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Relacionado con: muerte
„Es posible que el objetivo de la vida del hombre sobre la tierra consista precisamente en esforzarse en forma constante por alcanzar una meta. Es decir que el objetivo mismo es la vida misma y no la meta, que por supuesto no debe consistir en dos más dos son cuatro. Y dos veces dos, damas y caballeros, no es ya la vida sino el comienzo de la muerte.“
„cuando respire, pensaré en ti, porque sin ti hace años que estaría muerto. Cuando me despierte y cuando duerma, cuando alce las manos para defenderme o cuando yazca para morir, tú estarás conmigo. Dices que nacemos una y otra vez. Yo digo que es un río lo que separa a los muertos de los vivos. Lo que sé es que si nacemos de nuevo, te encontraré en esa otra vida, y que si hay un río, me esperaras en la orilla a que llegue a ti, para que podamos cruzarlo juntos.“
„Solo por esto sobre la muerte descargo la rabia que almacena mi corazón; ha separado tanto nuestras vidas que ya no nos oímos hablar“
„Junto con la sangre de Alec, Simon podía saborear el metal del miedo, la chispa de dolor, y la ansiosa llama de algo más, algo que había probado la primera vez que bebió la sangre de Jace en el suelo de metal sucio del barco de Valentine. Tal vez todos los Cazadores de Sombras tenían un deseo de muerte, después de todo.“
„Vine a Los Ángeles para recuperar el amor -explicó Malcom, y sus ojos oscuros de color violeta se veían tristes-. Todas las grandes películas son de amor. El amor perdido, encontrado, destruido, recuperado, vendido, comprado, que muere o renace. Me encantan las películas, pero se han olvidado de lo que son. Explosiones, efectos, eso no era lo importante cuando vine aquí. Lo importante era encender cigarrillos de modo que parecieran el fuego celestial e iluminar a las mujeres de modo que parecieran ángeles. -Malcom suspiró-. Vine aquí para resucitar el amor verdadero de entre los muertos.“
„Imagínate que fueras el último cazador de sombras sobre la tierra, imagínate que toda tu familia y tus amigos estuvieran muertos, imagínate que no quedara nadie que creyera en lo que eres. Imagínate que estuvieras sobre la tierra un billón de años, después de que el sol haya abrazado toda la vida, y que anhelaras desesperadamente desde lo más hondo de ti una sola criatura que aún respirara a tu lado, pero no hubiera nada, solo ríos de fuego y ceniza. Imagínate estar así de solo, y luego imagínate que sólo se te ocurriera un modo de solucionarlo. Entonces imagínate lo que harías para que eso sucediera.“
„Mientras haya amor y recuerdo, no hay muerte verdadera“
„Hay tantas cosas que son peores que la muerte – dijo. – No ser amado o no ser capaz de amar: eso es peor. Y no hay deshonor en morir peleando como debe hacerlo un Cazador de Sombras. Una muerte honorable. Yo siempre he querido eso.“
„Negro para la caza durante la nocheEl color blanco para la muerte y el lutoOro para una novia en su vestido de bodaY el rojo para deshacer encantamientos.Seda blanca cuando nuestros cuerpos se queman,Banderas azules cuando lo perdido regresa.Flamas por el nacimiento de un Nefilim,Y para lavar nuestros pecados.Gris por el mejor conocimiento jamás dichoHueso para aquellos que no envejecen.El azafrán ilumina la marcha de la victoria,El verde reparará nuestros corazones rotos.Plata para las torres de los demonios,Y el bronce para convocar los poderes malvados.“
„Porque el amor es tan fuerte como la muerte.“
„¿Quiere decir que cree que Kelly está muerta?, le grité. Más o menos, dijo sin perder un ápice de compostura. ¿Cómo que más o menos?, grité. O se está muerto o no se está muerto, chingados! En México uno puede estar más o menos muerto, me contestó muy seriamente.“
„He aquí algo sobre el honor de los poetas. Yo tenía diecisiete años y unos deseos irrefrenables de ser escritor. Me preparé. Pero no me quedé quieto mientras me preparaba, pues comprendí que si así lo hacía no triunfaría jamás. Disciplina y un cierto encanto dúctil, ésas son las claves para llegar a donde uno se proponga. Disciplina: escribir cada mañana no menos de seis horas. Escribir cada mañana y corregir por las tardes y leer como un poseso por las noches. Encanto, o encanto dúctil: visitar a los escritores en sus residencias o abordarlos en las presentaciones de libros y decirles a cada uno justo aquello que quiere oír. Aquello que quiere oír desesperadamente. Y tener paciencia, pues no siempre funciona. Hay cabrones que te dan una palmadita en la espalda y luego si te he visto no me acuerdo. Hay cabrones duros y crueles y mezquinos. Pero no todos son así. Es necesario tener paciencia y buscar. Los mejores son los homosexuales, pero, ojo, es necesario saber en qué momento detenerse, es necesario saber con precisión qué es lo que no uno quiere, de lo contrario puedes acabar enculado de balde por cualquier viejo maricón de izquierda. Con las mujeres ocurre tres cuartas partes de lo mismo: las escritoras españolas que pueden echarte un cable suelen ser mayores y feas y el sacrificio a veces no vale la pena. Los mejores son los heterosexuales ya entrados en la cincuentena o en el umbral de la ancianidad. En cualquier caso: es ineludible acercarse a ellos. Es ineludible cultivar un huerto a la sombra de sus rencores y resentimientos. Por supuesto, hay que empollar sus obras completas. Hay que citarlos dos o tres veces en cada conversación. ¡Hay que citarlos sin descanso! Un consejo: no criticar nunca a los amigos del maestro. Los amigos del maestro son sagrados y una observación a destiempo puede torcer el rumbo del destino. Un consejo: es preceptivo abominar y despacharse a gusto contra los novelistas extranjeros, sobre todo si son norteamericanos, franceses o ingleses. Los escritores españoles odian a sus contemporáneos de otras lenguas y publicar una reseña negativa de uno de ellos será siempre bien recibida. Y callar y estar al acecho. Y delimitar las áreas de trabajo. Por la mañana escribir, por la tarde corregir, por las noches leer y en las horas muertas ejercer la diplomacia, el disimulo, el encanto dúctil. A los diecisiete años quería ser escritor. A los veinte publiqué mi primer libro. Ahora tengo veinticuatro y en ocasiones, cuando miro hacia atrás, algo semejante al vértigo se instala en mi cerebro. He recorrido un largo camino, he publicado cuatro libros y vivo holgadamente de la literatura (aunque si he de ser sincero, nunca necesité mucho para vivir, sólo una mesa, un ordenador y libros). Tengo una colaboración semanal con un periódico de derechas de Madrid. Ahora pontifico y suelto tacos y le enmiendo la plana (pero sin pasarme) a algunos políticos. Los jóvenes que quieren hacer una carrera como escritor ven en mí un ejemplo a seguir. Algunos dicen que soy la versión mejorada de Aurelio Baca. No lo sé. (A los dos nos duele España, aunque creo que por el momento a él le duele más que a mí). Puede que lo digan sinceramente, pero puede que lo digan para que me confíe y afloje. Si es por esto último no les voy a dar el gusto: sigo trabajando con el mismo tesón que antes, sigo produciendo, sigo cuidando con mimo mis amistades. Aún no he cumplido los treinta y el futuro se abre como una rosa, una rosa perfecta, perfumada, única. Lo que empieza como comedia acaba como marcha triunfal, ¿no?“
„Soñé que la Tierra se acababa. Y que el único ser humano que contemplaba el final era Franz Kafka. En el cielo los Titanes luchaban a muerte. Desde un asiento de hierro forjado del parque de Nueva York Kafka veía arder el mundo.“
„De un escritor como Günter Grass uno puede esperar una obra maestra hasta en el lecho de muerte, aunque por ahora todo parece indicarnos que Mi Siglo (Alfaguara) será el penúltimo de sus grandes libros.“
„La cuarta dimensión, decía, contiene a las tres dimensiones y les adjudica, de paso, su valor real, es dicer anula la dictadura de las tres dimensiones, y anula, por lo tanto, el mundo tridimensional que conocemos y en el que vivimos. La cuarta dimensión, decía, es la riqueza absoluta de los sentidos y del Espíritu (com mayúscula), es el ojo (com mayúscula), es decir el Ojo, que se abre y anula los ojos, que comparados con el Ojo son apenas unos pobres orificios de fango, fijos en la contemplación o en la equación nacimiento-aprendizaje-trabajo-muerte, mientras el Ojo se remonta por el río de la filosofía, por el río dela existencia, por el río (rápido) del destino.La cuarta dimensión, decía, sólo era expresable mediante la música. Bach, Mozart, Beethoven.“
„La muerte no existe, existe la eterna metamorfosis. La“
„El silencio de la muerte es el peor de los silencios, porque el silencio rulfiano es un silencio aceptado y el rimbaudiano es un silencio buscado, pero el silencio de la muerte es el que corta de tajo lo que pudo ser y nunca más va a poder ser, lo que no sabremos jamás.“
„Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.“
„Uno nunca termina de leer, aunque los libros se acaben, de la misma manera que uno nunca termina de vivir, aunque la muerte sea un hecho cierto.“
„¿Y qué fue lo que aprendieron los alumnos de Amalfitano? Aprendieron a recitar en voz alta. Memorizaron los dos o tres poemas que más amaban para recordarlos y recitarlos en los momentos oportunos: funerales, bodas, soledades. Comprendieron que un libro era un laberinto y un desierto. Que lo más importante del mundo era leer y viajar, tal vez la misma cosa, sin detenerse nunca. Que al cabo de las lecturas los escritores salían del alma de las piedras, que era donde vivían después de muertos, y se instalaban en el alma de los lectores como en una prisión mullida, pero que después esa prisión se ensanchaba o explotaba. Que todo sistema de escritura es una traición. Que la poesía verdadera vive entre el abismo y la desdicha y que cerca de su casa pasa el camino real de los actos gratuitos, de la elegancia de los ojos y de la suerte de Marcabrú. Que la principal enseñanza de la literatura era la valentía, una valentía rara, como un pozo de piedra en medio de un paisaje lacustre, una valentía semejante a un torbellino y a un espejo. Que no era más cómodo leer que escribir. Que leyendo se aprendía a dudar y a recordar. Que la memoria era el amor.“
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