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Relacionado con: mexicana
„Razas víctimas de un poder extraño cualquiera (los negros norteamericanos por ejemplo), entablan un combate con una realidad concreta. Nosotros en cambio, luchamos con entidades imaginarias, vestigios del pasado y fantasmas engendrados por nosotros mismos. Esos fantasmas y vestigios son reales, el menos para nosotros. […] son intocables e invencibles, ya que no están fuera de nosotros, sino en nosotros mismos. […] el mexicano actual, como se ha visto, puede reducirse a esto: el mexicano no quiere o no se atreve a ser él mismo.“
„La decadencia del catolicismo europeo coincide con su apogeo hispanoamericano: se extiende en tierras nuevas en el momento en que ha dejado de ser creador. Ofrece una filosofía hecha y una fe petrificada, de modo que la originalidad de los nuevos creyentes no encuentra ocasión de manifestarse. Su adhesión es pasiva. El fervor y la profundidad de la religiosidad mexicana contrastan con la relativa pobreza de sus creaciones. No poseemos una gran poesía religiosa, como no tenemos una filosofía original, ni un solo místico o reformador de importancia. […] el catolicismo ofrece un refugio a los descendientes de aquellos que habían visto la destrucción de sus templos y manuscritos y la supresión de las formas superiores de su cultura pero, por razón misma de su decadencia europea, les niega toda posibilidad de expresar su singularidad.“
„Si la soledad del mexicano es la de las aguas estancadas, la del norteamericano es la del espejo. Hemos dejado de ser fuentes.“
„Los españoles también abusan de las expresiones fuertes. Frente a ellos el mexicano es singularmente pulcro. Pero mientras los españoles se complacen en la blasfemia y la escatología, nosotros nos especializamos en la crueldad y el sadismo. El español es simple: insulta a Dios porque cree en él. La blasfemia, dice Manchado, es una oración al revés. El placer que experimentan muchos españoles, incluso algunos de sus más altos poetas, al aludir a los detrimentos y mezclar la mierda con lo sagrado se parece un poco al de los niños que juegan con lodo. […] El «hijo de la chingada» es el engendro de la violación, del rapto o la burla. SI se compara esta expresión con la española, «hijo de puta», se advierte inmediatamente la diferencia. Para el español la deshonra consiste en ser hijo de una mujer que voluntariamente se entrega, una prostituta; para el mexicano, es ser fruto de una violación.“
„La palabra chingar, con todas estas múltiples significaciones, define gran parte de nuestra vida y califica nuestras relaciones con el resto de nuestros amigos y compatriotas. Para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o ser chingado. Es decir, de humillar, castigar y ofender. O a la inversa. Esta concepción de la vida social como combate engendra fatalmente la división de la sociedad en fuertes y débiles. Los fuertes – los chingones sin escrúpulos, duros e inexorables– se rodean de fidelidades ardientes e interesadas. EL servilismo ante los poderosos – especialmente entre la casta de los «políticos» esto es, de los profesionales de los negocios públicos– es una de las deplorables consecuencias de esta situación. Otra, no menos degradante es la adhesión a las personas y no a los principios. Con frecuencia nuestros políticos confunden los negocios públicos con los privados. No importa. Su riqueza o su influencia en la administración les permite sostener una mesnada que el pueblo llama, muy atinadamente, de «lambiscones» (de lamer).“
„Para el habitante de Nueva York, París o Londres, la muerte es palabra que jamás se pronuncia porque quema los labios. El mexicano, en cambio, la frecuenta, la burla, la acaricia, duerme con ella, la festeja, es uno de sus juguetes favoritos y su amor más permanente. Cierto, en su actitud hay quizá tanto miedo como en la de los otros; más al menos no se esconde ni la esconde; la contempla cara a cara con paciencia, desdén o ironía.“
„la admiración por el Padre, símbolo de lo cerrado y agresivo, capaz de chingar y abrir, se transparenta en una expresión que empleamos cuando queremos imponer a otro nuestra superioridad: «Yo soy tu padre» […] No es el fundador de un pueblo; no es el patriarca que ejerce la patria protestad; no es rey, juez, jefe de clan. Es el poder, aislado en su misma potencia, sin relación ni compromiso con el mundo exterior. Es la incomunicación pura, la soledad que se devora a sí misma y devora lo que toca. No pertenece a nuestro mundo; no es de nuestra ciudad; no vive en nuestro barrio. Viene de lejos, está lejos siempre. Es el extraño. Es imposible no advertir la semejanza que guarda la figura del «macho» con la del conquistador español. Ése es el modelo –más mítico que real– que rige las representaciones que el pueblo mexicano se ha hecho de los poderosos: caciques, señores feudales, hacendados, políticos, generales, capitanes de industria. Todos ellos son «machos, «chingones».“
„El mexicano no quiere ser ni indio, ni español. Tampoco quiere descender de ellos. Los niega. Y no se afirma en tanto que mestizo, sino como abstracción: es un hombre. Se vuelve hijo de la nada. Él empieza en sí mismo.“
„Viejo o adolescente, criollo o mestizo, general, obrero o licenciado, el mexicano se me aparece como un ser que se encierra y se preserva: máscara el rostro y máscara la sonrisa.“
„Siempre traté de facilitar tu vida para que pintaras a pesar de la pobreza. Incluso ahora me conformaría con mezclar tus colores, limpiar tu paleta, tener los pinceles en perfecto estado, ser tu ayudante y no embarazarme. Aquí en París nuestra vida fue muy dura; allá bajo el sol mexicano, quizá lo sería menos y yo trataría de ser una buena mujer para ti. Alguna vez me lo dijiste: «Quiela, has sido una buena mujer para mí. A tu lado pude trabajar como si estuviera solo. Nunca me estorbaste y eso te lo agradeceré toda la vida».“
„El Distrito Federal es una ciudad que tiene origen de quimera, sacada del agua, levantada sobre el agua. Los mexicanos viven sobre lo inestable, trampa, marisma y pantano a la vez. Aquí lo real y lo irreal se confunden.“
„En este país siempre hemos confundido lucidez con terquedad, ¿no le parece? Creemos ser lúcidos, pero en realidad somos tercos. En este sentido, Kelly era muy mexicana. Era terca y obstinada.“
„Los poetas mexicanos (supongo que los poetas en general) detestan que se les recuerde su ignorancia.“
„Belano se cree Breton, dice Requena. En realidad, todos los capo di famiglia de la poesía mexicana se creen Breton, suspira.“
„Y que desde entonces no había hecho otra cosa sino caer, una de esas caídas interminables y mexicanas, es decir una caída pespunteada de tanto en tanto por una risa en sordina, por un disparo en sordina, por un quejido en sordina. ¿Una caída mexicana? En realidad, una caída latinoamericana.“
„EL FANTASMA DE EDNA LIEBERMANTe visitan en la hora más oscuratodos tus amores perdidos.El camino de tierra que conducía al manicomiose despliega otra vez como los ojosde Edna Lieberman,como sólo podían sus ojoselevarse por encima de las ciudadesy brillar.Y brillan nuevamente para tilos ojos de Ednadetrás del aro de fuegoque antes era el camino de tierra,la senda que recorriste de noche,ida y vuelta,una y otra vez,buscándola o acasobuscando tu sombra.Y despiertas silenciosamentey los ojos de Ednaestán allí.Entre la luna y el aro de fuego,leyendo a sus poetas mexicanosfavoritos.¿ y a Gilberto Owen,lo has leído?,dicen tus labios sin sonido,dice tu respiracióny tu sangre que circulacomo la luz de un faro.Pero son sus ojos el faroque atraviesa tu silencio.Sus ojos que son como el librode geografía ideal:los mapas de la pesadilla pura.Y tu sangre iluminalos estantes con libros, las sillascon libros, el suelolleno de libros apilados.Pero los ojos de Ednasólo te buscan a ti.Sus ojos son el libromás buscado.Demasiado tardelo has entendido, perono importa.En el sueño vuelvesa estrechar sus manos,y ya no pides nada.“
„Zihuatanejo —lo dijo pronunciando la palabra con una lentitud musical—. Allá abajo, en México. Es un pequeño lugar que queda a unos treinta kilómetros de Playa Azul. Unos ciento sesenta kilómetros al noroeste de Acapulco, en la costa del Pacífico. ¿Sabes lo que dicen los mexicanos del Pacífico? Le dije que no lo sabía.—Dicen que no tiene memoria. Y precisamente por eso. Red, quiero acabar allí mis días. En un lugar cálido y sin memoria.“
„(…) es compuesta de flores maravilla, / divina protectora americana, / que a hacerse pasa rosa mexicana, / apareciendo rosa de Castilla.“
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