Juegos
Todos los emojis
Citas
Blog
Página de inicio
»
primeros
»
Página 16
Relacionado con: primeros
„Muero siendo un buen servidor del rey, pero primero de Dios.“
„El primer gobernante de una sociedad no debe tener más bandera que la ley; la felicidad común debe ser su norte, e iguales los hombres ante su presencia, como lo son ante la ley; sólo debe distinguir el mérito y la virtud para recompensarlos; al vicio y al crimen para procurar su castigo.“
„El principio de no intervención es una de las primeras obligaciones de los gobiernos, es el respeto debido a la libertad de los pueblos y a los derechos de las naciones.“
„Para discutir el “futuro del capitalismo”, primero de todo necesitamos determinar qué significa realmente el término “capitalismo”. Desafortunadamente, el término “capitalismo” fue acuñado por su mayor y más conocido enemigo, Karl Marx. Realmente, no podemos depender de esta concepción para su correcto y sutil significado. De hecho, lo que Marx y los escritores posteriores hicieron fue responder a dos conceptos extremadamente diferentes e incluso contradictorios, combinándolos bajo el mismo término. Estos dos conceptos contradictorios son lo que me gustaría llamar “capitalismo del libre mercado” por una parte, y “capitalismo de estado” por la otra.“
„¡Solo por fin! Ya no se oye más que el rodar de algunos coches rezagados y derrengados. Por unas horas hemos de poseer el silencio, si no el reposo. ¡Por fin desapareció la tiranía del rostro humano, y ya sólo por mí sufriré!¡Por fin! Ya se me consiente descansar en un baño de tinieblas. Lo primero, doble vuelta al cerrojo. Me parece que esta vuelta de llave ha de aumentar mi soledad y fortalecer las barricadas que me separan actualmente del mundo.“
„Mucha gente que predica con el ejemplo podría ahorrarse perfectamente lo primero.“
„Que el caracol es comestible y la babosa no lo es, me lo creo. Y además admiro profundamente al tipo que fue capaz de descubrirlo por primera vez.“
„Si fuera cierto uno de los principales argumentos a favor de la pena de muerte, es indiscutible que sólo se hubiera tenido que aplicar la primera vez.“
„Primero mi querido Leonel, queridos dominicanos, tengan mucho cuidado, si el presidente Uribe cree que hay otro Raúl Reyes en Santo Domingo viene y les bombardea“
„La superación de la pobreza, es el mayor imperativo moral que tiene el planeta, ya que por primera vez en la historia de la humanidad, la pobreza no es fruto de la escasez de recursos, de factores naturales, de las grandes hambrunas, sino que es fruto de sistemas injustos, excluyentes.“
„El gallego es la forma más antigua de las lenguas neolatinas de Hespaña y la primera que alcanzó en pleno desarrollo literario.“
„Ha llegado la época de la independencia americana, nadie puede evitarla. La España está perdida y si nos dejamos llevar por infundados recelos seremos presa del primer advenedizo que quiera subyugarnos.“
„Siento desprecio hacia ti, pero esto no es nada comparado con lo que siento haci mí mismo. No te amo, ni nunca he amado a nadie. Te deseé desde el primer momento en que te vi, del mismo modo que se desea una mujer fácil, por el mismo motivo y propósito. Pasé dos años reprochándomelo por creer que te encontrabas por encima de anhelos semejantes. Pero no. Eres un animal tan vil como yo. Debería despreciar el haberlo descubierto. Ayer habría matado a quien pretendiera insinuar que eras capaz de esto. Hoy daría mi vida para que no sucediera de otro modo; para que siguieras siendo la clase de perra que eres. Toda la grandeza que veía en ti, no la cambiaría por la obsenidad de tu comportamiento. Tú y yo éramos dos grandes seres, orgullosos de nuestra fuerza, ¿verdad? Pues bien, esto es todo cuanto queda de nosotros y no quiero engañarme respecto a ello.“
„Los creadores no son altruistas. Ese es todo el secreto de su poder. Son autosuficientes, autoinspirados, autogenerados. Una causa primigenia, una fuente de energía, una fuerza vital, un primer motor original. El creador no atiende a nada ni a nadie. Vive para sí mismo.“
„Su antepasado Sebastián d’Anconia había salido de España varios siglos atrás, en una época en que aquél era el país más poderoso del mundo, y aquel hombre era uno de sus personajes más orgullosos. Había tenido que marcharse cuando un alto funcionario de la Inquisición le había sugerido ciertos cambios en su manera de actuar durante una cena en la corte, y Sebastián d’Anconia le había arrojado un vaso de vino a la cara. Había logrado escapar, dejando atrás su fortuna, sus fincas, su palacio de mármol y la mujer a la que amaba, y había partido hacia un nuevo mundo. Su primera propiedad en la Argentina fue una cabaña de madera a los pies de los Andes. El sol resplandecía como un faro sobre el escudo de plata de los d’Anconia, clavado sobre la puerta, mientras Sebastián d’Anconia excavaba la tierra en busca de cobre en su primera mina. Pasó varios años, pico en mano, rompiendo rocas desde el amanecer hasta la puesta del sol, con ayuda de unos cuantos aventureros, desertores del ejército español, convictos fugados e indígenas hambrientos. Quince años después de haber salido de España, Sebastián d’Anconia mandó buscar a la mujer que amaba y que lo estaba esperando. Al llegar, ella encontró el escudo de plata sobre la entrada de un palacio de mármol, en medio de un inmenso jardín, y, más lejos, las montañas estriadas por las rojas vetas del metal. La tomó en sus brazos para cruzar el umbral y a ella le pareció más joven que cuando lo había visto por última vez.“
„… de que requiere un sentido de los propios valores, pero el hombre no poseedor de valores automáticos tampoco tiene un sentido automático de la propia estima, y ha de conseguirlo dando forma a su alma, según la imagen de su moral, según la imagen del Hombre, y de que siendo ser racional nacido para crear, ha de crear por elección; de que la primera precondición de la autoestima es ese radiante egoísmo del alma, que desea lo mejor de toda cosa, en valores materiales y espitituales; un alma que busca sobre todo conseguir su propia perfección moral, no evaluando nada por encima de sí misma, y de que la prueba de una autoestima totalmente conseguida es el estremecimiento de desprecio y rebelión contra el papel de animal para el sacrificio.“
„No digas que tienes miedo de confiar en tu mente porque sabes tan poco.¿Estás más seguro abdicando ante los místicos y descartando lo poco que sabes?. Vive y actúa dentro de los límites de tu conocimiento, y continúa expandiéndolo hasta el fin de tus días. Redime tu mente de la casa de empeños de la autoridad. Acepta la verdad de que no eres omnisciente, pero que convertirte en un zombi no te dará omnisciencia- que tu mente es falible, pero abandonarla no te dará infalibilidad- que un error al que hayas llegado tú mismo es más seguro que diez verdades aceptadas por la fe, porque el primero te deja con los medios para corregirlo, pero las segundas destruyen tu capacidad para distinguir la verdad del error.“
„Las definiciones son las guardianas de la racionalidad, la primera línea de defensa contra el caos de la desintegración mental.“
„Para decir: ‘Yo te quiero’, uno debe saber primero como pronunciar ‘yo’.“
„Bajo una moralidad de sacrificio, el primer valor que sacrificáis es la moralidad; el siguiente, la estima propia.“
Anteriores
1
…
15
16
17
…
41
Siguientes