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Relacionado con: navidad
„Yo tengo una opinión muy clara respecto de mí mismo porque no soy un batería técnico de esos que se pasan nueve horas practicando al día. A mi me regalaron los primeros tambores una Navidad y en febrero ya estaba tocando en un conjunto. De lo que estoy seguro es de haber creado un estilo, que con el Ginger Baker es el único válido para el rock moderno.“
„Cuando tenía 12 años, todo lo que quería para Navidad era un trampolín o un vehículo de cuatro ruedas. Acabé cogiendo los dos regalos para Navidad.“
„Una vez fui testigo del estrecho nexo entre la pérdida de la fe en el futuro y este peligroso darse por vencido. F., el jefe de mi barracón, compositor y libretista famoso, me confió un día: «Me gustaría contarle algo, doctor. He tenido un extraño sueño. Una voz me invitaba a desear cualquier cosa, bastaba con preguntar lo que quería conocer y mis preguntas serían satisfechas de inmediato. ¿Sabe qué pregunté? Cuándo terminaría la guerra para mí. Ya sabe lo que quiero decir, doctor, ¡para mí! Conocer cuándo seríamos liberados los de este campo y cuándo terminarían nuestros sufrimientos». «¿Y cuándo tuvo usted ese sueño?», le pregunté. «En febrero de 1945», contestó. Por entonces estábamos a principios de marzo. «¿Qué respondió la voz en su sueño?» En voz baja, casi furtivamente, me susurró: «El treinta de marzo.» Cuando F. me contó aquel sueño todavía se encontraba rebosante de esperanza y convencido de la certeza y veracidad del oráculo de la voz. Sin embargo, a medida que se acercaba el día prometido, las noticias que recibíamos sobre la guerra menguaban las esperanzas de ser liberados en la fecha indicada. El veintinueve de marzo, de repente, F. cayó enfermo con una fiebre muy alta. El treinta de marzo, el día en que según su profecía terminaría la guerra y el sufrimiento para él, empezó a delirar y perdió la conciencia. El treinta y uno de marzo falleció. Según todas las apariencias murió de tifus… Los que conocen la estrecha relación entre el estado de ánimo de una persona su valor y su esperanza, o su falta de ambos y el estado de su sistema inmunológico comprenderán cómo la pérdida repentina de la esperanza y el valor pueden desencadenar un desenlace mortal. La causa última de la muerte de mi amigo fue la honda decepción que le produjo no ser liberado en el día señalado. De pronto se debilitó la resistencia de su organismo y sus defensas disminuyeron, dejándole a merced de la infección tifoidea latente. Su esperanza en el futuro y su voluntad de vivir se paralizaron, y su cuerpo sucumbió víctima de la enfermedad. Después de todo, la voz de sus sueños se hizo realidad. La observación de este caso, y sus consecuencias psicológicas, concuerda con un hecho que el médico del campo me hizo notar: la tasa de mortandad semanal durante las Navidades de 1944 y el Año Nuevo de 1945 superó en mucho las estadísticas habituales del campo. En su opinión, la explicación de este aumento de mortalidad no había que buscarla en el empeoramiento de las condiciones de trabajo, ni en una disminución de la ración alimenticia, ni en un cambio climatológico, ni en el brote de nuevas epidemias. A su entender, se trataba sencillamente de la ingenua esperanza que abrigaron la mayoría de los presos de ser liberados por las fiestas navideñas. Según se acercaba esa fecha, y al no recibir ninguna noticia alentadora, los prisioneros perdieron su valor y les venció el desaliento. Muchos de ellos murieron al debilitarse su capacidad de resistencia. Ya advertimos“
„Celebro que los ingenieros no hayan inventado todavía el robot que pueda trabajar en la oscuridad total. Me horrorizaría encontrar siete robots en un pozo negro sin radiocomunicación, si no estuviesen «iluminados» como árboles de Navidad radiactivos.“
„Reportero:»-Si pudieras tener un deseo por navidad cuál sería?“
„Hoy tampoco es mi día pero sonrió como en navidad“
„Siendo niños éramos agradecidos con los que nos llenaban los calcetines por Navidad. ¿Por qué no agradecíamos a Dios que llenara nuestros calcetines con nuestros pies?“
„Escogía La metamorfosis en lugar de El proceso, escogía Bartleby en lugar de Moby Dick, escogía Un corazón simple en lugar de Bouvard y Pécuchet, y Un cuento de Navidad en lugar de Historia de dos ciudades o de El Club Pickwick. Qué triste paradoja, pensó Amalfitano. Ya ni los farmacéuticos ilustrados se atreven con las grandes obras, imperfectas, torrenciales, las que abren camino en lo desconocido. Escogen los ejercicios perfectos de los grandes maestros. O lo que es lo mismo: quieren ver a los grandes maestros en sesiones de esgrima de entrenamiento, pero no quieren saber nada de los combates de verdad, en donde los grandes maestros luchan contra aquello, ese aquello que nos atemoriza a todos, ese aquello que acoquina y encacha, y hay sangre y heridas mortales y fetidez.“
„Nunca entendemos al Gran Khali cuando habla porque tiene todavía los polvorones de Navidad bajo la lengua.“
„Esta Navidad regresé de Japón y Elizabeth había decorada toda la casa. Fue maravilloso. Yo nunca celebré los cumpleaños o Navidades antes. Ni una sola. ¡Era siempre trabajo! Esa es la razón por la que creo en Neverland.“
„Querida tía, en cuestiones matrimoniales, ¿cuál es la diferencia entre el interés y la prudencia? ¿Dónde termina la discreción y empieza la avaricia? En Navidad temía usted que se casara conmigo, porque hacerlo sería una imprudencia; y ahora, cuando trata de conseguir a una chica con un modesto capital de diez mil libras, concluye usted que solo le mueve el interés.“
„el Viejo Pascuero nunca existió, eran los padres quienes compraban los regalos de Navidad.“
„Mi alma borracha está más triste que todos los árboles de Navidad muertos del mundo.“