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Relacionado con: parlamentarias
„La oposición a la democracia burguesa y parlamentaria es la oposición a los poderes feudalistas de la sociedad actual. El fascismo nace y se desarrolla en capas sociales desasistidas y en peligro. Su representación más típica la constituyen las clases medias, que después de experimentar la inanidad de la democracia liberal, no se entregan, sin embargo, a la posición clasista de los proletarios. En este sentido, la rivalidad mundial fascismo-marxismo lo es en tanto las clases medias y los proletarios clasistas se disputan violentamente el puesto de mando de la revolución, así como cuál de los dos incorporará al otro a su empresa.“
„La democracia parlamentaria es el régimen ideal para que predominen, del modo más descarado, las peores formas de feudalismo moderno.“
„Romped todas las amarras con las ilusiones internacionalistas, con las ilusiones liberal-burguesas, con la libertad parlamentaria. Debéis saber que en el fondo ésas son las banderas de los privilegiados, de los grandes terratenientes y de los banqueros. Pues toda esta gente es internacional porque su dinero y sus negocios lo son. Es liberal, porque la libertad les permite edificar feudalmente sus grandes poderes contra el Estado Nacional del pueblo. Es parlamentarista, porque la mecánica electoral es materia blanda para los grandes resortes electorales que ellos manejan: la prensa, la radio, los mítines y la propaganda cara.“
„Una vez vencido el marxismo, las mayores dificultades se le presentan al fascista por el lado liberal, demoburgués, donde se apiñan, no esas pobres añoranzas de la libertad perdida, como pretenden los plumíferos llorones de la democracia, sino el frente oligárquico capitalista; es decir, los dueños de los grandes periódicos, los directores de los grandes Bancos, todos los magnates, en fin, que ofrece en sus diversas formas el gran capitalismo moderno. Generalmente, todos ellos se muestran partidarios de la democracia liberal, apetecen un régimen de libertad política. Pues son, en efecto, los representantes feudalistas, quienes equivalen en nuestra época al régimen feudal de los grandes señores antiguos, mostrándose hoy enemigos de la prepotencia y de la pujanza del Estado, como sus antecesores lo eran ayer de la soberanía de los monarcas. El fascismo sabe que la democracia parlamentaria es el régimen ideal para que predominen, del modo más descarado, las peores formas de feudalismo moderno.“
„No creo que muchos diputados hayan leído un solo discurso de Cánovas, Sagasta, Prieto, Azaña, Sagasta o Calvo Sotelo. Desconocen la tradición parlamentaria de la Restauración y de la II República. Estamos en manos de unos políticos que están haciendo una España virtual que no tiene nada que ver con la realidad. Si paras en cualquier taberna de pueblo o cualquier bar de carretera, allí donde haya trabajadores, te das cuenta de un divorcio absoluto. Se han construido una España política sólo para ellos, en la cual medran y se acuchillan, aunque luego se van a comer juntos tras el número parlamentario. Y esto es indignante.“
„La revolución política, es decir, la expulsión de la dinastía y la restauración de las libertades públicas, ha resuelto un problema específico de importancia capital, ¡quien lo duda!, pero no ha hecho más que plantear y enunciar aquellos otros problemas que han de transformar el Estado y la sociedad españoles hasta la raíz. Estos problemas, a mi corto entender, son principalmente tres: el problema de las autonomías locales, el problema social en su forma más urgente y aguda, que es la reforma de la propiedad, y este que llaman problema religioso, y que es en rigor la implantación del laicismo del Estado con todas sus inevitables y rigurosas consecuencias. […]Cada una de estas cuestiones, Sres. Diputados, tiene una premisa inexcusable, imborrable en la conciencia pública, y al venir aquí, al tomar hechura y contextura parlamentaria, es cuando surge el problema político. Yo no me refiero a las dos primeras, me refiero a esto que llaman problema religioso. La premisa de este problema, hoy político, la formulo yo de esta manera: España ha dejado de ser católica; el problema político consiguiente es organizar el Estado en forma tal que quede adecuado a esta fase nueva e histórica el pueblo español. Yo no puedo admitir, Sres. Diputados, que a esto se le llame problema religioso. El auténtico problema religioso no puede exceder de los límites de la conciencia personal, porque es en la conciencia personal donde se formula y se responde la pregunta sobre el misterio de nuestro destino. Este es un problema político, de constitución del Estado, y es ahora precisamente cuando este problema pierde hasta las semejas de religión, de religiosidad, porque nuestro Estado, a diferencia del Estado antiguo, que tomaba sobre sí la curatela de las conciencias y daba medios de impulsar a las almas, incluso contra su voluntad, por el camino de su salvación, excluye toda preocupación ultraterrena y todo cuidado de la fidelidad, y quita a la Iglesia aquel famoso brazo secular que tantos y tan grandes servicios le prestó. Se trata simplemente de organizar el Estado español con sujeción a las premisas que acabo de establecer.“
„A mediados de junio de 1936, la creciente degeneración del régimen parlamentario en España, y el vigor con que se preparaban sendas revoluciones comunistas y anarquistas, desencadenó un alzamiento militar que llevaba tiempo preparándose… En España estaba manifestándose una perfecta reproducción del período de Kerensky en Rusia… Ninguno de los dos bandos que conspiraban podía alegar, con justicia, títulos de legalidad… Muchas de las garantías corrientes en la sociedad civilizada habían sido liquidadas por la infiltración comunista en un decaído gobierno parlamentario. Se producían atentados por ambas partes, y la pestilencia revolucionaria llegó a un punto tal, que los comunistas no titubeaban en asesinar a sus adversarios políticos en las calles o en sacarles de sus lechos para darles muerte.“
„Decidir una vez cada cierto número de años qué miembros de la clase dominante han de oprimir y aplastar al pueblo en el parlamento: he aquí la verdadera esencia del parlamentarismo burgués, no sólo en las monarquías constitucionales parlamentarias sino en las repúblicas más democráticas.“
„Dominar sin excepción todas las formas de organización del proletariado y todas las formas (terrenos) del movimiento, de la lucha. (Formas de movimiento: parlamentarias y extraparlamentarias, legales y clandestinas).“
„¿Quién ha demostrado, y dónde, que la forma parlamentaria de lucha sea la forma principal de lucha del proletariado?“
„Querido hermano: Recibo atónito tu carta y me asombro de los sanos consejos que en ella me das.Tienes formado muy mal concepto de las fuerzas republicanas y excesivamente bueno de las monárquicas y de lo que representa el trono.Siguiendo la monarquía en España, ya conoces el rumbo de la nación. La nobleza, que se considera casta superior, en su mayoría descendientes bastardos de otros nobles, viviendo a costa del país al amparo de la monarquía, con delegaciones regias, negocios dudosos, puestos políticos influyentes, y escarneciendo a las clases inferiores -más morales cuanto más inferiores- con sus desenfrenos de todos conocidos.El alto clero y las congregaciones, que tienen su principal apoyo en la dinastía reinante, asfixiando las libertades públicas con sus demandas y desafueros, llevándose en forma directa o indirecta un buen trozo del presupuesto, mientras el país languidece y la incultura perdura por falta de escuelas y elementos de enseñanza, pues en los presupuestos no queda dinero para tan perentorias atenciones.Los príncipes, infantes y demás parientes más o menos cercanos al trono, hacen truculentos negocios con el amparo que les presta el poder.El ejército, que debiera ser servidor de la nación, hoy sólo sirve al trono y, para proteger a éste, se atreve a ametrallar al pueblo ansioso de recuperar su soberanía, atropellada y escarnecida por la dictadura borbónica.Mientras, el ejército se apropia el oficio de verdugo de la nación, descuida su eficiencia guerrera y es tan sólo una caricatura de lo que debiera ser.En cambio, se lleva la tercera parte de los presupuestos nacionales.La vieja política, desacreditada, dando origen al golpe de Estado del año 23, llegó a aquel punto de descrédito, gobernando, o mejor dicho, desgobernando las clases monárquicas en cooperación con el poder moderador – por no llamarle absoluto – de ese trono que tanto defiendes.En la monarquía no aparecen valores nuevos. Las mismas causas de antaño producirán los mismos efectos.Tras una nueva etapa de desgobierno, funesta, desde luego, vendrá otra etapa de dictadura, que completará la labor de la dictadura anterior, terminando de ahogar todo espíritu liberal y ciudadano y convirtiéndonos en lo que son hoy algunas repúblicas americanas.Los pocos ciudadanos que pueden, para no morir a manos reaccionarias tendrán que emigrar, perdiéndose para España los valores que ellos representan.Los generales -incapaces- que hoy se agrupan en torno del trono para defenderlo, no llevan otras miras que evitar la llegada de un orden nuevo, en el que por su incapacidad no tendrían puesto decoroso; y para salvar su actual posición privilegiada, defienden a su señor con instinto y dote de esclavos, tratando de poner una vez más el ejército enfrente del pueblo.Esto, que sucedió otras veces, ya no lo conseguirán, y el soldado y el oficial se pondrán al lado de aquél para ayudarle a sacudir sus yugos legendarios y hacer justicia, su justicia, la verdadera justicia, la justicia popular.El pueblo paga al ejército y al trono para que le sirvan y no para que lo tiranicen, y cuando se cansa de pagar servidores desleales, está en su legítimo derecho a prescindir de ellos.El trono rompió la constitución, que es el pacto que tenía con el pueblo; roto el pacto, al pueblo, sólo al pueblo, corresponde rehacerlo o elegir el régimen de gobierno que le ofrezca más sólida garantía de progreso y bienestar.Un régimen que por evoluciones parlamentarias y no por revoluciones sangrientas consiga que no sea un mito el significado de las tres palabras «Libertad, Igualdad, Fraternidad».Ese régimen no puede ser ya la monarquía, puesto que ha demostrado cumplidamente que sólo satisface sus egoísmos, sin importarle un ardite las necesidades del país.El mundo en pocos años ha evolucionado rápidamente. Casi todas las naciones de Europa están hoy constituidas en repúblicas, lo están todas las de América. Los que sentimos el culto de la patria, debemos quererla republicana, única forma de que progrese y se coloque al nivel del resto de Europa, respecto al cual vamos atrasados muchos años.Una república moderada sería la solución al actual estado de cosas.Ella atraería a la gobernación del país a las clases privilegiadas sin espantarlas ni ponerles enfrente, como sucedería con el establecimiento de una república radical.Los elementos más radicales la respetarían, porque verían siempre en ella la posibilidad de evolucionar hacia sus ideales, tratando de ganar puestos en los comicios con su conducta, sus programas y una adecuada propaganda.El país se gobernaría en definitiva como quisiera y evitaríamos la llegada de una revolución que camina con pasos de gigante y que cuanto más tarde más violenta ha de ser.Dices en tu carta con un profundo desconocimiento que las izquierdas son averiada mercancía. ¡Mercancía y bien averiada son las derechas! ¡Ya hemos visto cómo se vendían o alquilaban! Lo poco bueno que en ellas quedaban, se ha marchado a la república, por no convivir con tanto profesional de la indignidad y de la falta de decoro. Los partidos monárquicos ¡¡ésos sí que son averiada mercancía!!“