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Relacionado con: pensar
„Podemos desarrollar la humildad de manera práctica: reconociendo nuestras debilidades, siendo tolerantes con las debilidades de otros, estando dispuestos a ser corregidos y destacando lo que hacen los demás. Pablo aconsejó: «Vivan siempre en armonía. Y no sean orgullosos, sino traten como iguales a la gente humilde. No se crean más inteligentes que los demás«.13 A los cristianos de Filipos les escribió: «Honren más a los demás que a ustedes. No se interesen solo en ustedes, sino interésense en la vida de los demás».14 La humildad no es pensar menos de ti mismo, sino pensar menos en ti mismo. Humildad es pensar más en los demás. Las personas humildes se interesan tanto en servir a otros que no piensan en sí mismas.“
„Cuando vivimos a la luz de la eternidad, nuestro enfoque cambia. En lugar de plantearnos: «¿Cuánto placer me proporciona la vida?», llegamos a pensar: «¿Cuánto placer le proporciono a Dios con mi vida?».“
„La libertad en sí -como acto de percepción- no tiene forma. Y como el verdadero pensamiento se piensa a sí mismo, esa especie de pensamiento alcanza su objeto en el propio acto del pensar.“
„El corto espacio de tiempo que te queda por vivir no lo malgastes en pensar en los asuntos de otro, a menos que éstos sean un bien para la sociedad. No podrás ocuparte de lo que otro hace, y de por qué lo hace, de lo que dice o piensa, de las intrigas que trama o de otra cosa cualquiera por el estilo, so pena de faltar también a otro cualquiera de tus deberes.“
„Cuando te levantas por la mañana, piensa en qué privilegio es estar vivo, pensar, disfrutar, amar …“
„Te ruego que recites el pasaje tal como te lo he declamado yo, con soltura y naturalidad, pues si lo haces a voz en grito, como acostumbran muchos de nuestros actores, valdría más que diera mis versos a que los voceara el pregonero.Guardate también de aserrar demasiado el aire, así con la mano.Moderación en todo, pues hasta en medio del mismo torrente, tempestad y aún podría decir to torbellino de tu pasión, debes tener y mostrar aquella templanza que hace suave y elegante la expresión.¡Oh! me hiere el alma oir desgarrar una pasión hasta convertirla en jirones y verdaderos guiñapos, hediendo los oídos de los «mosqueteros» que por lo general, son incapaces apreciar otra cosa que incomprensibles pantomimas y barullo.De buena gana mandaría azotar a ese energúmeno por exagerar el tipo de Termagante….¡¡Esto es ser más herodista que Herodes…!¡ Evitalo tú, por favor!No seas tampoco demasiado tímido; en ésto tu propia discreción debe guiarte.Que la acción corresponda a la palabra y la palabra a la acción, poniendo un especial cuidado en no traspasar los límites de la sencillez de la naturaleza, porque todo lo que a ella se opone, se aparta igualmente del propio fin del arte dramático, cuyo objeto, tanto en su origen como en los tiempos que corren, ha sido y es, presentar, por decirlo así, un espejo a la Humanidad;Mostrar a la virtud sus propios rasgos, al vicio su verdadera imgen y a cadaedad y generación su fisonomía y sello caraterístico.De donde resulta que si se carga la expresión o si esta languidece, por más que ello haga reir a los ignorantes, no podrá menos de disgustar a los discretos, cuyo dictamen, aunque se trate de un solo hombre, debe pesar más en vuestra estima que el de todo un público compuesto de los otros.¡Oh! cómicos hay a quienes he visto representar y a los que he oído elogiar, y en alto grado, que, por no decirlo en malos términos, no teniendo ni acento ni traza de cristianos, de gentiles, ni tan siquiera de hombres, se pavoneaban y vociferaban de tal modo que llegué a pensar si proponiéndose algún mal artífice de la Naturaleza formar tal casta de hombres, le resultaron unos engendros:¡Tan abominablemente imitaban la Humanidad!¡Oh! Corregidlo del todo! y no permitáis que los que hacen de graciosos ejecuten más de lo que les esté indicado, porque alguno de ellos empiezan a dar risotadas para hacer reir a unos cuantos espectadores imbéciles, aún cuando en aquel preciso momento algún punto esencial de la pieza reclame la atención.Esto es indigno, y revela en los insensatos que lo practican la más estúpida pretensión. Id a prepararos“
„No es como si idolatrara a Maquiavelo. Idolatro a esa manera de pensar en donde haces lo que sea que te haga lograr tus metas.“
„La razón de que nos guste pensar bien de los demás es que tenemos miedo a lo que pueda sucedernos“
„Hoy en día es muy peligroso para un marido galantear a su mujer en público. Hace pensar siempre a la gente que le pega cuando están a solas.“
„No se puede imaginar la existencia que llevan. Vida rural en estado puro. Se levantan pronto porque tienen mucho que hacer, y también se acuestan pronto porque apenas tienen nada en qué pensar.“
„No era posible que su deseo hubiera sido escuchado. Cosas así no sucedían, eran imposibles. Parecía monstruoso incluso pensar en ello. Y, sin embargo, allí estaba el retrato, con un toque de crueldad en la boca.“
„Porque influir en una persona es darle la propia alma. Esa persona deja de pensar sus propias ideas y de arder con sus pasiones. Sus virtudes dejan de ser reales. Sus pecados, si es que los pecados existen son prestados. Se convierte en eco de la música de otro, en un actor que interpreta un papel que no se ha escrito para él. La finalidad de la vida es el propio desarrollo. Alcanzar la plenitud de la manera más perfecta posible, para eso estamos aquí. Hoy en día las personas se temen unas a otras. Han olvidado el mayor de todos los deberes, lo que cada uno se debe a sí mismo. Son caritativos, por supuesto. Alimentan al hambriento y visten al mendigo. Pero sus almas pasan hambre y ellos mismos están desnudos. Nuestra raza ha dejado de tener valor. Quizá no lo haya tenido nunca. El miedo a la sociedad, que es la base de la moral; el miedo a Dios, que es el secreto de la religión: esas son las dos cosas que nos gobiernan.“
„No había razón para pensar en un futuro vergonzoso. Quizá el amor pudiera cruzarse en su vida, purificándolo y protegiéndolo de aquellos pecados que ya parecían agitársele en la carne y el espíritu: aquellos curiosos pecados todavía informes cuya indeterminación misma les prestaba sutileza y atractivo.“
„La mayoría de las personas son otras personas. Sus pensamientos son las opiniones de otro, su vida un remedo, sus pasiones una cita. Cristo no fue sólo el Individualista supremo, sino el primero de la Historia. Se ha querido hacer de él un vulgar Filántropo, como los espantosos filántropos del siglo diecinueve, o se le ha colocado como Altruista al lado de los acientíficos y los sentimentales. Pero en realidad no fue ni lo uno ni lo otro. Tiene compasión, naturalmente, de los pobres, de los que están encerrados en las cárceles, de los humildes, de los desdichados, pero tiene mucha más compasión de los ricos, de los hedonistas duros, de los que dilapidan su libertad en hacerse esclavos de las cosas, de los que visten telas suaves y viven en las casas de los reyes. La Riqueza y el Placer le parecían tragedias realmente mayores que la Pobreza y el Dolor. Y en cuanto al Altruismo, ¿quién supo mejor que él que es la vocación y no la volición lo que nos determina, y que no se pueden recoger uvas de los espinos ni higos de los cardos? Vivir para los demás como objetivo concreto y deliberado no fue su credo. No fue la base de su credo. Cuando dice: « Perdonad a vuestros enemigos», no lo dice por el bien del enemigo sino por el bien de uno mismo, y porque el Amor es más bello que el Odio. Cuando ruega al joven al que amó con verle: «Vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres », no es en el estado de los pobres en lo que está pensando, sino en el alma del joven, el alma gentil que la riqueza estaba desfigurando. En su visión de la vida coincide con el artista que sabe que por la ley inevitable del propio perfeccionamiento el poeta ha de cantar, y el escultor pensar en bronce, y el pintor hacer del mundo espejo de sus estados de ánimo, tan seguro y tan cierto como que el majuelo ha de florecer en primavera, y el trigo llamear de oro al tiempo de la siega, y la Luna en sus ordenadas andanzas cambiar de escudo en hoz y de hoz en escudo.“
„Cualquiera puede escribir y decir lo que piensa, sin pensar.“
„Cegados por la voz de la inexperiencia nos arrastramos sin pensar“
„Si pensara menos con la cabeza, menos con el corazón, y más con la entrepierna, el triunfo del amor.“
„No puedo explicarte bien como soy. También yo me pierdo de vez en cuando. No me entiendo. No sé lo que pienso en realidad ni lo que quiero. No sé si tengo alguna clase de poder y, en caso que así sea, si puedo usarlo de algún modo. Esos pensamientos me hacen sentir miedo y entonces solo puedo pensar en mí, me convierto en un egoísta.“
„Naturalmente, la niña de diez años no sabe explicar de manera lógica las estructuras opuestas de los dos grupos. Tampoco conoce la diferencia entre revolución y paz. La impresión que tiene es que la revolución es una manera de pensar un tanto puntiaguda; mientras que la paz es una manera de pensar un tanto redondeada. Todas las maneras de pensar tienen una forma y un colorido concretos. E, igual que la Luna, crecen y menguan. Eso es todo lo que ella sabe.“
„En cuanto el pescador se marchó me acorde de la primera chica con la que me acosté, en el instituto. Sentí escalofríos al pensar en lo grosero que había sido.“
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