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Relacionado con: pasado
„Aunque había transcurrido medio año, aquello pertenecía a un pasado remoto. Había pensado tantas veces en ello que acabé distorsionando la noción del tiempo.“
„A mí, ahora, apenas me queda corazón. Mi calor ya se ha esfumado en la distancia. Incluso a veces me olvido de que alguna vez lo tuve. Pero aún puedo llorar. Estoy verdaderamente sola. En el lugar más frío y solitario del planeta. Cuando lloro, el hombre de hielo me besa la mejilla. Y mis lágrimas se convierten en hielo. Entonces, él toma en su mano mis lágrimas de hielo y se las pone sobre la lengua. »Te quiero», me dice. Y no miente. Lo sé muy bien. El hombre de hielo me ama. Pero el viento que viene soplando de alguna parte se lleva atrás, muy atrás, hacia el pasado, sus palabras convertidas en blanco hielo. Yo lloro. Continúo derramando grandes lagrimones de hielo. En una casa de hielo del Polo Sur congelada en la distancia.“
„¿Sabe, señor Hoshino? Últimamente, Nakata tiene a menudo un sueño. En el sueño, Nakata sabe leer. No sabe qué ha pasado, pero ya puede leer. Y tampoco es tan tonto. Nakata está muy, muy contento, va a la biblioteca y lee muchos libros. Piensa en lo maravilloso que es poder leer. Y devora un libro y otro libro. Sin embargo, de repente, la luz se apaga de golpe y la habitación queda a oscuras. Alguien ha apagado la luz. No se ve nada. Ya no puedo leer más. En ese punto despierto. Aunque sólo sea un buen sueño, saber leer es algo fabuloso.“
„si reescribes el pasado, el presente también cambiaría de forma espontánea. Y es que el presente se forma por acumulación del pasado.“
„Te has pasado Florentino, yo tengo el coño como un submarino“
„… todo pasado merece ser condenado, pues en las cosas humanas siempre han privado la violencia y la debilidad humana.“
„Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado.“
„Pero se asombró también de sí mismo por no poder aprender a olvidar y seguir dependiendo siempre del pasado: por muy lejos y muy rápido que corra, la cadena corre con él.“
„…, los hombres históricos: la mirada fija en el pasado los empuja hacia el futuro, los alienta a continuar luchando con la vida y enciende en ellos la esperanza de que lo bueno todavía vendrá, de que la felicidad está detrás de la montaña que se aprestan a escalar.“
„Los espíritus más libres y ligeros nos anuncian, con sus corrientes, el tiempo futuro. El viento del valle y las opiniones de la plaza pública sólo nos hablan del pasado.“
„Cuando nos transformamos radicalmente, nuestros amigos, los que no se han transformado, se convierten en los fantasmas de nuestro propio pasado; su voz resuena en nuestros oídos como si viniera de la región de las sombras, como si nos oyésemos a nosotros mismos, más jóvenes, pero más duros y menos maduros.“
„Lo que nosotros esperamos del futuro, eso ha sido ya una vez realidad- en un pasado hace más de dos mil años.“
„¿En qué forma le sirve, pues, al hombre de hoy la concepción monumental del pasado, la ocupación con lo clásico e infrecuente de tiempos pretéritos? Extrae de ella la seguridad de que lo grande alguna vez se dio, en todo caso fue posible, y, en consecuencia, volverá a ser posible alguna vez; avanza él más animado, pues ha quedado vencida la duda que lo asaltaba en horas de debilidad, la duda de que acaso aspirara a lo imposible.“
„Jamás se perdonará al cristianismo el abusar de la debilidad del moribundo para violentar su conciencia y tomar su actitud como pretexto para un juicio acerca del hombre y su pasado.“
„Es verdad que el hombre sólo llega a ser hombre en la medida en que, pensando, meditando, comparando, separando y uniendo restringe ese elemento ahistórico, llega a ser hombre sólo como consecuencia de producirse dentro de aquel vaho envolvente un claro y radiante destello, es decir, sólo en virtud del poder de usar lo pasado para la vida y hacer nueva Historia sobre la base de lo acontecido: pero cuando se da un exceso de historia el hombre deja de serlo, y a no ser por aquella envoltura de lo ahistórico nunca hubiera llegado a ser hombre, ni osaría llegar a serlo.“
„Quien no es capaz de tenderse, olvidando todo pasado, en el umbral del instante, quien no sabe estar ahí de pie en un punto, cual una diosa de la victoria, sin vértigo ni miedo, nunca sabrá lo que es la felicidad, y lo que es aún peor: nunca hará nada que pueda hacer felices a otros.“
„Lo pasado es la raíz de lo presente. Ha de saberse lo que fue, porque lo que fue está en lo que es.“
„Las cosas no valen por lo que cuestan en dinero.— ¿Entonces?— Primero, por su valor de estima y segundo por su valor de servicio.— ¿Cómo?—Tu abuelita conservaba unos pétalos secos dentro de su Biblia.No valían nada, pero eran su mayor tesoro. Cuando los perdió, llorómucho. Hay cosas que adquieren gran valor porque representan tupasado, tus sentimientos o porque has puesto en ellas algo de ti:Intenciones nobles, creatividad, desvelos. Una obra artística originalpuede no valer nada para otros, pero para el autor es invaluable; aveces prefiere regalarla que venderla, puesto que no puede ponerleprecio a algo así.“
„Mátenme al alba. Con cuchillos [ilegible] y con cuchillas oxidadas. Estaré en cuclillas esperando. Salva tu amor. No lo salves. Desafección y mierda violenta que aprendió a expresarse en nuestros días mediante fórmulas atroces como «hacer el amor» y «asumir la responsabilidad» y «negar el pasado» y «el hombre es lo que se hace». No hay más que la memoria, maravilla sin igual, horror sin semejanza. Hace mucho que me entregué a las sombras. Y no me contenta mi destino sombrío, mi destino asombrado. Me han asolado, me han agostado. Libérame de ti pues te amo y no estás. No me hables. No te apostes en mis rincones preferidos. Estás aquí. Me deliras. Me cortas las cintas de colores que me aliaban a las niñas que fui. Me abandonas loca furiosa, comiendo sombras furiosamente, girando convulsa con las manos espantadas, revolcándome en tu huida hasta los atroces orgasmos y gritos de bestia asesinada. Pero te amo. A ti te asumo, ante ti sin pasado ni relojes ni sonidos. Sucia y susurrante, leve, ingrávida, llena de sangre y de sustancias sexuales, húmeda, mojada, reventando de calor, de sangre que pide. Me dañas la columna vertebral, tantos días despeñada sobre tu cuerpo imaginado. Me dañas la cabeza que di contra las paredes porque no sabía qué hacer salvo esto: que debía golpearme y castigarme ya que tú no venías. Con tu sonrisa de paraíso exactamente situado en el tiempo y en el espacio. Con tus ojos que sonríen antes que tus labios. En tus ojos encuentro mi persona súbitamente reconstruida. En tus ojos se acumulan mis fragmentos que se unen apenas me miras. En tus ojos vivo una vida de aire puro, de respiración fiel. En tus ojos no necesito del conocimiento, no necesito del lenguaje. En tus ojos me siento y sonrío y hay una niña azul en el jardín de un castillo. Ahora que no estás me atrae la caída, la mierda, lo abyecto, lo denigrante. Salgo a la calle y siento la suciedad, la ruina. Entro en los bares más siniestros y tomo un vino como sangre coagulada, como menstruación, y me rodean brujas negras, perros sarnosos, viejos mutilados y jóvenes putos de ambos sexos. Yo bebo y me miro en el espejo lleno de mierda de moscas. Después no me veo más. Después hablo en no sé cuál idioma. Hablo con estos desechos que no me echan, ellos me aceptan, me incorporan, me reconocen. Recito poemas. Discuto cuestiones inverosímiles. Acaricio a los perros y me chupo las manos. Sonrío a los mutilados. Me dejo tocar, palpar, manos en mi cuerpo adolescente que tanto te gustaba por ser ceñido y firme y suave. («La lisura de tu vientre, tus caderas de efebo solar, tu cintura hecha a la medida de mis manos cerrándose, tus pechos de niña salvaje que los deja desnudos aun cuando llueve, tu sexo y tus gritos rítmicos, que deshacían la ciudad y me llevaban a una selva musical en donde todo confabulaba para que los cuerpos se reconozcan y se amen con sonidos de leves tambores incesantes. Esas noches en que hacíamos el amor debajo de las grandes palabras que perdían su sentido, porque no había más que nuestros cuerpos rítmicos y esenciales… Y ahora llueve y tengo náuseas y vomito casi todo el día y siempre que hay un olor espantoso en la calle, un olor a paquete olvidado, a muerto olvidado. Y tengo miedo. Eso quería decir: que no estás y tengo miedo.»)“
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