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Relacionado con: obras
„Dicho del ProfetaDía y nocheLa noche es larga, no la acortes con el sueño. El día es hermoso, no lo oscurezcas mediante malas obras.“
„Por eso deambulo por nuestra casa a medianoche; por eso la colección sigue intacta; por eso nunca he vendido ni un solo cuadro. ¿Cómo podría hacerlo? Entre los aceites y pigmentos habitan mis recuerdos de Ruth; en cada cuadro evoco un capítulo de nuestra vida. Para mí no existe nada más preciado. Son todo lo que me queda de la esposa a la que amé más que a la vida misma, y continuaré admirando esas obras y recordándola hasta que ya no pueda hacerlo.“
„¡Éstas son, dioses, nuestras obras; éstas son las egregias manufacturas nuestras con que nos ensalzamos a los ojos del cielo! ¡Mirad qué hermosas construcciones, apenas diferentes de las que suelen hacer los niños cuando manejan el barro, la masa, las mezlas, las ramitas y pajitas, tratando de imitar las obras de los mayores!“
„Hace años, tuvimos a un Roberto de las Carreras, un Herrera y Reissig, un Florencio Sánchez. Aparte de sus obras, las formas de vida de aquella gente, eran artísticas. Eran diferentes, no eran burguesas. Estamos en pleno reino de la mediocridad. Entre plumíferos sin fantasía, graves, frondosos, pontificadores con la audacia paralizada. Y no hay esperanzas de salir de esto. Los «nuevos», sólo aspiran a que uno de los inconmovibles fantasmones que ofician de papas, les digan alguna palabra de elogio acerca de sus poemitas. Y los poemitas han sido facturados, expresamente, para alcanzar ese alto destino. Hay sólo un camino. El que hubo siempre. Que el creador de verdad tenga la fuerza de vivir solitario y mire dentro suyo. Que comprenda que no tenemos huellas para seguir, que el camino habrá de hacérselo cada uno, tenaz y alegremente, cortando la sombra del monte y los arbustos enanos.“
„Yo viví en Buenos Aires muchos años, la experiencia de Buenos Aires está presente en todas mis obras, de alguna manera; pero mucho más que Buenos Aires, está presente Montevideo. Por eso fabriqué a Santa María. […] Si Santa María existiera es seguro que haría allí lo mismo que hago hoy. Pero, naturalmente, inventaría una ciudad llamada Montevideo.“
„El hombre superior gusta de ser lento en palabras, pero rápido en obras.“
„Las obras de poco sirven sin el fuego interior. No hagas cosas que no deseas hacer para que te den luego palmaditas en la espalda por hacerlas. Nada, si se me permite decirlo, produce un resultado más odioso.“
„Todas las obras de arte deben empezar… por el final.“
„La obras de arte se dividen en dos categorías: las que me gustan y las que no me gustan. No conozco ningún otro criterio.“
„Porque no soy instruido. algunos presuntuosos creen poder vituperarme. alegando que no soy un humanista. Estúpida casta… Dirán que, al no tener instrucción, no puedo decirles lo que quiero expresar» Discute a esos letrados el derecho a juzgarlo: «Andan, inflados y pomposos, vestidos y adornados no por sus trabajos sino por los de otros, y discuten los míos. a mi que soy inventor y tan superior a ellos, engañadores y declamadores, recitadores de las obras de otros y por lo tanto despreciables». Después reprocha a los escritores el haber excluido a la pintura de las artes liberales: «Si, es equivocadamente, escritores, que la habéis dejado fuera de las artes liberales». Y se asombra de que hayan incluido a la música: «Por qué has puesto la música entre las artes liberales? ¡O bórrala o incluye la pintura”[…]Y si la llamáis mecánica porque se hace por dinero, quién cae mas que vosotros en ese error, si se le puede llamar un error? Si leéis para las escuelas, no vais acaso a la que mejor os paga? ¿Hacéis alguna obra sin ningún beneficio?.“
„Los hombres geniales empiezan grandes obras, los hombres trabajadores las terminan.“
„El amor de Dios no ha de ser fabricado en nuestra imaginación, sino probado por obras.“
„Uno puede desayunarse cada mañana viendo en los periódicos y la tele cómo gudaris y otros paladines catalaúnicos, celtas, euskaldunes, andalusíes o de donde sean, incluso cretinos bocazas peinados de través como el coqueto y casposo Iñaki Anasagasti, meten el dedo, removiéndolo, en cuanto ojo encuentran a mano, con tal de joder un poquito más, o se limpian las babas con cualquier bandera que no sea la de su parcelita. Pero que a los demás no se nos ocurra, por Dios, hablar de Historia, ni de España, ni de nada, ni siquiera en términos generales, que no coincida exactamente con lo expuesto en el escaparate de su negocio. Hasta ahí podíamos llegar. (…) Veinticinco siglos de memoria documentada, bibliotecas, viejas piedras y paisajes no tienen la menor importancia frente a la historia local reescrita por mercenarios de pesebre, que es la única que les importa. Mal acostumbrados por gobernantes expertos en succionar entrepiernas a cambio de votos –desde el amigo Aznar al pacífico Zapatero–, a los patriotas de cercanías les sienta fatal que alguien les lleve la contraria a estas alturas del desmadre, cuando gracias a la cobardía, la incultura y la estupidez de la infame clase política española todo parece estar, por fin, al alcance de su mano. Quisieran esos pseudohistoriadores de tebeo que, cada vez que llega una de sus cartas refutando con argumentos de hace tres días lo que gente docta e inteligente tardó siglos en acumular, probar y fijar, yo me levante de la mesa, vaya a mi biblioteca, y ante los veinte mil libros que hay en ella, ante las catedrales, los castillos, los acueductos romanos, las iglesias visigodas y los museos, ante los documentos históricos conservados en los archivos de toda España y de medio mundo, diga: «Mentís como bellacos. Acaba de poneros patas arriba mi primo Astérix con dos recortes de periódico, cuatro cañonazos de Felipe V y las obras completas de Sabino Arana». Encima, oigan, algunos amenazan con no leerme nunca más, o juran que no volverán a hacerlo en el futuro. Para castigarme por españolista, por facha y por cabrón. Y qué quieren que les diga. Que sin lectores así puedo pasarme perfectamente. Que vayan y lean a su puta madre.“
„Yo he visto arder muchas bibliotecas, muchas ciudades bombardeadas, y he visto mundos enteros irse al carajo con apretar un botón. Eso me ha liberado de incertidumbres y me ha dado seguridad. Qué paradoja más grande: una de esas seguridades es que da lo mismo. Hay gente empeñada en construir obras literarias, acueductos o catedrales con la intención de pervivir. Están equivocados. Todo es más simple: yo escribo, tengo una biblioteca y navego. Ésa es mi vida, me basta y me sobra. Pretender universalidades, trascendencias, reconocimientos…“
„Lutero es el mal, el principio del mal. Lo he leído mucho y es el representante genuino del irracionalismo frailuno, del subjetivismo puro, la antítesis del racionalismo. No hay una figura similar en todo el mundo griego. Es un fraile agustiniano llevado al límite: está totalmente desesperado, confía en un Dios, en una fe transmitida a través de la Biblia, a través de Gutenberg. Es la fe. En el catolicismo esto no ocurre porque lo importante son las obras; la fe queda muy domesticada por las obras y eso da mucho más margen a la duda, a la crítica y a la razón.“
„Los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento, ateniéndome a lo que suele decirse: que de los desagradecidos está lleno el infierno. Este pecado, en cuanto me ha sido posible, he procurado yo huir desde el instante que tuve uso de razón; y si no puedo pagar las buenas obras que me hacen con otras obras, pongo en su lugar los deseos de hacerlas, y cuando éstos no bastan, las publico; porque quien dice y publica las buenas obras que recibe, también las recompensará con otras, si pudiera; porque, por la mayor parte, los que reciben son inferiores a los que dan; y así, es Dios sobre todos, porque es dador sobre todos, y no pueden corresponder las dádivas del hombre a las de Dios con igualdad, por infinita distancia; y esta estrecheza y cortedad, en cierto modo, la suple el agradecimiento. Yo, pues, agradecido a la merced que aquí se me ha hecho, no pudiendo corresponder a la misma medida, conteniéndome en los estrechos límites de mi poderío, ofrezco lo que puedo y lo que tengo de mi cosecha.“
„Cada uno es hijo de sus obras.“
„Por ahora, sólo nuestras palabras son propias de titantes, pero nuestras obras son de hormigas y topos. Incluso las termitas nos pueden dar lecciones de grandeza. El hombre moderno, a pesar de su jactancia, piensa como Gulliver y no se da cuenta que vive al nivel de Liliput.“
„Algunos maestros en el colegio intentaron todas las oportunidades para desalentar mi participación en las obras teatrales, basicamente diciendóme que estaba perdiendo el tiempo. Eso hizo que me enfadara y me decidiera a demostrar que podía alcanzar las metas que me propusiera.“
„En nuestro país, a causa de la escasa experiencia en tentativas de transformar la historia en novela, se exige todavía a los libros que sean legibles y sobre todo que se entiendan. Es decir, que estén al nivel mental de quienes los lean, lo que nos lleva a que se jaleen, con alegría irresponsable, obras de escritores poco exigentes, aunque ese vergonzoso jaleo, por fortuna, no todo el mundo lo acepta, o mejor dicho, llega a entenderlo“
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