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Relacionado con: media
„Para conocer la cosecha y calidad de un vino no es necesario beberse toda la botella. Media hora debe ser suficiente para decidir si un libro vale la pena o no. Diez minutos deberían bastar si uno posee el instinto para la forma. ¿Quién quiere vadear todo un libro insulso? Con probarlo basta.“
„Creo que si un hombre se atreviera a vivir su vida plena y totalmente, a dar forma a cada sentimiento, expresión a cada pensamiento, realidad a cada ensueño… creo que el mundo cobraría de nuevo un ímpetu de alegría, que olvidaríamos todas las enfermedades del medievalismo, y tornaríamos al ideal helénico… a algo quizá más bello, más rico que el ideal helénico. Pero hasta el más audaz de nosotros tiene miedo de sí mismo. La mutilación del salvaje tiene su trágica supervivencia en la renuncia de sí mismo que frustra nuestras vidas. Y somos castigados por ello. Cada impulso que luchamos por estrangular, germina en el espíritu y nos envenena. El cuerpo peca una vez, y acaba con su pecado, pues la acción es una especie de purificación. Nada queda entonces, excepto el recuerdo de un placer, o la voluptuosidad de un arrepentimiento. El único medio de librarse de una tentación es ceder ante ella. Resistan, y su alma enfermará de deseo por las cosas que se ha prohibido a sí misma, y de concupiscencia por aquello que sus leyes monstruosas han hecho ilícito y monstruoso. Se ha dicho que los grandes acontecimientos del mundo tienen lugar en el cerebro. En el cerebro también, y sólo en el cerebro, tienen lugar los grandes pecados del mundo.“
„El sufrimiento -por curioso que esto pueda parecerte- es el medio por el que existimos, y es el único medio por el que somos conscientes de existir; y el recuerdo del sufrimiento en el pasado nos es necesario como garantía, evidencia, de nuestra identidad continuada.“
„Son muy pocos aquellos de entre nosotros que no se han despertado a veces antes del alba, o después de una de esas noches sin sueños que casi nos hacen amar la muerte, o de una de esas noches de horror y de alegría monstruosa, cuando se agitan en las cámaras del cerebro fantasmas más terribles que la misma realidad, rebosantes de esa vida intensa, inseparable de todo lo grotesco, que da al arte gótico su imperecedera vitalidad, puesto que ese arte bien parece pertenecer sobre todo a los espíritus atormentados por la enfermedad del ensueño. Poco a poco, dedos exangües surgen de detrás de las cortinas y parecen temblar. Adoptando fantásticas formas oscuras, sombras silenciosas se apoderan, reptando, de los rincones de la habitación para agazaparse allí. Fuera, se oye el agitarse de pájaros entre las hojas, o los ruidos que hacen los hombres al dirigirse al trabajo, o los suspiros y sollozos del viento que desciende de las montañas y vaga alrededor de la casa silenciosa, como si temiera despertar a los que duermen, aunque está obligado a sacar a toda costa al sueño de su cueva de color morado. Uno tras otro se alzan los velos de delicada gasa negra, las cosas recuperan poco a poco forma y color y vemos cómo la aurora vuelve a dar al mundo su prístino aspecto. Los lívidos espejos recuperan su imitación de la vida. Las velas apagadas siguen estando donde las dejamos, y a su lado descansa el libro a medio abrir que nos proponíamos estudiar, o la flor preparada que hemos lucido en el baile, o la carta que no nos hemos atrevido a leer o que hemos leído demasiadas veces. Nada nos parece que haya cambiado. De las sombras irreales de la noche renace la vida real que conocíamos. Hemos de continuar allí donde nos habíamos visto interrumpidos, y en ese momento nos domina una terrible sensación, la de la necesidad de continuar, enérgicamente, el mismo ciclo agotador de costumbres estereotipadas, o quizá, a veces, el loco deseo de que nuestras pupilas se abran una mañana a un mundo remodelado durante la noche para agradarnos, un mundo en el que las cosas poseerían formas y colores recién inventados, y serían distintas, o esconderían otros secretos, un mundo en el que el pasado tendría muy poco o ningún valor, o sobreviviría, en cualquier caso, sin forma consciente de obligación o de remordimiento, dado que incluso el recuerdo de una alegría tiene su amargura, y la memoria de un placer, su dolor.“
„El medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices.“
„Condena al exilio, las verdades a medias, condénalas.“
„Poco a poco, Tsukuru Tazaki comenzó a alimentarse como es debido. Compraba productos frescos, los preparaba de manera sencilla y se los comía. Con todo, le costaba recuperar el peso que había perdido. Por lo visto, su estómago se había achicado durante ese medio año. Si sobrepasaba cierta cantidad de comida, no podía evitar vomitar. También empezó a ir a nadar a la piscina universitaria a primera hora de la mañana. Dado que había perdido masa muscular, subir las escaleras lo dejaba sin aliento: necesitaba mejorar, siquiera mínimamente, su forma física. Se compró un bañador y otras gafas y todos los días nadaba a crol entre un kilómetro y un kilómetro y medio. Luego se acercaba al gimnasio y se ejercitaba en silencio con las máquinas.“
„un hombre, al abrir una puerta, se encuentra con una mujer a medio vestir. Una persona educada diría: «Pardon, madame» y cerraría la puerta de inmediato. En cambio, la persona con tacto diría: «Pardon, monsieur» y cerraría la puerta de inmediato.“
„había sido un excelente corredor de medio fondo, pero en tercer curso una lesión en el talón de Aquiles lo había obligado a renunciar a la idea de formar parte de un equipo esponsorizado y“
„Morir significa marcharse dejando un envase de espuma de afeitar a medias.“
„Aunque había transcurrido medio año, aquello pertenecía a un pasado remoto. Había pensado tantas veces en ello que acabé distorsionando la noción del tiempo.“
„Soy una persona bastante honesta. Cuando entiendo las cosas, lo digo, y, cuando no las entiendo, también. No me gustan las medias tintas.“
„Tú eres un granjero, imagínatelo, viviendo solo en la tundra siberiana. Día tras día trabajas la tierra. Hasta donde tus ojos pueden ver, nada. Al norte el horizonte, al sur el horizonte, al este igual, al oeste, más de lo mismo. Cada día cuando el sol sale por el este sales a trabajar la tierra, a medio día descansas y cuando se pone en el otro lado vuelves a casa para dormir.Tu eres un grangero, imagínate. Y un día algo se muere dentro de tí. Día tras día ves el sol salir, atravesar el cielo y meterse en el horizonte y un día algo se rompe y se muere dentro de ti. Tú tirás tu azada y con tu cabeza completamente vacía de pensamientos empiezas a caminar hacia el oeste, hacia la tierra que está detras del sol. Como poseído caminas día y noche sin parar, sin comer ni beber, hasta que exhausto caes derrotado y mueres. Esa esa la Histeria Siberiana.“
„Su vida parecía haber perdido el rumbo. Aunque nunca se había fijado realmente un objetivo, hasta entonces la gente había creado ciertas expectativas a su alrededor. Respondiendo a esas expectativas, su vida había transcurrido con bastante ajetreo. Una vez se habían terminado las exigencias y expectativas, no le quedaba nada más que contar. No tenía ningún objetivo en la vida. Ningún amigo íntimo. Abandonado en medio de un sosiego similar a a una bonanza, era incapaz de concentrarse en la vida“
„Ella ya sólo existe en mis recuerdos. Se ha ido de mi lado. Estaba aquí, pero ha desaparecido. Y allí no hay término medio. Donde no hay lugar para el compromiso no puede haber un término medio. Los quizá tal vez existan al sur de la frontera. No al oeste del sol.“
„Él se quitó el sombrero que le cubría medio rostro, pero ahí, en donde tenía que estar el rostro, no había nada. En su lugar, una neblina de color blanco lechoso giraba suavemente en espiral.“
„Le dije que no lo entendía. Soy una persona bastante honesta. Cuando entiendo las cosas, lo digo, y, cuando no las entiendo, también. No me gustan las medias tintas. La mayor parte de los problemas, creo yo, surgen por expresarse con poca claridad. Y estoy convencido de que la mayoría de la gente habla de manera ambigua porque, en su fuero interno, busca problemas. Eso creo yo.“
„Victoria tu marido juega de media punta, pero yo soy medio puta.“
„Mundo de santos: a eso estamos llamados. Y esa ha sido siempre la misión de María con Jesús, tal vez por eso que su presencia incluso sensible en medio de nosotros se hace cada vez mayor: apariciones, milagros, y ese milagro de ese mar que se mueve bajo su influjo a la invocación de su nombre.“
„Por eso aunque sea legítimo el acceso directo a Cristo, los congregantes marianos creen interpretar fielmente el pensamiento de Cristo al ir a Él por medio de María y por eso la hacen a Ella centro especial de su culto, de un amor; su acceso a la congregación significa una ratificación expresa de su consagración a Ella como Reina, como Madre, como La Mediadora…“
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