Juegos
Todos los emojis
Citas
Blog
Página de inicio
»
piedra
»
Página 4
Relacionado con: piedra
„Los mayores y más grandes productos de la arquitectura son menos obras individuales que obras sociales; más bien la creación de un pueblo que trabaja que la chispa de un hombre genial; el sedimento que deja un país, la acumulación que forman los siglos, el residuo de las sucesivas evaporaciones de la sociedad humana; en una palabra, especies en formación. Cada oleada de tiempo deposita su aluvión, cada raza coloca una nueva capa sobre el monumento, cada individuo aporta su piedra. Así lo hacen los castores, así hacen las abejas, así hacen los hombres. El gran símbolo de la arquitectura. Babel es una colmena.“
„Nuestra Señora de parís es en particular un curioso ejemplo de esta variedad. Cada cara, cada piedra del venerable monumento es una página, no solo de la historia del país, sino de la historia de la ciencia y el arte.“
„Pensar en Riobamba es limpiar la frente de toda escoria para imantarla con presagio lustral de ideales grandes. La amo con los cánones del alma, estoy cautivo en su piedra, su brisa, su paisaje…“
„Con las piedras que con duro intento los críticos te lanzan, bien puedes erigirte un monumento.“
„Por lo menos, los huesos nunca le habían dado miedo. Solo eran piedra caliza que antes había andado por ahí.“
„En una franja que recorría toda la parte superior de la fachada, manchando la piedra en tonos verdes y marrones, había una inscripción en letras de bronce.“
„El hombre que quita una montaña comienza llevándose pequeñas piedras.“
„Socialismo significa la elevación y purificación de la conciencia individual, y su implantanción será el resultado de una larga serie de esfuerzos. Todos, en realidad, desde el profesional al obrero, pueden poner una piedra en este edificio, realizando un acto socialista todos los días y preparando así el derrocamiento de la sociedad existente.“
„GarabatoCon un trozo de carbónCon mi gis roto y mi lápiz rojodibujar tu nombreel nombre de tu bocael signo de tus piernasen la pared de nadieEn la puerta prohibidagrabar el nombre de tu cuerpohasta que la hoja de mi navaja sangrey la piedra gritey el muro respire como un pecho…“
„Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,y más la piedra dura, porque ésa ya no siente,pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,ni mayor pesadumbre que la vida consciente.“
„Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,y más la piedra dura porque esa ya no siente,pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,ni mayor pesadumbre que la vida consciente.Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,y el temor de haber sido y un futuro terror…Y el espanto seguro de estar mañana muerto,y sufrir por la vida y por la sombra y porlo que no conocemos y apenas sospechamos,y la carne que tienta con sus frescos racimos,y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,¡y no saber adónde vamos,ni de dónde venimos!…“
„Cuando creo que la piedra es piedra, que la nube es nube, me hallo es un estado de inconsciencia.“
„Nunca cruza por la mente de los necios la manera de como están encadenados el mérito y la fortuna; si ellos poseyeran la piedra filosofal no la tendrían los sabios.“
„Nunca hemos llorado tanto como en esos días, sí, nosotras las mujeres. Como si quisiéramos lavar a fuerza de lágrimas todas las imágenes, todos los muros, todas las aristas, todas las bancas de piedra manchadas de sangre de Tlatelolco, todas las huellas de los cuerpos desangrándose en los rincones… Pero es mentira que las imágenes se lavan a fuerza de lágrimas. Allí siguen en la memoria.• Perla Vérez de Aguilera, madre de familia“
„[Los alumnos de Almafitano aprendieron… ]Que la principal enseñanza de la literatura era la valentía, una valentía rara, como un pozo de piedra en medio de un paisaje lacustre, una valentía semejante a un torbellino y a un espejo. Que no era más cómodo leer que escribir. Que leyendo se aprendía a dudar y a recordar. Que la memoria era el amor.“
„¿Y qué fue lo que aprendieron los alumnos de Amalfitano? Aprendieron a recitar en voz alta. Memorizaron los dos o tres poemas que más amaban para recordarlos y recitarlos en los momentos oportunos: funerales, bodas, soledades. Comprendieron que un libro era un laberinto y un desierto. Que lo más importante del mundo era leer y viajar, tal vez la misma cosa, sin detenerse nunca. Que al cabo de las lecturas los escritores salían del alma de las piedras, que era donde vivían después de muertos, y se instalaban en el alma de los lectores como en una prisión mullida, pero que después esa prisión se ensanchaba o explotaba. Que todo sistema de escritura es una traición. Que la poesía verdadera vive entre el abismo y la desdicha y que cerca de su casa pasa el camino real de los actos gratuitos, de la elegancia de los ojos y de la suerte de Marcabrú. Que la principal enseñanza de la literatura era la valentía, una valentía rara, como un pozo de piedra en medio de un paisaje lacustre, una valentía semejante a un torbellino y a un espejo. Que no era más cómodo leer que escribir. Que leyendo se aprendía a dudar y a recordar. Que la memoria era el amor.“
„Agur -murmuró Celipín, poniéndose en marcha.Desapareció entre las sombras de la noche.La geología había perdido una piedra y la sociedad había ganado un hombre.“
„La geología había perdido una piedra y la sociedad había ganado un hombre.“
„Y cigarras sonoras, y piedras calcinadas, se asoman a mis largas siestas, sin que concluya este lento desfile de puntos por mis manos. Y a ratos, en el aire que impregnan los manzanos, van y vienen dos frases: Eres mía. Soy tuya.“
„Durante seis años dejé de pagar mis impuestos como votante. Por este hecho pasé una noche en la cárcel y mientras miraba las paredes de piedra sólida, la puerta de madera y de hierro y las ventanas cruzadas por barras de acero, no pude dejar de impresionarme por la estupidez de esa institución que me trataba como si fuera un paquete de carne, sangre y huesos que debía ser encerrado bajo llaves… En momento alguno me sentí confinado, y aquellos muros me parecieron un gran mal gasto de piedras y mortero… En cada amenaza y en cada cumplido saltaba el desatino; pues creían que mi mayor deseo era el hallarme del otro lado del muro. Y no podía dejar de sonreírme al ver con qué diligencia y cuidado me cerraban la puerta cuando me enfrascaba en mis meditaciones, que los seguían afuera sin problema ni dificultad, no siendo sino ellos todo lo que allí era peligroso. Vi que el Estado era de pocas luces y que no era capaz de distinguir amigo de enemigo, de manera que le perdí el resto del respeto que aún me quedaba y le compadecí». (Estuvo preso por un día el 22 de julio de 1846).“
Anteriores
1
…
3
4
5
…
8
Siguientes