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„Yo no conocía mi país, mi ciudad; nunca había ido ni a Tepito. No sabía cómo era. Ni a la gente la conocía. Creo que tampoco conocía a mis hijos, a mis sobrinos. Los imaginaba siempre en discotheques, nunca los visualicé con un casco, un paliacate, disciplinándose, olvidados de si mismos. Mucho menos, cargando cadáveres.“
„Deshacerse de sí mismo es lo más difícil del mundo, a menos de tener vocación de suicida. ¿Habría posibilidad de llegar a otra Bárbara que no le pesara tanto ni le provocara ese dolor?“
„Siempre traté de facilitar tu vida para que pintaras a pesar de la pobreza. Incluso ahora me conformaría con mezclar tus colores, limpiar tu paleta, tener los pinceles en perfecto estado, ser tu ayudante y no embarazarme. Aquí en París nuestra vida fue muy dura; allá bajo el sol mexicano, quizá lo sería menos y yo trataría de ser una buena mujer para ti. Alguna vez me lo dijiste: «Quiela, has sido una buena mujer para mí. A tu lado pude trabajar como si estuviera solo. Nunca me estorbaste y eso te lo agradeceré toda la vida».“
„Me sentiré muchísimo menos extranjera contigo que en cualquier otra tierra.“
„A pesar de todo, no puedo soportar la idea de que este anillo se pierda para siempre, como tampoco puedo soportar la idea de dejarte para siempre. Aunque no tengo elección sobre lo uno, al menos puedo elegir sobre lo otro“
„Julian decidió que él los iba a querer el doble, con tanta fuerza como cualquier adulto. Lo haría todo por ellos, pensó… Se aseguraría de que tuvieran todo lo que quisieran. Se aseguraría de que nunca echaran de menos lo que no tenían; los quería tanto como para compensarlos por todo lo que habían perdido.“
„A pesar de que vamos a echarte de menos terriblemente.-¿Terriblemente? -preguntó James, con timidez.- Tu madre dice que va a ser valiente y mantener la compostura -dijo padre-. Los estadounidenses no tienen corazón. Yo voy a llorar en mi almohada cada noche.“
„La vida es corta y la sabiduría lenta de ganar.- La vida no es tan corta -replicó Julian-. O al menos no tiene porque serlo.“
„Bueno, cuando yo tenía cinco años, quise que mi madre me dejara dar vueltas dentro de la secadora junto con la ropa -contestó Clary-. La diferencia es que no me dejó.-Probablemente porque dar vueltas dentro de una secadora puede resultar fatal -indicó Jace-, mientras que la pasta raramente es fatal. A menos que Isabelle la prepare. [pp. 332]“
„¿Un diario sin dibujos míos en él?¿Dónde están las tórridas fantasías?¡Las cubiertas de novelas románticas? El…-¿Realmente todas las chicas que conoces se enamoran de ti? -preguntó ella en voz baja.La pregunta pareció bajarle los humos, como un alfiles pinchando un globo.-No es amor -contestó él, tras una pausa-. Al menos…-Podrías intentar no ser tan encantador todo el tiempo -indicó Clary-. Sería un alivio para todos. [pp. 219]“
„Mi consciencia, –susurró Will. –Tú eres mi consciencia. Siempre lo has sido, James Carstairs. Haré esto por ti, pero primero voy a conseguir una promesa.–¿Qué clase de promesa?–Me pediste hace años que cese de buscar una cura para ti, –dijo Will. –Quiero que me liberes de esa promesa. Déjame mirar, al menos. Libérame para buscar.Jem miró con cierto asombro.–Justo cuando creo que te conozco perfectamente, me sorprendes de nuevo.“
„¿No está enojado?–Estoy contento, –dijo. –Ellos van a ser capaces de cuidar uno del otro cuando yo me haya ido, o por lo menos puedo esperar eso. Él dice que ella no lo ama, pero seguramente ella llegara a amarlo con el tiempo. Will es fácil de amar y él le ha dado todo su corazón. Lo puedo ver. Espero que no se lo rompa.“
„¿Es ahora cuando empiezas a romper tiras de tela de tu camiseta para vendarme la herida? -bromeó; odiaba la visión de la sangre, en especial la suya.-Si lo que quieres es que me arranque la ropa, deberías habérmelo pedido. -Introdujo la mano en el bolsillo y sacó su estela-. Habría sido mucho menos doloroso.“
„¿Te has enamorado ya de la persona equivocada?Por desgracias, Señora del Refugio, mi único amor verdadero sigo siendo yo mismo.Dorothea rió estrepitosamente ante aquello.Al menos -dijo-, no tienes que preocuparte por el rechazo, Jace Wayland.No necesariamente. Me rechazo a mí mismo de vez en cuando solo para mantener el interés.“
„¿Quiere decir que cree que Kelly está muerta?, le grité. Más o menos, dijo sin perder un ápice de compostura. ¿Cómo que más o menos?, grité. O se está muerto o no se está muerto, chingados! En México uno puede estar más o menos muerto, me contestó muy seriamente.“
„He aquí algo sobre el honor de los poetas. Yo tenía diecisiete años y unos deseos irrefrenables de ser escritor. Me preparé. Pero no me quedé quieto mientras me preparaba, pues comprendí que si así lo hacía no triunfaría jamás. Disciplina y un cierto encanto dúctil, ésas son las claves para llegar a donde uno se proponga. Disciplina: escribir cada mañana no menos de seis horas. Escribir cada mañana y corregir por las tardes y leer como un poseso por las noches. Encanto, o encanto dúctil: visitar a los escritores en sus residencias o abordarlos en las presentaciones de libros y decirles a cada uno justo aquello que quiere oír. Aquello que quiere oír desesperadamente. Y tener paciencia, pues no siempre funciona. Hay cabrones que te dan una palmadita en la espalda y luego si te he visto no me acuerdo. Hay cabrones duros y crueles y mezquinos. Pero no todos son así. Es necesario tener paciencia y buscar. Los mejores son los homosexuales, pero, ojo, es necesario saber en qué momento detenerse, es necesario saber con precisión qué es lo que no uno quiere, de lo contrario puedes acabar enculado de balde por cualquier viejo maricón de izquierda. Con las mujeres ocurre tres cuartas partes de lo mismo: las escritoras españolas que pueden echarte un cable suelen ser mayores y feas y el sacrificio a veces no vale la pena. Los mejores son los heterosexuales ya entrados en la cincuentena o en el umbral de la ancianidad. En cualquier caso: es ineludible acercarse a ellos. Es ineludible cultivar un huerto a la sombra de sus rencores y resentimientos. Por supuesto, hay que empollar sus obras completas. Hay que citarlos dos o tres veces en cada conversación. ¡Hay que citarlos sin descanso! Un consejo: no criticar nunca a los amigos del maestro. Los amigos del maestro son sagrados y una observación a destiempo puede torcer el rumbo del destino. Un consejo: es preceptivo abominar y despacharse a gusto contra los novelistas extranjeros, sobre todo si son norteamericanos, franceses o ingleses. Los escritores españoles odian a sus contemporáneos de otras lenguas y publicar una reseña negativa de uno de ellos será siempre bien recibida. Y callar y estar al acecho. Y delimitar las áreas de trabajo. Por la mañana escribir, por la tarde corregir, por las noches leer y en las horas muertas ejercer la diplomacia, el disimulo, el encanto dúctil. A los diecisiete años quería ser escritor. A los veinte publiqué mi primer libro. Ahora tengo veinticuatro y en ocasiones, cuando miro hacia atrás, algo semejante al vértigo se instala en mi cerebro. He recorrido un largo camino, he publicado cuatro libros y vivo holgadamente de la literatura (aunque si he de ser sincero, nunca necesité mucho para vivir, sólo una mesa, un ordenador y libros). Tengo una colaboración semanal con un periódico de derechas de Madrid. Ahora pontifico y suelto tacos y le enmiendo la plana (pero sin pasarme) a algunos políticos. Los jóvenes que quieren hacer una carrera como escritor ven en mí un ejemplo a seguir. Algunos dicen que soy la versión mejorada de Aurelio Baca. No lo sé. (A los dos nos duele España, aunque creo que por el momento a él le duele más que a mí). Puede que lo digan sinceramente, pero puede que lo digan para que me confíe y afloje. Si es por esto último no les voy a dar el gusto: sigo trabajando con el mismo tesón que antes, sigo produciendo, sigo cuidando con mimo mis amistades. Aún no he cumplido los treinta y el futuro se abre como una rosa, una rosa perfecta, perfumada, única. Lo que empieza como comedia acaba como marcha triunfal, ¿no?“
„Belano, le dije, el meollo de la cuestión es saber si el mal (o el delito o el crimen o como usted quiera llamarle) es casual o causal. Si es causal, podemos luchar contra él, es difícil de derrotar pero hay una posibilidad, más o menos como dos boxeadores del mismo peso. Si es casual, por el contrario, estamos jodidos. Que Dios, si existe, nos pille confesados. Y a eso se resume todo.“
„Cuando uno sabe, sabe, y cuando no sabe lo mejor es aprender. Y, mientras tanto, no decir nada, a menos que los que uno diga esté encaminado a hacer más claro el aprendizaje. Su vida misma, según explicaba, había sido un aprendizaje constante.“
„Le tendí la mano (no sé por qué, no soy dado a estos formalismos, al menos no en un bar y de noche) y él vaciló antes de darme la suya. Cuando se la estreché mi sorpresa fue mayúscula. Su diestra, que esperaba suave y vacilante como la de cualquier adolescente, exhibía al tacto una acumulación de callosidades que le daba una apariencia de hierro, una mano no demasiado grande, de hecho, ahora que lo pienso, ahora que vuelvo a aquella noche een los suburbios de Irapuato, lo que aparece ante mis ojos es una mano, una mano pequeña rodeada u orlada por los exiguos resplandores del bar, una mano que surge de un lugar desconocido, como el tentáculo de una tormenta, pero dura, durísima, una mano forjada en el taller de un herrerro.“
„… nadie, y menos en literatura, es capaz de no parpadear durante un tiempo prolongado“
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