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Relacionado con: palma
„Las 11 reglas para una vida profundamente satisfactoria 1. Antepón las personas a las posesiones. 2. Nunca dejes de hacer lo que más te gusta. 3. Mantente siempre fiel a ti mismo. 4. Recuerda que no vemos el mundo tal como es, sino tal como somos nosotros. 5. Convierte tus heridas en sabiduría, y en tus errores busca virtudes. 6. Sé la persona más amable que conozcas. 7. Haz como mínimo una cosa al día que te haga sudar las palmas de las manos. 8. Lee como mínimo media hora al día textos de reflexión personal. 9. Pasa al menos una hora por semana en silencio y rodeado de naturaleza para renovarte. 10. Comprométete a cumplir un programa de ejercicio serio para disfrutar de un mejor estado físico. 11.“
„Mas ¿quién eres tú que sientas cátedrapara juzgar desde lejos a mil millascon la vista de un palmo corta?“
„Concede a alguien lo que te pide y lo tendrás en la palma de tu mano“
„¿Qué voy a hacer con un abrigo de lana? -pregunté-. Especialmente en Palm Springs.-Dormir con él- sugirió-. Pensar en mi.“
„Para nuestro siguiente número me gustaría pedir vuestra ayuda: la gente de los asientos más baratos debe dar palmas, y el resto de ustedes puede simplemente sacudir sus joyas.“
„… pasó varios minutos dirigiendo la mirada de las estanterías a sus dedos y de estos a las estanterías. ¿Cuántos libros había tocado? ¿Cuántos había sentido? Se acercó y repitió, esta vez mucho más despacio, con la palma de la mano extendida para notar el pequeño obstáculo que suponía cada libro. Era mágico, era hermoso, era como si todo estuviera iluminado por deslumbrantes rayos de luz reflejados por una lámpara de araña. Se vio tentada a sacar algún libro, pero no se atrevió a molestarlos. Eran demasiado perfectos.“
„Cristo camina en las olas del viento y habita en el vértice de la Tierra, mide los cielos con su palmo y le caben en sus manos las aguas del mar.“
„La vida empezó a hacerse dura para Marius. Comerse la ropa y el reloj no significaba nada. Se vio reducido a esa situación inexplicable que se llama comerse los codos, algo terrible que se traduce en días sin pan, noches sin sueños y sin luz, hogar sin fuego, semanas sin trabajo, porvenir sin esperanza; la levita rota en los codos, el sombrero viejo y raído, que hace reír a las jóvenes; la puerta cerrada de noche, porque no se paga a la patrona; la insolencia del portero y del bodegonero, la burla de los vecinos, las humillaciones, la dignidad ultrajada; el trabajo de cualquier clase, aceptado; los disgustos, la amargura, el abatimiento. Marius aprendió a devorarlo todo, y a no tener para devorar más que estas cosas. En ese momento de la existencia en que el hombre tiene necesidad de orgullo, porque tiene necesidad de amor, se vio despreciado, porque iba mal vestido, y se sintió ridículo, porque era pobre. A la edad en que la juventud hincha el corazón con imperial altivez, posó más de una vez los ojos en las botas agujereadas y conoció las injustas afrentas, el punzante bochorno de la miseria. Admirable y terrible prueba, de la cual los débiles salen infames y los fuertes, sublimes. Crisol donde el destino arroja a un hombre muchas veces, cuando quiere hacer de él un ser despreciable o un semidiós.Porque hay muchas acciones grandes en estas pequeñas luchas. El valor tenaz e ignorado, que se defiende palmo a palmo en la sombra, contra la fatal invasión de las necesidades y de la ignominia. Nobles y misteriosos triunfos que ninguna mirada ve, que ninguna fama recompensa, que ningún aplauso saluda. La vida, la desgracia, el aislamiento, el abandono, y la pobreza son campos de batalla que tienen sus héroes, héroes oscuros, es verdad, pero a veces más grandes que los héroes ilustres.Hay naturalezas firmes y raras, que han sido creadas así; la miseria, casi siempre madrastra, es algunas veces madre, la desnudez engendra en ocasiones el vigor del alma y del corazón; la miseria suele ser nodriza de la grandeza; la desgracia es una buena leche para los magnánimos.“
„Durante el tiempo en que permaneció en su celda Ivánov se hizo amigo de una rata a la que puso el nombre de Nikita.Por las noches, cuando la rata aparecía, Ivánov sostenía largas conversaciones con ella. No hablaban, como pudiera suponerse, de literatura ni mucho menos de política sino de sus respectivas infancias. Ivánov le contaba a la rata cosas de su madre, en la que solía pensar a menudo, y cosas de sus hermanos, pero evitaba hablar de su padre. La rata, en un ruso apenas susurrado, le hablaba a su vez de las alcantarillas de Moscú, del cielo de las alcantarillas en donde, debido al florecimiento de ciertos detritus o a un proceso de fosforescencia inexplicable, siempre hay estrellas. Le hablaba también de la tibieza de su madre, de las travesuras sin sentido de sus hermanas y de la enorme risa que estas travesuras solían provocarle y que aún hoy, en el recuerdo, le dibujaban una sonrisa en su escuálida cara de rata.A veces Ivánov se dejaba llevar por el abatimiento, apoyaba una mejilla en la palma de la mano y le preguntaba a Nikita qué sería de ellos.“
„42. Aplausos El aplauso es por lo general una recompensa de lo ignoto. Puede sonar aislado o como un coro imponente de palmas. Sobreviene como el ámbar y a veces tiene color de profecía. Puede ser una peligrosa tentación o también un azoro de la humildad. Cuando provoca jaqueca o dolor de garganta, es porque no estamos preparados para el rito. Si el aplauso es un alrededor, vale la pena alzar el vuelo. No para siempre, por un rato, medir de lejos la eclosión, sin repentina vanidad y sin falsa modestia. Como el aplauso viene de las sombras hay que pensar por qué. De todos modos uno los colecciona: cuelga algunos en el corazón y otros en el perchero. El aplauso puede ser un mensaje, un empeño, un galardón, pero también una lástima, un golpe de ironía. Puede venir de tres amigos generosos o de un estadio repleto. De todos modos, hay que aprender a vivir sin aplausos, o sólo con el aplauso de la conciencia espontánea y veraz.“
„¿Por qué las palmas de mi mano tienen una memoria más fiel que mi memoria?“
„oír el fragor de la luna apoyando contra su oreja la palma de una pequeña mano un poco húmeda por el amor o por una taza de té.“
„No se trata de escribir para los demás sino para uno mismo, pero uno mismo tiene que ser también los demás; tan elementary, my dear Watson, que hasta da desconfianza, preguntarse si no habrá una inconsciente demagogia en esa corroboración entre remitente, mensaje y destinatario. Lucas mira en la palma de su mano la palabra destinatario, le acaricia apenas el pelaje y la devuelve a su limbo incierto; le importa un bledo el destinatario puesto que lo tiene ahí a tiro, escribiendo lo que él lee y leyendo lo que él escribe, qué tanto joder.“
„Pone una mano sobre la mano de Michèle. Michèle pone su otra mano sobre la de Pierre. Pierre pone su otra mano sobre la de Michèle. Michèle saca la mano de abajo y la pone encima. Pierre saca la mano de abajo y la pone encima. Michèle saca la mano de abajo y apoya la palma contra la nariz de Pierre.“
„Y en otros momentos me parece que aquella época está a sólo un palmo de distancia, casi al alcance de la mano, y que si pudiera rodearte con los brazos o tocar tu mejilla o tu nuca, podría transportarte conmigo a un futuro diferente donde no existirían el dolor ni la oscuridad ni las opciones amargas.“
„Y en otros momentos me parece que aquella época está a sólo un palmo de distancia, casi al alcance de la mano, y que si pudiera rodearte con los brazos o tocar tu mejilla o tu nuca, podría transportarte conmigo a un futuro diferente donde no existirían el dolor ni la oscuridad ni las opciones amargas.Bueno, todos hacemos lo que podemos, y eso debe bastarnos…, y si no nos basta, debemos resignamos. Sólo espero que tengas el mejor recuerdo posible de mí.“
„[…] No, Grace, jamás he sido humano.Con el deseo de reconfortarlo, ella extendió un brazo y le acarició la mejilla con la palma de la mano.—Eres humano, Julian.La duda que vio en los ojos del hombre le partió el corazón.“
„[…]Entonces alguien me puso una mano en el hombro. Di un salto levantándome dos palmos del suelo, y estuve a punto de caer sobre Simmon convertido en el torbellino de gritos, arañazos y mordiscos que en Tarbean había sido mi único método de defensa.Simmon dio un paso hacia atrás, asustado por la expresión de mi cara.Traté de controlar los latidos de mi corazón.- Lo siento, Simmon. Es que… Procura hacer un poco de ruido cuando te acerques a mí. Me asusto fácilmente.- Yo también -murmuró él, tembloroso, pasándose una mano por la frente-. Pero no te lo reprocho. A todos nos pasa cuando nos ponen ante las astas del toro. ¿Cómo te ha ido?- Me van a azotar y me han admitido en el Arcano.Sim me miró con curiosidad, tratando de discernir si estaba bromeando.- ¿Lo siento? ¿Felicidades? -Me miró con una tímida sonrisa en los labios-. ¿Te regalo unas vendas o te invito a una cerveza?Le devolví la sonrisa.- Las dos cosas.“
„¿Qué me has traído? —me preguntó, emocionada.Sonreí.—¿Y tú? ¿Qué me has traído? —bromeé.Auri sonrió y alargó la mano. Vi brillar algo en su palma a la luz de la luna.—Una llave —contestó con orgullo, y me la puso en la mano.La cogí y noté su agradable peso.—Es muy bonita —dije—. ¿Qué abre?—La luna —respondió ella, muy seria.—Ah, podría serme muy útil —dije examinándola.—Eso mismo pensé yo. Así, si hay una puerta en la luna, podrás abrirla. —Se sentó en el tejado con las piernas cruzadas y me miró con una amplia sonrisa en los labios—. Aunque yo no fomentaría esa clase de comportamiento insensato.[…]—Te he traído un poco de pan. […]. Y una botella de agua.—Eso también es muy bonito —dijo ella con gentileza. […]—. ¿Qué hay en el agua? […].—Flores —respondí—. Y el trozo de luna que no está en el cielo esta noche. Lo he metido también.[…]—Yo ya mencioné la luna —dijo con un deje de reproche.—Entonces, solo flores. Y el brillo del cuerpo de una libélula. Yo quería un trozo de luna, pero solo conseguí el brillo azul de una libélula.Auri inclinó la botella y dio un sorbo de agua.—Es maravillosa.“
„La escritura es una larga introspección, es un viaje hacia las cavernas más oscuras de la conciencia, una lenta meditación. Escribo a tientas en el silencio y por el camino descubro partículas de verdad, pequeños cristales que caben en la palma de una mano y justifican mi paso por este mundo.“
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