no ocuparme de política. Pero lo he pensado mejor. Voy a irme con Pablo Iglesias. Él y su partido son lo único serio, disciplinado, admirable, que hay en la España política. […] ¡Es por el socialismo por donde llega la aurora!“
„Toda votación es un juego, como el de damas o el ajedrez, pero con un leve tinte moral, un quehacer festivo con el Bien y el Mal, con resonancias morales; y el envite, naturalmente, es inherente a él. No se apuesta sobre el carácter de los votantes. Yo deposito mi voto, quizá, por lo que estimo correcto; pero no me siento vitalmente interesado en que prevalezca. Estoy dispuesto a dejarlo en manos de la mayoría. Su obligación, por tanto, jamás pasa del grado de lo conveniente. Incluso votar por lo justo es no hacer nada por ello. Apenas significa otra cosa que exponer débilmente a los hombres el deseo de que fuera así. El hombre prudente no dejará lo justo a merced del azar ni deseará que prevalezca gracias al poder de la mayoría. Poca es la virtud que encierra la masa. Cuando la mayoría vote, por fin, por la abolición de la esclavitud será porque es indiferente a ella o porque queda ya muy poca que abolir mediante su voto. Serán ellos, entonces, los únicos esclavos. Sólo el voto de aquél que afirma con él su propia libertad puede acelerar la abolición de la esclavitud.“
„No es tan importante que muchos sean igual de buenos que tú como el que exista alguna medida de bondad absoluta en algún lugar; pues esto haría fermentar toda la masa. Son miles los que por opinión se oponen a la esclavitud y a la guerra y que, sin embargo, no hacen nada para ponerle fin; que, estimándose hijos de Washington y de Franklin, siguen sentados con sus manos en los bolsillos y dicen que no saben qué hacer, por lo que no hacen nada; quienes posponen incluso la cuestión de la libertad a la del libre comercio, y que tranquilamente se informan de los precios actuales del mercado junto con las últimas noticias de México, después de comer, y hasta que puede que terminen por dormirse en el empeño. ¿Qué precio alcanza hoy un hombre honesto y patriota? Dudan, vacilan, se lamentan, y en ocasiones, piden; pero no hacen nada seriamente y de efecto. Esperarán, con la mejor disposición, a que sean otros quienes remedien la maldad para que ellos no tengan que seguir lamentándose de su existencia. A lo más darán su voto con descuido y una salutación de adiós al justo, cuando éste pase por su lado. Hay novecientos noventa y nueve paladines de la virtud por cada hombre virtuoso; pero es mucho más fácil tratar con el poseedor real de algo que con su guardián temporal.“
„Soy diferente. Me gusta ser diferente, quiero ser diferente, verme diferente, sentirme diferente. No quiero que me pongan un número, ni que me den órdenes. No quiero que me anulen, ni formar parte de la masa. Quiero ser yo, porque soy todo lo que tengo.“
„Cuando el capitalismo comenzó a meter en masa al resto de la población campesina, embrutecida y reducida a la condición de animales, en la vorágine de la vida socio política, más compleja cada día, nuestros paladines comenzaron a gritar y lamentarse del hundimiento y de la destrucción de los pilares básicos de la sociedad.“
„Callar la verdad conociéndola es triste, han hecho creer a la masa que la alternativa no existe.“
„A veces pienso que somos masas uniformes que vamos donde nos lleve otro acumulamiento de masa uniforme, que hacemos lo que hay que hacer porque algo hay que hacer y que amamos molestar al otro por nuestras propias imposibilidades. Impedimentos para hacer algo productivo, algo constructivo…“
„la tendencia general de la producción capitalista no es a elevar el nivel medio de los salarios, sino, por el contrario, a hacerlo bajar, o sea, a empujar más o menos el valor del trabajo a su límite mínimo. Siendo tal la tendencia de las cosas en este sistema, ¿quiere esto decir que la clase obrera deba renunciar a defenderse contra las usurpaciones del capital y cejar en sus esfuerzos para aprovechar todas las posibilidades que se le ofrezcan para mejorar temporalmente su situación? Si lo hiciese, veríase degradada en una masa uniforme de hombres desgraciados y quebrantados, sin salvación posible.“
„Las palabras se habían desvanecido, y con ellas la significación de las cosas, sus modos de empleo, las débiles marcas que los hombres han trazado en su superficie. Estaba sentado, un poco encorvado, cabizbajo, solo frente a aquella masa negra y nudosa, enteramente bruta y que me daba miedo. Y entonces tuve esa iluminación.“
„Sin duda alguna, no tenemos ya necesidad de recurrir al método de las depuraciones en masa.“
„¿A quién había querido, qué había querido hasta entonces?, se preguntó en un cúmulo de emoción. Una vieja, se contestó, puro hueso y pellejo. Innumerables rameras de vestido colorado. Una monja majadera. Una gastada aventurera de boca cruel. Una masa dormilona de encaje y etiqueta. El amor había sido para él un poco de aserrín y cenizas. Los goces que le había dado parecían infinitamente insípidos. Se asombraba de haberlos soportado sin bostezar.“
„Y es que las obras maestras no son logros aislados y solitarios; son el resultado de muchos años de pensamiento en común, del pensamiento colectivo de muchas personas, de tal suerte que, tras esa voz individual, se encuentra la experiencia de la masa (p. 89).“
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