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Relacionado con: parte
„Estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo.“
„En verdad, si se considera por una parte el arte, la riqueza, el inmenso número de los medios puestos en acción, y por otra parte el fruto insignificante del resultado, es preciso convenir que la vida es un mal negocio, un negocio en el que los beneficios ni siquiera cubren los gastos.“
„En nuestra parte monogámica del mundo, se llama ‘casados’ [a quienes] reducen a la mitad sus derechos y duplican sus obligaciones.“
„El buen Dios, previendo en su sabiduría que su pueblo elegido sería disperso por el mundo entero, dio a todos sus miembros un olor especial que les permitiese reconocerse y encontrarse en todas partes: es el faetus judaicus.“
„Las relaciones cotidianas son tales que con la mayor parte de nuestros buenos conocidos no volveríamos a intercambiar una sola palabra si oyésemos lo que dicen de nosotros en nuestra ausencia.“
„Uno se da cuenta que ha terminado la juventud cuando uno no está en ninguna parte. Los jóvenes están en lugares, y las personas que han dejado de serlo ya empiezan a estar ausentes.“
„El universo es una perversa inmensidad hecha de ausencia. Uno no está en casi ninguna parte.“
„No es posible regresar a ninguna parte. Los puntos de partida no se quedan quietos y a la vuelta ya no están. Para poder volver se necesita, por empezar, un punto de partida eterno e inmutable. Pero todo se mueve y no hay forma de detener el universo.“
„(…) la dicha no estaba en el Carnaval y quizás en ninguna parte (…). Tal vez ha llegado el momento de comprender que los criollos no hemos nacido para ciertas fantochadas. Que se rían los brasileños. Tengamos, eso sí, fiestas y reuniones populares. Pero no dejemos de ser quienes somos. Si nuestra extraña condición nos ha hecho comprender el sentido adverso del mundo, agrupémonos para ayudarnos amistosamente a soportar la adversidad. A lo mejor, los Carnavales de antaño, tan añorados por los animadores de la radio, no eran más que eso: una reunión de gente triste que buscaba consuelo.“
„CoroNadie llega a ninguna parte,las ciudades huyeny se esconden.Ejércitos de caminantesseñalan falsos rumbos.Hemos nacido para no llegar“
„La ignorancia es mucho más rápida que la inteligencia. La inteligencia se detiene a cada rato a examinar; la ignorancia pasa sobre los accidentes del terreno que son las nociones a gran velocidad, y jamás hay nada que le llame la atención. Así llega rápidamente a cualquier parte… especialmente a las conclusiones.“
„El que sentencia una causa sin oír la parte opuesta, aunque sentencie lo justo es injusta esa sentencia.“
„Tú solo crees la parte de la Biblia que pones por obra.“
„Nehemías recorre los muros de la ciudad y los inspecciona. En medio de la noche, con la única ayuda de un pequeño grupo, sale para inspeccionar personalmente los daños. A diferencia de Paul Revere, Nehemías no quiere llamar la atención. Todo buen líder es capaz de comprender lo que estaba haciendo Nehemías. Estaba realizando su labor previa. Estaba comprobando el trasfondo de la situación. Este es el aspecto del liderazgo del cual nunca oímos hablar: es la parte solitaria de la labor. La preparación, la comprobación de datos y la investigación no tienen nada de encantadoras ni de emocionantes. Pero sin ellas el plan está condenado al fracaso.“
„Estaba viendo claramente el vacío. Y ni entendía aquello que una parte de ella entendía. ¿Qué haría de esa lucidez? Sabía también que aquella claridad suya se podía volver el infierno humano.“
„En ninguna parte puede hallar el hombre un retiro tan apacible y tranquilo como en la intimidad de su alma.“
„Una sola es la luz del sol, aunque la obstaculicen muros, montes, incontables impedimentos; única es la sustancia común, aunque esté dividida en innumerables cuerpos de cualidades peculiares; una es el alma, aunque esté dividida en innumerables partes.“
„Yo, al contrario, tras haber contemplado la naturaleza del bien y ver que es algo bello, y la del mal y ver que es algo vergonzoso, y la naturaleza del que yerra y ver que es de mi linaje, no por la misma sangre o simiente, sino por ser partícipe de la inteligencia[180] y fracción divina[181], tampoco puedo subir perjuicio por parte de alguno de ellos, porque nadie me cubrirá de vergüenza; tampoco puedo encolerizarme con el que es de mi linaje ni odiarlo. Hemos“
„No malogres la parte de vida que te queda en averiguar vidas ajenas, a no ser que te propongas algún fin útil a la comunidad. Te privas ciertamente de cumplir tu deber al revolver en tu imaginación lo que hace fulano y por qué lo hace, qué dice, qué piensa, qué trama, y otras ocupaciones de esta índole que te distraen de la consideración de tu facultad rectora. Conviene, pues, no ensartar en la cadena de nuestros pensamientos lo que es temerario y vano y, más especialmente, lo fútil y lo malvado. Hay que avezarse, además, a tener sólo ideas tales que si alguien de repente te preguntare, bruscamente: «¿En qué piensas ahora?», pudieras responder al instante, con toda franqueza: «en esto» o «en aquello». Se dejará ver entonces, pronto y evidentemente, que todo lo tuyo es simple, bondadoso, digno de un ser sociable e indiferente a los placeres y, en su conjunto, a las ideas de una vida voluptuosa; un ser que no abriga envidia, celos, desconfianza u otra pasión por la cual te fuera preciso avergonzarte al manifestar que la posee tu ánimo.“
„El tiempo de la vida humana es un punto: la sustancia, fluente; la sensación, oscurecida; toda la constitución del cuerpo, corruptible; en resumen, todas las cosas propias del cuerpo son a manera de un río; las del alma, sueño y vaho; la vida, una lucha, un destierro; la fama de la posteridad, olvido. Qué hay, pues, que nos pueda llevar a salvamento? Una sola y única cosa: la filosofía. Y ésta consiste en conservar el dios interior sin ultraje ni daño, para que triunfe de placeres y de dolores, para que no obre al acaso, y se mantenga lejos de toda falsedad y disimulo, al margen de que se haga o no se haga esto o aquello; además, para que acepte la parte que le tocare en los varios sucesos accidentales e integrales de su parte, como procedentes de aquel origen de quien procede él mismo; y, en particular, para que aguarde la muerte en actitud plácida, no viendo en ella otra cosa más que la disolución de los elementos de que consta todo ser viviente. Si no hay nada temible para los mismos elementos en esta transformación incesante de uno en otro, por qué temer la transformación y disolución de todas las otras cosas? Esto es conforme con la naturaleza: y nada es malo cuanto de ella se acomoda.“
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