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oleada
Relacionado con: oleada
„Los mayores y más grandes productos de la arquitectura son menos obras individuales que obras sociales; más bien la creación de un pueblo que trabaja que la chispa de un hombre genial; el sedimento que deja un país, la acumulación que forman los siglos, el residuo de las sucesivas evaporaciones de la sociedad humana; en una palabra, especies en formación. Cada oleada de tiempo deposita su aluvión, cada raza coloca una nueva capa sobre el monumento, cada individuo aporta su piedra. Así lo hacen los castores, así hacen las abejas, así hacen los hombres. El gran símbolo de la arquitectura. Babel es una colmena.“
„El talento se nutre en la soledad; el carácter se forma en las oleadas tormentosas de mundo.“
„Grace sintió una oleada de pesar al verlo así y deseó poder reconfortarlo. Quería ayudarlo más que nunca.De hecho, quería… Lo quería a él. Y punto.Se quedó con la boca abierta cuando el verdadero significado de sus pensamientos se abrió camino en su mente. Lo amaba.Lo amaba profunda, verdadera y locamente.¿Cómo no iba a amarlo?Con el corazón desbocado, Grace recorrió los libros del vestidor con la mirada. Los recuerdos la asaltaron: Julian la noche que apareció y se le ofreció; Julian haciéndole el amor en la ducha; Julian tranquilizándola, haciéndola reír; Julian bajando por la trampilla del ascensor para rescatarla; Julian tumbado en la cama con la rosa, observándola mientras ella descubría sus regalos.Selena tenía razón. Era el mayor de los tesoros y no quería dejarlo marchar nunca.“
„[…] ¿Qué es lo que tiene que nos hace olvidar nuestra voluntad? —preguntó.Julian arqueó una ceja con un gesto arrogante.—¿Yo te atraigo en contra de tu voluntad?—Para serte sincera, sí. No me gusta sentirme de este modo.—¿Y cómo te sientes? —le preguntó él.—Sexy —le contestó antes de pensarlo dos veces.—¿Como si fueras una diosa? —preguntó él de nuevo con voz ronca.—Sí —respondió sin más cuando Julian se acercó a ella.[…]—Yo puedo decirte de qué se trata —ronroneó Julian.—Es la maldición, ¿verdad?El hombre negó con la cabeza al tiempo que alzaba una mano para pasarle el dedo muy lentamente por el pómulo. Grace cerró los ojos con fuerza al sentir que la consumía una feroz oleada de deseo. Le estaba costando la misma vida no girar la cabeza para atrapar ese dedo con los dientes.Julian se inclinó un poco más para frotar su mejilla contra la de ella.—Se trata del hecho de que yo aprecio en ti cosas que los hombres de tu época ni siquiera ven.“