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Relacionado con: prejuicio
„A ese sabio no le sorprendía sobremanera que seres tan miserables, simples juguetes de las fuerzas naturales, se encontrasen tan a menudo envueltos en situaciones tan absurdas como terribles; pero para desgracia suya, solía creer que los revolucionarios eran todavía más necios que el resto de los hombres, y eso era ya puro prejuicio ideológico. Por lo demás, no era nada pesimista, y no consideraba que la vida fuese tan nefasta. Admiraba, entre otras cosas que la naturaleza tiene, la mecánica celeste y el amor físico, acomodándose perfectamente al insidioso trabajo cotidiano mientras llegaba ese día que nos liberaría del deseo y del miedo que impera en todo ser viviente.“
„No temamos nunca a los ladrones ni a los asesinos; éstos no son más que los peligros exteriores, los pequeños peligros. Temámonos a nosotros mismos. Los prejuicios: éstos son los ladrones más temibles; los vicios: éstos los asesinos. Los grandes peligros están dentro de nosotros.“
„La ignorancia está más cerca de la verdad que el prejuicio.“
„Los prejuicios son mallas de hierro o de oropel. No tenemos el prejuicio republicano, ni el monárquico, no tenemos el prejuicio católico, socialista o antisocialista. Somos cuestionadores, activistas, realizadores.“
„Los prejuicios son mallas de hierro o de oropel. No tenemos el prejuicio republicano, ni el monárquico, no tenemos el prejuicio católico, socialista o antisocialista. Somos cuestionadores, activistas, realizadores». (Entrevista al Giornale d’Italia después de la fundación del Fascio de Combate de Milán).“
„Cualquiera que haya destruido un prejuicio, un solo prejuicio, es un bienhechor de la humanidad.“
„El prejuicio del país, aunado al orgullo de la nación, nos hace olvidar que la razón pertenece a todos los climas, y que se piensa de manera justa en todos los lugares donde hay hombres…“
„nuestros prejuicios nos encierran, nos achican la cabeza, nos idiotizan; y cuando estos prejuicios coinciden, como suele suceder, con la convención mayoritaria, nos convierten en cómplices del abuso y la injusticia, como en el caso de Wilde.“
„El peor enemigo de la democracia es la persistencia en el seno de la sociedad de los valores disolventes del egoísmo individual o de grupo, de los prejuicios y de los dogmatismos. El principio de la solidaridad social puede no estar explicitado en la Constitución ni en la plataforma de los partidos políticos, puede no figurar en los estatutos de los sindicatos y organizaciones empresarias, pero sin su presencia efectiva en las mentes y en los comportamientos de los ciudadanos no hay sistema democrático real. La solidaridad es la argamasa del edificio social y es el lubricante de los mecanismos de interrelación entre los hombres.“
„A ver, ¿por qué no han hecho una manifestación en contra de sus propios prejuicios?Parménides García Saldaña, escritor «de la nueva onda».“
„Realicemos nuestro día con el mismo propósito que anima a la Naturaleza, y no nos dejemos apartar del camino por cascara alguna o por ala de mosquito que puedan caer en él. Levantémonos temprano, ayunemos o desayunémonos pausadamente y sin perturbaciones; que venga y vaya la compañía, que tañan las campanas o lloren los niños; sigamos, determinados a hacer de ello un día. ¿Por qué habríamos de someternos e ir con la corriente? No nos sintamos perturbados y vencidos en ese terrible rápido arremolinado que llamamos almuerzo, sito en los bajíos del mediodía. Sortead este peligro, y estaréis a salvo para el resto de la jornada, que discurrirá luego cuesta abajo. Con nervios templados y vigor matinal, dejadlo atrás, y como Ulises atado al mástil, poned la mirada en otra parte. Si silba el motor, que lo haga hasta enronquecer de insistencia. Si tañe la campana ¿por qué hemos de apresurarnos? Consideremos qué música nos ofrecen. Resolvámonos a hacer nuestro camino, llevando adelante nuestros pasos a través del barro y lodo de la opinión, prejuicios, tradición, engaño y apariencias que, cual tierra de aluvión, cubren el globo entero desde París a Londres, Nueva York, Bostón y Concord, a través de Iglesia y Estado, a través de la poesía, la filosofía y la religión, hasta que alcancemos un suelo duro y rocoso, al que podemos llamar realidad, y digamos: «Héla aquí, no hay duda». Y entonces, comencemos, contando con un point d’appui, bajo crecidas, heladas o fuego; un lugar donde se pueda encontrar un muro o una propiedad, donde se pueda erigir sin problemas un farol, o acaso un medidor, no un Nilómetro sino un Realímetro, para que las generaciones futuras sepan qué caudal llegaban a alcanzar de vez en cuando las riadas de engaños y apariencias. Si os enfrentáis cara a cara con un hecho, veréis brillar el sol en sus dos facetas, como si fuera una cimitarra, y sentiréis su suave filo, que os divide por el corazón y la médula, concluyendo así vuestra carrera mortal. Trátese de vida o muerte, nosotros ansiamos sólo la realidad. Si en verdad morimos, que oigamos el estertor en nuestras gargantas y sintamos el frío de nuestras extremidades; si estamos vivos, vayamos a lo nuestro. El tiempo no es sino el río donde voy a pescar. Bebo en él, y mientras lo hago, veo su lecho arenoso y descubro cuán cerca se encuentra de mí. Su fina corriente discurre incansable, pero la eternidad permanece. Yo quisiera beber de más hondo; y pescar en el cielo, cuyo cauce está tachonado de estrellas. No puedo contarlas. Ignoro la primera letra del alfabeto. Siempre he lamentado no ser tan sabio como el día en que nací. La inteligencia es un hendedor; discierne y saja su camino en el secreto de las cosas. No deseo ocupar mis manos más de lo necesario. Mi cabeza es manos y pies. Siento concentradas en ella mis mejores facultades. Mi instinto me dice que aquélla es un órgano excavador, como los hocicos y garras de algunos animales, y con ella minaría y horadaría yo mi camino a través de estas colinas. En algún lugar de estos alrededores se encuentra, creo, la vena más rica; me lo dicen mi varita mágica y los mágicos vapores que ascienden serpenteando. Aquí comenzaré a minar.“
„Cuando salí de prisión —pues alguien interfirió y pagó al impuesto— no observé que se hubieran producido grandes cambios en los colectivo, en lo comunitario, como fue el caso de quien, entrado de joven, salió hecho un viejo chocho de pelos grises; sin embargo, a mi modo de ver una modificación sí había tenido lugar en la escena —la villa, el estado y el país— y mayor aún que cualquiera que pudiera deberse al mero paso del tiempo. El Estado en que vivía se me ofreció con perfiles más definidos. Vi hasta qué punto podían ser tenidos como buenos los vecinos y amigos que me rodeaban; reparé en que su amistad era apta sólo para climas estivales; que no abrigaban deseos de llevar a término especialmente justo; que por sus prejuicios y supersticiones constituían una raza tan distinta de mí como lo sería un chino o un malayo; que con sus sacrificios en aras de la humanidad no incurrían en riesgos, ni siquiera en aquél que pudiere afectar tan sólo a sus bienes; que, después de todo, no eran tan nobles, sino que trataban al ladrón como les había tratado a ellos; y que mediante cierta apariencia externa y una cuantas plegarias, así como discurriendo de vez en cuando por una vía recta, pero inútil, esperaban salvar sus almas. Puede que esto parezca un juicio severo sobre mis conciudadanos, pues, según creo, muchos de ellos no saben siquiera que poseen una institución tal como la de la cárcel de su comunidad.“
„Acogeré con los brazos abiertos todos los juicios de la crítica científica. En cuanto a los prejuicios de la llamada opinión pública, a la que jamás he hecho concesiones, seguiré ateniéndome al lema del gran florentino: Segui il tuo corso, e lascia dir le genti! (III) Londres, 25 de julio de 1867. CARLOS MARX“
„Bienvenida sea cualquier crítica inspirada en un juicio científico. Contra los prejuicios de la llamada opinión pública, a la que nunca hice concesiones, mi divisa es, hoy como ayer, la gran frase del gran florentino: «segui el tuo corso, e lascia dir le genti.“
„La enemistad nacional y los choques nacionales son inexcusables e inevitables mientras el Poder esté en manos del capital, mientras la pequeña burguesía y, sobre todo, el campesinado de la antigua nación «dominante», llenos de prejuicios nacionalistas, sigan a los capitalistas;…“
„Pero se podría, tal vez, profundizar algo más el tema de la composición de novelas y el efecto del sexo sobre el novelista. Si uno cierra los ojos y piensa en la novela como un todo, parece una creación que repite la vida como un espejo, aunque por cierto, con simplificaciones y deformaciones innumerables. De cualquier modo, es una estructura que deja una forma en la mente, edificada a veces en cuadros, a veces como una pagoda, a veces proyectando alas y arcadas, a veces macizamente compacta y abovedada como la Catedral de Santa Sofía en Constantinopla. Esa forma, pensé, recordando ciertas novelas famosas, despierta en uno la clase de emoción apropiada. Pero esa emoción enseguida se mezcla con otras, porque la «forma» no está hecha por la relación de una piedra con otra piedra, sino por la relación de un ser humano con otro ser humano. Por eso una novela despierta en nosotros toda clase de emociones opuestas y antagónicas. La vida entra en conflicto con algo que no es la vida. De ahí la dificultad de llegar a un acuerdo sobre las novelas, y el dominio inmenso que tienen sobre nosotros nuestros prejuicios íntimos“
„La pasión y el prejuicio gobiernan el mundo, pero bajo el nombre de la razón.“
„Es más fácil destruir un átomo que un prejuicio».“
„El sentido común es el conjunto de prejuicios acumulados a través de los siglos.“
„¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.“
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