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Relacionado con: pose
„En la juventud, el talento, el genio, si se deja sin atender, se tuerce y se come al que lo posee. Hay que ponerle cauce. Apoyo.“
„Repitiendo a Nâser-è-Khosrow, nacido en Persia en el siglo XI, sentía que un libro «Aunque solo tenga un lomo, posee cien rostros» y que de alguna manera era necesario extraer esos rostros de su arcón, meterlos en mi circunstancia personal…“
„Aunque me dieras cuarenta hombres como él, nunca sería tan feliz como tú. Mientras no posea tu buen carácter, tu bondad, no podrá embargarme esa dicha. No, no, déjame a mi aire; y, tal vez, si me acompaña la suerte, con el tiempo pueda encontrar a otro señor Collins.“
„¡Qué agradable es pasar así una velada! Declaro que no hay placer como la lectura. ¡Cuánto más pronto cansa cualquier otra cosa que un libro! Cuando tenga casa propia me creeré desgraciada si no poseo una excelente biblioteca.“
„No poseo el talento de otros que pueden conversar con facilidad con quienes nunca han visto. No tengo valor para ello ni puedo adaptarme al carácter de los demás con la facilidad que otros lo hacen.“
„¡Què agradable es pasar la tarde así! En mi opinión, no hay mayor placer que la lectura. En compañía de un libro uno se aburre mucho menos. Cuando tenga casa propia me creeré muy desgraciada si no poseo una excelente biblioteca.“
„Poseo bastantes defectos, pero creo que no proceden de mi entendimiento.“
„Me sentí herida cuando perdí a los hombres de los que me enamoré. Hoy, estoy convencida de que nadie pierde a nadie, porque nadie posee a nadie. Ésa es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo, sin poseerlo.“
„Amor es sólo una palabra, hasta el momento en que decidimos dejar que nos posea con toda su fuerza.“
„Nadie enciende una lampara para esconderla detras de la puerta: el objetivo de la luz es dar mas luz, abrir los ojos, mostrar las maravillas a su alrededor. Nadie ofrece en sacrificio lo mas importante que posee: el amor. Nadie pone sus sueños en manos de aquellos que pueden destruirlos. Excepto Athena“
„Resististe bravamente a todas mis tentativas de transformarte en héroe. Esto hizo muy difícil nuestra relación, hasta que comprendí que lo Extraordinario reside en el Camino de las Personas Comunes. Hoy en día esta comprensión es lo más precioso que poseo en mi vida.“
„Durante toda mi vida he entendido el amor como una especie de esclavitud consentida.Pero esto no es así: la libertad sólo existe cuando existe el amor. Quien se entrega totalmente, quien se siente libre, ama al máximo.Y quien ama al máximo, se siente libre. Pero en el amor, cada uno de nosotros es responsable por lo que siente, y no puede culpar al otro por eso.Nadie pierde a nadie porque nadie posee a nadie.Y esta es la verdadera experiencia de la libertad: Tener lo más importante del mundo sin poseerlo.“
„La diligencia es una gran ayuda para el que posee un mediocre ingenio.“
„El alma noble posee la gran cualidad de apasionarse por las cosas honestas.“
„[…] No creo que sea de la incumbencia de mis pacientes si soy o no la reencarnación de la Virgen. Y con respecto a la Era de la Electrónica, no quiero tener una relación con algo que funciona a pilas y viene acompañado de una etiqueta con advertencias.Selena soltó un bufido.—Ya, bueno, pues déjame decirte una cosa: la mayoría de los hombres tendrían que venir acompañados de una etiqueta con advertencias. —Alzó las manos para enmarcar la siguiente afirmación—: «Atención, por favor, Alerta Psicótica. Yo, macho-man, soy propenso a sufrir horribles cambios de humor y a poner caras largas; además, poseo la habilidad de decir la verdad a una mujer sobre su peso sin previo aviso».“
„Quizá la mayor facultad que posee nuestra mente sea la capacidad de sobrellevar el dolor. El pensamiento clásico nos enseña las cuatro puertas de la mente, por las que cada uno pasa según sus necesidades.La primera puerta es la puerta del sueño. El sueño nos ofrece un refugio del mundo y de todo su dolor. El sueño marca el paso del tiempo y nos proporciona distancia de las cosas que nos han hecho daño. Cuando una persona resulta herida, suele perder el conocimiento. Y cuando alguien recibe una noticia traumática, suele desvanecerse o desmayarse. Así es como la mente se protege del dolor: pasando por la primera puerta.La segunda es la puerta del olvido. Algunas heridas son demasiado profundas para curarse, o para curarse deprisa. Además, muchos recuerdos son dolorosos, y no hay curación posible. El dicho de que <> es falso. El tiempo cura la mayoría de las heridas. El resto están escondidas detrás de esa puerta.La tercera es la puerta de la locura. A veces, la mente recibe un golpe tan brutal que se esconde en la demencia. Puede parecer que eso no sea beneficioso, pero lo es. A veces, la realidad es solo dolor, y para huir de ese dolor, la mente tiene que abandonar la realidad.La última puerta es la de la muerte. El último recurso. Después de morir, nada puede hacernos daño, o eso nos han enseñado.“
„Quizá la mayor facultad que posee nuestra mente sea la capacidad de sobrellevar el dolor.“
„Cada uno escoge el tono para contar su propia historia; quisiera optar por la claridad durable de una impresión en platino, pero nada en mi destino posee esa luminosa cualidad. Vivo entre difusos matices, velados misterios, incertidumbres; el tono para contar mi vida se ajusta más al de un retrato en sepia…“
„La Biblia usa el término corazón para describir el manojo de deseos, esperanzas, intereses, ambiciones, sueños y afectos que posees, en fin, tus oportunidades. Tu corazón es la fuente de todas tus motivaciones, lo que amas hacer y lo que más cuidas. Aun hoy usamos la palabra de esta manera cuando decimos: «Te amo con todo mi corazón».“
„No malogres la parte de vida que te queda en averiguar vidas ajenas, a no ser que te propongas algún fin útil a la comunidad. Te privas ciertamente de cumplir tu deber al revolver en tu imaginación lo que hace fulano y por qué lo hace, qué dice, qué piensa, qué trama, y otras ocupaciones de esta índole que te distraen de la consideración de tu facultad rectora. Conviene, pues, no ensartar en la cadena de nuestros pensamientos lo que es temerario y vano y, más especialmente, lo fútil y lo malvado. Hay que avezarse, además, a tener sólo ideas tales que si alguien de repente te preguntare, bruscamente: «¿En qué piensas ahora?», pudieras responder al instante, con toda franqueza: «en esto» o «en aquello». Se dejará ver entonces, pronto y evidentemente, que todo lo tuyo es simple, bondadoso, digno de un ser sociable e indiferente a los placeres y, en su conjunto, a las ideas de una vida voluptuosa; un ser que no abriga envidia, celos, desconfianza u otra pasión por la cual te fuera preciso avergonzarte al manifestar que la posee tu ánimo.“
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