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Relacionado con: noche
„Cerró los ojos, echó la cabeza hacia atrás y se permitió soñar por primera vez desde hacía siglos. Soñó con pasar noches enteras junto a Grace. Soñó con pasar días llenos de risas a su lado.Soñó que llegaba el día en que podía amarla como ella se merecía. Un día en que sería libre para poder entregarse a ella. Soñó en tener un hogar junto a Grace.Y sobre todo, soñó con niños de alegres ojos grises y sonrisas dulces y traviesas.“
„Grace sintió una oleada de pesar al verlo así y deseó poder reconfortarlo. Quería ayudarlo más que nunca.De hecho, quería… Lo quería a él. Y punto.Se quedó con la boca abierta cuando el verdadero significado de sus pensamientos se abrió camino en su mente. Lo amaba.Lo amaba profunda, verdadera y locamente.¿Cómo no iba a amarlo?Con el corazón desbocado, Grace recorrió los libros del vestidor con la mirada. Los recuerdos la asaltaron: Julian la noche que apareció y se le ofreció; Julian haciéndole el amor en la ducha; Julian tranquilizándola, haciéndola reír; Julian bajando por la trampilla del ascensor para rescatarla; Julian tumbado en la cama con la rosa, observándola mientras ella descubría sus regalos.Selena tenía razón. Era el mayor de los tesoros y no quería dejarlo marchar nunca.“
„Auri asintió y contempló la noche estrellada y la luna creciente. —También me gusta cuando está nublado. Pero hoy está bien. Es acogedor. Como la Subrealidad. —¿La Subrealidad? —pregunté. Auri nunca estaba tan habladora. —Vivo en la Subrealidad —respondió Auri con desenvoltura—. Es muy grande. —¿Te gusta vivir allá abajo? Se le iluminaron los ojos. —Dios mío, claro que sí. Es maravilloso. Puedes pasarte una eternidad mirando.“
„Me llamo Kvothe, que se pronuncia «cuouz». Los nombres son importantes porque dicen mucho sobre la persona. He tenido más nombres de los que nadie merece.Los Adem me llaman Maedre. Que, según cómo se pronuncie, puede significar la Llama, el Trueno o el Árbol Partido.La Llama es obvio para todo el que me haya visto. Tengo el pelo de color rojo intenso. Si hubiera nacido hace un par de siglos, seguramente me habrían quemado por demonio. Lo llevo corto, pero aun así me cuesta dominarlo. Si lo dejo a su antojo, se me pone de punta y parece que me hayan prendido fuego.El Trueno lo atribuyo a mi potente voz de barítono y a la instrucción teatral que recibí a temprana edad.El Árbol Partido nunca lo he considerado muy importante.Aunque pensándolo bien, supongo que podríamos considerarlo al menos parcialmente profético.Mi primer mentor me llamaba E’lir porque yo era listo y lo sabía. Mi primera amante me llamaba Dulator porque le gustaba cómo sonaba. También me han llamado Shadicar, Dedo de Luz y Seis Cuerdas. Me han llamado Kvothe el Sin Sangre, Kvothe el Arcano y Kvothe el Asesino de Reyes. Todos esos nombres me los he ganado. Los he comprado y he pagado por ellos.Pero crecí siendo Kvothe. Una vez mi padre me dijo que significaba «saber».Me han llamado de muchas otras maneras, por supuesto. La mayoría eran nombres burdos, aunque muy pocos eran inmerecidos.He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.Quizá hayas oído hablar de mí.“
„[…] Lorren irrumpió en el vestíbulo. Su semblante, normalmente plácido, reflejaba dureza y ferocidad. Me entró un sudor frío y pensé en lo que Teccam escribió en su Teofanía: «Todos los hombres sabios temen tres cosas: la tormenta en el mar, la noche sin luna y la ira de un hombre apacible».“
„«Eramos dos navíos mal iluminados en la noche…» —cité.—… «que pasaban al lado sin verse el uno al otro» —terminó Denna.—La caída de Felward —dije con algo que rayaba el respeto—. No hay mucha gente que conozca esa obra.—Yo no soy mucha gente —replicó ella.—No lo olvidaré. —Incliné la cabeza con exagerada deferencia, y Denna dio un bufido burlón. […]“
„Veréis, mi espectacular llegada a la Universidad había causado un revuelo considerable. Había entrado en el Arcano en tres días en lugar de en tres bimestres, que era lo habitual. Era el miembro más joven, con casi dos años de diferencia. Había desafiado abiertamente a un maestro delante de toda la clase y me había salvado de la expulsión. Me habían azotado y no había llorado ni sangrado.Por si eso fuera poco, había conseguido enfurecer al maestro Elodin hasta el punto de que él me había empujado desde el tejado de las Gavias. Dejé que esa historia circulara sin corregirla, pues era preferible a la bochornosa verdad.Todo eso era suficiente para generar un constante flujo de rumores sobre mí, y decidí aprovecharme de ello. La reputación es como una especie de armadura, o un arma que puedes blandir en caso de necesidad. Decidí que, ya que iba a ser arcanista, ¿por qué no ser un arcanista famoso?Así que solté unas cuantas informaciones: me habían admitido sin carta de recomendación. Los maestros me habían dado tres talentos en lugar de cobrarme la matrícula. Había sobrevivido varios años en las calles de Tarbean, viviendo de mi ingenio.Incluso lancé unos cuantos rumores que eran auténticas sandeces, mentiras descaradas que la gente repetía pese a que resultaba evidente que no eran ciertas. Tenía sangre de demonio en las venas. Veía en la oscuridad. Solo dormía una hora todas las noches. Cuando había luna llena, hablaba en sueños, en un idioma extraño que nadie entendía.Basil, mi antiguo compañero de litera de las Dependencias, me ayudó a propagar esos rumores. Yo me inventaba la historia, él se la contaba a unos cuantos, y juntos veíamos cómo se extendían como el fuego por un campo. Era un pasatiempo muy entretenido.“
„[…] Carter tuvo suerte, eso es todo. Aunque quedó muy malherido. Le he dado cuarenta y ocho puntos. He gastado casi todo el hilo de tripa que tenía. —Kote cogió su cuenco de estofado y prosiguió—: Si alguien pregunta, diles que mi abuelo era un guardia de caravanas que me enseñó a limpiar y coser heridas. Esta noche estaban todos demasiado conmocionados para hacer preguntas, pero mañana algunos sentirán curiosidad. Y eso no me interesa. —Sopló en el cuenco levantando una nube de vaho que le tapó la cara.“
„Aquella noche se me ocurrieron diez mil cosas que habría podido decirle.“
„Miró hacia arriba y vio un millar de estrellas centelleando en el oscuro terciopelo de una noche sin luna. Las conocía todas, sus historias y sus nombres. Las conocía bien y le eran tan familiares como, por ejemplo, sus propias manos.“
„Eres mi penique reluciente en la cuneta. Vales más que la sal o que la luna de una larga noche de caminata. Eres un vino dulce en mi boca, una canción en mi garganta, y la risa en mi corazón.“
„Siempre he preferido las noches sin luna. A oscuras es más fácil hablar. Es más fácil ser uno mismo.“
„La miré con intención de decir algo ingenioso, alguna de todas aquellas frases que había pensado la noche anterior. Pero cuando vi sus ojos, las palabras me abandonaron. Me quedé maravillado, no sé cuánto rato. Durante un largo momento fui completamente suyo…“
„Todo hombre sabio teme tres cosas: una tormenta en el mar, las noches sin luna y la ira un hombre amable“
„Evoqué su olor, la curva de su cuello cerca de la oreja, cómo movía las manos cuando hablaba. Me pregunté dónde estaría esa noche, si se encontraba bien. Me pregunté, de pasada, si sus pensamientos también volaban a veces hacia mí convertidos en tiernas reflexiones…“
„¿Qué me has traído? —me preguntó, emocionada.Sonreí.—¿Y tú? ¿Qué me has traído? —bromeé.Auri sonrió y alargó la mano. Vi brillar algo en su palma a la luz de la luna.—Una llave —contestó con orgullo, y me la puso en la mano.La cogí y noté su agradable peso.—Es muy bonita —dije—. ¿Qué abre?—La luna —respondió ella, muy seria.—Ah, podría serme muy útil —dije examinándola.—Eso mismo pensé yo. Así, si hay una puerta en la luna, podrás abrirla. —Se sentó en el tejado con las piernas cruzadas y me miró con una amplia sonrisa en los labios—. Aunque yo no fomentaría esa clase de comportamiento insensato.[…]—Te he traído un poco de pan. […]. Y una botella de agua.—Eso también es muy bonito —dijo ella con gentileza. […]—. ¿Qué hay en el agua? […].—Flores —respondí—. Y el trozo de luna que no está en el cielo esta noche. Lo he metido también.[…]—Yo ya mencioné la luna —dijo con un deje de reproche.—Entonces, solo flores. Y el brillo del cuerpo de una libélula. Yo quería un trozo de luna, pero solo conseguí el brillo azul de una libélula.Auri inclinó la botella y dio un sorbo de agua.—Es maravillosa.“
„Y recuerda, hay tres cosas que todo hombre sabio debe temer: la tormenta en el mar, las noches sin luna y la ira de un hombre amable.“
„Me llamo Kvothe, que se pronuncia «cuouz».Los nombres son importantes porque dicen mucho sobre la persona.He tenido más nombres de los que nadie merece.Los Adem me llaman Maedre. Que, según como se pronuncie,puede significar la Llama, el Trueno o el Árbol PartidoMi primer mentor me llamaba E’lir porque yo era listo y lo sabía.Mi primera amante me llamaba Dulator porque le gustaba cómo sonaba. Me han llamado Kvothe el Sin Sangre, Kvothe el Arcano y Kvothe el Asesino de Reyes. Todos esos nombres me los he ganado.Los he comprado y he pagado por ellos.Pero crecí siendo Kvothe. Una vez mi padre me dijo que significaba «saber».He robado princesas a reyes agónicos.Incendié la ciudad de Trebon.He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo.Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar.He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día.He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.Quizá hayas oído hablar de mí.“
„Además, la rabia puede calentarte por la noche, y el orgullo herido puede alentar a un hombre a hacer cosas maravillosas.“
„Levántate. Tengo tres cosas para ti. Es lo justo.Me puse en pie y Auri me tendió una cosa envuelta en un trozo de tela. Era una vela gruesa que olía a lavanda.—¿Qué hay dentro? —pregunté.—Sueños felices. Los he puesto ahí para ti.Di vueltas a la vela en mis manos, y una sospecha empezó a formarse en mi mente.—¿La has hecho tú misma?Auri asintió con la cabeza y sonrió feliz.—Sí. Soy tremendamente lista.Me guardé la vela con cuidado en uno de los bolsillos de la capa.—Gracias, Auri.—Ahora —dijo ella poniéndose seria— cierra los ojos y agáchate para que pueda darte tu segundo regalo.Cerré los ojos, desconcertado, y me doblé por la cintura preguntándome si también me habría hecho un sombrero.Noté las manos de Auri a ambos lados de mi cara, y entonces me dio un beso suave y delicado en la frente.Abrí los ojos, sorprendido. Pero Auri ya se había apartado varios pasos, y, nerviosa, se cogía las manos detrás de la espalda. No se me ocurrió nada que decir.Auri dio un paso adelante.—Eres especial para mí —dijo con seriedad y con gesto grave—. Quiero que sepas que siempre cuidaré de ti. —Estiró un brazo, vacilante, y me secó las mejillas—. No, nada de eso esta noche.»Este es tu tercer regalo. Si te van mal las cosas, puedes quedarte conmigo en la Subrealidad. Es un sitio agradable, y allí estarás a salvo.—Gracias, Auri —dije en cuanto pude—. Tú también eres especial para mí.—Claro —dijo ella con naturalidad—. Soy adorable como la luna.“
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